El legendario regreso del Hijo de Sparda

Crítica de «Devil May Cry 5»

Crítica de «Devil May Cry 5»

El pasado ocho de marzo se estrenó para PlayStation 4, Xbox One y PC Devil May Cry 5, la quinta entrega (o sexta dependiendo de si quiere incluirse el desafortunado lanzamiento de DmC en el conteo) de la afamada serie de Capcom. Aunque en sus inicios allá por 2001 se pretendía que fuera una suerte de copia de la ya famosa franquicia Resident Evil, el carismático cazademonios así como una jugabilidad novedosa y desenfrenada propiciaron que se convirtiera en una saga por derecho propio, considerándose ahora uno de los iconos de la desarrolladora japonesa.

Imagen promocional de Devil May Cry 5

Pasando al juego que nos ocupa, aunque no se ha confirmado una línea temporal concreta, puede estimarse que sucede unos diez años después de la anterior entrega, Devil May Cry 4, donde vemos a un Nero mucho más crecidito que parece estar ayudando en el siempre poco rentable negocio de Devil May Cry. La historia pronto dará un giro cuando un enfermizo desconocido le arrebate el brazo y el recién autoproclamado rey demonio Urizen intente hacerse con el poder del mundo invocando el árbol infernal Qliphoth, enemigos que ni siquiera el cazademonios legendario es capaz de enfrentar. Aunque en este artículo se limitarán los spoilers a un mínimo, simplemente quiero mencionar que la historia explora brevemente la infancia de Dante y de su hermano gemelo Vergil, una vuelta al pasado que deleitará a los fans ya que ha sido la época menos tratada a lo largo de la saga.

El protagonista de la aventura será Nero, con una personalidad más madura con respecto a la que presentaba en la última entrega y que nos recuerda a los tiempos más jóvenes del hijo de Sparda, habiéndose convertido en su digno sucesor como personaje principal. Está seguido de cerca por Dante, próximo ya a la cincuentena pero capaz de robar las miradas de los jugadores (y especialmente de las jugadoras) como lleva haciendo desde el primer juego. No faltan los cameos de Lady y Trish, aunque con diseños algo menos actualizados que sus compañeros masculinos. Novedad destacada de esta entrega es la inclusión de dos nuevos personajes a la familia Devil May Cry. La primera es Nico, nieta de Nell Goldstein (creadora de las legendarias pistolas gemelas de Dante, Ebony e Ivory) e hija del fallecido científico loco Agnus, uno de los principales antagonistas de DMC4. Además de ser la encargada de suministrar los brazos mecánicos a Nero, aporta un toque de humor y ligereza a la tensa trama, a la vez que actúa como contrapunto cómico al joven (y perpetuamente inquieto) Nero. Sus apariciones en la caravana en los puntos de guardado bien podrían convertirse en un clásico de la saga si deciden reutilizarlo en posteriores entregas. La otra adición al equipo es V, un misterioso invocador que parece querer ayudar a nuestros protagonistas a solventar la crisis demoníaca que se cierne sobre el mundo. Respecto a la personalidad más alocada de prácticamente todos sus compañeros de reparto, V presenta un carácter sereno y reflexivo, aunque no exento de sentido del humor, aflorando esta faceta sobre todo en sus interacciones con Nero y en su relación con sus mascotas parlantes, la pantera Shadow y, especialmente, el charlatán Griffon.

Trío protagonista: V (izquierda), Nero (centro) y Dante (derecha), con sus diseños actualizados

