La Saga Blackwell

Voy a hablar de un juego que me llama mucho la atención por un motivo: va de conexiones con el mundo de los espíritus, tema que me ha fascinado desde siempre. Sí, habéis oído bien. En este juego nos dedicamos a ayudar a pobres almas que vagan perdidas por nuestro mundo.

La protagonista, Rosangela Blackwell, es una escritora “freelance” de reseñas literarias (vamos, que lo que le pagan no le da para mucho, visto lo cutre que es su apartamento). A pesar de ello tiene una ambición: quiere ser periodista y escribir artículos de verdad para un periódico de verdad, no como en el que trabaja.

Lo que Rosangela no sabe es que su vida va a dar un cambio radical y se va a tener que dedicar a otra cosa. Que, mira tú por dónde, va a resultar ser su vocación.

La personalidad de Rosa me resulta muy familiar, ya que es introvertida, vive en su burbuja y pasa de todo el mundo. Además lleva gafas y es pelirroja, como yo (¿Alguien dijo sentirse identificada?).

La saga Blackwell se compone de cinco juegos del tipo point & click. Fue creada por Dave Gilbert y el orden de los juegos es el siguiente:

• The Blackwell Legacy
• Blackwell Unbound
• Blackwell Convergence
• Blackwell Deception
• Blackwell Epiphany

Si decidís jugarlos en otro orden vais a perderos más que una aguja en un pajar, puesto que en cada juego hay referencia a los anteriores y reaparecen ciertos personajes. La que avisa no es traidora.

La trama sucede en la ciudad de Nueva York con ritmos de jazz como música predominante. La estética del juego es muy similar al estilo de las viejas aventuras gráficas de Lucas Arts. Todo el juego está en inglés, voces y diálogos. Aunque no usa un vocabulario demasiado complejo, si no se tiene un buen dominio del idioma va a ser complicado que os enteréis de la historia.

El argumento trata de cómo nuestra protagonista, quien es prácticamente incapaz de relacionarse con otro ser humano, descubre que es una médium tras conocer a Joey Malone, su guía espiritual. Junto a él, vivirá una serie de situaciones en las que evolucionará como persona llegando a ser más extrovertida y aprenderá más sobre su don. Al principio sólo manejamos a Rosa, pero después podremos intercambiarla con Joey para ir avanzando en la historia. Esto es muy divertido ya que para obtener pistas y hacerte con ciertos objetos necesitarás de la cooperación entre ambos.

Rosa sale tan poco de casa que ni el portero la conoce.

Con Rosa podrás entablar conversaciones con los demás personajes, tomar notas en su cuaderno, combinar pistas para resolver casos y tener acceso a nuevas ubicaciones en el mapa. Con Joey podrás atravesar puertas y ventanas para llegar a sitios donde Rosa no puede, espiar conversaciones privadas de los personajes, mover objetos ligeros y causar interferencias en aparatos electrónicos como distracción.

Algunos puzles pueden no resultar obvios y tenerte atascado durante horas yendo de aquí para allá, probando diferentes interacciones entre los objetos de tu inventario y los diferentes personajes. Si te pasa, acuérdate de comprobar que tanto Rosa como Joey han explorado a fondo cada uno de los escenarios. Es muy fácil pasar por alto algún objeto que creemos insignificante y que resulta tener la clave para avanzar. A mí me pasa continuamente, por lo que acabo recurriendo a las guías solo para darme cuenta de lo obvio que era.

Conforme vayamos avanzando en la serie veremos una evolución en el personaje de Rosa y en el mundo que la rodea. Por ejemplo, en el primer juego va por ahí con una libreta para tomar notas y en el cuarto lleva un smartphone.

La casa de Rosa en los juegos. De izquierda a derecha: Legacy, Convergence y Deception.

Cada juego consta de varios casos en los que ayudamos a los fantasmas a recordar lo que les sucedió de forma que quieran cruzar al otro lado. Sin embargo, hay una trama de fondo, contada con cuentagotas que une toda la saga y está relacionada con un secreto que guarda Joey. Si te gustan las aventuras gráficas y te gustó la serie Entre Fantasmas, no te puedes perder esta saga.

Nota: Este juego pasa sobradamente el test de Bechdel, ya que tanto la protagonista como la mayoría de personajes con los que hablamos son mujeres (como Nishanti Sharma, una anciana hindú que vive en la puerta de enfrente) y dichas conversaciones nunca tratan sobre hombres.