Lo que lo Reyes Magos y Papá Noel deben saber sobre los videojuegos

Lo que lo Reyes Magos y Papá Noel deben saber sobre los videojuegos

Se acerca la Navidad y desde Todas Gamers sabemos que entre nuestros lectores hay ciertas personas que esta Navidad visitarán las casas de los más pequeños. Nosotras sabemos que tanto Papá Noel como los Reyes Magos tienen dificultades para saber cómo elegir videojuegos que traernos en Navidad, porque, aunque les hagamos una carta, a veces no saben muy bien qué están regalándonos.

Hoy nos ponemos el disfraz de hadas cuchis de la Navidad y les echamos una mano. Vamos a hablar de todo lo que sus majestades y el señor de barba blanca deben saber acerca de los videojuegos.

El juego ha formado y forma parte de nuestra historia y se ha dado a lo largo de la misma en nuestra sociedad: desde las poblaciones más primitivas y civilizaciones más antiguas hasta el presente. A través del juego y a lo largo de toda nuestra vida hemos socializado, aprendido y creado puntos de encuentro que, de una forma u otra, han resultado importantes en nuestro crecimiento.

Introducción: el gran mito del videojuego

Ya escribimos en su momento sobre los mitos que solíamos encontrar sobre los videojuegos en los medios. Como explicaba MissFreakAlice, prácticamente desde que los videojuegos saltaron al ocio de la gran mayoría de niños, niñas y adolescentes, se han convertido en objetivo de afirmaciones y noticias relacionadas con la violencia y la delincuencia.

Los videojuegos avanzaron en su desarrollo aportándonos historias y modos de juego diferentes. Unos con gráficos y modos de juego simpáticos y agradables y otros más violentos que provocaron y provocan que sea bastante fácil juzgar a los jugadores que consumen dicho contenido. Este avance en la historia del videojuego supuso, para los adultos, la necesidad de aceptar que otra forma de ocio había llegado: ya no solo tenemos los libros, o vemos la tele. Ahora tenemos un nuevo contenido del que también disfrutamos.

Pero ¿por qué no lo asumimos como un contenido más? ¿Por qué no pensamos que una novela también puede transmitir mensajes negativos? ¿Por qué no ponemos el grito en el cielo con algunos programas de televisión? El problema radica en el desconocimiento. El ser humano tiene miedo a lo desconocido y, aunque nos sirve como mecanismo de defensa de ciertos problemas, este miedo, cuando hablamos de la temática de la que hablamos hoy, se convierte en una forma más que negativa de juzgar un contenido. En este sentido, y como veíamos en el artículo de MissFreakAlice que mencionaba al inicio de este epígrafe, los medios de comunicación no han ayudado. El desconocimiento y la falta de información al respecto provocó que una generación entera de personas disfrutase de nuevo modo de entretenimiento mientras las generaciones mayores lo vivían como una amenaza.

Obviamente, este problema ha ido cambiando. En general hemos mejorado y ya son pocas las noticias que relacionan videojuegos con violencia. Las consolas y ordenadores han ocupado nuestro ocio y todas las generaciones empiezan a asumir que esto no tiene por qué ser negativo. Hemos aprendido que los videojuegos también pueden ayudar, en educación o salud mental, por ejemplo, y ahora tratamos de gamificar otros aspectos de nuestra vida para hacerlos más motivadores.

Hemos aprendido que los videojuegos son los reyes de la motivación y que tienen sus ventajas. Ahora nos toca profundizar más en cómo aprovechar ese contenido para educar de manera transversal en temáticas que nos interesen: investigar más sobre historia después de jugar algún Assassins Creed, usar las aplicaciones que encontramos de Minecraft o Simcity en educación, entrenar ciertas capacidades cognitivas con Portal

Elegir videojuego: códigos PEGI, ideas y recomendaciones

Si hay algo que debemos tener en cuenta en nuestra sociedad es que todo, absolutamente todo, nos educa. Desde ver a un vecino cruzar el semáforo en verde, hasta la serie de televisión que vemos por la tarde. Todo nos lanza mensajes y somos susceptibles de interiorizarlos y aceptarlos como nuestros.

Desde la pedagogía y educación en valores siempre se ha tratado de dar importancia al aprendizaje a través de la experiencia. Entender que, conforme nos relacionamos con los demás y vemos ciertas conductas, tendemos a imitarlas y hacerlas nuestras.

En este sentido, la preocupación por elegir contenido adecuado para los más pequeños es lógica. Igual que lo hacemos con la televisión o los libros, esta necesidad de comprender qué contenido es más adecuado para ellos llega a los videojuegos.

