A los videojuegos no les pasa nada

A los videojuegos no les pasa nada

*Antes de nada, voy a aclarar ciertas cosas antes que lleguen comentarios intentando invalidar todos y cada uno de los artículos.

  • ‘Ya, y cuántos estudios hay también intentando ligar la violencia a los videojuegos’. Es cierto y varios de los artículos que menciono estudian las cuestiones de género junto con la violencia. Pero recordemos que la mayoría utilizan análisis de contenido cuantitativo y no hace falta ser un puto genio para contabilizar cuántas protagonistas femeninas hay en una muestra.
  • ‘Pero muchos son análisis superficiales de portadas’: la portada es una herramienta de marketing y no sé a vosotras, pero a mí me toca los ovarios que se utilicen figuras femeninas hipersexualizadas para vender.
  • ‘Pero no analizan los videojuegos en profundidad’: es IMPOSIBLE analizar un videojuego en profundidad en artículos con extensión reducida. Para ello hay que jugar el juego entero y explorar todas sus posibilidades (y ya si nos metemos con teorías de jugabilidad, que si ergodicidad, que si el avatar y que si la madre que me parió, pues no acabamos nunca) y comprenderéis que cuando se toma una muestra de 60 juegos para hacer un artículo de 15 páginas, hay que sacarse las castañas del fuego.

*Recalcar que sé que me he dejado otros temas importantes. Hay investigaciones sobre el acoso a mujeres en juegos online, sobre la representación de minorías étnicas, colectivos LGTB… Pero, sinceramente, prefiero dejarlo para otros artículos porque si no os escribo la Biblia entera.

*Ahora sí, dejo de ser pesada y os dejo con el artículo.

No pasa nada. No hay nada por lo que quejarse, somos unas exageradas y unas amargadas, unas infelices que no encuentran placer en la vida. El viciote que me estoy dando con el Overwatch no me está dando más que amargura, el Rayman Origins me está matando con su música alegre y la enésima partida que estoy rejugando al Dragon Age: Inquisition en la que ya me he tirado a Iron Bull dos veces me está absorbiendo la alegría cual dementor. Y por eso he hecho este artículo sobre investigación, representación y videojuegos. Simplemente para joder. Porque a la industria del videojuego no le pasa NADA.

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1989: Claude Braun y Josette Giroux se dan cuenta de la predominancia de personajes masculinos en videojuegos. Dos años después, Eugene Provenzo estudia la portada y contraportada de hasta 47 juegos de Nintendo en los que el hombre ocupa la posición dominante mientras la mujer se muestra sumisa, además de preguntar a jugadores acerca de los personajes femeninos, que siempre son descritos como menos interesantes que los masculinos. En 1993, Christine Ward Gailey analiza el contenido de varios videojuegos, especialmente de Nintendo, llegando a la conclusión de que las mujeres aparecen en papeles de apoyo o de damisela en apuros. Cinco años más tarde, Tracy Dietz realiza un trabajo similar en An Examination of Violence and Gender Role Portrayals in Video Games: Implications for Gender Socialization and Aggressive Behaviour, tomando una muestra de 33 juegos de Nintendo y Sega y concluyendo que casi la mitad de los juegos no mostraban papeles femeninos y los que lo hacían las representaban como objetos sexuales.

Ese mismo año se publica From Barbie to Mortal Kombat, un libro en el que Henry Jenkins y otros autores hablan sobre la relación entre las mujeres y las industria del videojuego, las jugadoras y la tendencia de la industria de crear ‘juegos para chicas’. Por supuesto, no se puede hablar de esto sin resaltar que ¡oh, sorpresa!, las mujeres rara vez aparecen en videojuegos  y, cuando lo hacen, es en calidad de premios que el jugador recibe por completar su misión. Y creedme cuando os digo que, si Henry Jenkins, que es uno de los investigadores más influyentes en cuestiones de estudios culturales, cuyo nombre aparece referenciado en cualquier texto relativo al tema y cuyo libro Textual Poachers: Television Fans and Participatory Culture es el más citado que he visto en mi vida, afirma algo… es que probablemente ese algo sea una verdad como la copa de un pino.

