Kholat: nunca estuve más perdida

Kholat: nunca estuve más perdida

En febrero de 1959, en Rusia, tuvo lugar uno de esos sucesos horribles que durante años haría correr ríos de tinta con especulaciones, hipótesis y teorías, y que hasta la fecha nadie ha podido resolver. Todo ocurrió en los montes Urales, concretamente en la ladera de la montaña Kholat Syakhl (que significa “Montaña Muerta”), donde nueve estudiantes acamparon tras varios días de expedición bajo el liderazgo de Igor Dyatlov. Los familiares de los estudiantes, al ver que no regresaban, denunciaron la desaparición a las autoridades, que días después encontraron a los excursionistas, o al menos lo que quedaba de ellos. Muchos son los elementos del caso que no pudieron explicarse en su momento y que, debido a la cortísima investigación (cerraron el caso sólo dos semanas después), siguen sin resolver.

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Ocho de los nueve estudiantes que fallecieron en el paso Dyatlov

La tienda en la que acamparon, por ejemplo, se encontró rajada desde el interior, como si hubieran intentado huir de algo desesperadamente. Los estudiantes fueron encontrados a diferentes distancias, por grupos, algunos en ropa interior, con lesiones graves y restos de radiación, aunque la causa de la muerte fue, en casi todos los casos, hipotermia.
Las extrañas circunstancias de lo sucedido, sumadas al lugar en el que murieron (la Montaña Muerta) y a la acelerada investigación que determinó que las muertes habían sido causadas por “una fuerza desconocida insuperable”, convirtieron el caso del Paso Dyatlov (como pasó a llamarse el puerto de montaña en honor al líder de la expedición) en un llamador de teorías paranormales que dio lugar a que naciera, entre otras, la historia de la que os vengo hablar hoy: Kholat.

Imgn.Pro es la compañía que desarrolló y editó este juego, salido a la venta en 2015, que nos sitúa un tiempo después de que los excursionistas fueran encontrados. Nosotros tomamos el papel de alguien (y digo “alguien” porque sinceramente sigo sin saber quién es y cuál es su papel en la historia) que acude al lugar de los hechos para averiguar qué ha pasado.

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En cuanto nos alejamos un poco de nuestro primer campamento nos damos cuenta de que hay fuerzas sobrenaturales implicadas en el asunto y empezamos a respirar la atmósfera de tensión y miedo que nos acompañará a lo largo de todo el juego. Esta atmósfera es lo mejor y, en mi opinión, lo único destacable de Kholat gracias al apartado técnico y sonoro.

Técnicamente el juego luce genial y visualmente es una delicia. Nos situamos en una noche helada en mitad de los montes Urales, una zona hostil donde el frío y el viento no nos darán respiro. En nuestro viaje en busca de respuestas recorreremos planicies, montañas, bosques, cuevas y ruinas, veremos cosas que nos sobrecogerán y sentiremos que constantemente hay algo cerca que nos observa.

Incluso mejor es el apartado sonoro, de hecho yo diría que hace más de la mitad del trabajo en el juego en cuanto a proporcionar una experiencia perturbadora para el jugador. Los doblajes son excelentes (entre las voces que oiremos está la de Sean Bean) y el sonido ambiental cambia constantemente, dependiendo de dónde estemos y la superficie por la que caminemos. Oiremos animales, crujidos, murmullos a veces, sonidos que nos pondrán la piel de gallina y nos mantendrán alerta.

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Es importante jugar a Kholat con auriculares para que la inmersión sea aún mayor, pero sobre todo porque el sonido es el que nos guiará hasta los documentos escritos en el que varios personajes irán desgranando la historia a través de sus experiencias. Estas hojas de papel, situadas en diferentes puntos no marcados en el mapa, hacen un sonido particular al ser movidas por el viento, y tendremos que guiarnos por nuestro oído para encontrarlas (lo cual puede llegar a ser un poco exasperante, así que os recomiendo paciencia).

