Mass Effect, qué colleja tienes a veces

Mass Effect, qué colleja tienes a veces

07/03/2019 | Nix | 2 comentarios

La mayor parte de las redactoras de Todas Gamers adoramos Mass Effect. Esta afirmación no os puede pillar de sorpresa, porque os hemos estado dando la turra en todas estas ocasiones. Generalmente alabamos los juegos, aunque también deberíamos sacarles los colores en esos fallos que no deberían estar ahí, pero que al final se le perdonan. Y para eso estoy yo aquí, para quejarme de un problema importante que nos encontramos en esta saga que forma parte de mis videojuegos favoritos, porque a pesar de que la adoro con toda mi alma también puedo analizarla con ojo crítico, ver sus defectos, y puede seguir gustándome como el primer día. ¿Y qué quiero criticar? Pues un clásico entre los clásicos (al menos en esta web), el machismo que nos encontramos, esta vez en el espacio, porque el machismo llega hasta el infinito y más allá (sorry). 

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Voy a centrarme en la trilogía original, simplemente porque es la más conocida y, como es más antigua, tiene problemas que ya han mejorado en ME: Andromeda. Además así puedo spoilear a gusto, porque lo más probable es que si estáis leyendo esto es porque ya habéis jugado con nuestra Shepard, y ME:A quizá todavía sea uno de vuestros juegos pendientes. Empecemos.

Las asari. Olvidemos por un momento que el propio juego defiende que las asari “no tienen género”, cuando claramente vemos que su género es femenino (y humano) y quizá querían referirse a que no tienen sexo. Las asari, así como conjunto, son una especie está inundada de machismo. Resulta un poco extraño, teniendo en cuenta que es una especie que además de su género femenino cuentan con una sociedad matriarcal y son la raza más poderosa de la galaxia, ¿verdad? Pues aún con todo eso en Bioware se las arreglaron para llevarlo a la zona macho.

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Primero, porque a pesar de ese supuesto poder en el Consejo y la galaxia, resulta que son básicamente las que se encargan de poner la paz. Los salarianos son los inteligentes científicos, los turianos los duros estrategas militares, los krogan la fuerza bruta y las asari… bueno tienen un pequeño comando (que también sabe matar de forma estética y mágica), pero son más de solucionar las cosas hablando y sin llegar a la batalla. Cosa que está muy bien, pero otra vez imponen a la parte femenina el típico rol pacifista. Me gustaría ver el drama que se habría montado si los enormes y masculinos krogan hubiesen sido la raza de la paz y el amor.

Para continuar, tenemos su división de edades: doncella, matrona y matriarca. Como doncellas nos cuentan que son curiosas y suelen decidir ir a explorar la galaxia, en busca de conocimiento… menuda casualidad que acaben todas siendo strippers en cualquier bar que se encuentren por el camino. Qué cosas, son tan jóvenes e inexpertas a sus 100 añitos que siempre acaban como un cliché de película estadounidense. Luego que por qué perdimos Thessia.

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Pero los años pasan, y las asaris llegan a su edad de matrona, en la que, por supuesto, deciden que tienen que asentarse, formar una familia y tener hijos a los que cuidar hasta que lleguen a su edad de matriarca. En ese momento, las asari dejan de viajar y se dedican únicamente a enseñar y a compartir su sabiduría. En resumen, que tenemos una sociedad de aliens femeninos que cumplen con los roles que nos llevan imponiendo a las mujeres humanas durante siglos: sexo, hijos y cuidados.

Eso sí, tampoco nos podemos olvidar de las Ardat-Yakshi, que nos muestran que las asari también tienen trastornos, al menos uno, que las convierte en alguien que literalmente te mata a polvos. Vamos, que son como una especie de súcubos espaciales, porque hasta sus variaciones genéticas son el erotismo pintado de azul, algo que como todo el mundo sabe es completamente necesario para la trama. Yep, sin duda.

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Pero sigamos con las asari que nos vamos encontrando en el inicio del primer juego. Por una parte tenemos a Benezia, una matriarca que, como dije antes, ya es una señora sabia y con una reputación que nos indica es una asari respetada por todos. Y sin embargo, lo primero que vemos son sus tetas, tapadas justo al límite necesario para no aumentar el PEGI. Con esto no quiero decir que la señora no pueda usar escotes, sino que ya nos presentan una sexualización innecesaria hecha para el disfrute del jugador masculino (la ya conocida male gaze).

