Mucho ninja pa tan pocas balas
Análisis de Wanted: Dead

14/02/2023 | Nix | No hay comentarios
Durante el Tokyo Game Show de 2021 se dio a conocer por primera vez Wanted: Dead. Este, con un tráiler protagonizado por una señora con una katana, pistolas y un brazo robótico, se abrió un hueco de forma directa en mi lista de juegos a tener en cuenta en su lanzamiento. Además, tenía detrás a nombres ya conocidos de la industria, como Hiroaki Matsui o Yoshifuru Okamoto, quienes podemos asociar a Ninja Gaiden o Dead or Alive, y por lo que podríamos asegurar que al menos nos encontraríamos a gente que sabe lo que hace. Sin embargo, el nombre que más me llamó la atención fue el de su directora creativa, Stefanie Joosten, a quien quizá conozcáis bastante más por su papel de Quiet, la señora a la que Kojima no le quiso dar una rebequita. Y a quien podremos ver en el propio juego en el papel de la armera rodeada de 12 gatos, Vivienne Niemantsverdriet.
En un principio, lo que podemos ver en el tráiler es una mezcla entre shooter y slasher, con acción frenética y, sobre todo, mucha sangre. Tanta, que en algunas ocasiones incluso aparecerá un cartelito de censura. Y esto es precisamente lo que me hizo interesarme por él, la sensación de ser un juego al que, si todavía fuese adolescente, estaría haciéndole la ola y dando palmas por la cantidad de violencia gratuita que proporciona. Cosa que es justo lo que pretendía su desarrolladora, quien define a Wanted: Dead como una carta de amor a la sexta generación de consolas. Y ahora, después de haberlo jugado, tengo ciertas opiniones sobre ello.
La historia que nos cuenta Wanted: Dead comienza presentándonos a Hannah Stone, una ex-militar criminal de guerra que ha sido reintegrada en la sociedad como la teniente de un nuevo escuadrón de la policía, la Unidad Zombi. Dicho escuadrón también está formado por otros tres miembros: Arnold Herzog, Alexander “Doc” Flotsky y Manolo Cortez (sí, de verdad, Manolo), quienes nos acompañarán en nuestras diferentes misiones. El juego comienza situándonos en el ataque a la sede de Dauer Synthetics por lo que creemos que es un grupo armado desconocido. Dauer es conocida por sus sistemas de seguridad y su tecnología cibernética, la más utilizada en Hong Kong, contando incluso con la utilización de androides para los trabajos más complicados. El problema es que, tras ese ataque, los androides comienzan una rebelión, y a medida que vayamos avanzando en el juego destaparemos una trama de conspiraciones que nos llevarán más allá de los tiroteos y el loncheado de enemigos. Como veis, la trama no es algo sesudo con varias capas de profundidad, ni lo pretende, simplemente es lo suficientemente entretenida para mantenernos jugando y para que le cojamos cierto cariño a nuestro equipo. Y, sobre todo, para molar. Para qué más.
El diseño general de los niveles recuerda al que nos podíamos encontrar en la época de PlayStation 2, con mapas generalmente planos y consistentes en pasillos por los que vamos avanzando mientras vamos eliminando a todos los enemigos que nos vamos encontrando. A veces encontramos una escalera hacia arriba o hacia abajo, o una pequeña habitación semiescondida en la que podemos recoger un coleccionable para, justo después, darnos la vuelta y seguir avanzando por el camino principal. Todo es muy lineal, a excepción de la propia comisaría, en la que, al ser más bien algo similar a una zona de descanso, tenemos acceso a diferentes niveles y zonas en las que entrenar nuestras habilidades, y en la que podremos pasearnos y hablar con nuestros compañeros, o incluso participar en los minijuegos que iremos desbloqueando a medida que va avanzando la trama. Por suerte, que sea lineal nos ayuda a no dejarnos nada atrás, y es que es un título en el que es extremadamente fácil conseguir el 100% de los coleccionables.
Si bien es cierto que Wanted: Dead está definido por ser un shooter/slasher, no podemos negar que bebe bastante del diseño de los antiguos beat ‘em up en los que íbamos avanzando por pasillos muy delimitados y teniendo que eliminar absolutamente a todos los enemigos. No, correr aquí no es una opción y si no matamos hasta al último ninja, no se abrirán las puertas para seguir avanzando. Creedme, lo he intentado. Esto se hace un poco problemático cuando activamos sin querer la aparición de demasiados enemigos a la vez, y en ese caso sólo nos queda una posibilidad: aprender a gestionar. Bueno, o dos, si contamos la posibilidad de morirnos. Por suerte, no habrá que completar el mapa desde el principio, porque también hay multitud de checkpoints con forma de drones que nos harán reiniciar el combate desde la zona anterior. Y, de paso, nos rellenarán los bolsillos de balas y curas. Y creedme, vais a necesitar muchísimas balas.