Para ayudarnos en este aspecto, tenemos los códigos PEGI, también tratados en el mismo artículo que enlazábamos al comienzo del post. Información Paneuropea sobre Juegos creó un sistema de clasificación por edades y etiquetas de contenido que permite a los adultos que no estén relacionados con el mundo del videojuego conocer si es adecuado o no comprarlo. Este sistema está casi totalmente extendido por Europa y nos ayudó a tener una manera estandarizada de catalogar los videojuegos, lo que supuso que en muchos países se creara contenido para educar a las familias en esta clasificación de códigos.

Las etiquetas PEGI nos ofrecen recomendaciones de edades basadas en el ámbito de protección del menor y no nos indican, en ningún caso, el nivel de dificultad del videojuego ni las capacidades o habilidades necesarias para jugar. Es decir: habrá videojuegos con PEGI 3 que por su dificultad no será adecuado para niños muy pequeños. Pero vamos a revisar las etiquetas para que comprendamos de qué estamos hablando:

clasificacion-pegi_etiquetas

Fuente. Etiquetas PEGI que podemos encontrar en la carátula de un juego

PEGI 3: Juegos aptos para todos los públicos. Su contenido no se asocia con la realidad y la violencia usada es siempre bajo una estética cómica, sin sonido ni imágenes que puedan asustar a los más pequeños. Ejemplo: Poochy & Yoshi’s Woolly World (Nintendo 3DS).

PEGI 7: Los juegos empiezan a tener escenas o sonidos que pueden llegar a asustarnos, por lo que es mejor evaluar si es adecuado para los más pequeños antes de adquirirlo. Ejemplo: AER – Memories of Old.

PEGI 12: El contenido del videojuego puede empezar a relacionarse con aspectos de nuestra realidad, por lo que es mejor jugar cuando tenemos un nivel de madurez mayor que nos permita distinguir realidad de ficción. La violencia es más gráfica y puede haber desnudos. Respecto al lenguaje, no hay lenguaje soez relacionado con temática sexual, pero sí puede haber lenguaje soez a un nivel más “suave”. Ejemplo: Los Sims 4 y cualquiera de sus expansiones o packs de contenido.

PEGI 16: El contenido empieza a ser similar al de la realidad, y encontramos un nivel explícito tanto a de violencia como las representaciones sexuales. Pueden mostrarse delitos, drogas, y el uso de lenguaje soez está presente. Ejemplo: Horizon Zero Dawn.

PEGI 18: Llegamos a la clasificación “adulto” con juegos con representación de violencia mostrada de manera brutal, produciendo repulsión al espectador (aunque desde PEGI tienen claro que el concepto de “violencia brutal” puede ser subjetivo). También puede contener drogas, delitos, juego, lenguaje soez… Ejemplo: Dragon Age Inquisition.

Además de las etiquetas relacionadas con la edad, también podemos encontrar, en la parte trasera de la carátula, etiquetas que nos informan del contenido de videojuego:

Lenguaje Soez 

Lenguaje soez

Discriminación 

Discriminación

Drogas 

Drogas

Miedo 

Terror

Juego 

Juego

Sexo 

Sexo

Violencia

 

 Violencia

En línea 

Puede jugarse en línea / es en línea

 

 

Como vemos, con este sistema de etiquetado ya podremos saber si la elección de un juego es acertada o no. Pero, a nivel de contenido y centrándonos más en la persona a la que vamos a regalarle el juego, también hemos de tener en cuenta sus preferencias: puede que ese juego no te guste. O te parezca, incluso, horrible. Pero la función de un juego es precisamente divertirse y si es lo que ha pedido y no hay problema con el contenido… deja que disfrute de lo que quiere.

Finalmente, me gustaría recordar que no hay contenido que no podamos encontrar en Internet. Nosotros hemos de saber aprovechar eso para nuestras necesidades: si tenemos dudas sobre un videojuego siempre podemos leer reseñas (en esta web, por ejemplo), ver a otras personas jugar (gameplays) en YouTube o incluso probarlo nosotros en la tienda si está disponible. Recabar esta información puede ser importante porque a la hora de adquirir un videojuego también debemos pensar en para quién es el regalo. Las etiquetas nos ayudan, sí, pero cada persona tiene su historia, sus vivencias, y lo que para unos puede ser un disparador de ansiedad o pesadillas, para otros puede ser de lo más divertido. Por ejemplo, si nuestros hijos tienen miedo de los payasos, por más simpático que sea un juego que incluya un payasete majo, deberíamos pensarlo dos veces antes de adquirir el videojuego sin que él haya podido probarlo antes.

