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El aspecto físico de las mujeres en los videojuegos

Todos conocemos a personajes femeninos (Secundarios y Principales) cuyo aspecto físico es el de una modelo de Victoria’s Secret. Estos personajes son diseñados así para atraer al jugador masculino, para llamarle la atención, y que el producto sea más atractivo hacia este público, obteniendo así más ventas con la excusa de que aparece un bombón en pantalla.

¿Hablo de sexualización? No principalmente, pero sí que también es importante tenerlo en cuenta. Todos sabemos lo ocurrido con Aloy y los nuevos personajes femeninos de Bioware. Miles y miles de jugadores se han quejado por todo Internet de que el aspecto físico de estos personajes que aparecen en nuevas entregas y son desarrollados desde 0, no cuentan con ciertas características “imprescindibles” para un personaje femenino. La mayoría de las quejas se sustentaban en que las mujeres en los videojuegos deberían ser más femeninas,  atractivas para el hombre, delgadas, con curvas, con un carácter fuerte pero no excesivamente fuerte, puesto que esto les resta atractivo y pasan a ser consideradas “marimachos”.

¿Qué pasa con Aloy? Ella no es, ni cumple ningún estereotipo, es una mujer fuerte e independiente, un personaje sólido y carismático que no encaja en ningún canon actual de belleza. Aloy es un personaje que no está diseñado para embaucar al público con su aspecto físico, no se pretenden conseguir más ventas mediante el aspecto de este personaje, no es lo que Guerrilla pretende. Horizon Zero Dawn tiene una trama con un transfondo increíble que no utiliza a las mujeres como reclamo barato. Aloy no está sexualizada, y eso también ha sido motivo de queja en las redes socialices por parte de jugadores acostumbrados a personajes femeninos «reclamo» (véase Quiet).

Quiet es un personaje femenino de la saga Metal Gear construido para atraer al público masculino, un personaje que es la personificación exacta de la sexualización innecesaria de las mujeres en los videojuegos. Tan alto es su nivel de sexualización que se desarrolla una historia alrededor de su aspecto físico, su vestimenta y comportamiento, y no se desarrolla (como debería ser) entorno al personaje para otorgarle un trasfondo y una adecuada profundidad. Su historia se utiliza como excusa a su vestimenta y comportamiento.

Comparativa de Aloy con Quiet

La industria del videojuego ha malacostumbrado a la mayoría de los jugadores masculinos y estos creen que toda mujer que aparezca en los videojuegos debe seguir los mismos patrones de belleza para contentarlos a ellos.

Lo mismo ha ocurrido con los nuevos personajes femeninos de Bioware, por ejemplo Peebee.

Peebee es la primera asari del universo Mass Effect que es completamente diferente a otras alienígenas de su misma especie, tanto en carácter como en aspecto físico.  Por primera vez contemplamos a una asari con un rostro asimétrico, con animaciones que no pretenden que luzca perfecta al mostrar expresiones (como en la imagen anterior), sino auténtica.

Si hacemos una comparativa con Liara o Samara podemos ver las diferencias físicas muy fácilmente.

Todo esto me hace preguntarme de manera inevitable, ¿por qué es tan difícil de entender que haya diversidad de cuerpos y rostros en las mujeres de los videojuegos cuando estos pretenden ser más reales? Algunas compañías están empezando a entender que la mujer no debe ser un reclamo, un recurso de ventas que utilizar para que su juego sea más atractivo hacia posibles compradores y así aumentar sus ventas. Están entendiendo que toda visivilización es importante, que en la realidad ni todas las mujeres tenemos la misma cara ni todas tenemos una 90-60-90. Llevar a cabo esta representación de la realidad al amplio universo de los videojuegos es un gran avance necesario. Se pretende abolir la utilización de la mujer como reclamo de ventas en los videojuegos, dejando de utilizar un rostro o un cuerpo femenino para atraer a los jugadores como si de animales en celo se tratasen. Incluir a la mujer adecuadamente en los videojuegos sin una función florero, con una diversidad real, física y psicológica, es un primer paso muy importante.

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