¡¡Vengancia!!
Análisis de Vengeance of Mr. Peppermint

14/11/2023 | Alystrin | No hay comentarios
Una de las motivaciones que vemos más frecuentemente en cualquier historia es la venganza. Aparece de forma constante en toda obra audiovisual, y muchas veces incluso con las mismas premisas una y otra vez. Hablo, cómo no, de la conocida como “mujer en la nevera”, en la que el protagonista masculino (cis, se sobreentiende) sufre tras perder a su pareja/hija/hermana o cualquier personaje femenino a quien se sienta vinculado.
De esto mismo, de una revancha violenta, trata Vengeance of Mr. Peppermint. Cumple el tropo que acabo de comentar, cómo no, pero también el del agente de la ley quien, cansado de la pasividad de los métodos tradicionales, se toma la justicia por su mano. Lim Jeong es el hijo de un oficial de policía que ha seguido los pasos de su padre. Tras su fachada de tipo duro se oculta una tragedia familiar: cuando era niño fue secuestrado junto a su hermana, siendo el único que sobrevivió. Desde entonces su único objetivo es exterminar a todos los secuaces de la secta que le destrozó la vida.
Todo el juego es un scroll lateral a lo largo de un escenario en 2D al más puro estilo arcade clásico. Nos enfrentaremos a diversas oleadas de enemigos, que irán apareciendo secuencialmente y debemos eliminar para seguir adelante. La historia se divide en seis capítulos diferentes, cada uno con un título más o menos enigmático, que cobrará sentido al final del mismo. En algunas ocasiones podremos, además, seleccionar un diálogo previo al enfrentamiento con algunos adversarios. Puede parecer que lo hacemos al azar, pero lo cierto es que de esta elección puede depender que nos libremos de una pelea o que consigamos uno de los dos posibles finales del juego. No es demasiado complejo, y sabremos con bastante certeza qué es lo que queremos decir si nuestro objetivo es tener un desenlace bueno o no.
La trama nos trae cierto recuerdo a obras como Kill Bill y Oldboy. En realidad, aunque nombre solamente a estas dos películas, esta temática es muy habitual sobre todo en el cine coreano, así como la violencia de las escenas. Y Vengeance of Mr. Peppermint no se queda corto en cuanto a derramamiento de sangre. Para cada tipo de enemigo hay un tipo de ejecución particular, muy gráfica en cuanto a detalles, y que además sirve para atemorizar al resto de matones que haya en la pantalla. Esto provocará que sus ataques sean algo más lentos, e incluso que se queden paralizados de miedo y podamos aprovechar la oportunidad. También ocasionalmente aparecerán algunos objetos con los que defendernos, como un martillo, una maceta o la clásica silla de madera.
Durante los seis episodios recorreremos varios escenarios, desde una ciudad y sus calles hasta el sótano de una iglesia. Hay que tener en cuenta que, por el tipo de juego, muchas veces no se nos harán tan diferentes, aunque si prestamos atención a los detalles, sí podremos apreciarlo. Además, cada zona cuenta con el añadido de uno o varios nuevos cultistas, aunque los hombres de traje negro son comunes en todas ellas. Al final de todos los episodios tendremos un enfrentamiento con el jefe del área, que cuenta con sus propios movimientos y suele pegar bastante más duro. Una vez finiquitado, veremos en nuestra pantalla una hoja de anotaciones acerca de la persona en cuestión y se nos puntuará en cuanto a muertes y utilización de combos.
La interfaz no podría ser más sencilla: Lin tiene una barra de vida y una de ira. Conforme realicemos ataques complejos pulsando los botones en una secuencia concreta, esta última se irá llenando hasta llegar al estado de “Venganza”, en el que no solamente asestaremos golpes más fuertes, sino que recuperará salud. Por ello, es fundamental saber cuándo hacer un ataque simple o cuándo machacar los botones con fruición para curarnos y no morir. No hay mejoras de ningún tipo en estas características, ni aparecerán objetos curativos durante nuestra andanza. Lin tiene los recursos que vemos, así que toca aprender a utilizarlos.
Aunque puede parecer complicado, lo cierto es que una vez conociendo las diversas habilidades y, sobre todo, cuándo esquivar, no es difícil avanzar. Tanto es así que podemos terminarlo en aproximadamente unas tres horas, dependiendo de lo que queramos descansar en los interludios que nos ofrece el propio juego. Tiene algunos defectos en cuanto a jugabilidad que nos pueden complicar un poco las cosas. Por ejemplo, Lin tiende a quedarse atrapado sin motivo en algunos escenarios y lleva un buen rato conseguir que se pueda mover de nuevo. En general los movimientos son fluidos y no tendremos problemas, con la excepción de los giros, que suelen fallar más a menudo. O eso, o que Lin es incapaz de girar y golpear a la vez (por mucho que sus enemigos lo consigan).
Vengeance of Mr. Peppermint es un título que, si bien no es para todo el mundo, sí puede disfrutarse sin que tengamos experiencia en los beat’em up. Cuenta con una historia interesante, aunque nos deja con la sensación de que podría dar más de sí, y con una variedad de enemigos y combos que hace que sea desafiante sin llegar a la desesperación. Una buena forma de acercarse al drama detectivesco coreano, con toda su venganza sangrienta y hordas de secuaces.
Cosplayer, otorrinolaringóloga, streamer y, sobre todo, mamarracha profesional. Cuqui del almendruqui que no dudaría en sacarte las muelas por tus "incorrecciones políticas"