En cuanto a jugabilidad, DMC5 logra reunir todas las particularidades que han emocionado a lo largo de los años a tantos millones de fans en todo el globo, a la vez que aporta novedades que evitan que este juego se limite a ser una repetición de la fórmula utilizada en los juegos anteriores. Hasta el momento, hay tres personajes jugables: Nero, Dante y el chico nuevo, V. Respecto a Nero, aunque muchos de sus combos ya serán conocidos a los jugadores de DMC4, se le añade la novedad de utilizar los Devil Breakers, los brazos mecánicos construidos por Nico, cada uno especializado en diferentes funciones (defensa, movilidad, power up…), lo que combinado con el Devil Bringer o brazo demoníaco que acabará adquiriendo lo convierten prácticamente en un nuevo personaje con el que jugar respecto a su aparición en el título anterior. También encontramos nuevas adquisiciones en el arsenal de Dante, destacando la moto a la vez que espadas gemelas Cavaliere, así como toda una gama de combos nuevos para armas ya conocidas como Balrog (los guanteletes y botas) o King Cerberus (los nunchakus), lo que unido a sus cuatro estilos de combate lo convierten en el personaje más versátil. En cuanto a V, su estilo de combate difiere en gran medida del de sus dos compañeros, ya que serán sus mascotas quienes peleen, siendo labor del jugador no sólo manejar los ataques de los animales, sino evitar que los golpes alcancen a V. Tener que estar pendiente de al menos tres personajes a la vez durante las alocadas batallas del juego puede ser una tarea difícil al principio, sobre todo en los niveles más difíciles, pero constituye una experiencia de juego nueva y divertida una vez que el usuario se acostumbra. La inteligencia artificial de los enemigos vuelve a estar por encima de la media de cualquier otro hack and slash, con los jefes finales introduciendo nuevos movimientos conforme se va subiendo de nivel de dificultad y patrones de comportamiento y ataque tan bien diseñados que resulta prácticamente imposible predecir de dónde vendrá el siguiente golpe, incluso en aquellos bosses que son un homenaje a otros malvados de la saga, como el caballero Geryon o Nero Angelo. En relación con la dificultad, y al contrario que otras sagas que con los años han decidido rebajar el nivel de exigencia a sus jugadores, DMC5 mantiene el nivel alto para sus usuarios donde jugar con estilo será la clave para la supervivencia; contaremos con las modalidades de juego habituales, desde el más asequible Cazademonios o nivel normal, hasta niveles como Dante Debe Morir e Infierno e Infierno que proponen un auténtico desafío incluso para los jugadores más veteranos. La lista de Trofeos también es correcta, incluyendo, además de los típicos premios por avanzar en la historia, otros más interesantes, como puede ser el cumplimiento de las misiones secretas (que vuelven a hacer su aparición en esta entrega) o la necesidad de conseguir el rango máximo en todas las dificultades, lo que sin duda proporcionará un gran número de horas de juego y de diversión a quien quiera conseguirlos todos.

Distintos pantallazos del juego: Nero utilizando el Devil Breaker Punch Line (arriba izquierda), Dante con la Cavaliere (arriba derecha), V peleando con Shadow (abajo izquierda) y el primer jefe final del juego, Goliath (abajo derecha)

Por último, pero no por ello menos importante, no podemos dejar de mencionar el espectacular apartado gráfico, donde se han explotado hasta límites insospechados las capacidades del Reach for the Moon Engine, o RE Engine, dotando de un realismo tal a los personajes que parece que sean capaces de salir de la pantalla. A pesar de las reacciones adversas a los cambios de diseño del reparto principal, especialmente del envejecido Dante, esta reticencia es rápidamente superada cuando se les ve moverse, hablar y actuar en la pantalla, con un estilo y una naturalidad que dejan la boca abierta incluso después de pasar horas jugándolo.

Los modelos de los personajes con el RE Engine, empezando por arriba a la izquierda: Dante, Nero, V, Trish, Lady y Nico.

Tenemos que decir que, probablemente, lo que se ha comentado en este artículo no abarca todo lo que va a llegar a ofrecer DMC5. Recientemente, el pasado uno de abril, Capcom actualizó un DLC gratuito con el Palacio Sangriento, modalidad habitual desde DMC3 donde hay que enfrentarse a hordas de enemigos, en este caso combinado el reto con una cuenta atrás, lo que convierte este nivel en una lucha contra el tiempo, además de contra las decenas de enemigos. En el momento que se escribe esta crítica, este es el único contenido descargable disponible (aparte de las voces en japonés que ya se añadieron durante el lanzamiento del videojuego en marzo), pero los fans teorizan que, dada la excelente recepción de público y crítica de la que ha disfrutado, no sería extraño que más adelante se actualizaran nuevos modos, como Caballero Oscuro, o se incluyeran como jugables el resto de personajes, como Lady, Trish, o el mismísimo Vergil, quienes ya hicieron su aparición en la edición especial de DMC4.

En conclusión, Devil May Cry 5 se erige como una de las mejores entregas de la saga, con una historia atractiva, una jugabilidad excelente y unos gráficos espectaculares, siendo a la vez una vuelta a todo lo que los aficionados amamos de esta saga combinado con un soplo de aire fresco que lo adapta a los nuevos tiempos. Un juego imprescindible tanto para los aficionados desde sus comienzos como para los que quieran introducirse en esta grandiosa aventura por primera vez.

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