Un detective con mala pata

Análisis de Duck Detective: The Secret Salami

Análisis de Duck Detective: The Secret Salami

El género de detectives e investigación puede ser bastante complicado de afinar porque necesita un buen ritmo, con una buena historia y unas mecánicas accesibles sin caer en la simpleza. O por lo menos eso cabría pensar, pero ya títulos como Frog Detective nos dejan bien claro que hay otra forma de acercarse al género a través del humor, unos buenos personajes y una historia interesante. Duck Detective: The Secret Salami parece beber de aquí, y no solo por género furro. Este añade un poco más de labor detectivesca, pero sigue destacando en historia y humor.

En Duck Detective: The Secret Salami nos pondremos en la piel de un pato detective llamado Eugene McQuacklin. Tiene un diseño adorable, junto con el resto del juego, que cuenta con un dibujo colorido y sencillo en perspectiva isométrica. Pero no os dejéis engañar por este pato pato tan cuqui. Su corazón, y su grave voz, son las de un divorciado arruinado y adicto al pan. Su excesivo dramatismo, propio de una novela negra detectivesca y que cuenta con momentos de introspección en blanco y negro, contrasta divinamente con el diseño del juego y el caso tan absurdo que deberemos investigar.

Como os comentaba, dado que nuestro detective está en una situación difícil económicamente, no se andará con remilgos a la hora de aceptar el primer caso que le surge. Deberá ir a la oficina de una empresa de transportes e investigar el robo de ¿una taza? No, de ¿almuerzos? ¿Salamis? Lo que parecía una cosa rutinaria y demasiado sencilla para un detective tan famoso y experimentado irá dando giros inesperados y cada vez más locos.

Todo se desarrollará en estas oficinas. Contaremos con un cuaderno donde se registrarán los elementos clave de lo que vayamos descubriendo; los sospechosos; los objetos que hayamos recogido o hayamos inspeccionado, por si queremos volverlos a ver (maravilloso elemento de calidad de vida que nos evita dar vueltas innecesarias, y eso que la zona es pequeña); y el mapa, donde podremos ver dónde estamos, quién está en qué zona y si aún queda algo por descubrir en alguna parte (que nos lo marca con una exclamación amarilla).

Duck Detective: The Secret Salami - El detective llega a la oficina Bearbus

Con cosas como esta el juego pretende ser muy accesible. Desde el primer momento podremos elegir si jugar en modo normal o en modo historia, que nos facilitará aún más las deducciones. Y es que ya en modo normal tendremos consejos, si queremos consultarlos, y se nos señalará grosso modo los errores de nuestras deducciones, por lo que no debería costarnos mucho, pero nunca está de más poner facilidades por si hacen falta. De igual modo desde el menú de opciones podemos activar o desactivar el modo historia en cualquier momento, o cambiar la fuente de la letra para dislexia y el remapeado de las teclas, entre otras.

Tampoco nos costará dar con los elementos interactivos en el escenario, pues están marcados con pequeños bocadillos amarillos que se agrandarán al acercarnos. También a los personajes, con los que podremos tanto hablar, como inspeccionar en busca de pistas, o incluso consultarles sobre algún objeto importante o personaje con los que estén relacionados. A la hora de inspeccionar tanto objetos como personas usaremos el gran arma de todo detective: la lupa. Sí, a diferencia de Frog Detective aquí sí sirve para algo, pero no por ello deja de ser gracioso su uso.

Al utilizar la lupa veremos las cosas más nítidas, detalladas y un poco más realistas. Donde antes había manitas-manopla informes, con la lupa veremos que tienen dedos y uñas, y ¿tal vez eso es una marca de haber usado un anillo? Con nuestras observaciones conseguiremos palabras clave para llegar a una idea importante. Estas palabras estarán disponibles en el libro, en la parte Deducktions, para rellenar la frase objetivo del momento. Recuerda un poco a mecánicas como las que usa Detective Grimoire. Usaremos las que creamos correctas para darle sentido a la frase y a lo que hemos ido averiguando. Una vez completado el juego nos indicará si tenemos alguna errónea y si es más de tres, tres, o dos o menos. Si aun así nos parece complicado siempre podemos cambiar de modo.

Según vayamos haciendo nuestras deducciones iremos avanzando en la trama y desbloquearemos nuevas frases importantes. Estas las podremos consultar en cualquier momento si las necesitamos, pero no las conversaciones que hayamos tenido con los personajes. Cosa que echaremos en falta si no tenemos la atención muy despierta ese día.

Duck Detective: The Secret Salami - Investigando al cocodrilo con taza sospechosa

Y hablando de personajes. Aunque nuestro protagonista es muy carismático, el juego no se queda atrás en el buen plantel con el que cuenta. Hay un total de siete sospechosos bien caracterizados y que, junto a nuestro pato, cuentan con un doblaje maravilloso en inglés. Aunque tengo que reconocer que creía que la gata era una perra, porque parece una bulldog francesa, o algo así, por la cara de estrés que me lleva. No os menciono sus nombres porque es parte de nuestro trabajo detectivesco (y totalmente absurdo, pues podríamos limitarnos a preguntar y ya está).

Otros detalles divertidos e interesantes son los logros dentro del juego. Aunque lo he probado en PC desde Steam, también nos aparecerá dentro del título para aquellas plataformas que no cuenten con ellos (te sigo mirando a ti, Nintendo Switch). También es hilarante la información extra sobre patos que podremos leer en las pantallas de carga que tenemos entre habitaciones. Una pena que dure tan poco en PC, muchas veces no da tiempo a leerlas y son entre curiosas y divertidas.

Si hay algo negativo que mencionar sobre Duck Detective: The Secret Salami es que no esté en castellano. En un juego de este género se echa muy en falta. Eso sí, es cierto que perdería encanto el chiste de “deducktions”. Motivo por el cual el protagonista es un pato. No tengo pruebas pero tampoco dudas. También podríamos quejarnos de que el juego es corto, unas dos horas aproximadamente, pero la verdad es que no le hace falta más. Es un solo caso pero tenemos muchas deducciones, aunque sea una zona bastante limitada. Está bien llevado, no tiene pretensiones y te arranca más de una sonrisa. Le queda perfecto.

¿Y os he dicho ya que los personajes se mueven como figuras de cartón en un tablero? Es maravilloso. Me ha encantado. Duck Detective: The Secret Salami está bien empacado, te lleva por donde quiere y consigue dejarte satisfecha. Yo es que no le pido más. Bueno sí, que por favor saquen más casos en algún momento. Quiero que vuelva Eugene McQuacklin con más deducciones, pero espero que con menos problemas personales, pobre.

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Azka Laura
Azka Laura @AzkaLaura

Estudiando para hada madrina, que dicen que para estudiar nunca es tarde. Jubilada de los MMOs. Ahora llevando la magia gamer a las nuevas generaciones.

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