Liberté, égalité, révolution!
Análisis de Aviary Attorney

22/10/2020 | thebedisburning | No hay comentarios
Aviary Attorney —Potentially the hottest bird lawyering game to come out of 1840’s France— (Sketchy Logic y Vertical Reach, 2015) es una pequeña joya videojueguil que apareció en el catálogo de Nintendo Switch el pasado mes de enero. Al más puro estilo de la clásica serie Ace Attorney (Shu Takumi, 2001), Aviary Attorney es un juego de aventuras sencillísimo y terriblemente emocionante, de esos que enganchan un montón. En las plumas de Jayjay Falcon, un abogado parisino de no demasiado renombre, y acompañadas por nuestro fiel ayudante Sparrowson, recorremos el París de los años 40 (del siglo XIX) defendiendo a los clientes más pintorescos e intentando llegar a fin de mes. Como bien se puede deducir del título, todos los personajes del juego son animales antropomórficos (principalmente aves), creados a partir de las ilustraciones originales de J. J. Grandville, un conocido caricaturista francés del siglo XIX que, además de dedicarse a la sátira, ilustró clásicos como Robinson Crusoe, Don Quijote de la Mancha o las Fábulas de Fontaine.
A mí los animales en la vida real ni fu ni fa, pero aquí todo está combinado por igual con mucha gracia: grabados e ilustraciones, música y chistes infames que mezclan inglés y francés, y eventos y personajes construidos sobre la crítica social más feroz (en lo que no se corta un pelo). Aviary Attorney es uno de estos juegos de estética un poco cómica y aparentemente inocuos en los que, en realidad, tener una cierta idea del contexto histórico de la época o unas cuantas referencias literarias es lo que nos hace conectar de verdad. No pasa nada si no tenemos ni idea, por supuesto, es igual de disfrutable, pero le aporta el puntito justo de sal. Todos los casos, y especialmente tu actuación durante el tercer acto, confluyen en la Revolución de 1848, un evento histórico que depuso al rey Luis Felipe y dio comienzo a la Segunda República francesa.
El mapa de París, que incluye la lista de localizaciones visitables en un día de juego concreto
Las mecánicas del juego no entrañan mayor complicación: deberás aceptar casos y reunir información sobre tus clientes y sus circunstancias a fin de elaborar una buena defensa en el juicio. Sobre el mapa de París se irán revelando una serie de localizaciones de interés que has de visitar y, una vez allí, registrar, o bien interrogar a posibles testigos y/o sospechosos. La única peculiaridad de esto es que sólo una localización es visitable por día —aunque a las que ya has visitado con anterioridad puedes volver todas las veces que quieras en un mismo día—, y el tiempo es limitado antes del día del juicio, por lo que puede suceder que en ocasiones tengas que elegir lo que creas más relacionado con la investigación en curso. En cualquier caso, los progresos en tu investigación se van traduciendo en una serie de pruebas encontradas que podrás presentar ante la justicia para defender a tu cliente y poner en duda los testimonios presentados en su contra. En ocasiones, sobre el mapa aparecen marcados eventos, que son escenas no obligatorias visitables que apoyan la subtrama general del juego y permiten una mayor comprensión de la misma. En cualquier caso, una vez agotado el tiempo, es hora de acudir al juzgado. Allí, puedes elaborar tu defensa combinando diálogos de selección múltiple con el interrogatorio de los testigos presentados por la fiscalía, para lo que es vital hacer uso de los objetos clave recabados durante la investigación previa. Aunque no es realmente difícil seguir el hilo de las conversaciones, sí que conviene prestar atención a los detalles en todas las fases. Confieso que me daba un poco de miedo ser bastante inútil en esto de sumar dos más dos y extraer conclusiones, pero Aviary Attorney es un juego asequible y perfectamente disfrutable sin que se nos recalienten las neuronas del sobreesfuerzo.
El jurado popular, comentando tu actuación y juzgándote a la mínima de cambio
Además de la belleza de las ilustraciones y de la música, cabe destacar el apartado sonoro. El juego no incluye voces pero, como viene a ser habitual en el género visual novel, a cada uno de los personajes le corresponde una serie de sonidos personales y característicos. En Aviary Attorney, estos pequeños efectos recuerdan al canto de los pájaros, diferenciados por especies: más agudos, más graves, más rápidos… Un detalle delicioso, cuidadísimo y muy pulido.
Desgraciadamente, también es un juego muy breve, si bien igualmente rejugable (hay tres posibles finales y varios logros internos). El tercer acto supone un punto de inflexión importantísimo en la trama, tanto si nos hemos dado cuenta de lo que se cuece entre bastidores como si no. Además, es el primero en el que se nos permite aceptar o rechazar libremente el caso principal. Tomemos el camino que tomemos, todos ellos conducen a Roma —en este caso, la Revolución de 1848, en la que por supuesto tenemos un papel—. En esto se centra el cuarto y último caso, y tus acciones previas son las que desarrollan la postura de Jayjay frente al nuevo levantamiento. Del mismo modo, el juego no está disponible en castellano, por lo que los matices del humor pueden perderse con facilidad.
Aviary Attorney es un juego divertido y sin pelos en la lengua, perfecto para hacerse un café e iniciar la revolución.
Oh là là, la révolution!
Copia de prensa proporcionada por Sketchy Logic. Versión probada: Nintendo Switch.
Juego a cosas y le hago fotos a los baños. Hablo mucho del Warhammer, en D&D siempre interpreto clérigos y en el fondo soy Legal Buena. El tatuaje de la Marca del Forastero no me ha dado ninguna habilidad.
Etiquetas: Ace Attorney, Aviary Attorney, deducción, Nintendo Switch, revolución, visual novel