la abrumadora belleza del océano

Abzû

Abzû

¿Recordáis cuando os hablé del Journey? Pues éste es su versión subacuática.

El Abzû es una verdadera joya que destaca por 2 características: ambientación y música. Salió a la venta el 2 de agosto de este año, vamos, que es recientísimo. Yo ya le tenía el ojo echado y cayó esa misma tarde. En realidad, se lo regalé a mi marido, pero tenía intención de pasármelo después (soy muy fan de hacer regalos que yo también voy a usar).

Aunque la historia de este juego se desarrolla bajo el agua, nada tiene que ver con la saga Everblue o con otros juegos de exploración submarina. Lo creó la compañía Giant Squid fundada por Matt Nava, el director artístico de Journey y Flower. Si no los habéis jugado, ya tardáis.

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Nada más empezar nos encontramos flotando en unas aguas cristalinas, nos sumergimos y da comienzo nuestra aventura. Iremos recorriendo varios escenarios de lo más variopinto en flora y fauna.

Conforme avancemos vamos a encontrarnos con unos remansos de los cuales liberaremos especies nuevas al ecosistema; unas estatuas con forma de tiburón que nos darán la opción de meditar sobre ellas y por último, si rebuscamos bien en cada rincón, hallaremos unas conchas tipo fósil. Estas 3 cosas nos desbloquearán una serie de logros si conseguimos encontrarlas todas.

Aparte de lo anteriormente citado, se nos irá mostrando la historia de una civilización perdida a través de unos murales en la pared. En mi caso, tras haber visto jugar a mi marido y jugarlo yo, sigo sin tener claro lo que pasó. Que cada cual saque sus conclusiones.

Remanso a la izquierda y estatua a la derecha

No quiero desvelar nada relevante de lo que os vais a encontrar, así lo podréis jugar tranquilamente. De todas formas es un juego que se puede acabar en unas 2 horas si no te entretienes explorando y sacando logros. Aquí es donde me da un ataque de risa, ya que no entretenerse admirando la belleza de los océanos, su rica flora y todas las variedades de peces y mamíferos marinos que nos vamos a cruzar es COMPLETAMENTE IMPOSIBLE (al menos en mi caso, que me he pasado todo el juego sacando capturas y grabando vídeos).

En definitiva es un juego que no deja indiferente. En mi caso, voy a confesar que me pongo a llorar cada 10 min de lo bonitos que son los escenarios, ya que tanta belleza junta me emociona muchísimo. Sé que me voy a repetir, pero su colorido vibrante, sus fondos tan cuidados, el movimiento de los peces, las corrientes de agua… Todo ello conforma un paisaje espectacular, es un deleite para la vista. Te dan ganas de quedarte ahí sentada viendo la pantalla y siendo feliz, porque el colorido mundo de Abzû me hace sentir felicidad y una inmensa paz. Tienen que hacerse más juegos así, que sólo conozco 3.

Por cierto, gracias a esta maravilla de juego he superado en parte mi fobia a los tiburones y a las orcas. Mis compis de clan del GW2 ya saben de qué va el asunto. Huelga decir que los de verdad imponen mucho más que los del juego, pero al menos he adelantado algo.

Procedo a hablar de la música, 2 palabras: Austin Wintory.

Los que me conocéis ya sabéis de sobra que soy fangirl absoluta y orgullosa de este pedazo de compositor, que es lo más grande que ha visto el mundo. Este señor es conocido por las bandas sonoras del Journey, The Banner Saga 1 y 2 y Assassin’s Creed: Syndicate, entre otros.

Por tanto huelga decir que la banda sonora del Abzû es una obra de arte magistral. Wintory se vuelve a superar a sí mismo. Cada pieza está pensada específicamente para cada zona, de forma que lo que estamos escuchando nos cree una imagen mental de lo que nos vamos a encontrar, consiguiendo que nos zambullamos de lleno en el juego. Por cierto, hay un elemento novedoso en esta composición, un septeto de arpas. Tenéis que escucharlo, es mágico, a mí se me eriza la piel de pensarlo.

Aquí os dejo un vídeo para que disfrutéis de su música y su grandioso colorido.

Realmente no tengo mucho más que contar, ya que el juego en sí es muy simple, la gracia radica en lo que nos despierta y nos hace sentir mientras lo jugamos sumergidos en su mundo. Lo que sí os digo es que vayáis ya a Steam y os lo compréis, que cuesta sólo 20 euros y en mi opinión es un must have. Y de paso os pilláis también la banda sonora en Bandcamp, no os vais a arrepentir, de verdad. Y no, no me pagan para hacerle publicidad, es lo que tiene ser una fangirl.

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Catherine Wyrd
Catherine Wyrd

Amante de las aves. Novelista aficionada. Pintora con acrilicos. Gamer asidua de Overwatch y GW2, jugadora de consolas y PC en general.

4 comentarios
excel07
excel07 12/09/2016 a las 11:22 am

Nada más verlo me ha recordado a un juego que salió para Wii llamado Endless Ocean, aunque Abzû se ve mucho más hermoso. Creo que este tipo de juegos no son adecuados para aquellas que personas que juegan a un videojuego para «pasarse la historia» y casi ni leen los diálogos, pero sí para los que disfrutan explorando. También creo que te tiene que gustar la naturaleza para que te guste de verdad.

Catherine Wyrd
Catherine Wyrd 12/09/2016 a las 12:19 pm

Son juegos muy contemplativos. A mi me encantan por eso, porque te limitas a explorar y maravillarte con el entorno. De pequeña queria ser bióloga marina, y esto es como ver un documental. Me emocioné mucho al ver a los tiburones peregrinos, una de mis especies favoritas junto con el tiburón ballena.

lostinlordran
lostinlordran 12/09/2016 a las 2:35 pm

Hostia, me alegro mucho de lo de tu fobia. A mí Minecraft no me ayuda con las arañas. 🙁

Cruxis Crystal
Cruxis Crystal 16/09/2016 a las 3:15 pm

Estos juegos me parecen maravillosos, son necesarios porque despiertan el lado humano. Los videojuegos no deben ser sólo «entretener, pasar una historia, llorar y fin». Si no… enamorarte.

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