La increíble pero verdadera historia de la gamer de Schrödinger

La increíble pero verdadera historia de la gamer de Schrödinger

Hay dos cosas en esta vida con las que siempre he sentido una inseguridad impuesta por el mero hecho de ser mujer. Una de ellas es conducir. La otra, como era de esperar, son los videojuegos. Son dos cosas que por lo general no me gusta hacer acompañada por miedo a que me juzguen, a que sientan la necesidad de poner en duda mi habilidad y verse obligados a decirme cómo debo hacer las cosas antes siquiera de hacerlas mal. ¿Por qué? Porque en ambos casos mis errores no suelen atribuirse a mí como persona sino al hecho de ser mujer.

En lo primero, no me había dado cuenta de esta presión extra hasta que un día, llegando al trabajo, decidí aparcar en un sitio bastante justito para mi coche y un señor que deambulaba por allí decidió PARARSE a contemplar la maniobra con una sonrisita de autosuficiencia hasta el final. Os puedo asegurar que cualquier otro día en el que no tuviese público habría desistido al instante y habría seguido mi camino hasta el siguiente hueco libre, pero algo en ese señor sacó en mí un instinto de cabezonería que sospecho hizo que las dimensiones de mi coche encogieran estrepitosamente hasta ajustarse a ese sitio. No contento con quedarse ahí, el señor esperó a que me bajara del coche para agasajarme con un “Y dicen que las tías no saben conducir”. Esto… ¿Gracias?

Con los videojuegos igual. Cada vez que se me ha ocurrido jugar con más gente, y debo apuntar que especialmente cuando son chicos, me he visto obligada a invertir un esfuerzo mayor del que suelo hacer en la intimidad de mi casa por jugar bien, por ser “buena” incluso en esos juegos que estoy probando por primera vez con tal de evitar comentarios en los que se insiste en que las tías no sabemos jugar. Y es que, por triste y exagerado que pueda parecer, es algo que se escapa de la boca de alguien cada vez que haces algo mal. No se tiene en cuenta que, quizás, estás jugando por primera vez a un juego con un grupo de gente que ha invertido horas y horas en él, que se te puede ir el dedo al botón que no es y liarla, que si me das órdenes para hacer lo que tú digas en vez de dejarme jugar a mi manera no soy capaz de dar ni el 50% de mí misma. Pero claro, las chicas no sabemos jugar.

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Aquí me veis, pulsando todos los botones para ver si hay suerte

Y ante esa frase, ante esa pullita que se escapa casi siempre, me hago la misma pregunta: ¿Quién demonios me nombró a mí paladín del género? ¿Quién decidió que lo que yo haga al volante o frente a una consola es problema y culpa de todas y cada una de las mujeres de este planeta?

Porque, y esto es muy curioso, si es un chico el que comete un error jugando o no se le da especialmente bien el videojuego en cuestión, las cosas cambian. Se le mira como individuo; sus errores se le atribuyen a él y sólo a él. Si hay que reírse de alguien (todo muy sano siempre) lo harán de esa persona en cuestión, sin acusar a todos los demás de lo que él ha hecho mal. Su equivocación es de él y de nadie más. En cambio nosotras lo hacemos mal porque somos mujeres. Y es que, no sé si lo sabéis, pero existe una glándula específica del cerebro masculino que empezó a mutar en los tiempos de Atari que es lo que hace que los hombres sean buenos por naturaleza y no por ensayo-error. De hecho, en una universidad de Massachussets hay ahora mismo un grupo de científicos con un cerebro masculino metido en formol llevándose la mano a la barbilla y murmurando: “Curioso. Muy curioso…”. En cambio, cuando se vuelven a mirar de forma desdeñosa el bote donde guardan el cerebro de una mujer comprueban que esa glándula no existe, aunque quizás sí que tienen otra que las hace buenas en, no sé, ¡las tareas de la casa! Porque en ambos casos todo es innato; no se debe a que incluso en mi generación existía cierta predisposición a dirigir a las chicas hacia unas labores específicas mientras se permitía que los chicos fueran más por libres. Porque incluso aunque no fuera así, hay una sociedad que te susurra no tan bajito que estás haciendo algo que no te corresponde por cuestiones de género y que te empuja a hacer un esfuerzo extra para demostrar que se equivoca, que tú también puedes.