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¿Ves a este hombre? Él tiene razón y tú no.

En 2001, cuatro investigadores de Oakland evalúan 1716 personajes de videojuegos, afirmando que había más personajes masculinos que femeninos y que, cuando estos últimos existían, eran retratadas como ‘props’ y ‘bystanders’ con personalidades estereotipadas. Al año siguiente, Santos Urbina y su equipo amplían el estudio que Provenzo hizo en su día y analizan la portada de 79 juegos de consola y 89 de PC, obteniendo como resultado que ¡sorpresa! los hombres sobrepasaban ampliamente a las mujeres en número. Ese mismo año, Berrin Bensley y Tracy Collins publican Shirts vs. Skins: Clothing as an Indicator of Gender Role Stereotyping in Video Games, revelando que, en videojuegos, los personajes femeninos suelen llevar ropa más reveladora que los hombres. No sé vosotros, pero mi body no puede con tanta sorpresa.

En 2004, el Instituto de la Mujer realiza un estudio en el que, aparte de evaluar una cantidad nada desdeñable de videojuegos, intenta descubrir cómo hombres y mujeres jóvenes conectan con los videojuegos y cómo perciben la representación de género. Aunque su análisis de videojuegos es algo cuestionable y ya recibió suficientes palos en su época, voy a centrarme en las respuestas que obtuvieron de los jóvenes encuestados. Hay algunas preguntas del cuestionario cuyo planteamiento no termina de gustarme, pero hay otras impepinables como el hecho de que hombres y mujeres pensaran en los videojuegos como un campo de nabos en el que ellos juegan mejor o que ellos mismos describieran al protagonista típico como hombre, blanco, joven, fuerte, guapo y esbelto. Y algo realmente sorprendente (aunque, en realidad, no tan sorprendente, porque a esas edades yo estaba igual de verde que ellos): ambas facciones pensaban que mujeres y hombres cumplían roles iguales.

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Sé que estáis sorprendidas por todo esto, no intentéis engañarme.

En 2005, Downs y Smith toman los 20 juegos más vendidos en Microsoft Xbox, Playstation 2 y Nintendo Game Cube: un total de 60 juegos y casi 500 personajes de los que las mujeres tendían a aparecer semidesnudas, con ropa mínima y unas proporciones que tenían de realista lo que yo de Kim Kardashian. Cuatro investigadores publican Violence, Sex, Race and Age in Popular Video Games: A Content Analysis, donde observan que en la muestra de videojuegos más populares de 1999, los varones blancos suelen ostentar roles de poder mientras mujeres, minorías y gente de otras edades eran olvidadas. En 2007 Jeroen Jansz y Raynel G. Martis escogen 12 videojuegos para evaluar sus personajes y, a pesar de que su muestra recoge historias escogidas precisamente por su variedad de personajes (que, de hecho, salen ganando en cuanto al reparto de roles de hombres y mujeres), siguen encontrándose con más tíos musculosos que otra cosa y con mujeres que, aunque poderosas, están hipersexualizadas y embutidas en prendas ridículas.

Dos años después, cuatro investigadores estadounidenses redactan The Virtual Census: Representations of Gender, Race and Age in Video Games, donde los resultados muestran una sobre-representación sistemática de hombres y una infrarrepresentación de mujeres, hispanos, nativo americanos, niños y ancianos. En el mismo periodo, aparece publicado Violence, Sexuality, and Gender Stereotyping: A Content Analysis of Official Video Game Web Sites, donde sus cuatro autores dejan claro (otra vez) que las mujeres están infrarrepresentadas, estereotipadas y sexualizadas hasta en las herramientas de marketing de los videojuegos.

