Señor barbudo busca azotea
Análisis de I Am Future

08/08/2023 | Nix | No hay comentarios
Seguramente en algún momento de vuestra vida os habéis descargado uno de esos juegos para móviles en los que podemos ir construyendo máquinas o edificios de fabricación, vamos limpiando el mapa mientras recogemos materiales, o plantamos comida para conseguir energía. Son unas mecánicas tan sencillas como adictivas, así que se convierten en un elemento común en muchos de esos juegos, llegando incluso a enganchar a gente que no suele jugar nunca a nada. Sin embargo, todos esos títulos se van al garete cuando a los cinco minutos empiezan a bombardear con sus micropagos, el spam obligatorio en las redes sociales, o incluso tiempos de espera absurdísimos que hacen que tengamos que pasarnos más tiempo con el juego cerrado que pudiendo jugar. Quizá todo esto es lo que tenían en mente durante el desarrollo de I am Future, y es que aquí nos encontramos con todo lo bueno de esos títulos dejando atrás el lastre del freemium, para así cambiar de plataforma a una más grande y poder desarrollar todo su potencial.
La historia de nuestro… ¿héroe? comienza el día en el que se despierta de un sueño criogénico de varios años. Este ha sido tan largo que su memoria se ha desvanecido, así que nos tocará ir descubriendo pieza a pieza todo su pasado, al mismo tiempo que nos tocará crear su futuro, si es que realmente tiene alguno. Él está en una azotea de un edificio muy alto casi derruido e invadido de plantas, y para colmo toda la ciudad está inundada por completo, por lo que la opción de largarse va a estar bastante difícil. No sabemos quién somos, de dónde venimos, a dónde vamos, si estamos solos en la galaxia o acompañados. Vale, no, nuestro protagonista, poco tiempo después de despertar descubre que tiene cierta compañía, aunque es exclusivamente robótica. Sin embargo, esto nos servirá para ir descubriendo poco a poco pequeños detalles de nuestra existencia, e incluso para llevarnos a conocer a otros robots que también tengan información sobre todo lo que sucedió. Al fin y al cabo, una ciudad no se inunda así como así, o al menos no de esa manera. I am Future cuenta con una historia sencilla y sin complicaciones, pero que tratará de entretenernos cada vez que haga su aparición, enfatizando sobre todo un mensaje ecologista y anticapitalista, porque por supuesto que el capitalismo tenía algo que ver con todo este desastre.
La base del juego es bastante sencilla. Nuestro trabajo será ir desmontando piezas o recogiendo plantas para ir almacenando materiales de todo tipo, ya que cada uno tendrá su propósito concreto. Algunos nos servirán para ir construyendo máquinas, como una cocina para poder cocinar nuestros platos y no morir de hambre, una mesa de trabajo donde crear todo tipo de piezas que nos puedan hacer falta, pequeñas fábricas de objetos más avanzados o incluso una criptogranja para que podamos hacer negocios con algunas tiendas que nos iremos encontrando. Además de ese tipo de construcciones, también estará de nuestra mano montar una zona en la que poder plantar las semillas que nos iremos encontrando tanto en los escenarios como en las tiendas, diferentes pozos para poder regar, o incluso aspersores para que se haga de forma automática mientras nos vamos a hacer otras cosas, como pescar.
Todo esto, así en conjunto, parece muchísimo trabajo, y sin embargo a la hora de jugar no lo es tanto porque los días son bastante largos y el juego es muy flexible con sus exigencias, dejándonos decidir casi por completo qué es lo que tiene prioridad en ese momento. En cambio, en cuanto se hace de noche se añade un plus de peligrosidad al asunto, aunque tengo que reconocer que es bastante flojito. En el escenario existen unas plantas con pinchos que están infectadas por una sustancia morada con muy mala pinta. Podemos deshacernos de ellas con un spray, aunque las más grandes (por el momento) son indestructibles, y por las noches generan unos gusanos que se sienten atraídos tanto por la electricidad como por nuestros cultivos, así que nos tocará vigilar y gasear las veces que sean necesarias. Por suerte, suelen ser pocos y el problema se soluciona muy rápido, pero a nada que nos despistemos nos podemos quedar sin cena, por lo que siempre es mejor atender a todo a la vez (y en todas partes). Como extra, también nos podremos construir unos pequeños robots que nos ayudarán con nuestras tareas, aunque tengo que reconocer que a mí no me han servido de mucha ayuda porque a veces se quedaban atascados sin hacer nada, escaqueándose del trabajo. En el fondo les comprendo, pero espero que sea una de las mejoras que sucedan durante el futuro desarrollo del juego.
