Primeras impresiones Circle of Kerzoven

Los juegos de gestión de ciudades me gustan mucho. El ir desarrollando todo poco a poco hasta que la población queda en un equilibrio y la ciudad funciona sola es muy satisfactorio. Por eso tenía que probar esta demo de Circle of Kerzoven, un gestor con un toque diferente según lo que nos avanza el equipo detrás del mismo y que este 30 de mayo va a lanzar su campaña de financiación por Kickstarter.

Esta demo es muy breve y está limitada a un solo mapa. Aquí seremos responsables del desarrollo de un asentamiento siguiendo los parámetros típicos de estos juegos. Lo que llama la atención es el foco en la población. Si bien no es complicado encontrarnos a gente con nombre, rutinas y gustos en estos juegos, aquí tendremos mucha atención al detalle. No sólo conoceremos cómo se llaman, sino que tener a la persona contenta y con sus necesidades cubiertas será lo que determine que avancemos al siguiente estadio de desarrollo. Además de esto, habrá una serie de rasgos que podrá heredar su descendencia y que afectará a la adaptabilidad de la población al entorno.

Porque donde destaca Circle of Kerzoven es en que deberemos mantener una buena relación con el entorno natural. Dentro de esta relación, está el hecho de que los animales podrán robarnos recursos, pero sólo si descuidamos nuestros almacenes de comida y se acercan a curiosear y picar algo. Podremos poner vallas que les impidan el acceso, aunque en mi partida el porcentaje de robos no ha sido significativo.

Eso sí, los que sí podemos causar un impacto significativo en el medio somos los humanos. Si no tenemos cuidado, podremos diezmar las poblaciones de los distintos animales del ecosistema, o quedarnos sin árboles y otros recursos naturales por sobreexplotación (algo que puede sonarnos un poco por desgracia). Si en otros juegos no tener un buen control sobre la población puede llevarnos al paro y descontento ciudadano, aquí deberemos vigilar y tener un extra de cuidado. Porque si los animales se pueden reproducir, los humanos también y podremos ver cómo, de golpe, nuestra controlada comunidad se ha disparado.

Algo que me ha llamado la atención de esta prueba es que el desarrollo de nuestro poblado no va ligado al avance científico-tecnológico como en otros juegos. Al menos de la forma que solemos ver. Avanzaremos de estadio en el momento que una persona tenga cubiertas una serie de necesidades: un techo donde dormir, comida en abundancia, etc. Al pasar de nivel, desbloquearemos nuevos edificios que nos permitirán obtener mejoras: prendas más elaboradas que una piel, una cabaña con más capacidad que una choza de paja, un sitio donde socializar y mucho más. A medida que tengamos acceso a edificaciones más complejas, las necesidades de la gente también lo serán y deberemos progresar para cubrirlas. Es decir, nuestro avance no mejora la calidad de vida de la población sino al revés: al aumentar la calidad de vida, podemos progresar como asentamiento. Un pequeño matiz muy importante que le da una pequeña vuelta de tuerca a lo que solemos tener en los gestores de ciudades.

Esto, junto con el obvio mensaje de preservación de la naturaleza que tiene el juego, nos plantea una situación donde nuestro objetivo no es tener la ciudad más grande y avanzada que domine sobre el resto, sino mantener unas buenas relaciones con el medio y el resto de nuestros vecinos. En esta demo, no hay ninguna opción que permita un trato agresivo con estos, sino que todo se basa en la diplomacia. De la misma forma, no hay opciones de desarrollo de armas, dejando más claro todavía el mensaje de Circle of Kerzoven.

Entre las opciones que nos da el juego para establecer relaciones con las poblaciones vecinas está el pedir permiso de paso por las tierras como una opción. Esto es relevante porque cuando nuestra población crezca, lo mismo será el momento de buscar nuevos horizontes y expandirnos a otros territorios. Y de paso conseguir nuevas fuentes de recursos, necesarias para nuestro avance.

Es respecto al avance donde más se nota que estamos ante una demo de una alfa, más cercana a la prueba de concepto que al material final. Lo más engorroso de lo que hemos podido probar es guiarse por experiencias previas en gestores de ciudades para saber qué necesitamos. O probar pestaña a pestaña todas las opciones de los menús hasta dar con la correcta.

Los menús son otro de los puntos donde falla el juego, porque aunque de forma individual son solventes, se echa en falta una visión de conjunto, donde poder conocer el estado general de las edificaciones, por ejemplo. Al menos podremos aumentar el tamaño de la interfaz a nuestro gusto, permitiéndonos ver mejor los menús.

En cuanto al apartado gráfico, Circle of Kerzoven sigue un enfoque low poly que permite identificar fácilmente los distintos tipos de recursos y tiene un buen rendimiento. La música, como la mayoría de juegos de esta clase, está de fondo y poco más. Si jugamos sin volumen tampoco se notará tanto, pues los efectos de sonido tampoco son relevantes. Por cerrar el apartado técnico, el juego actualmente está disponible en inglés y alemán, pero dentro de las opciones de idiomas encontraremos bloqueados el español y el portugués, por lo que es esperable una futura actualización, probablemente según se dé el desarrollo del Kickstarter.

Aunque le quedan algunas cosas que pulir, Circle of Kerzoven plantea suficientes ideas sobre la gestión de ciudades como para no perder de vista el Kickstarter que saldrá el 30 de mayo y seguir los avances que se hagan en el proyecto. Porque conviene apostar por juegos que planteen enfoques diferentes, como es vigilar nuestra relación con el entorno y basar el progreso de nuestro asentamiento en que la población esté feliz y sus necesidades cubiertas.