Al mismo tiempo, Yi Mou y Wei Peng analizan tráilers, portadas y secuencias introductorias de 12 juegos de los más vendidos y populares: las mujeres (junto con otras razas y minorías) vuelven a ocupar puestos secundarios y otra vez con cuerpos ridículamente delgados o voluptuosos y ropas reveladoras (e intuyo que más imprácticas que unas bragas de esparto). Sexy, Strong, and Secondary: A Content Analysis of Female Characters in Video Games across 31 Years, publicado en 2014, analiza los videojuegos creados a lo largo de 31 años y llega a la conclusión de que sí, la sexualización ha disminuido desde los orígenes de la industria. Alabado sea el Señor. Cantemos el Aleluya. Soy una mujer mágica del país feliz de la casa de la gominola de la calle de la piruleta.

Ah, no. Espera. Que eso no quiere decir que ya no haya sexualización ni que las mujeres hayan dejado de estar relegadas a personajes secundarios.

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Cago en todo.

En 2015, Jared Friedberg publica en su tesis un análisis de 10 juegos publicados entre 2007 y 2013 como Red Dead Redemption, Assassin’s Creed 2 o Dishonoured y vuelta a lo mismo: no hay tanta sexualización y los personajes son más complejos, pero los hombres superan ampliamente a las mujeres y estas son relegadas con frecuencia a ser damiselas en apuros o mujeres en la nevera de manual. Y no contemos ya toda la investigación realizada en torno a los medios que hablan de videojuegos. James D. Ivory publica en 2006 Still a Man’s Game: Gender Representation in Online Reviews of Video Games y resalta las diferencias de representación entre hombres y mujeres, siendo estas últimas objetos pasivos y sexuales. Al año siguiente, Monica K. Miller y Alicia Summers realizan un trabajo similar en Gender Differences in Video Game Characters’ Roles, Appearances, and Attire as Portrayed in Video Game Magazines, observando 49 juegos y hasta 300 personajes a través de reseñas de revistas y llegando a conclusiones similares.

Y, a pesar de todo esto, ¿sabéis qué es lo mejor? Que todos estos análisis no son ni la milésima parte de todos los libros y artículos de investigación  que podría encontrar sobre la representación de género en cine o en otros medios. Esto no es un problema que afecte a un solo campo o se limite a un sólo ambito: lo impregna todo. Aunque sí que hay que admitir que el mundillo de los videojuegos parece el puñetero bosque de Fangorn aplastando a todo orco que se atreve a adentrarse en él. Sólo que en lugar de orcos son adorables hobbits de pies peludos.

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Hagamos como que he arreglado esta metáfora de mierda y no me he llamado orco a mí misma, por favor.

Pero no nos engañemos. La verdad es que no hace falta que os traiga este artículo para que os deis cuenta de la verdad. Estos trabajos son pruebas, realizados con una metodología concreta y de forma más o menos «objetiva» que suponen una evidencia consistente. No obstante, sólo hace falta que echéis un vistazo al panorama para ver el problema. En una industria en la que crear una protagonista femenina sigue siendo objeto de duda y en la que, cuando por fin se apuesta por algo así la audiencia masculina se queja, puede que sí que pase algo. En un mundo en el que una mujer (sí, hablo de Anita Sarkeesian porque soy una feminazi) recibe amenazas de muerte y odio por el simple hecho de criticar videojuegos, a pesar de que en cada puñetero vídeo insiste en que se puede disfrutar algo y criticarlo a la vez, llamadme loca, pero igual algo sí que pasa. Y puede, sólo puede, que, en una sociedad en la que el simple acto de abrir un espacio para que las chicas se expresen y hablen sobre videojuegos revienta tantas ampollas y suscita tantos lloriqueos, haya que replantearse ciertas cosas.

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HA DICHO SARKEESIAN

 

Imagen de cabecera de Gunshow, tira número 648, por KC Green

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pavifather
pavifather

Amante de Sarcasmo, me lo tiro todos los días.