Muchas veces estaremos desconcertados y nos sentiremos perdidos la mayor parte del tiempo. Kholat juega a desorientarnos, nos empuja a ello numerosas veces porque ni siquiera tenemos un minimapa en el que situarnos, sólo un mapa tradicional (no se marca nuestra posición, sólo los lugares y notas que vamos encontrando así como las coordenadas de los puntos más importantes), una linterna y una brújula. Con esas tres herramientas tendremos que movernos por un escenario que se presta constantemente a la confusión y que nos tendrá bastante tiempo dando vueltas de un sitio a otro hasta que logremos situarnos.

Un punto a favor, no obstante, es que se nos permite hacer viajes rápidos entre los distintos campamentos que ya hayamos descubierto, aunque tendremos que estar en uno de ellos para poder acceder a esta opción. Como el juego no te da instrucciones sobre cómo funciona nada tardé un poco en darme cuenta de que podía saltar de un campamento a otro y creedme, se agradece bastante porque nos ahorra más de una caminata a través de zonas peligrosas por las que es fácil morir.

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En cuanto a la historia, he de decir que ha sido lo peor del juego. Entiendo que una de las bazas de Kholat sea hacernos sentir perdidos y vulnerables casi todo el tiempo, pero es que con la historia estaremos aún más perdidos (o al menos esa ha sido mi experiencia) porque en ningún momento ofrece respuestas a nada. Puedo ver el punto que tiene esto ya que el caso del paso Dyatlov sigue siendo un misterio hasta la fecha y supongo que la desarrolladora ha querido respetar eso, pero entonces no veo cuál es el sentido a trazar una historia de investigación a raíz de las notas que encontramos, unas notas que acaban siendo sólo retales de testimonios que no llevan a ninguna conclusión y que no aportan nada relevante.

Kholat tiene un gran poder inmersivo y cumple como walking simulator de terror, pero su historia, que por el caso real en el que se basa podría haber sido espeluznante (o al menos era lo que yo esperaba), acaba perdiendo toda su fuerza, concluyendo en un final que, personalmente, me dejó una fuerte sensación de decepción.

 

Imágenes sacadas del perfil del juego en Steam

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Laura Tejada
Laura Tejada @_LauraTejada

Escritora y creadora compulsiva de mundos imposibles. Vivo en un faro entre dos ciudades: una flota en las nubes, la otra está sumergida en el mar. Ad astra per aspera.

5 comentarios
Glitched Ghoul
Glitched Ghoul 01/05/2018 a las 10:23 am

Me da muchísima rabia lo de este juego porque cuando lo descubrí me llamó mucho la atención justo por su ambientación e inmersión pero… sí, luego te deja bastante meh. Una pena :<

Rena
Rena 01/05/2018 a las 12:36 pm

Maravilloso el gif de PERDIDO XD. Ay, otro juego más que no voy a tocar, pero tampoco sé yo si con lo que has dicho jugaría…

Dunkel
Dunkel 01/05/2018 a las 5:11 pm

Tengo el juego en mi biblioteca de Steam, todavía pendiente… Conozco los hechos del paso Dyatlov y por eso me animé a pillarlo. Lo que comentas del apartado sonoro me encanta, porque te obliga a mantener el volumen para poder guiarte. Aunque me esperaba una buena historia de terror, de esas de dejarte la boca abierta con su final 🙁
pd: 10/10 los easter eggs del artículo xD

thebedisburning
thebedisburning 01/05/2018 a las 9:42 pm

Aunque la historia sea una caca me mola que sea un walking sim porque es que si no los jueguitos de miedo sobrenaturales ni en gameplays.

Darkor_LF
Darkor_LF 04/05/2018 a las 9:19 am

«concretamente en la ladera de la montaña Kholat Syakhl (que significa “Montaña Muerta”)»
Te vas a Siberia a la Montaña Muerta, pues mira, mereces todo lo malo que te pase, la verdad

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