¿Y tú de quién eres?

La fórmula del amor de Life is Strange: True Colors

La fórmula del amor de Life is Strange: True Colors

La saga de Life is Strange va ya por su tercer título. No es para menos pues en el primero tuvieron tremendo éxito. Sin embargo ni el segundo, realizado por Don’t Nod, ni el tercero, del que se ha encargado Deck Nine, han conseguido impresionar a su audiencia de nuevo. Repetir la fórmula ya no es suficiente. Tal vez los poderes no son tan impresionantes, el drama no es tan duro, o no se ha añadido nada nuevo u original. Sea por lo que sea, las críticas y las ventas han sido más templadas. Pero a pesar de esto, el último título, Life is Strange: True Colors, ha sabido ganarse mi corazón como no lo consiguió ningún otro, ni siquiera el primero. Su fuerte se ha centrado en acercarnos a los personajes de forma magistral, con cada elemento de su ser, y en muy pocas horas. Y es un buen enfoque, ya que uno de los elementos que consiguen hacer triunfar a los juegos narrativos es el amor por sus personajes.

En la saga Life is Strange conocemos los sucesos a través de la figura protagonista y su interacción con los demás que también son importantes para la historia. Nos ponemos en su piel, escuchamos su línea de pensamiento, para luego ver cómo nos tratan y decidir cómo responder, con opciones que tendrán en cuenta su carácter. Así podemos empatizar más fácilmente e interesarnos por los sucesos que están a punto de ocurrir. Incluso si la historia nos queda un poco lejos o ajena, notar tan cercano al personaje facilita mucho el quererlo. Deck Nine tiene claro que es importante que amemos a sus personajes para que lo hagamos, por extensión, con True Colors. Tal vez no haya funcionado así la fórmula, pero sí que han conseguido hacer llegar los personajes a quien está jugando. Yo los quiero muchísimo, y todo su planteamiento es perfecto para ello.

Por un lado, tenemos el pueblo donde se desarrolla la historia. Se llama Haven Springs, pero por mí se podría llamar Heaven, porque es el cielo de bonito. Una pequeñísima localidad montañosa de Colorado (EE.UU.) con casitas típicas de principio de los 90, con prácticamente una única calle principal limpia y peatonal, con arriates con flores por todas partes (estamos a finales de primavera, están en todo su esplendor). Y todo esto enmarcado entre montañas con picos nevados y bosques de pinos. Precioso e idílico. Casi todo se va a desarrollar en este lugar tan maravilloso y pequeño donde todo el mundo se conoce y se apoya porque son como familia.

Life is Strange: True Colors - Alex llega a Haven Springs con su petate a la espalda

Esto nos lleva al segundo punto. Nos mudamos a este rinconcito por petición de nuestro hermano, que nos invita a vivir con él porque nuestra protagonista, Alex, necesita apoyo ahora que ha salido del orfanato. Es un lugar tan agradable que hay muy buen ambiente entre las pocas personas que viven allí. Nada más llegar, por ejemplo, la primera vecina que nos presentan, Eleanor Lethe, dueña de la floristería, nos da tremendo abrazo. Cosa un poco incómoda cuando eres introvertida y vienes de un lugar donde has recibido tantos palos, pero se siente bien. Ya quieres a esa señora mayor tan maja. Luego conocemos al casero/empleador de nuestro hermano, Jed Lucan, que está encantado de que nos mudemos allí e incluso podría tener algo de trabajo para Alex. Todos los vecinos nos reconocen y se alegran de vernos, pues conocen a nuestro hermano, el cual es cero reservado, y les ha hablado de su querida hermana pequeña, la cual, por fin, venía a vivir con él. Todo es apoyo y aprecio entre los personajes principales. El cielo, os digo.

Puede que exagere un poco, en unos casos es por aprecio a nuestro hermano Gabe y en otros simple amabilidad, pero antes de que la liemos o lo que sea, el ambiente es bueno y todos ven bien que haya una cara nueva por el pueblo. Pero es que las circunstancias están muy bien traídas. Los locales y puntos de interés están cerca, conocemos a todos casi desde el principio, y más teniendo en cuenta que solo hay un bar, que es donde trabaja Gabe de camarero. Así es difícil no tropezarse con todo el mundo enseguida. Los encontraremos a menudo e iremos estrechando lazos rápidamente. Se van a meter en nuestro corazoncito sí o sí.

