Flashback: Edición 25 aniversario

Conrad es un joven que si bien, visto de refilón, podría llamarse Deckard, está de aniversario. En concreto cumple 25 años, ya que en 1992 Delphine Software se arrancó por la ciencia ficción y presentó Flashback.

Está clásica aventura en formato plataforma empieza con el protagonista huyendo de una prisión, sorteando disparos láser y agenciándose de una moto futurista que le sacará volando del lugar. Esta cinemática, en la versión del aniversario, nos la presentan menos pixelada que en la de Sega Mega Drive, cosa que hace que se vea hasta raro porque la verdad que la original estaba bastante bien trabajada.

Una vez nos hemos aposentado en bien y lo hemos cargado en nuestra Switch podremos personalizar bastante la experiencia de juego ya que en el menú de opciones han añadido diferentes configuraciones, como modificación de controles, sonido y gráficos. En este último, cosa que ya vienen haciendo en remasterizaciones, podremos escoger entre jugarlo con la máxima definición o simular una tele de las antiguas con su buen tubo de rayos catódicos. Calma y tranquilidad, amantes de lo retro, en el apartado de sonido también podéis activar el audio en 8 bits que acompañará a Conrad en esta aventura.

También podremos escoger entre dos modos: clásico, a la vieja usanza, sin tutoriales, sin rebobinado, ¡sin nada! Para valientes, vaya, y el moderno, que incluye tutorial, modo de rebobinado según dificultad y sonido y filtros gráficos mejorados.

En la fecha de su lanzamiento yo no llegué a jugarlo, así que agité el cóctel de la valentía con una pizca de amor por lo retro y salió el copazo largo de jugar en modo clásico, que me dejó hasta resaca… Desde aquí mis dieces a las personas que jugaron en su día, a las bravas, y se lo pasaron. Y digo que me dejó resaca porque los controles son entre poco y nada intuitivos y el primer nivel se me atragantó en las dos primeras pantallas del recorrido.

Una vez superé mi propio orgullo me adentré en el modo moderno, con su bonito tutorial y mis más de doce muertes en el primer nivel… ¡Lo bien que manejo el rebobinado no me lo quita nadie!

Después de que nos derriben durante la persecución empezamos en un escenario algo selvático, una especie de bosque donde tendremos que resolver diferentes puzles y superar obstáculos para poder avanzar en nuestra lucha contra una conspiración alienígena, recogiendo diferentes cosas del suelo como piedras, que más tarde algún uso les daremos, os lo aseguro, y obteniendo diferentes objetos como créditos que iremos almacenando en un inventario bastante rudimentario al que fácilmente se le coge el truco. Os recuerdo que estamos en 1992, así que ya os podéis  imaginar que la ciencia ficción a lo Prince of Persia fue un bombazo.

Todo lo que sabemos nada más empezar es lo que sabe el propio Conrad, que no tiene ningún recuerdo más que el de la huida que vemos en la primera cinemática. No sabe ni quién es y la única pista es un mensaje holográfico, que sale de un artefacto llamado holocubo que encontraremos nada más despertar de nuestro aterrizaje forzoso, grabado por él mismo y que nos da la primera pista que nos manda a New Washington donde tendremos que localizar a un tal Ian.

Pasaremos por diferentes escenarios conforme avanzamos la trama y nos enfrentaremos a diferentes enemigos y trampas en una ciudad futurista con aires steampunk, y alcanzaremos un planeta desconocido que parece tener vida propia, al que llegaremos gracias a una especie de teletransportador y donde nos encontraremos con unos enemigos que parecen algo así como unas babosas que toman forma humanoide a placer.

Para mi sorpresa el final es bastante épico, y aunque al principio el juego me puso de los nervios, las pinceladas a John Carpenter y los toques que hacen que se me vengan a la cabeza autores como Phillip K. Dick han hecho que hasta tenga incluso intenciones de buscarme la secuela para descubrir qué pasa con Conrad… Pero creo que es de esas cosas que mejor dejarlas como están y dar rienda suelta a la imaginación, que la moda de pasar lo bonito del 2D a lo moderno del 3D no me convence demasiado.

Si lo habéis jugado merece la pena revivirlo. Si no lo habéis jugado y os gusta la ciencia ficción y los retos, porque en serio que no es un juego fácil, tenéis hasta una edición especial y física que hará la delicia de la rama más coleccionista.

Quiero acabar esta fiesta de cumpleaños contando que este port ha visto la luz gracias a Paul Cuisset, uno de los creadores originales, y dando las gracias Microïds por ofrecernos la clave para conocer, en mi caso, esta edición del 25 aniversario de Flashback.