Quizá lo que más me gusta de I am Future es la completa libertad que nos da para todo, y sobre todo a la hora de crear lo que sería nuestra propia base. Podemos organizar y reorganizar todas las veces que queramos todos y cada uno de los elementos, salvo la comida que se genera automáticamente para evitar que muramos de hambre si nos olvidamos de plantar nuestras cosas, y esto da muchísimo juego. En un inicio tendremos muy poca zona desbloqueada y muchos objetos que no podremos eliminar porque las herramientas que podemos usar no son lo suficientemente buenas, así que tendremos que colocar las cosas donde podamos y, sobre todo, donde no molesten, aunque llegará un punto en el que elegiremos qué zona queda mejor para la cocina, cuál es más bonita para poner un pequeño laboratorio, o dónde debería ir el jardín para poder proteger mejor los cultivos, y no tendremos ningún tipo de límite para decidir. Como mucho, nos molestarán las plantas enemigas, pero también habrá algún que otro aparato desbloqueable para mantenerlas a raya. Y, para rematar, como pequeño detallito, podremos ir coleccionando diferentes tipos de ropa y accesorios para que nuestro protagonista vaya a la última moda. Algunas cosas irán desbloqueándose a medida que vayamos avanzando en las misiones, otras aparecerán en el suelo a medida que vamos haciendo limpieza, y otras nos tocarán en una especie de lootboxes que podremos encontrar o comprar con el dinero de las criptogranjas. Que esa camisa hawaiana no se va a conseguir sola.
A pesar de ser todavía un juego incompleto, en cuanto avanzas unas horas (que pueden ser tranquilamente veinte, no os creáis que es un juego que os vais a terminar en tres horas) te das cuenta de lo enorme que puede acabar siendo. Por un lado, tendremos un mapa general al que podremos enviar drones a conseguir materiales y cumplir misiones, y allí se pueden ver zonas bloqueadas que dependen de ciertas mejoras que todavía no podemos hacer. Por otro lado, tenemos el propio edificio en el que estamos, donde nos tocará construir un puente para poder visitar la azotea del edificio de enfrente, que más o menos cuenta con las mismas dimensiones que el nuestro. Tanto en esa azotea como en una parte concreta de la nuestra nos toparemos con varios carteles enormes, siguiendo la estética de los muros, que forman un “coming soon”, advirtiéndonos de que son zonas todavía en desarrollo e irán apareciendo en futuras actualizaciones. Y que, personalmente, estoy deseando ver, tanto por el escenario en sí como por los posibles secretos, materiales, cultivos o incluso versiones de los gusanos que pudiesen tener.
Pocas veces un acceso anticipado a un juego me ha dejado con la necesidad de poder seguir avanzando, y cuanto antes mejor, pero tengo que reconocer que I am Future lo consigue sin despeinarse. Por el momento, ha sabido equilibrar muy bien la libertad de poder hacer lo que más te interese en ese momento con la opción de querer seguir avanzando en la trama, y espero que esa esencia se siga manteniendo hasta el día del lanzamiento del producto final. Es un juego muy fácil de querer, sin excesivas exigencias y, como bien insinúa el título, con un futuro propio. Aunque, mientras lo esperamos, iremos plantando lechugas y cazando gusanos eléctricos para que no nos pille con la guardia baja.
I run on coffee, sarcasm and lipstick. Hace años le vendí mi alma a Bioware y me convirtieron en la Shadow Broker. Tengo un papelito que dice que soy N7, pero no quieren darme mi propia nave. Me gusta llevarle la contraria a la gente y por eso soy una Inquisidora enana y pelirroja.
Etiquetas: 3D, acceso anticipado, Casuales, ciencia ficción, cocina, Coloridos, construcción, Construcción de bases, Divertidos, exploración, Fabricación, Futuristas, I am Future, Mandragora, Para toda la familia, Personalización de personajes, pesca, Relajantes, simulación, Simulador de vida, supervivencia, Supervivencia en mundo abierto, Tiny Build