14 comentarios
Chuck Draug
Chuck Draug 12/03/2017 a las 1:03 pm

Lo de siempre: «sois unas exageradas y madre mía, veis machismo por todos lados». Y que tras una mujer hablando de apropiación cultural y colonialismo en Horizon Zero Dawn ya volvemos con el mismo argumentario y diciendo «pero mirad, si la prota es una mujer, ¡nunca estáis contentas!».

No nos enteramos de nada, ni queremos enterarnos.

Me esperaba encontrarme referencias al estudio del Instituto de la Mujer. Lo digo porque en aquella época yo frecuentaba uno de los caldos de cultivo de lo que luego sería parte del movimiento GG en España, los foros del programa de radio/podcast Game Over (habrá quien diga que no, pero no hablo de los locutores, que han madurado para bien con los años, sino de buena parte de su público allá por los dosmiles). Y ridiculizábamos aquel estudio, no solo porque fuese una cosa muy superficial en cuanto a videojuegos, sino también por «las mujeres, siempre quejándose».

Porque el que diga que no ha estado haciendo estas mierdas, que ha negado estas representaciones (y falta de las mismas) en la ficción, por mucho estudio y muchos datos que le presenten, miente. Alguna vez hemos estado ahí.

Pero no, luego resulta que os quejáis por nada. Que sois unas exageradas, que veis problemas por todos lados. Que Ivy Valentine de Soul Calibur no tiene ningún problema porque es alquimista y luchadora pese a llevar ropa que hasta en tus fantasías más fetichistas es incómoda hasta de ver; que Peach ha salido en algunos juegos donde conduce y practica deporte y no la secuestran, y eso invalida que sea vista como el arquetipo de la damisela en apuros en videojuegos; que deis las gracias porque Bioware va a sacar un tráiler con Sara Ryder, que es la protagonista «alternativa» de Mass Effect: Andrómeda, mientras su hermano Scott se lleva el protagonismo «real».

La filosofía de «¡mirad, tenéis más protas y menos sexualización, ¿contentas?!» y la de «creo que se quejan de un problema que no existe» (esto lo he visto con lo que comentaba de HZD) es la que nos sirve para echar balones fuera y no sentirnos incómodos con la realidad que apuntáis. Y que por mucho que presentéis estudios con sus datos y sus gráficas (es una mierda que tengáis que recurrir a eso porque de primeras no os creemos, en vez de ser un simple apoyo) seguimos ignorando los hechos.

Ivan_Vinuesa (@Vinuesa_Ivy)
Ivan_Vinuesa (@Vinuesa_Ivy) 12/03/2017 a las 1:06 pm

Gran artículo. Yo siempre he dicho lo mismo, se puede criticar algo y que te siga gustando. Sin ir muy lejos, mi juego favorito siempre será Final Fantasy VII, pero me puedo poner a sacarle miles de fallos si quiero.

Está claro que la cosa a mejorado en cuanto a representación pero aun queda un camino muy largo.

Y sobre Sarkeesian, la verdad es que solo había oído cosas malas sobre ella, hasta que un día pensé: «Vamos a ver un video suyo a ver que tal.» Y SORPRESA, resulta que me vi 2 o 3 videos suyos y no era para tanto. Cierto es que no estaba de acuerdo al 100% con lo que decía pero me pareció que hablaba de forma muy coherente y no era tan «radical, radfem, femunanci» como la gente la ponía.

