Con dos camiones por banda
Análisis de Truck Driver: The American Dream

12/10/2023 | Nix | No hay comentarios
Cuando alguien decide probar uno de esos juegos de conducción de camiones, aunque sea por hacer el típico chiste, siempre se acaba encontrando contra una telaraña de la que es imposible salir. Puede parecer una broma, pero lo cierto es que estos títulos tienen un nosequé que hacen que las horas pasen sin darnos cuenta, que disfrutemos del viaje más que de la conclusión de la misión, y que descubramos la relajación de poder conducir sin temor a lo que pueda pasar en la carretera. Y Truck Driver: The American Dream, como su propio nombre indica, es uno de esos juegos que consiguen hacer realidad nuestro sueño digital de poder desconectar de todo y pasar unas horas de tranquilidad, sin nada más que nuestro camión, la carretera, y el clima.
Nuestra historia comienza de una forma bastante épica, metiéndonos en la piel de un camionero casi legendario durante una horrible tormenta. Podríais creer que empezar un juego teniendo que manejar un camión a través de un clima adverso es de tener un poco de mala leche, pero lo cierto es que esa era la parte más tranquila, porque pronto veremos explosiones a lo lejos, fuego, carreteras cortadas, accidentes y, al final del camino, un búnker. Sí, ya lo sé, yo os había prometido un juego tranquilo y ahora os cuento todo esto, pero no os preocupéis, porque tras ese inicio tan espectacular, nos cuentan que los años pasan y a quien nos toca manejar realmente es al hijo de ese camionero legendario. Por suerte o por desgracia, ese hijo es lo que él mismo considera un perdedor, porque tras la pérdida de su padre hace ya mucho tiempo, él no ha sabido encauzar su propia vida. No tiene trabajo, los problemas con su mujer no hacen más que acumularse, su sueño de formar una familia se va alejando de él rápidamente y, en general, no consigue ver un futuro para sí mismo. Como veis, la trama del juego cuenta con una historia que huele un poco regular, con esos detalles de querer ser El Hombre Americano de Película, pero por suerte no es así todo el tiempo. Sí, le hacen falta unas cuantas collejas que lo espabilen, pero a medida que vamos jugando también nos encontraremos con que lo que él intenta es hacer las cosas bien y lo que se espera de él, pero la presión externa le sobrepasa. Los diálogos, la mayoría de ellos a través del teléfono, nos irán contando mucho más sobre su vida, y entre transporte y transporte nos tocará echarle una mano para que consiga ser feliz cumpliendo sus sueños.
Una vez que nos ponemos al volante es cuando empieza realmente la diversión. La trama es una simple excusa para que nuestros viajes tengan más sentido, utilizando esa historia para desplazarnos a diferentes zonas del mapa sin que nos preguntemos qué pintamos ahí ahora, así que sólo nos quedará centrarnos en cumplir nuestro camino. El camión se controla perfectamente, pudiendo utilizar transmisión automática y manual, las luces cortas y largas, el claxon, el freno de mano y los limpiaparabrisas, entre otros. Los joysticks nos permitirán mover tanto la cámara como el camión, y utilizar diferentes tipos de vista, que van desde la cenital a la del interior. Todo para que tengamos la inmersión que necesitemos, sin dejar de lado la comodidad de poder ver el camión como más nos convenga y evitar cualquier posible volcado. Y lo cierto es que, una vez que nos ponemos en camino, conducir por esas carreteras es una auténtica gozada. Los paisajes van cambiando a medida que vamos avanzando, el ciclo día-noche se encuentra presente y es bastante rápido (añadiendo la necesidad de tener que parar en moteles para descansar, si no queremos dormirnos al volante), y los diferentes tipos de climas nos obligarán a tener en cuenta los controles extra del camión, porque no queremos conducir con lluvia y sin luces.
Pero Truck Driver: The American Dream no es únicamente un juego de coger la carretera y tirar para adelante sin mirar atrás, porque aparte de esa simpleza también añade una parte un poquito más elaborada. La existencia de un árbol de habilidades nos ofrece una sensación de evolución de nuestro personaje, que poco a poco irá aprendiendo a descansar de forma adecuada o a hacer que la gasolina dure más por progresar en su nivel de conducción, entre otros tipos de mejoras que nos ayudarán a hacer cada vez caminos más largos o complicados. Y no solo eso, sino que también tendremos la opción de ir desbloqueando diferentes camiones, con sus respectivas mejoras que tendremos que ir pagando con nuestros sueldos, y varios tipos de pinturas y decoraciones para que, además de fiables, sean bien guapas. Y, como extra, tendremos que tener en cuenta en todo momento que, aparte de la gasolina que vayamos gastando, también nos tocará pasar por el taller para arreglar las ruedas, posibles fallos del motor, golpes en la carrocería, o esas pequeñas cosas que pasan porque las farolas se empeñan en moverse y ponerse justo por donde estamos pasando.
Si bien es cierto que es un juego del que estaba disfrutando cada minuto, no puedo negar que tiene pequeños detalles que podrían haber sido muy fácilmente mejorables. Tanto, que no descarto que lo arreglen en algún parche. Si bien es un título que pretende ser, hasta cierto punto, realista en su cometido, para conseguirlo debería hacer que el camión se comporte como debería. Detallitos como que tengamos que desactivar los intermitentes de forma manual y que no lo hagan con el giro, o cosas como que a cuanta más velocidad, más blando está el volante (o el recorrido del joystick, para ser exactos), le dan ese puntillo de decepción cuando lo notas. Pero el fallo más importante que le encuentro es la propia IA de los demás coches y camiones que circulan por la carretera. Los vehículos no frenan si ven que tu camión, enorme y largo, está tomando una curva cerrada lentamente, y se estampan contra ti. Tampoco son capaces de hacer bien sus propios giros, y es bastante común verlos volcar en curvas a baja velocidad. En las intersecciones se quedan bloqueados sin saber qué hacer, aunque no venga ningún otro coche. Deciden adelantar a tu camión mientras ven que vienen varios coches de frente, colisionando contra ti de forma lateral. Aunque, viendo esa lista de locuras en la carretera, ya no estoy segura de si la IA es mala o es que simplemente imita la conducción de los seres humanos.
Truck Driver: The American Dream es un título muy fácil de disfrutar, sobre todo si en su momento ya lo hicimos con otros como SnowRunner o Euro Truck Simulator. No es un juego excesivamente exigente con lo que propone, dejando que nos centremos sobre todo en el camino y en que disfrutemos del viaje de inicio a fin, salvo por esos pequeños detalles mejorables. Y es que, si todavía no habéis probado ningún juego de conducción que no consista en ganar carreras y competir, no sabéis lo que os estáis perdiendo.
I run on coffee, sarcasm and lipstick. Hace años le vendí mi alma a Bioware y me convirtieron en la Shadow Broker. Tengo un papelito que dice que soy N7, pero no quieren darme mi propia nave. Me gusta llevarle la contraria a la gente y por eso soy una Inquisidora enana y pelirroja.