Aquí es donde vienen los mayores problemas del juego. En el combate cuerpo a cuerpo contra los soldados rasos es donde podemos lucirnos. En un principio quizá nos cuesten, hasta que nos aprendamos los combos (o aprendamos a aporrear botones hasta que salgan), y en cuanto lo hacemos comenzaremos a ejecutarlos de mil formas diferentes, cortándolos a trocitos, disparándoles o, si nos encontramos alguna, cortándolos con una motosierra. Sin embargo, como en cualquier juego de este tipo, también tenemos ciertos enemigos “de élite”. En este caso, diferentes tipos de ninjas con katanas y un señor con un mecha pequeño que es como un dolor de muelas. La pega que tienen estos enemigos es que absorben muchísimo daño. Los soldados normales tienen cierto aguante a las balas, aunque no se complica la cosa, pero a estos ninjas cyberpunk podemos vaciarles un par de cargadores de una ametralladora en la cara, y tendremos por seguro que no van a morir. Hay que encontrarles el truco, pegarles como una rata cobarde, o conseguir buguearlos de alguna forma para que no molesten tanto, porque encima ellos nunca vienen solos. Y creedme, no queréis tener a tres ninjas pisándoos los talones. Ni siquiera siendo Hannah Stone.
Otro de sus problemas también viene relacionado con el combate, porque vale, podemos llegar a aceptar que los enemigos sean unas esponjas de balas. Me parece que es un mal equilibrio del juego y aumenta su dificultad de forma artificial, pero bueno, no es el primero que lo hace. La cosa es que cualquiera creería que, ya que matamos a tanta gente, todos acaban soltando su arma y tendremos balas por doquier, pero la realidad nos dice que no, que las balas son un bien escasísimo y que más nos vale guardarlas para cuando realmente nos hagan falta. Más de una vez he tenido que completar una zona sin nada más que la katana y la pistola de los combos, que la pobrecita sirve prácticamente solo para dar un susto al enemigo, por lo que también tuve que depender de la caridad del resto de los miembros de mi equipo. Y aquí tenemos otro de los problemas. La IA de los enemigos es, como el diseño de niveles, acorde a lo que esperaríamos en PlayStation 2. Y, por supuesto, la de tus compañeros es exactamente la misma, así que si esperáis que vengan a salvaros el culo, no es algo que vaya a suceder. Es más, ver un tiroteo entre equipo y enemigos es como ver el logo del DVD rebotando por la pantalla.
Sin embargo, hay algo que me ha tenido enganchada como una idiota durante horas: los minijuegos. Claramente inspirados en los de la saga Yakuza, son exactamente igual de entretenidos. Por un lado tenemos las típicas máquinas de conseguir objetos con un gancho. Ahí podremos sacar coleccionables como las figuras de los personajes del juego, de otros minijuegos, o incluso desbloquear canciones para el karaoke o el ramen. El karaoke nos pondrá a prueba a dos voces, aumentando la cantidad de botones que debemos presionar a la vez y utilizando todo el mando, mientras que el minijuego del ramen es como una versión más ligera en la que tendremos que ir comiendo y pulsando los botones al ritmo de la canción que esté sonando. Por si os lo preguntáis, sí, es posible sacar 0 puntos. Por último, pero no peor, también podremos pasar nuestro tiempo en una máquina recreativa, la de Space Runaway, un juego creado para Wanted: Dead pero que les acabó gustando tanto que ahí lo tenéis, disponible gratis en Steam.
Wanted: Dead es un juego divertido, pero que al mismo tiempo necesita ciertos ajustes para que acabe gustando a mucha gente. Sus reminiscencias a la saga Yakuza, mezclando los temas más serios con su parte más mamarracha juegan a su favor, y quizá el parche de lanzamiento anule todas mis quejas, ya que son muy fáciles de arreglar para que se mantenga en el boca a boca como el juego divertido y sin pretensiones que han querido hacer. Mientras tanto, y ya que tengo que esperar, yo me voy a ver si Stone tiene novia.
I run on coffee, sarcasm and lipstick. Hace años le vendí mi alma a Bioware y me convirtieron en la Shadow Broker. Tengo un papelito que dice que soy N7, pero no quieren darme mi propia nave. Me gusta llevarle la contraria a la gente y por eso soy una Inquisidora enana y pelirroja.
Etiquetas: años 80, acción, Acción y aventura, aventura, buena trama, ciberpunk, combate, disparos, Disparos en tercera persona, Distopías, Espadas, hack and slash, historia alternativa, Inteligencia Artificial, Lineales, protagonista femenina, Rol de acción, Tercera persona, tiempo bala, un jugador