En los videojuegos, si logras ese objetivo, si al final consigues demostrar a esos jueces que ya habían dictaminado que ibas a ser mala antes de empezar a jugar que eres digna de sus atenciones y agasajos, pasa otra cosa muy curiosa. De repente, como por arte de magia, dejas de formar parte de ese todo que era el que las tías no supiesen jugar a convertirte en individuo, vuelves a ser tú, con tu nombre y apellidos. Tu victoria es solo tuya. Si eres buena, es porque tú eres buena y no porque las mujeres lo seamos. Resulta bastante penoso y lamentable que ese reconocimiento venga única y exclusivamente cuando lo haces bien, y que aun así venga con algunos peros. Quizás tuviste suerte. Quizás fue una cosa puntual, quizás tuviste un buen día, alguien te ayudó, etc. Si no es así, te condecoran diciéndote que no eres como las demás. Y aquí dejad que me vaya un poco por las ramas pero creo con toda sinceridad que no existe peor halago que ese, como si hubiese algo mal con el resto de las mujeres y que lo mejor que puedes hacer en esta vida es diferenciarte de las demás para que te vean con mejores ojos… los tíos. Y si al leer esto encuentras una contrariedad con respecto al tema del artículo, revísalo de nuevo. No busco que se me apruebe a mí o al resto de chicas por jugar ni que nos den una medalla por ello; aparte del hecho de que todavía hay quien nos ve como algo aislado, o peor, como intrusas, quiero que se nos deje de atribuir ciertas cosas, casi todas muy negativas, por el mero hecho de tener tetas. Quiero que se quite de mis hombros el peso que supone tener que representarnos a todas cada vez que decido sentarme frente a una consola y de sentirme mal si no doy la talla. Es imposible saber qué clase de jugador tenemos delante si ni siquiera le dejamos sentarse frente al PC o la consola, saber si es bueno o malo, y ojalá a nosotras se nos diera la misma oportunidad siempre antes de asumir que lo vamos a hacer mal. Y lo dicho: si yo lo hago mal, eso no convierte tal prejuicio en una verdad absoluta.gremlindva

De la misma forma, me gustaría que cada vez que doy mi opinión sobre algo, si se me ocurre la desfachatez de señalar que “X” videojuego es lo más maravilloso y genial del mundo PERO que es problemático en ciertos aspectos, no salga ese ser que se oculta en los rincones más oscuros de Internet a decirme que LAS TÍAS no tenemos ni idea, que LAS TÍAS lo arruinamos todo. Al igual que mis errores a la hora de jugar, mi opinión es mía y de nadie más. Da igual si esa problemática la ve un alto número de mujeres y que estemos de acuerdo en lo mismo, está mal culpar a todo un género por lo que dice una persona (algo que funciona en los dos sentidos).

De verdad que no entiendo la dificultad a la hora de hacer esa separación, si de hecho ya se hace cuando el autor de una crítica es un hombre. Si hay algo en un determinado artículo con lo que no estás de acuerdo, se acusa a su autor de estar equivocado, se le rebate a él y a nadie más. A mí, y creo que a ninguna, se nos ha ocurrido jamás señalar que todos los hombres se equivocan a raíz de la opinión de una persona que comparte género. Y que ni se nos ocurra, que entonces aparecerá como por arte de magia ese subgrupo denominado dudebros y abrirán la celda donde tienen encerrado a ese ser cuya única finalidad en este mundo es la de gritar NOT ALL MEN a pleno pulmón. Vamos a ver; es evidente que no todos los chicos piensan así y no es necesario ni aclararlo, que sabemos distinguir. Sin embargo, quienes hacen acopio siempre de esa coletilla son, precisamente, aquellos que pecan de aquello que se les acusa. En fin.

Volviendo al tema de las opiniones de unos y otras, creo que para muchos ya hay una mala predisposición antes de leer una crítica cuando ven que la firma una mujer. Porque, empapadas de ese mal que atañe a nuestro género, no tenemos ni idea. Da igual lo extenso que sea tu “currículo gamer”, lo preparadísima que estés, el prestigio que tenga la plataforma donde publicas y que si estás ahí es por algo: formas parte de ese género que se desvió en los entresijos de la evolución y que no desarrolló esa glándula específica del cerebro que te hace válida para dedicarte, como hobby o a nivel profesional, al mundo del videojuego. Y si quieres ser parte de él, debes esforzarte bastante más, presentar tus credenciales y demostrar tu validez más que el resto. Y qué pena, oye, porque al igual que se me atribuyen a mí los errores de las demás, ya podrían hacer lo mismo con sus logros.

Por eso, vuelvo a insistir: ¿quién nos nombró paladines de nadie?

(Fuente de la imagen de cabecera: Kienan Lafferty)

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cerebroenoff
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Ya estaba así cuando llegué

23 comentarios
Artemis
Artemis 27/05/2017 a las 12:04 pm

A medida que leía el artículo no he podido evitar soltar en voz alta «es exactamente lo que me pasa a mí». Esa presión de no querer jugar a algo nuevo o no querer pasar el tiempo jugando con tus amistades porque quieres evitar llamar la atención por ser demasiado mala. En mi caso es además también un evitar ser «demasiado buena», no sea que ponga un listón tan alto que les haga esperar que yo siempre vaya a rendir de la misma manera y me pongan unas expectativas que no siempre puedo cumplir.

Al final se reduce a que es como si tuviéramos una responsabilidad, una responsabilidad para con nuestro ocio. Una paradoja que nos aleja a muchas de poder disfrutar tranquilamente de algo que, a priori, nos gusta.

Aganami
Aganami 27/05/2017 a las 12:22 pm

Tengo que citarte esta parte: «Cada vez que se me ha ocurrido jugar con más gente, y debo apuntar que especialmente cuando son chicos, me he visto obligada a invertir un esfuerzo mayor del que suelo hacer en la intimidad de mi casa por jugar bien, por ser “buena” incluso en esos juegos que estoy probando por primera vez con tal de evitar comentarios en los que se insiste en que las tías no sabemos jugar»

ESTO ME PASA MUCHO, pero no de la forma que crees. Yo misma me hago sentir inferior por errores míos «porque soy mujer y tengo que demostrar que sé hacer lo que hago» aunque mis amigos nunca me juzguen como mujer si no como persona (tengo la suerte de tener amigos con 2 dedos de frente). Esto es muy chungo de superar, estoy trabajando en ello, pero no es ninguna tontería. Y seguramente no seré la única a la que le pasa algo así, porque casi todas tenemos la espinita clavada de tener que demostrar que sabemos igual o mejor que los hombres, por vivir en desigualdad, y no solo en videojuegos, si no como dices, conducir o aparcar un coche. Muy buen artículo.