Aunque los anteriores títulos conseguían que amásemos a los personajes simplemente con una buena construcción de su personalidad y grandes actores de doblaje, en True Colors han ido un pasito más allá gracias a unos gráficos un poco más realistas, sin salir mucho de su estilo, y al motion capture o captura de movimiento. Que una cara tenga suficientes detalles para que la notes real no quita que luego, cuando se mueva como un robot, se rompa bastante el encanto. Pero con el motion capture es que tienes a las personas ahí delante, hablando y moviéndose de forma tan bien caracterizada, tan real. Tu hermano, tus vecinos, tu personaje, son todos aún más cercanos al ver esas medias sonrisas cuando hacen una broma, ese movimiento de cabeza un poco nervioso cuando hay timidez e inseguridad por tratar con alguien nuevo, o esas manos arriba y abajo para acompañar a algo que te están contando. Con estos detalles todos se notan más cerquita. Aún más.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Y para culminar tenemos el poder de Alex. Como no puede ser de otra manera en un Life is Strange, alguno de los personajes debe tener un don sobrenatural. En este caso, nuestra protagonista puede sentir ciertos estados de ánimo ajenos si son fuertes y ver su aura de un color determinado. Con esto podemos conocer por qué situación están pasando los demás personajes incluso si no quieren contárnoslo. También tendremos la posibilidad de hacerlo con ciertos objetos que hayan recibido mucho cariño o hayan participado en un momento importante para alguien. Así ampliaremos la historia de los que rodean a Alex, los conoceremos mejor, sabremos cómo piensan o por qué han actuado de tal forma, e incluso podremos usar este conocimiento para ayudarlos, estrechando lazos y que no quede en algo meramente unilateral. Es como si escucharas los pensamientos de todos y no solo de tu protagonista.

También hay otros detallitos no tan importantes pero que ayudan a dar sensación de vivir en un pueblito. Por ejemplo, tenemos junto a la típica sección del diario y mensajes de teléfono, un foro solo para las gentes de Haven Springs. Podrás leer noticias, avisos, eventos, se busca, etc. Ver las reacciones de los miembros a estas y cómo se responden entre ellos. Algunos son temas serios, pero otros son muy graciosos, y muestran, una vez más, cómo es la gente que vive aquí.

Y no quiero hablar de la música porque bueno, esta saga siempre trae temazos y creo que es algo obvio, pero voy a hacer hincapié igualmente para que conste. Ayuda muchísimo al ambiente, a situarte en Colorado, EE.UU. A sentir que estás jugando con la gramola junto a un grupo de amigos que adoran estilos más alternativos. Y, os voy a hacer un poquito de spoiler, porque nuestra protagonista sabe tocar la guitarra y tiene momentazos cantando y transmitiendo lo que siente a través de ella. Cuando canta Creep (de Radiohead), una chica que no ha conseguido encontrar a una familia que la adopte, en parte porque se le descontrolaba el poder, y que ahora está en un pueblo nuevo y maravilloso en un momento en el que ella se siente tan rota y fuera de lugar. Yo aquí lloré a moco tendido, de verdad.

Life is Strange: True Colors - Steph y Ryan

Por último, y a lo mejor no menos importante, habría que añadir que, en este título, por primera vez en la saga, podemos tener una relación romántica (acciones y elecciones activas con consecuencias) si queremos. Y me parece obvio dado el enfoque del juego, porque no hay un género donde mejor se trate el acercamiento del jugador a los personajes que en los otomes o visual novels con romance. Si no consiguen que los amemos, entonces ese juego está abocado al fracaso. Y en True Colors podemos optar entre un hombre, Ryan Lucan, o una mujer, Stephanie Gingrich (que ya aparecía en Life is Strange: Before the Storm). Haciendo así que nuestra protagonista caiga en un bi panic de manual a la hora de elegir, porque los dos son maravillosos a su manera. Dificilísimo, os lo juro.

Como podemos ver con este desglose, Life is Strange: True Colors está construido e ideado para que adores (u odies) a los personajes principales. Los llegamos a conocer muy bien en las pocas horas que dura el juego, gracias a las mecánicas mencionadas, por lo que no nos dejarán indiferentes. Puede que en contraste la historia flojee, tal vez el don de Alex no nos impresione, o queramos más drama, pero cuando llegamos al momento en el que nuestras decisiones dan sus frutos nos damos cuenta de lo muchísimo que nos importan las opiniones de estos vecinos de Haven Springs. Deck Nine ha hecho un trabajo excepcional en este aspecto, consiguiendo un juego redondo y que me gustaría jugar de nuevo.

Cómprame un café en ko-fi.com

Azka
Azka @AzkaLaura

Estudiando para hada madrina, que dicen que para estudiar nunca es tarde. Jubilada de los MMOs. Ahora llevando la magia gamer a las nuevas generaciones.

No hay comentarios
Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: