¡Dani Rojas! ¡Rojas! ¡Dani rojas!

Análisis de EA SPORTS FIFA 23

Análisis de EA SPORTS FIFA 23

Hace muchos años que no juego a un FIFA. Tantos, que en aquel momento Internet no era una cosa que se utilizase habitualmente, Playstation no usaba número, y la cifra del FIFA empezaba con un 9. Sin embargo, es un juego que recuerdo con bastante cariño, quizá porque siendo una niña me parecía casi mágico poder manejar a esos jugadores que admiraba en ese momento y al mismo equipo que iba a ver al estadio del mundo real. Quizá movida por esos recuerdos, o tal vez por el hecho de encontrarnos ante un cierre de etapa al ser el último título de la franquicia que vaya a llevar el FIFA en su nombre, lo cierto es que esta temporada tenía bastantes ganas de volver a comprobar de primera mano que EA SPORTS FIFA 23 (con todas sus mayúsculas) seguía siendo ese juego tan divertido que tenía almacenado en mi memoria. Pero con muchos más polígonos, claro.

Como comprenderéis, mis habilidades futbolísticas están, por decirlo de una forma fina, un poquito oxidadas. Algo así como el Titanic ahora mismo, vaya. Y eso me llevó a la primera sorpresa del juego. Cualquiera pensaría que, en un juego con tantos años de recorrido y con una base de jugadores tan fiel, a estas alturas los tutoriales y explicaciones serían algo completamente irrelevante y relegado a una esquinita del menú tan pequeñita que ni sabrías que está ahí. Y lo que sucede es completamente lo contrario. Al iniciar el juego, FIFA 23 me sorprendió con un pequeño partido tutorial que no se conformaba con ser un simple tutorial, sino que además se dedicaba a juzgarte y a calibrar tu nivel de juego, midiendo incluso tu velocidad de aprendizaje. Esto, para la gente que venga de los anteriores, no será más que un simple trámite por el que hay que pasar en cada nueva temporada, pero a mí en menos de diez minutos me dio una vista general y condensada de lo que me iba a encontrar cuando me abriesen por completo las puertas que dan al estadio.

Sam Kerr evitando una entrada

La sensación cuando pasas de ese partido de prueba al menú principal, en el que puedes escoger el modo de juego que quieras, es, ante todo, abrumadora. Hay un montón de modos, tanto offline como online, single player y multiplayer. Todo a tu gusto: para jugar a solas contra la IA, contra tus colegas o contra gente desconocida de Internet. Puedes hacer partidos rápidos, crear tus torneos, participar en algunos predefinidos, o simplemente dedicarte al entrenamiento, porque FIFA no es difícil de jugar, pero sí de dominar. Y más si vas con desventaja de años. También puedes probar suerte con el modo carrera, tanto si quieres jugar como entrenar, y tengo que decir que este modo es, ante todo, gestión de recursos y estrategia pura, con aderezos de fútbol. Además, sorprende bastante el nivel de personalización que puedes tener de tu personaje, que va desde cambiar la ropa a la persona que entrena, a las botas de la que juega, pasando por toneladas de peinados, tipos de piel, facciones, altura, peso, y hasta te puedes poner un gorrito si es lo que quieres. Para que luego digan de Los Sims. Y aunque todos los modos tienen su encanto y proporcionan su tiempo de diversión, el modo estrella de FIFA 23 es, como en los años anteriores, el FIFA Ultimate Team. El FUT, para los amigos. La colección de cromos, la gestión para conseguir el mejor equipo de todo Internet, los partidos y el gustito que da abrir sobres son la mezcla perfecta para seguir manteniendo año tras año a todo el mundo, a pesar de las quejas, durante 300 horas. Y encima, con una app companion para el móvil, para que puedas gestionar tu equipo en cualquier momento sin tener que estar ante el PC o la consola.

La gente más aficionada a esos FIFA anuales tal vez se queje de la ausencia de novedades. Si bien es cierto que tiene unas cuantas bastante buenas, lo cierto es que en cómputo general se quedan un poco escasas, quizá por querer reservar los cambios más espectaculares para que el cambio de nombre luzca más el próximo año. Una de las más importantes es el crossplay multiplataforma, que llevaba años pidiéndose, aunque ha llegado con una decisión un tanto extraña: en el modo Clubes Pro no está disponible. Aquí es donde más necesario parece, siendo un modo en el que necesitas a 11 personas para formar tu equipo y es bastante difícil que tu grupo de amistades, o simplemente un grupo tan grande, juegue en la misma plataforma. También han mejorado sus gráficos, sobre todo en su versión de PC gracias al cambio de motor, y han empezado a dejar caer alguna que otra noticia de modos nuevos que se irán implementando (el Mundial de Qatar, concretamente). Y, por último, han añadido al mejor entrenador del universo: Ted Lasso. Por supuesto, con su equipo, el AFC Richmond, y todas sus estrellas, como Dani Rojas, Roy Kent, Sam Obisanya o Jamie Tartt (tutururuturu).

Jugadoras del City abrazándose

Una cosa que todavía echo de menos, y que por suerte sé que está cambiando (lentamente, pero lo está haciendo), es el nivel de relevancia de los equipos femeninos. Si bien aparecen desde el minuto uno, incluso con Sam Kerr en portada, y ya se puede considerar un muy buen trabajo el que llevan hecho, lo cierto es que todavía queda un empujoncito más para dejar de ser “la plantilla de relleno”. Que está bien la posibilidad de jugar con ellas el Mundial Femenino y alguna liga, pero aún falta mucho para reclamar el puesto que también se merecen, y de paso poder jugar con la sección femenina en todos los modos disponibles. Tal vez esa sea la intención en EA Sports FC, el próximo título, así que seguiremos esperando mientras vamos avanzando, poquito a poquito.

FIFA 23 me ha sorprendido para bien, incluso mucho más de lo que esperaba. Si bien el juego está centrado principalmente en el FUT, lo cierto es que toda la parte single player es igual de divertida (o incluso más), y lo único malo es que se note tanto que no es la parte que a EA le interesa que juegues durante más tiempo. Una pena, porque tienen una buena base de la que partir, pero si centran todos sus esfuerzos en el FUT, al final acaban lastrando el resto del juego, por muy bueno que sea. Quizá la próxima vez sea la definitiva y esté todo un poco más nivelado, pudiendo intercalar el single y el multiplayer a tu gusto sin que te empujen hacia ninguno, aunque no se puede decir que no puedes divertirte durante horas. Ya sea con cromos digitales, con tu carrera como futbolista o entrenando, o con simples partidos rápidos en los que tienes que preocuparte de muy poco. Y, bueno, como plus, ser Ted Lasso me ha parecido una experiencia muy bonita. Football is life.

 

Clave de prensa proporcionada por EA.

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Nix

I run on coffee, sarcasm and lipstick. Hace años le vendí mi alma a Bioware y me convirtieron en la Shadow Broker. Tengo un papelito que dice que soy N7, pero no quieren darme mi propia nave. Me gusta llevarle la contraria a la gente y por eso soy una Inquisidora enana y pelirroja.

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