PD: Es mi primer comentario en esta web, aunque llevo siguiendoos desde hace ya meses. Creo que hacéis un gran trabajo. Seguid así ^^

Zak
Zak 12/03/2017 a las 1:24 pm

Y aún hay mogollón de chavales que se atreven a soltar «eso te lo inventas», «no hay estudios que lo reflejen», «muéstrame los datos…»
Un problema básico es que mientras estás en la posición privilegiada, arriba, se tiende a ignorar la situación del resto, para ti todo está bien. Y piensas la gente que se queja no tiene razón para ello, porque a ti no te ocurre y la falta de empatía te hace desestimar cualquier punto de vista que difiera del tuyo.
Lo que más retrasa cualquier cambio, en mi opinión de tipo desinformado que también está en ese grupo privilegiado, es que ya te cierras tanto que no solo no escuchas opiniones diferentes, si no que las tachas de falsas, de estúpidas, o de rabietas infantiles con el único propósito de bajarte a ti del peldaño donde te han mantenido toda la vida. Cuando realmente podrías aprender, mirar a tu alrededor y darte cuenta de que en el «peldaño» cabe más gente, y no hace falta bajarte, ni perder tu ‘trono de juegos’ con para que el resto pueda ver la imagen completa sin tener que hacer equilibrios sobre una banqueta precaria a la que cientos de comentarios, imágenes, campañas publicitarias o ‘chistes’ están dando patadas.

Para clamarnos apasionados de un medio cuyo principal atractivo es que te permite ponerte en los zapatos de otros personajes para vivir aventuras y experiencias, hay que ver lo mal que se nos da ver las cosas desde el punto de vista de gente real, con problemas reales en nuestro propio mundo.

Gracias por enseñarnos, a los que queremos seguir aprendiendo sin estorbar demasiado, e intentamos cagarla un poco menos cada día.

BoKeRoN
BoKeRoN 12/03/2017 a las 2:28 pm

Que pena, un artículo tan currado, con datos, citando fuentes y escrito con furioso pundonor, y solo nos vamos a quedar con que la autora se llamó orco a su misma. XDDDD

Buen artículo, aunque me temo que el que no se ha enterado ya, es porque no quiere enterarse, no porque no tenga datos.

shuriken
shuriken 12/03/2017 a las 6:22 pm

T E
Q U I E R O

— A ver, dónde estáis infrarrepresentadas, que yo lo vea.
— [Enlace a este artículo]
— MI DI IGÜIL LO K DIGAN ESAS DECENAS DE INVESTIGACIONES PORQUE TENGO LA CABEZA COMO UN CARNERO Y ACEPTAR LA VERDAD IMPLICARÍA SENTIRME CULPABLE Y TENER QUE CAMBIAR

Radagast
Radagast 12/03/2017 a las 6:29 pm

Un artículo con fuentes, con datos, donde se te indica dónde mirar, dónde buscar, dónde contrastar. Un gran artículo, vamos.
Quienes no quieren ver seguirán ciegos. Quienes tengan dudas quizá abran los ojos. Cada pequeña victoria es un paso hacia adelante. La meta queda lejos, pero marchad siempre hacia adelante.

Delfar
Delfar 13/03/2017 a las 9:19 am

Me ha gustado mucho el artículo, sobretodo por el trabajo de documentación. Aunque el ácido sarcasmo del inicio me ha costado… No por el estilo que me mola, si no por las respuestas de siempre de no querer ver lo evidente.

Espero que la cosa siga cambiando y en unos pocos años, esto solo sea un mal recuerdo del pasado.

Y una duda que me ha surgido durante la lectura: ¿Cuántos personajes hispanos hay en los videojuegos que no sean delincuentes?

abejitxmeri
abejitxmeri 13/03/2017 a las 9:31 am

Reblogueó esto en Cosas que contarte.

vegat
vegat 13/03/2017 a las 4:42 pm

Soy hombre, y creo que por el ambiente donde me he criado puedo declararme «aliado» de la igualdad de género. Nunca he razonado ni compartido ya no solo machismos si no todo tipo de estereotipación.
Ahora, admito, que todo el machismo y la estereotipación en los videojuegos pasó totalmente desapercibido para mi en mi infancia y no ha sido hasta hace unos pocos años que me he empezado a percatar de cómo está el patio.

Trabajos y estudios así son totalmente necesarios, de lo contrario seguiríamos como en los putos 90… o peor.