Además, también tenemos a la primera asari que nos envían a visitar en la Ciudadela, Sha’ira, la Consorte. Acabamos de empezar el juego y ya nos mandan a hacer una misión a un burdel, y en cuanto terminamos esa misión nos premian con la posibilidad de acostarnos con ella, la jefa del mismo. Va quedando clarísimo el patrón de “las asari están hechas para el sexo”. Esto lo confirmamos completamente con lo que ya he comentado antes de las strippers, las menciones a Fornax y sus fotos eróticas de asaris, las alusiones a ciertos videojuegos hentai de asaris con hanar, la poco sutil escena en la que pillas a Joker viendo porno asari… y bueno, podría seguir enumerando, pero creo que ya se ha pillado el tema. Y es que, como en muchos otros juegos, se cae en la sexualización exclusivamente femenina, cosa que no sería tan grave si realmente tuviésemos un equivalente masculino (dadnos strippers masculinos turianos, drell y krogan, cobardes), que lo convertiría en un simple fanservice.

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Sin embargo, a pesar de toda la sexualización existente en esta raza, resulta que cuando nos encontramos a nuestra compañera azul todo da un giro de 180º. Liara, una jovencísima asari que tenemos que salvar de su prisión futurista (otro tropo rancio más para la colección), que es modosita y recatada, cae de cabeza a una infantilización extrema que culmina cuando Shepard intenta ligar con ella y se nos muestra como una asari aniñada y virginal que se pone nerviosa con su primer contacto romántico. Me cago en tu estampa, Bioware. Por suerte a lo largo de la trilogía va evolucionando en ese aspecto y abandona esa niñez impuesta (una vez más) para ese público masculino, pero durante el primer juego se convierte en algo muy incómodo y siniestro. Aunque siendo asari, podría haber sido peor.

Dejando a un lado a la raza erótico-festiva nos encontramos también con todas esas cosas que, queráis o no, tienen una cierta tendencia sexista que no debería estar ahí (y que quizá pasamos por alto por culpa del hype, que es comprensible). Por ejemplo, la ausencia de NPC femeninos. Tenemos humanas y asari, todas muy guapas, por supuesto, pero ¿dónde se han metido todas las demás aliens de la Ciudadela? ¿Y las de los planetas que visitamos? Tanto las turianas, como las salarianas, como las krogan se introducen a cuentagotas en los juegos (algunas exclusivamente en DLC, y eso que Nyreen es la mejor señora) cuando podrían haberse repartido por cualquier zona, como los NPC masculinos. Incluso las quarianas son escasas, y literalmente con repintar a Tali podrían hacer el apaño, pero en este caso lo que hicieron fue modelar la versión masculina y poner ese modelo en cada sitio que necesite a un quariano. Y no hablemos de las drell, que ni siquiera existen. Puedo comprender que no haya niños, porque al fin y al cabo serían únicamente para dar un poco de realismo y tendrían que ser diseñados y animados desde 0, pero ¿por qué ese empeño en que no hubiese mujeres? Hasta las razas menos humanizadas como los hanar, los volus, o los elcor podrían haber sido mujeres, o de los dos sexos pero sin diferencias estéticas (al fin y al cabo, no sabemos tanto de su anatomía), pero no, se limitaron únicamente al masculino por defecto. Porque sí, porque les sale de las narices, y total, esas no estarían tan buenas como las asari, para qué gastar tiempo de desarrollo en ellas. En fin, Bioware, así no.

 

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No nos podemos olvidar tampoco de toda la trama de Tuchanka. Nos presentan un drama enorme, con toda una raza desapareciendo poco a poco, y el problema principal es… que las mujeres krogan no pueden tener hijos. Que sí, que todo forma parte de una conspiración científica que impide la reproducción, pero no quita que se hayan limitado a convertir a las señoras krogan en objetos destinados únicamente a la reproducción, y que como no lo hacen están rotas, por lo que acaban en experimentos médicos y torturas intentando que hagan lo único que tienen que hacer: bebés. Y para rematar, luego se quejan de que hay muy pocas mujeres. Pues claro que hay pocas, si es que a los señores de Bioware no les da la gana de ponerlas en el juego, se os va a extinguir la raza por machistas. ¡Y Mordin está muerto porque sois unos rancios!

Pasando de aliens a robots, también podemos seguir viendo cosas que huelen mal. No, no voy a decir que los geth también podían tener forma femenina, porque asumo que no tienen ningún género (aunque también los tratamos como masculinos, ¿verdad, Bioware?), sino que quiero hablar de EDI. Adoro a EDI, mucho, es un must protect en mi equipo, pero ¿de verdad hacía falta convertirla en un sexbot? ¿De verdad era necesaria la trama de Joker intentando saber cómo iban a echar un polvo? ¿Y DE VERDAD HACÍA FALTA PONERLE UN TRAJE CON CAMELTOE? Ya os lo digo yo: no.

