Análisis de Return to Grace

Los walking simulator son un género que me fascina. Primero, por esa capacidad de conseguir que vivamos una historia a través de un paseo por un lugar aparentemente vacío, y también por la manera en la que nos enfrentamos a ese espacio, con apenas dos mecánicas. Return to Grace consigue ambos objetivos de manera muy efectiva, creando un ambiente e historia interesantes.

Este título nos traslada a Ganímedes, uno de los satélites de Júpiter y el más grande del sistema solar. En este lugar se estableció un lugar de peregrinación para adorar y plantear sus deseos e inquietudes a una deidad de inteligencia artificial llamada Grace. Sin embargo, se desconectó hace varios años y la arqueóloga Adie Ito va en busca de respuestas a este lugar. A lo largo de dos horas y media de juego, iremos descubriendo los misterios de este lugar, así como los fragmentos de personalidad (y las posibles combinaciones) de esta IA, que nos ayudarán a superar los retos que nos vayamos encontrando mientras exploramos. Habrá tres básicas (empatía, lógica y control) y se mezclarán entre ellas para conformar nuevos fragmentos de Grace. Cada una de ellas nos ayudará a resolver puzles, acceder a ciertas zonas o incluso nos plantearán maneras diferentes de superar un problema. 

La mecánica más distinta que nos podemos encontrar es la de hackear unas cápsulas para poder acceder al audio que contienen. Tendremos que girar con el joystick sobre la superficie del comunicador hasta que consigamos llenar el indicador de señal que aparece a la izquierda del mismo. Tendremos opción de pedirle a una de estas IA que resuelva el puzle en vez de Adie, algo bastante práctico por si nos atascamos en algo concreto, o preferimos centrarnos en la historia más que en estos elementos interactivos.

El gameplay es muy sencillo: solo necesitaremos el joystick del mando y pulsar uno de los botones para realizar una acción, desde abrir una puerta hasta manejar un panel iluminado, o deslizarse por un hueco. Tendremos además la opción de usar una linterna en determinadas zonas. Un objeto que será útil puesto que nos adentraremos en pasillos oscuros y en zonas mal iluminadas durante gran parte del juego. Además, esta falta de luz, alguno de los ruidos que escucharemos y las voces de las IA nos tendrán en tensión durante algunas escenas.

Precisamente una de las cosas que más lograda está en Return to Grace es esa sensación de soledad y de desamparo. Estaremos solos en nuestro paseo, con unas voces acompañándonos, y la inquietud de que algo malo ha ocurrido, pero no sabemos el qué. Los vestigios que vamos encontrando en todas partes nos dan alguna pista, pero hasta el final del juego no sabremos qué ha pasado. Ese es uno de los encantos de este título, que busca mantenernos en tensión, sin encontrar ninguna respuesta a las preguntas que nos vamos planteando. 

Otro de los grandes aciertos de este título es su diseño. Los escenarios son evocadores y variados: desde habitaciones de maquinaria hasta una capilla, pasando por diferentes diseños futuristas como los de las estancias donde se alojaban los peregrinos o de una sala de turbinas. Diseños retrofuturistas, muy coloridos, sacados de los años sesenta, que no desentonan en ningún momento y que nos meten de lleno en este misterioso lugar de peregrinaje. También el diseño de audio es impresionante, especialmente los de las diferentes IA que interactuarán con la protagonista a lo largo del juego.  

El título está totalmente en inglés, con subtítulos en el mismo idioma, pero es muy sencillo de entender. No hay palabras excesivamente difíciles y, en general, es un inglés muy accesible. Sin embargo, jugar un título totalmente en inglés puede ser complicado para mucha gente, y la ausencia de subtítulos en otros idiomas puede hacer que personas interesadas en este tipo de títulos no juegue a Return to Grace. Al ser un equipo pequeño de desarrollo es difícil añadir esta clase de opciones, pero creo que es algo que tendría que plantearse en una futura actualización. 

Su duración, además, cercana a las dos horas y media, es un punto muy positivo a favor del juego. Hay dos finales diferentes, dependiendo de a quién hagamos caso, lo cual es un aliciente importante si queremos explorar otras opciones de diálogo, o elecciones que nos proponen nuestros acompañantes. Sin embargo, rejugarlo se hace algo pesado puesto que, a excepción de unas escenas concretas donde tendremos que tomar decisiones, lo demás es totalmente igual. Tampoco tendremos opción de guardar en espacios de guardado distintos, lo que no nos permitirá volver a esas decisiones concretas para ver qué pasa. Es obligatorio volver a jugarlo entero para desbloquear los distintos caminos que nos proponen las IA. 

Por último, el juego no plantea opciones de accesibilidad como tal pero sí un gran abanico de posibilidades para regular, en primer lugar, la calidad de los gráficos del juego. Una opción que permite que tanto PCs potentes como ordenadores con tarjetas gráficas más modestas puedan disfrutar de los escenarios. También permite regular el volumen maestro por un lado y el resto de efectos, sonidos y voces por otro, lo cual se agradece puesto que muchas veces los diferentes volúmenes están descompensados y es difícil poder alcanzar un equilibrio.

En general, a pesar de ser un juego corto, Return to Grace es entretenido, lleno de incógnitas, misterios y varias IA con personalidades muy dispares, que harán que nos preguntemos constantemente qué pasó en esta estación humana y por qué Grace desapareció.