Rise of the Parraque
Análisis de Rise of Insanity

04/06/2020 | Nix | No hay comentarios
Hay muchísima gente a la que le encantan los juegos de miedo, disfruta con los sobresaltos continuos y con los enemigos que te persiguen a cada paso que das mientras todo se llena de sangre, bichos o cadáveres desfigurados. Ese no es mi caso. Sin embargo, de vez en cuando me entra el gusanillo y me acerco a algún título de terror que no suelo terminar por acumulación de infartos. Y ese tampoco es el caso de Rise of Insanity, un juego desarrollado por Red Limb Studio y que tenemos disponible en PC y PS4 con compatibilidad para VR en ambas plataformas, así como en Xbox One y Nintendo Switch, donde lo he jugado y en la que casi se me salta un Joy-Con del susto.
La historia de este walking simulator malrollero comienza en una mansión en la que tú, el Dr. Steven Dowell, debes descubrir quién eres y qué haces en ese salón. A base de notas y cintas de grabaciones irás revelando partes de la trama que tendrás que ir conectando de una forma bastante sencilla. Lo único que sabes al principio es que eres un psicólogo. Poco a poco vas descubriendo que tienes una forma un tanto experimental de tratar a tus pacientes, con terapias relacionadas con la hipnosis e investigaciones centradas en el aumento del CI durante los primeros años de la infancia. Como puedes imaginar, nuestro protagonista tiene la moral un poco distraída y durante todo el juego nos van dando a cuentagotas todas las particularidades de la vida y logros de nuestro doctor. Sin embargo esto no quiere decir que el juego se centre en ser un médico sanguinario que va con una sierra de Gigli por los pasillos cortando cabezas ajenas, porque este título se dirige más bien hacia el terror psicológico. Aquí la atención al detalle es lo más importante. Los cambios de escenario entre la mansión y el hospital, la cinta policial que nos indica que sucedió algún crimen, los fragmentos de su vida diaria que nos muestran la existencia de una familia y alguna que otra persona más que rodea nuestra historia son lo que nos hace seguir avanzando e intentando descubrir la verdad a pesar de que ese pasillo está muy oscuro y seguro que al final hay algo que me da un susto. La trama del juego es sencilla y lineal, es posible que a los cinco minutos os deis cuenta del plot twist final, como me pasó a mí, pero eso no impide en ningún momento disfrutar del camino.
Esto es lo que considero que es lo más valioso: la clave de este juego es que disfrutas durante las 2-4 horas que dura. Sí, te vas a comer algún que otro jumpscare en el que vas a pensar “Ya está, ya me morí”, pero lo cierto es que no puedes morir, ni te va a perseguir nada, ni vas a tener que esconderte en una esquina manteniendo la respiración para que el malo no te oiga.
Juegas dentro de tu mente, caminando por pasillos y habitaciones, analizando objetos, abriendo cajones y resolviendo puzles sin mucha dificultad. La ambientación es perfecta, suficiente para mantenerte en tensión sin tirar del recurso fácil de ensangrentar cada esquina, cosa que no quiere decir que no haya un pelín de sangre alguna que otra vez. Los escenarios juegan con las luces y las sombras, los cambios de sitio de algunos objetos de forma repentina e incluso las referencias a películas míticas con escenas como la del ascensor de El Resplandor. Sin embargo no todo es visual, porque el cuadro lo completa el sonido. Muchas veces lo que más nos mete en el juego es la ausencia de música, dejándonos a solas con nuestros pasos y movimientos, aunque en ciertas situaciones se acaban mezclando sonidos de una forma muy extraña, recreando una especie de descenso a la locura que termina cuando te despierta el sonido de una llamada telefónica, como si de un tótem se tratase. Y tal vez sea así.
Una cosa que sí que tengo que destacar es la traducción al español. No sé lo que pasa en los demás idiomas, pero os puedo asegurar sin ninguna duda que este juego tiene una de las peores traducciones que me he encontrado nunca. Hay frases que parecen recién salidas de Google Translate, otras cortadas, textos sin sentido que modifican por completo el significado original, cambios de género e incluso faltas de ortografía. Los créditos no arrojan luz sobre quién se ha encargado de esto, pero estoy segura de que no es un trabajo de traducción profesional y para lo único que sirve es como ejemplo de que hay que pagar a profesionales si quieres algo bien hecho. Pese a todo, si lo jugáis en español más o menos te enteras bien de la trama, aunque recomiendo que si sabéis un mínimo de inglés lo hagáis con los subtítulos en su idioma original.
(En estos textos hay posibles spoilers de la trama, leed flojito)
En definitiva, es un juego entretenido, con una historia que no sigue la típica estela paranormal o de invasión zombi, y sin persecuciones, por lo que lo considero un buen juego si eres una de esas personas a las que les cuesta ponerse a los mandos de este género y quieres pasar una tarde de terror controlado. Además, ¿quién no querría averiguar qué pasó realmente con el Dr. Dowell y su familia?
Copia de prensa proporcionada por Red Limb Studio.
I run on coffee, sarcasm and lipstick. Hace años le vendí mi alma a Bioware y me convirtieron en la Shadow Broker. Tengo un papelito que dice que soy N7, pero no quieren darme mi propia nave. Me gusta llevarle la contraria a la gente y por eso soy una Inquisidora enana y pelirroja.