Ventajas de jugar

Si comenzábamos el artículo con los mitos relacionados con los videojuegos, ahora nos toca pensar en las ventajas que traen. Aquí presentamos algunas de ellas:

  • Son una actividad ideal para disfrutar en familia, fomentando la comunicación familiar.
  • En ellos se trabajan aspectos cognitivos como la memoria, resolución de problemas, percepción, lógica…
  • Son un nuevo contexto en el que socializar con iguales.
  • Puede ser una herramienta útil para el aprendizaje de contenidos o entrenamiento de habilidades (matemáticas, lenguaje, comprensión lectora, cálculo…).
  • Algunos juegos pueden trabajar la concentración y el autocontrol.
  • Mejoras en nuestra autoestima: recibimos refuerzos positivos por lo que hacemos, sentimos superación al avanzar en el juego.
  • Pueden usarse como herramienta didáctica a nivel escolar o como contenido de sensibilización en temas como salud mental, medio ambiente, acoso escolar…

Reflexión: aprendiendo a ser críticos

En resumen, acercarnos al contenido que consumen es vital para saber que lo que llega a sus manos no va a hacerles daño. Los videojuegos continuarán siendo objeto de debate durante bastante tiempo, pero parece que ya hemos asimilado que ahora forman parte de nuestro día a día y son un contenido más.

Aun con las etiquetas y recomendaciones, aún nos queda camino y muchas iniciativas que eduquen a las familias en este tema para terminar de ser conscientes de cómo escoger videojuegos. Además, precisamente la viralidad de muchos juegos no nos pone fácil que, en ocasiones, tengamos que elegir entre dejarles jugar a algo o evitarlo y que se sientan excluidos del grupo. En la práctica, todo acaba consistiendo en una balanza y terminamos escogiendo lo menos malo.

En este aspecto, y como última recomendación, me gustaría reflexionar sobre la necesidad de educarlos para ser críticos. Saber que, aunque a veces accedan a contenido que no es adecuado para ellos (no solo en videojuegos, también en televisión o libros), podrán ser críticos con lo que están leyendo y formarse una opinión sobre ello. Por supuesto, aquí nos encontramos ante un debate que aún no se ha resuelto y que yo, como pedagoga, tampoco sé resolver.

Todos hemos jugado a videojuegos cuyo contenido no era adecuado para nuestra edad. A veces, esos juegos son demasiado golosos y, ya sea a través de un amigo o porque conseguimos acceder al juego en tiendas o a través de gameplays, terminamos consumiendo contenido para el que también debemos estar preparados. El punto o la solución al debate, además de fijar límites (horarios de juego, permitir unos juegos o no…) y establecer un diálogo que les ayude a comprender por qué ese contenido no es adecuado, es educarles para que sean críticos con ese contenido, porque no siempre vamos a poder hacer de filtro de lo que consumen.

 

 

Cómprame un café en ko-fi.com

VanesaOJ
VanesaOJ @VanesaOJ

Pedagoga trabajando en salud mental. Fundé www.perspectivamente.com y escribo en www.laincubadorapedagogica.com. Poco tiempo libre y mucho videojuego, peli y serie por disfrutar. La ansiedad me persigue pero soy más rápida (a veces).

7 comentarios
Zak
Zak 13/12/2017 a las 9:08 am

Pasadote de artículo!!

Ya mismo se lo estoy rulando a familiares y amigos con pequeños jugones entre su descendencia para que se enteren un poco de como funciona el tema.

Gracias!!

VanesaOJ
VanesaOJ 13/12/2017 a las 1:05 pm

Gracias a ti por comentar <3. Espero que sea útil, la verdad. Hace falta más info sobre el tema para eliminar mitos y disfrutar de los jueguicos en casa 😀

Rena
Rena 13/12/2017 a las 11:40 am

Un artículo muy completo 💚 muchas gracias.

Laura Tejada
Laura Tejada 13/12/2017 a las 6:07 pm

Articulazo.

VanesaOJ
VanesaOJ 13/12/2017 a las 9:05 pm

Que tú me digas eso me emociona y todo, mira :_

Dunkel217
Dunkel217 13/12/2017 a las 7:55 pm

Un artículo maravilloso, muy completo, lo comparto en mis redes para ayudar, ya que tengo familiares que creen que los videojuegos no son adecuados para los peques y otros que los consideran algo «muy de niños pequeños» para regalarle a un adulto. Me viene genial para que puedan ver el abanico de posibilidades que ofrecen! 😉

Dryadeh
Dryadeh 20/12/2017 a las 12:15 am

Me parece un artículo genial y muy útil para familias! Gran trabajo, de verdad.

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.