cerebroenoff
cerebroenoff 27/05/2017 a las 5:07 pm

Créeme, entiendo perfectamente a lo que te refieres. Aunque en el artículo no profundizo demasiado en este tema, pienso que ambas ideas van cogidas de la mano: la presión que sentimos por hacer y demostrar que podemos hacer determinadas cosas bien puede conllevar a que sintamos cierta inseguridad en nosotras mismas, que no valoremos tanto como deberíamos nuestros logros mientras le damos más peso a nuestros errores. Esa exigencia de ser mejores para que se nos valore justamente se transmite en nosotras mismas y al final podemos ser nuestras peores enemigas. Te digo: hace ya siete años que tengo el carnet de conducir y es ahora cuando empiezo a sentirme más segura al volante, rozando la osadía, pero todavía me pienso mucho si aparcar en determinado sitio dependiendo de la gente que haya a mi alrededor, si hay otros coches esperando, etc, porque hay un público directo. Lo peor es que en la mayoría de ocasiones nadie me dice nada, pero ahí estoy yo poniéndome nerviosa sin necesidad. Es horrible. Pero tampoco es justo que tengamos que superar nuestros complejos e inseguridades mientras los prejuicios siguen estando ahí. No es ninguna tontería, no, pero creo que poco a poco podremos conseguirlo.
Ánimo y muchas gracias por tus palabras.

Marthis
Marthis 27/05/2017 a las 12:43 pm

Hay gente que simplemente es idiota. Los dos mejores blogs sobre videojuegos que sigo están escritos por mujeres. Como hombre me indigna la gente que supone que una mujer va a jugar mal solo por ser mujer.
Todos tenemos manos y dedos. No se necesita más que eso para ser gamer y disfrutar de un video juego. No te amargues por la gente que te discrimina solo por ser mujer, ellos son estúpidos.

Lilith Von Krone
Lilith Von Krone 27/05/2017 a las 12:56 pm

Es muy cierto eso de que si una persona de X colectivo comete un fallo, ya nos atribuyen el fallo a todos los pertenecientes a ese colectivo. Pero no sucede con los méritos y los aciertos.

Yo pienso que para estar en este mundillo de los videojuegos y no derrumbarse hay que ser un poco-bastante impasible e indiferente. Porque, especialmente si juegas online, vas a encontrarte con montones de gente tóxica que cuando su equipo gana, se creen que fue porque ellos salvaron la partida, y si pierden, echan la culpa a los compañeros por ser incompetentes.

Si te tomas en serio a los tóxicos, al final te van a sentir obligado/a a dejar de jugar. Yo además de mujer, soy zurda, pa qué decir más…

Creo que pasar de todo es una de las mejores cosas que he aprendido a hacer en mi vida después de ver cómo es esta sociedad. Si una persona tóxica me ofende por ser mujer, o zurda, o lo que sea, no te preocupes que yo también voy a darle donde más le duele, y luego silenciarlo/bloquearlo para que se quede con las ganas. Jamás voy a dejar que alguien me aparte de mis aficiones, cueste lo que cueste, sí, literalmente.

KamulSilver
KamulSilver 27/05/2017 a las 3:29 pm

A veces pienso que esta obsesión por mirar y juzgar con lupa a todo el género femenino por las acciones de una sola respecto a cualquier ámbito habitualmente relacionado con los hombres no se queda sólo en el evidente machismo. Es un síntoma claro de una sociedad envilecida por la competición extrema, la meritocracia, el tener que demostrar a todos que eres el/la mejor en lo que haces, en que tus puntuaciones sean perfectas, o si no no vales nada. Y sí, como muy bien dices, a esa fórmula se le añade a menudo el ingrediente machista, que hace que la cosa vaya a peor cuando el objetivo de dicho juicio es una mujer.

Ojalá pudiera añadir algo más, pero me considero un individuo que repudia por completo esa competitividad extrema. Yo juego para pasármelo bien, no para ser mejor o juzgar a nadie porque no lo es. He tenido bastantes malas experiencias al respecto por gente con la que jugaba a ciertos juegos que andaba rascándose la cabeza porque no entendía tales o cuáles mecánicas, como si ya tuviese que ser un experto nada más empezar. Pero claro, es como bien has dicho, no se puede comparar una crítica que se te hace como individuo a una que se extiende a todo tu género sólo por lo que tú como persona hagas. Es muy triste que siga siendo así.

Lo mejor que te puedo decir es que reniegues de la gente que sólo busque juzgarte y te juntes con quienes realmente te hagan disfrutar. Nos merecemos ser más felices en esta vida.

Pad-Land
Pad-Land 27/05/2017 a las 5:29 pm

A los humanos nos encanta generalizar porque permite simplificar y no tener que esforzarse en pensar y observar la realidad a fondo. O lo que es lo mismo: somos gilipollas.

Saludos

tenienteross
tenienteross 27/05/2017 a las 11:45 pm

Un sí muy fuerte a todo el artículo. Y me pasa exactamente lo mismo: siempre me ha dado reparo jugar con gente con la que no tengo mucha confianza o que me vean por ese mismo motivo, porque parece que si fallo, es porque soy mujer y ya está. O si lo haces bien, el típico «halago» de «No eres como las otras chicas» (pocas cosas me ponen de peor humor que esa frase).

IroNoNaiSekai
IroNoNaiSekai 27/05/2017 a las 11:50 pm

Pienso que estás en lo cierto en muchas cosas.
En general da la impresión de que el problema viene más que nada de que hasta hace poco había muy pocas chicas jugando a videojuegos (y todavía hay comparativamente pocas). Las razones de la desproporción están claras, es por ese enfoque horrible de las niñas a las barbies y los niños a los coches.
Es mucho más fácil que alguien generalice y estereotipe cuando la persona se sale de la norma, y por desgracia ahora mismo la norma es que en videojuegos casi todo son hombres jóvenes.
Hay algo sobre lo que seguramente no hayas reflexionado pero hay una suerte de fenómeno opuesto que se da en los chicos. Ya que se presupone que todos son buenos conduciendo, o arreglando cosas, cuando no lo eres el ridículo es doble. Y esto es reforzado por chicos y también por chicas, que buscan y validan lo que la sociedad marca como cualidades masculinas. Soy un chico, y si hacemos una encuesta de a cuantas chicas les resulta creepy o al menos levemente patético que tenga muñecas y me gusten las flores entre otras cosas o que sea tímido, el numero sería más o menos parecido al de cuantos chicos se reirían de mi.
El problema de base son los malditos roles de genero.

Frutosecos
Frutosecos 28/05/2017 a las 12:43 am

Joder, todo lo que escribes es tan obvio si se tiene un mínimo de empatía hacia los demás, que es realmente triste que se tenga que hablar sobre esto a día de hoy y que siga ocurriendo. Mucho ánimo, fuerza y paciencia. Desgraciadamente, estamos lejos de acabar con estos pensamientos.

Sentient Burrito
Sentient Burrito 28/05/2017 a las 1:37 am

Estaba viendo vídeos de un torneo de Tekken 7 y hay una chica japonesa, Tanukana, que es muy buena. Total que cotilleando por internet vi que mucha gente se estaba preguntando si en realidad era trans, ya que era demasiado buena. Esto llegó a tal punto, que al parecer en enero la chica tuvo que subir a su twitter una prueba demostrando que no era trans (y todavía me he encontrado comentarios diciendo que es fácil de falsificar).
Wow. Simplemente wow. Estoy flipando. Tanto le choca a la gente que una chica sea buena que necesitan pruebas de que sea realmente una chica? what?

Lyris
Lyris 28/05/2017 a las 11:21 am

Creo que acabo de partirme las muñecas de aplaudir.

Nada más que añadir, su señoría.

Pelayo (@SheldonTiberius)
Pelayo (@SheldonTiberius) 28/05/2017 a las 12:05 pm

Yo no se si será que me crié entre mujeres, pero siempre me ha dado vergüenza ajena estar en una partida online y ver la reacción de otros tíos al ver a una chica unirse a una partida. Mi reacción al ver a una chica conectarse se ha limitado siempre a un «ah, bien, guay», y seguir a lo mío. Pero he visto los interrogatorios a los que os someten para comprobar si sois gamers de verdad, los baboseos (los «tits or gtfo», que luego justifican con naah si es solo hacer una gracia… y yo no le veo gracia alguna), los insultos… y que reportar en muchos juegos acabe no sirviendo para nada al ser servidores privados donde les parece que ese comportamiento es «lo normal». También tengo amigos que lo justifican con «bah, el ambiente de algunos juegos es tóxico tengas el género que tengas», y no, no es lo mismo ni de coña.

