Atento a los cielos, caminante: Skyrim, una retrospectiva

Mucho se ha hablado y mucho se ha escrito sobre The Elder Scrolls V: Skyrim desde el día de su lanzamiento, un 11 de noviembre del 2011. Mucho se ha alabado y mucho se ha criticado, también, a esta entrega de la serie Elder Scrolls y uno de los videojuegos más populares de esta década, hasta el punto de convertirse en la gallina de los huevos de oro de su desarrolladora, Bethesda. No voy a contaros nada que probablemente a estas alturas no sepáis ya; no obstante, como a tantos cientos de miles de personas, este juego ha supuesto un antes y un después en mi vida y me ha dejado incontables recuerdos que hoy quería revivir y compartir con vosotrxs, a meses de su séptimo aniversario.

Ya, ya sé que lo sabéis, pero dejadme contároslo de todas formas

Llegué con algo de retraso a Skyrim, sin saber nada más que los primeros memes que salieron del juego, sin haber jugado a los otros Elder Scrolls y sin conocer absolutamente nada de su universo. Tal y como me ocurrió a mí, Skyrim fue el primer contacto de mucha gente a la saga Elder Scrolls, y eso está bien, porque aunque este es el sucesor de The Elder Scrolls IV: Oblivion, la historia de Skyrim transcurre 200 años después de ésta. Eso quiere decir que aunque forman parte de la misma saga no existe una continuidad real entre Oblivion y Skyrim y se puede jugar perfectamente sin saber nada de los anteriores, con una historia y trasfondos completamente nuevos.

Si quieres saber sobre la Crisis de Oblivion (la trama de TES IV: Oblivion, vaya) sin haberlo jugado, tienes un libro in game para hacerlo. Se pueden pasar las páginas y todo

Por otra parte, no quiere decir que esté desligado por completo de su saga, y hay ciertos conflictos que son consecuencia de eventos que ocurrieron mucho tiempo atrás y a los que se hace referencia constantemente. No obstante, para eso tenemos el extenso lore, que encuentras en cualquier parte si prestas la suficiente atención. Uno de los conflictos principales aparte de la trama principal de Skyrim, la guerra civil entre el Imperio y los Capas de la Tormenta, cobra un mayor sentido si te detienes un momento en los pequeños matices y en los sucesos que ocurrieron antes de que el juego tuviera lugar, de los que te vas enterando a medida que juegas (y, también, si te detienes a leer los numerosos libros que existen por todas partes en el juego). Y de que en verdad el mayor mal para Skyrim no son ni el Imperio ni los Capas, e incluso ni siquiera los dragones, sino los Thalmor, pero el juego jamás plantea una trama para expulsarlos del país/derrotarlos, cosa que me parece desacertada cuanto menos, el no haberlo incluido en alguna de las expansiones que se lanzaron después.

Algo que Skyrim hace mucho es meter de refilón incentivos de tramas prometedoras para luego no volver a sacarlas nunca más por ningún lado

Para mí, Skyrim no iba de los logros, ni de la trascendencia de la trama (porque en esencia viene a ser el tropo de El Elegido derrotando el mal encarnado una vez más). Lo que era la verdadera esencia de Skyrim, y la razón tras las largas horas de juego, era el viaje, la exploración, el descubrimiento de cosas nuevas. Las quests, principales o secundarias, vienen a dar un poco de sabor a ese viaje, pero puedes elegir, si lo deseas, desviarte completamente de la trama principal y no entrar nunca al Túmulo de las Cataratas Lúgubres para escoger tu propio camino (libre de dragones en mayor medida). El aspecto de mundo abierto de Skyrim era, y es, su mayor atractivo, uno que supieron aprovechar muy bien y que otros juegos replicaron tras su éxito contundente (por ejemplo, los desarrolladores de Dragon Age Inquisition admitieron haberse inspirado en Skyrim para crear su mundo abierto). Podía pasarme horas perdida en las diferentes regiones de Skyrim, descubriendo sitios nuevos, o luchando contra enemigos (o huyendo de ellos, según me viera), y los preciosos paisajes y la música ambiental de Jeremy Soule ayudaban lo indecible a la inmersión.

Alguna de estas tumbas llevará mi nombre luego de haber estado buscando imágenes para este artículo

La completa customización de clase de personaje que permite Skyrim ayudaba a construir a tu personaje de mil maneras distintas sin tener que restringirse a una especialización en concreto desde el principio, y puedes ganar experiencia tanto luchando como haciendo pociones, como robándole a un guardia sin que se de cuenta. Todo ello, junto con la enorme variedad de quests, ayudaba a que tu experiencia de juego no fuera exactamente la misma siempre si así se deseaba.

¿Que uso mucho el sigilo? No sé a qué os referís

Por supuesto Skyrim no fue un juego perfecto y tampoco lo es ahora a pesar de las remasterizaciones hechas en 2016 y de su versión para Nintendo Switch el año pasado. Las cosas que fallaban antes siguen fallando ahora: combates ortopédicos, diálogos de NPC que acaban sintiéndose vacíos (especialmente si te casas con ellos), numerosos bugs que en el mejor de los casos te sacan de la inmersión (y una sonrisa, a veces) y en el peor estropean la experiencia de juego porque no se es capaz de acceder a cierto contenido o se congela el juego (el caso de la quest de las Piedras de Barenziah es muy célebre)… y aunque han habilitado mods que pueden usarse en consola el catálogo oficial sigue siendo muy limitado. A pesar de todo eso y de lo mal que ha envejecido, siempre tenía cierto gancho que acababa arrastrando una y otra vez.

Qué queréis decir con que yo maté a ese señor. No, sólo está… descansando. Estaba así cuando llegué

Y ese es el mismo motivo que me ha llevado a volver tras siete años sin tocar el juego. Rejugar la misma partida, haciendo casi las mismas cosas quizás puede que no tenga el encanto de jugarlo por primera vez y descubrirlo todo. Sí que trae de vuelta la nostalgia, y también el aprender de nuevo cosas que habías dado por sentadas. O incluso descubrir cosas nuevas, porque siempre hay algún detalle nuevo que se te ha pasado por alto las primeras veces. Sin ir más lejos el otro día hice una misión en la que te alías con una bruja cuervo con la que no me había topado nunca antes, y hacerla fue un pequeño soplo de aire fresco en las misiones de mazmorras rutinarias donde sabes que todo responde a un esquema muy similar.

Aquí encuentras aliados en los sitios menos esperados

The Elder Scrolls V: Skyrim es un juego que tiene la fama que merece, pese a sus múltiples fallos y ser en su mayor parte carne de meme en estos días. Volver a pasearme por allí y ver un atisbo más allá es algo que sin duda ha merecido la pena.