Yo solo quería pescar
Análisis de Moonglow Bay

23/11/2021 | Azka | No hay comentarios
Hay ciertos elementos en los videojuegos que son indispensables para que digas: este es un buen juego. Algunas de estas características son saltar, por ejemplo. Qué alegría y libertad da poder ir saltando. Otro elemento sería pescar, un minijuego con el que entretenerte y tal vez sacar algún logro mientras la misión de salvar al mundo queda ahí, esperando, en suspenso. Maravilloso. Así que si te presentan Moonglow Bay, un juego en el que su elemento principal es la pesca pues oye, allé voy.
Moonglow Bay, título de Bunnyhug, es un RPG que te propone pescar, echar las redes, poner trampas, cocinar todos estos frutos del mar y forrarte vendiéndolos. Más o menos. Pues la historia no es tan agradable como cabría esperar. Haciéndoos un poco de spoiler, comenzamos con un plan en pareja en el pueblo pesquero de Moonglow Bay, Canadá. Y que termina yéndose a la mierda junto con el lugar por culpa de un accidente terrible en el mar que se lleva la vida de nuestra pareja y de otras personas del pueblo. Tres años más tarde viene nuestra hija para intentar sacarnos del pozo de depresión en el que estamos. De camino quiere evitar que el pueblo, ya en ruinas, termine por quedarse vacío. Pues desde aquel accidente nadie ha salido a pescar de nuevo. Aquí es donde empieza nuestra aventura pescadora. Sin tener ni idea de pesca ni de cocina, recuperaremos nuestro antiguo barco y empezaremos a faenar y vender comida casera. A la vez nos esforzaremos por animar a los que aún quedan viviendo en el lugar para que vuelvan a sus antiguas labores marinas o quieran arreglar y adecentar el pueblo ruinoso y decrépito.
La historia no es muy original ni compleja, es una excusa para ponernos objetivos, y eso que tenemos bastantes. Por un lado disponemos de una larga lista de especies marinas que descubrir y llevar al acuario para su clasificación. A su vez las usaremos para aprender recetas, de las cuales también tenemos una larga lista. Algunas se consiguen mejorando las anteriores y otras nos las darán o venderán. Ganar dinero con los frutos de nuestro trabajo también será importante para poder invertir en el pueblo o en ampliaciones para nuestro barco, por ejemplo. También querremos sonsacarle información a nuestros vecinos a base de amabilidad y comida rica. Y además dispondremos de tareas diarias que nos irán dejando en el tablón de anuncios del ayuntamiento. Completismo en estado puro. Ojo cuidao.
Esto hace que las mecánicas de pesca y cocina sean la base del sistema de Moonglow Bay. Por un lado tenemos la pesca, que se puede realizar desde tierra o en barco, y que incluye varios tipos de cañas, cebos, señuelos, además de red y trampas para langosta. Estas dos opciones últimas son las más sencillas de usar, las trampas simplemente eliges si quieres ponerle cebo y cuál y la dejas hasta el día siguiente. La red, por otro lado, es lanzarla por encima del banco de peces y recoger. Sin embargo, con caña todo se complica, o eso te hace creer el juego. Empiezas con una caña pero poco a poco conseguirás más que variarán en su alcance, maniobrabilidad y velocidad de recogida. Podrás usar diferentes señuelos y además, si quieres también, cebo, que tendrás de dos calidades. Los peces serán más difíciles o fáciles de coger según la combinación de estos elementos. O así debería ser, pero se dejan ver aunque no uses exactamente lo que más les gusta. A lo que más debes prestar atención es a la mecánica de pescar en sí. Una vez que pica el pez debes contrarrestar sus tirones con la caña e ir recogiendo a la vez pero sin llegar a tensar demasiado, pues se soltaría. Tampoco relajar demasiado o conseguirá escaparse. Así te lo explican en un principio, e incluso tienes la oportunidad de hacerlo alguna vez, pero en general apenas lo pruebas con los bosses. Todo queda reducido a usar el tirón en cuanto pica el pez, lo atrapas sin más. Cero complicación y te conviertes en una metralleta pescadora.