Man
Man 28/05/2017 a las 6:58 pm

A mi cuando un niñato dice algo por el estilo, le suelto lo mismo: lleva más años mi hermana jugando que tu viviendo.

Almogave
Almogave 29/05/2017 a las 2:10 am

Me da rabia al leer esto porque por una parte quiero creer que esos comportamientos negativos no ocurren puesto que apenas he visto eso cuando he jugado (por suerte), pero siempre acabo leyendo articulos o casos como este que me dejan una dosis de realidad, asquerosa realiadad.
Ojala dar una solución o consejo a ese miedo de jugar juegos nuevos pero o confías en no encontrarte con estupidos, que por desgracia no suele pasar, o escondes tu genero porque asi no tienes que aguantar comentarios e insultos. La primera opción es poco fiable y la segunda ni siquiera deberia ser una opcion pero otra vez, asquerosa realidad.
Siempre viene bien leer estos articulos para recordarme que existen estas situaciones y si ayudan a motivar a la gente a mejorar i defender a los que son acosados de esta manera, ¡mejor que mejor!

abejitxmeri
abejitxmeri 29/05/2017 a las 9:52 am

Reblogueó esto en Cosas que contarte.

Juani_power
Juani_power 29/05/2017 a las 11:24 am

Muy buen artículo. Yo gracias a dios tengo amigos que, cuando se trata de vídeojuegos, no me juzgan por ser una chica, saben que en unos soy muy buena y otros que no son mi estilo pues no tanto. Pero cuando juego online con gente no conozco han habido veces que me ha pasado esto de que me digan «no eres como las demás chicas» cuando jugaba una buena partida o simplemente que me expulsaran del grupo (a veces porque no había hecho una buena partida o, directamente, cuando veían que era una chica). Me han llegado a decir «Dios, ¿pero tu tienes vida? He visto tus trofeos y tienes mas de 10 platinos. No conozco a ninguna chica que tenga mas de 2» la contestación me salio del alma y le dije que si yo no tenia vida por tener mas de 10 platinos el era un puñetero antisocial porque tenia mas de 30…
Incluso han habido chicas que me han criticado porque me encantan los videojuegos.
He de decir que situaciones así me han pasado muy pocas, pero ya he aprendido a ignorarlas (aunque fastidien) porque lo que quiero es disfrutar jugando.

Acidasulfurica
Acidasulfurica 30/05/2017 a las 5:39 am

Ya no solo, por el hecho de ser mujer, nos critican y nos dicen que no vamos a dar la talla en un juego competitivo, sino que ademas tenemos una imagen asociada. Me explico. Un dia jugando a League of Legends me toco dos chicos que eran premade (ya se conocian antes de entrar en partida) en una partida y me preguntaron que si era chica, cuando les dije que sí, hablaron los dos en su idioma (portugues) en el chat, diciendo que seguro que era una gorda marginada. Increíble.

Ciprés
Ciprés 31/05/2017 a las 12:00 pm

Verdades como puños.