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Cambiando de cameltoe hacia las partes traseras, hablemos de culos. No se puede negar que en Mass Effect a todo el mundo le gustan los culos, algunos van más ajustados y otros más sueltos, otros incluso con ventanita, y no son exclusivamente un asunto femenino, porque por suerte aquí sí podemos ver culos masculinos en cantidad. El problema, y ya os lo habéis imaginado, es la obsesión extrema de poner siempre, a todas horas, durante todas las conversaciones, el primer plano del culo de Miranda. Que no es que sea un culo feo, pero es que me sé su culo mejor que el mapa de la galaxia, Miranda, por favor, sácame el culo de la cara. De verdad, no era necesario reducir a una señora fuerte e inteligente a un culo que se veía ya en 4K antes de que se popularizase el 4K.

Y es que, a pesar de todo, no podemos negar que Mass Effect nos ha dado muchas mujeres fuertes, en las que podemos encontrar algunos fallos que desearías no encontrar, pero que en general son admirables. Sin embargo, en mi opinión, uno de esos fallos estropea completamente un personaje: Ashley Williams. Cuando nos la encontramos en ME1 vemos que es una soldado con una carrera militar intachable, experta en armas y combate, ese tipo de persona que te puede partir los dientes sin inmutarse, todo un ejemplo de personaje fuerte femenino que no queda relegado a la magia (o biótica, en este caso) o a armas pequeñitas y armaduras ligeras: ella es un auténtico tanque, una maravilla de ejemplo de señora. Y tienen la genial idea de añadirle como una característica muy importante de su personalidad el racismo. La única mujer tanque que conseguimos meter en nuestro equipo, y va y nos la ponen racista. Por qué, Bioware. Sinceramente, no puedo decir si esto mejora o no en el segundo y tercer juego (espero que sí), porque me estropeó tanto su personaje que hizo que me costase mucho menos decidir entre ella y Kaidan. Con mi Garrus no se mete nadie.

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¿Con todo lo que he dicho quiero sentenciar que Mass Effect es machista y no debe jugarse jamás? Es mi juego favorito, nunca diría que no debería jugarse, pero tiene cosas muy machistas que me hacen arrugar la nariz, al mismo tiempo que tiene otras cosas que me hacen sentirme una auténtica heroína. Porque, como ya hemos repetido una y mil veces, que te guste un juego machista no es malo per se, lo malo es cerrar los ojos y negarse a verlo, conociendo y denunciando sus cosas problemáticas puedes disfrutarlo igual que cualquier otro juego. Y es que a pesar de todo lo que llevo dicho, y de que todavía se quedaron muchas cosas en el tintero (porque si no no acabamos ni dentro de 3 años), Mass Effect, y Bioware en general, sigue siendo unas de las mejores opciones en cuanto a buena representación, tanto femenina como de la comunidad LGBT. Y con el paso de los años se han acabado metiendo en berenjenales gordísimos simplemente por querer mejorar nuestra representación en un mundillo que, aunque está en proceso de cambio, sigue teniendo una de las comunidades más tóxicas que existe. Eso, viendo lo que todavía nos encontramos en muchas de las grandes empresas, es algo que tenemos que apreciar y potenciar, pero tirándoles de las orejas cuando se equivocan para que puedan seguir evolucionando.

Y para finalizar, solo voy a añadir una cosa más:

JUGAD AL MASS EFFECT, QUERED A LAS SEÑORAS, QUERED A LOS BAES, SHEPARD FOR PRESIDENT.

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Nix

I run on coffee, sarcasm and lipstick. Hace años le vendí mi alma a Bioware y me convirtieron en la Shadow Broker. Tengo un papelito que dice que soy N7, pero no quieren darme mi propia nave. Me gusta llevarle la contraria a la gente y por eso soy una Inquisidora enana y pelirroja.

2 comentarios
Dryadeh
Dryadeh 08/03/2019 a las 9:54 am

Excelente artículo. Has sabido codificar un montón de cosas que me hacían sentir incómoda sin que me hubiese parado a pensar mucho en ellas (por ejemplo, lo de Liara y por qué me daba tanta grima en el 1). Tampoco me había fijado en que a EDI se le leen los labios pero vaya, es totalmente un sexbot y hasta Jack lo dice. De acuerdo en todo. Es mi videojuego favorito pero las cosas como son.

Aerdna
Aerdna 17/03/2019 a las 10:07 pm

Me ha encantado el artículo. Mass Effect es una de mis sagas favoritas, pero es cierto que la hipersexualización, el racismo de Ashley y el culo de Miranda siempre me ponen de mala leche. Otro punto que también me llama la atención es la diferencia de opciones románticas dependiendo de si eres Male o Female Shepard. Concretamente las opciones heterosexuales, que en caso femenino al final se reduce a Garrus o Kaidan (Vakarian team, que no hay color). Y sin embargo Male Shepard tiene a Tali, Liara, Ashley, Miranda y Jack.

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