Ánimo y dadle leña al mono. Y al que le duela la virilidad que se lo haga ver.

Ale ale

FriKitty
FriKitty 13/03/2017 a las 5:59 pm

+99999 a todo. Y me cae mal Sarkeesian pero no por criticar videojuegos. Y muchas cosas que dice tienen mucha razón. No la defiendo cuando la caga, pero tampoco espero agazapada a cada supuesto fallo como los pesaos de mierda. Es un dilema, porque a ver, me cae mal por varios motivos, pero al tener a toda la ranciedad en su contra da cosica añadir más leña al fuego (?).

Pauler
Pauler 14/03/2017 a las 2:11 pm

Buenísimo artículo, no podría haberse expresado mejor ni más claro. La próxima vez que me vengan con lloros les daré el link a tu artículo y que entiendan lo que quieran XD.
Enhorabuena!

Luisni95RT
Luisni95RT 20/03/2017 a las 1:20 am

Reblogueó esto en VistaMistery comentado:

Un artículo de lectura obligatoria. ¡Me ha encantado!

Almogave
Almogave 20/11/2017 a las 4:43 pm

Poco más a comentar que no se haya dicho; un artículo más para abrir los ojos a una realidad que esta ahí. Llevo un tiempo siguiendo TodasGamers para saber como se ve/vive el mundo de los videojuegos desde el punto de vista de las mujeres que trabajan en el, que juegan y los disfrutan pero también lo que aguantan/sufren. Como dice un comentario más arriba, no tenia conciencia de esto ni pensaba en como de centrado estaba el videojuego en el sexo masculino. Desde pequeño que juego videojuegos y con los amigos siempre ha sido un punto de conexión y hobby a compartir pero hasta hace poco no me encontré con mujeres/chicas que jugaran. Ahí entré a Twitter y empecé a encontrarme con tweets, perfiles y cuentas que comentaban esta realidad de esta sociedad.
No me he topado con estas situaciones de desprecio/ataque a las jugadoras en juegos online como Overwatch o LoL o WoW. Hubo una vez en una partida del LoL, una chica me mato en una partida y puso en el chat algo asi como (estaba en ingles y «Mayús» y tampoco lo recuerdo exactamente) «¿!COMO TE SIENTA QUE TE ELIMINE UNA CHICA HOMOSEXUAL EN UN VIDEOJUEGO ONLINE!?» A lo que yo respondí «Pues como siempre que me elimina cualquier otro jugador, en un pozo de desesperación por ser Plata IV». Ella me respondió «Vaya, esa si que ha sido la respuesta correcta».
No suelto esto como excusa de «NotAllMen», sino para dejar comentado que ciertamente no hace falta un articulo que recopile decenas de estudios para demostrar una realidad que esta ahí y que solo hace falta abrir los ojos y prestar un poco de atención. Y joder, que ciego estaba. No sabia lo que han llegado a sufrir y aguantar muchas mujeres en el mismo mundo en que yo jugaba tan tranquila y pacíficamente (normalmente). Ahora se que debo actuar a si me encuentro en situaciones de acosos/ataque y no solo dar RT’s por Twitter o comentar artículos de TodasGamers. Por suerte en mi circulo no hay «Señores» ni «True Gamers» pero tampoco es cuestión de permitir esas actitudes si se encuentra uno con ellas.
¡Como siempre un placer leer los articulos, escuchar los pugcast y comentar!

Eduardo
Eduardo 21/07/2018 a las 4:25 pm

El articulo es un poco antiguo pero aun así quiero comentar lo acertado de este.

Gran parte de la culpa de esta nefasta situación la tiene LA PORNOGRAFÍA que destruye la vision de la mujer para la mayoría de los hombres,y las convierte a sus ojos en un mero objeto de placer sexual y dejan de ser lo que son en realidad seres humanos con sentimientos que merecen un lugar el ámbito de los videojuegos y cualquier otro similar.

Suerte y saludos.

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