Nombre
Nombre 01/06/2017 a las 1:08 pm

Este artículo me ha recordado una cosa que me pasó hace no mucho, porque tristemente lo que comentas es muy real. Yo juego al lol, casi siempre como support (otro cliché para el género masculino). Entré en una partida en ranked y el primer comentario de mi adc fue «¿eres chica?». Pasé de responderle y él se tomó mi silencio como una afirmación, así que empezó a crecerse por el chat con frases del rollo «eh, tenemos una chica en el equipo, vamos a perder». Me sentó mal, porque quieres que no te afecte pero lo hace. Ni siquiera me dio la oportunidad de demostrar si era buena o no, simplemente dio por hecho que por ser mujer era pésima en ese juego. Empecé a jugar fatal porque me sentí bastante triste, no enfadada, sino triste de que alguien pudiese tener tal mentalidad. El chaval cada vez que me movía me metía unas pullas impresionantes. El resto de mi equipo parecía tener dos dedos de frente y le decían que se callase en lugar de seguirle el juego. Aunque yo me pregunto si alguno de los chicos de la partida no habrá pensado alguna vez «que las tías no servimos para esto»… Creo que artículos como este son muy importantes para que los gamers se den cuenta de que entre ellos hay mujeres y que eh, también tienen sentimientos y habilidades.

Recheche
Recheche 13/07/2017 a las 5:02 pm

Leyendo este artículo y en general Todas Gamers (hoy he descubierto el blog) me estoy avergonzando bastante de darme cuenta de lo sexista que soy para algunas cosas.

En ningún momento yo he menospreciado a una mujer, o a un hombre, por hacer algo mal y asociarlo a su género. Ya sea alguien malo en un videojuego, o en aptitudes que están más sexualizadas por la sociedad, como cocinar. Sin embargo, me avergüenzo en admitir que cuando una chica me ha ganado en un videojuego he pensado «joder, es muy buena y eso que es una chica». Más que pensando en el menosprecio por un género, pensando en ese orgullo de macho que tenemos los hombres. Pero vamos, al final ese orgullo implica el menosprecio. Supongo que saber identificar dónde somos sexistas nos ayudará a mejorar, y este tipo de artículos son perfectos para ello.

IroNoNaiSekai arriba en un comentario exponía el tema de que la sociedad asume que los hombres somos buenos en determinadas competencias y si lo hacemos mal nos machacan. Yo eso lo siento al aparcar el coche. Se me da fatal y no me gusta nada que nadie externo me observe. Pero pensándolo bien, al final el miedo de ser juzgados es algo que no depende del género si no como individuos. O quizá pienso esto por ser un hombre.

De cualquier modo, gran artículo.

Sara
Sara 02/01/2018 a las 12:13 am

Amén. No sé si es peor que te consideren mala jugadora por ser mujer o convertirte en objeto de deseo instantáneo por lo mismo. Cuanto daño hace el fetiche de ‘chica gamer’ a la hora de hacer amistades con otros jugadores hombres. Y cómo duele a veces…

DaviD
DaviD 23/10/2018 a las 9:12 am

Esta entrada me ha dado que pensar, porque soy una persona que no suele interactuar demasiado con «extraños» jugando a videojuegos, pero cuando algún conocido empieza a jugar a un juego en el que yo tengo más experiencia y veo que cometen los mismos errores que yo cometía cuando estaba empezando a jugar, pues intento explicarles cómo funciona el juego y darles algún consejo con la mejor intención del mundo: facilitarles un poco la curva de aprendizaje y ayudarles a mejorar. Pero ojo, esto lo hago independientemente de que se trate de un chico o una chica…

Normalmente suelen agradecerme los consejos e intentan ponerlos en práctica con mayor o menor fortuna, porque al fin y al cabo, una cosa es conocer la teoría y otra cosa muy diferente es ponerla en práctica…

Pero también me ha pasado alguna vez (y ojo, que no estoy generalizando, estoy hablando de casos concretos) que alguna amiga se haya molestado un poco cuando he intentado aconsejarla y yo no entendía el porqué. A lo mejor yo sólo intentaba ayudarla, como suelo hacer con todos mis amigos independientemente de su género, pero leer esta entrada me ha hecho darme cuenta de que a lo mejor estaba poniendo sobre ella (de manera totalmente involuntaria) una presión extra que ni quería ni tenía porqué soportar.

En fin, ahora que ya sé el motivo, supongo que tendré que tener más cuidado para no cometer el mismo error en el futuro…

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