La cocina sin embargo no tiene truco para saltarse los minijuegos de estilo QTE que supone lavar, picar, freír, asar, etc. la pieza en cuestión. No es difícil cogerle el ritmo, aunque las explicaciones son escasitas y tendrás que averiguar cómo funcionan algunas a base de fallar. También se van complicando según consigues platos mejores. Pero lo más importante es tener cuidado con el dinero, pues aunque el pescado sale de nuestro bolsillo no así los condimentos, verduras y demás que debemos usar. Gastaremos dinero cocinando, no tanto como el que vamos a ganar vendiendo el plato terminado, pero sí debemos tener cuidado. Si elaborar un plato cuesta diez y hacemos cuatro platos, vamos a gastar cuarenta. Es algo básico pero puede que nos emocionemos cocinando todas nuestras capturas y acabemos con los bolsillos vacíos. Claro que nuestra máquina expendedora de comida casera se encargará de llenárnoslos de nuevo en cuanto le metamos los platos ricos.
Otro elemento que llama muchísimo la atención de Moonglow Bay es el apartado gráfico. El estilo vóxel le queda genial, los diseños son hermosísimos. Los peces, la mayoría sin contrapartida real, son adorables en su cuadricidad. Una vez registrados en el acuario puedes ir a verlos cuando quieras, hay tres plantas de peceras. El diseño de personajes también está bien, aunque a veces cuesta diferenciar a algunos. Le falta un poco de variedad, la mayoría son personas blancas mayores. ¡Pero ponles un gorrito aunque sea! La música ambiental no destaca aunque acompaña, pero en tema de sonido resaltan mucho más los efectos: la alarma de la trampa, el ruido de la tormenta, el aviso por haber realizado una venta, lanzar la caña o la red, el runrún del barco… Todo es muy agradable.
Y hablando de cosas satisfactorias y agradables, la propuesta de pescar, de pasar horas haciéndolo por placer y completismo debería de serlo, es lo mínimo que le pido a un juego de este estilo, y sin embargo encontramos un elemento estresante que me desconcierta: los ciclos de día y noche. Me parece bien y razonable que haya horario y que tengamos que ajustarnos a él, pero no tan corto. Las horas, los días, pasan rapidísimo, sobre todo al principio, y pescar y explorar se hace estresante. Debes ir en busca de nuevas especies pero debes estar de vuelta a tal hora si quieres encontrar el acuario abierto, o el taller. También necesitas dormir, empezarás a marearte si no. Casi no has podido pescar en aguas heladas y ya debes darte la vuelta y poner dirección a casa. Por suerte puedes volver más rápido si llamas al remolque, claro, que cuesta dinero. También puedes instalar una cama en tu barco, por una cierta cantidad. Según avanzas añades mejoras y relajas el estrés, pero está ahí y al principio se nota mucho. Además las misiones del tablón de anuncios tienen tiempo límite. A correr se ha dicho.
La verdad es que hay cosas mejorables y algunos bugs importantes que están tardando en arreglar. El juego está disponible en español, pero la opción de pronombre neutro está mal traducida, y muchas veces te cambian el género o incluso confunden tu nombre con el de tu difunta pareja. Otras encuentras un personaje al que llaman por el apellido pero luego en la misión usan solo su nombre de pila, cosa que causa bastante confusión. Algunas misiones se quedan marcadas innecesariamente en el mapa, otras se quedan sin completar aunque las terminaste, y ten cuidado al comprar trampas de langosta, guarda antes, pues podría dejarte atrapado el personaje.
Hablar con la gente del pueblo es importante, te dan información sobre peces que conocen y dónde encontrarlos, además de recetas o incluso cotilleos. Algunos te pedirán un platillo concreto a cambio. Apunta en alguna parte quién quiere qué porque no se queda registrado en las misiones. La información que te dan sobre los peces quedará apuntada en tu diario, pero o no en su totalidad (saca otra vez el bolígrafo) o se borrará una vez entregues la pieza en el acuario. Me parece importante tener información más “científica” (¡que son peces inventados!) pero lo que te cuentan los lugareños está interesante y curioso, ¿por qué no sumarlo todo?
Estas, y algunas acciones poco explicadas o mal señaladas que me han hecho creer que se me había bugeado la misión principal, son las que deslucen este adictivo juego de pesca. No destaca por su historia, pero Moonglow Bay es bonito y tiene una larga lista de peces y recetas que farmear, casas y edificios que arreglar, y conversaciones con vecinos que desbloquear. Ahí lo dejo. Sed responsables con vuestro tiempo libre.
Copia de prensa proporcionada por Bunnyhug.
Estudiando para hada madrina, que dicen que para estudiar nunca es tarde. Jubilada de los MMOs. Ahora llevando la magia gamer a las nuevas generaciones.
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