Besa mi brillante culo metálico
Análisis de Armored Core VI: Fires of Rubicon

11/09/2023 | Nix | No hay comentarios
Recuerdo perfectamente el tráiler con el que se anunció al mundo Armored Core VI: Fires of Rubicon. Yo, como mucha otra gente, me subí a la silla en cuanto vi el logo de Bandai Namco y un escenario en llamas del que se reconocía perfectamente su pertenencia a From Software. Sin embargo, había algo que no encajaba, porque lo que se mostraba no era el tan ansiado DLC de Elden Ring, título con el que sigo completamente obsesionada. Lo que se mostraba eran páramos nevados, fuego y robots gigantes. No puedo negar que, en ese momento, sentí una punzada de decepción derivada de mis propias expectativas, y que a pesar de que lo que vi en ese tráiler me pareció muy impactante, no conseguía ocupar esa zona de mi pensamiento que estaba reservada para From Software. No obstante, poco después, siguiendo el curso normal del marketing en los videojuegos, apareció un nuevo tráiler, esta vez dejándonos ver un gameplay más que espectacular y unos combates increíbles. Y caí. Vaya que si caí. From Software había decidido recuperar uno de sus antiguos buques insignia (de nicho, pero insignia), y quería hacerlo a lo grande, combinando su experiencia con la saga y todo lo que habían aprendido hasta ahora con los souls. Y así comenzó nuestra aventura en Rubicon 3.
La historia comienza, como suele ser común en los juegos de esta desarrolladora, soltándonos en medio de la nada sin prácticamente darnos ningún contexto sobre lo que está sucediendo. Nuestro personaje, permanentemente adherido a un Armored Core en cuanto a jugabilidad se refiere, es enviado a Rubicon para tratar de conseguir un carnet que nos permita ejercer como mercenarios, en una misión en la que nunca fue tan difícil darse de alta como autónomo. Poco a poco, a medida que nos van dando datos por aquí y por allá, principalmente en forma de conexiones de radio, iremos descubriendo que hace años existía una sustancia llamada Coral y que, tras un desastre a escala gigantesca, todo se quemó y acabó con dicha sustancia por completo. O eso se creía, porque los últimos reportes indican que se ha vuelto a encontrar en Rubicon, lo que revoluciona tanto a mercenarios como a megacorporaciones. Dejando los spoilers de lado, quizá ya hayáis reconocido algún que otro detalle que lleva el sello de la narrativa de From Software y ciertos elementos comunes, pero no os preocupéis, porque en este caso no tendréis que remover cada piedra para descubrir qué está pasando. Armored Core VI contiene una trama mucho más lineal y fácil de seguir para que nos centremos en lo realmente importante: las peleas de mechas.
Por norma general, lo que nos vamos a encontrar es una sucesión de misiones con indicaciones concretas de qué hay que hacer en cada momento, contando incluso con señalizaciones que nos indican a dónde ir. Armored Core VI no tiene un mundo abierto, sino zonas de mayor o menor extensión delimitadas para que no podamos irnos por ahí a perder el tiempo. Y dichas zonas son las que se pueden considerar como los propios combates. Por un lado, estarán las de los enemigos más básicos, sin una dificultad extrema pero con la suficiente variedad como para que no se convierta en un proceso mecánico, sino que disfrutemos del camino. Por otro lado, nos encontraremos con los imponentes jefes, porque no creeríais que todo iba a ser tan sencillo y limitado a hacer recados.
Como ya hemos visto en algún que otro título anterior, además de los combates en sí, también tendremos jefes reconvertidos en puzles o misiones fragmentadas, con sus pros y sus contras. Un jefe normal, como puede ser el primero que nos encontramos en lo que sería el propio tutorial (también conocido en esta casa como “la cuota de autónomos”), tendrá su combate completo a partir del punto de guardado que está justo antes de su aparición. Este jefe, además, quizá es el que se pueda hacer más cuesta arriba al tener que hacerlo con la configuración base del Armored Core, porque en el resto existe la posibilidad de cambiar piezas y armamento para adaptar el mecha a las necesidades del momento. Pero en otras ocasiones nos encontraremos a otro tipo de jefe, uno con el que vamos acabando fragmento a fragmento, avanzando poco a poco entre puntos de guardado. Esto hace que en parte sea más sencillo, pero nos evita el tedio de hacer una misión completa cada vez que tengamos que pegarnos con el último tramo y nos mate irremediablemente. Y aquí precisamente es donde tenemos lo único reprochable que veo en este juego: si nos atascamos en un jefe (o su fase final) y tenemos que apagar la consola o el PC (cosas que tiene la gente, que duerme, estudia, trabaja y esas tonterías), la próxima vez que vayamos a ese combate tendremos que pasarnos la misión entera desde el inicio. No hay punto de guardado que valga, una vez que salimos de la misión, estamos fuera.
El hecho de tener que pensar muy bien a qué nos vamos a enfrentar en la siguiente misión hace que la personalización del Armored Core sea casi lo más importante del juego. Como cuando en otros títulos tenemos que cambiarnos la armadura, pero mucho más enfatizado. El hecho de llevar una metralleta o, por el contrario, un láser, puede ser decisivo en el combate. Tener más velocidad o una forma más rápida de esquivar es incluso más importante que nuestras propias habilidades. Llevar un mecha de color rosita puede hacer que nuestro enemigo sienta temor y podamos atacarle de forma más contundente. Vale, eso no es cierto, pero sí lo es que, además de poder cambiar casi todas las piezas de nuestro mecha para conseguir la mejor build para cada zona o jefe, también podemos modificar la pintura de la carrocería para darle el color o colores que más nos gusten, con diferentes estampados o incluso pegatinas de todo tipo. Que una cosa es ser un robot imponente y otra no tener estilo. Eso sí, recordad hacer todos los cambios antes de entrar en la misión, que luego pasa lo que pasa.
Armored Core VI: Fires of Rubicon es un título que me ha sorprendido gratamente, dejándome disfrutar como una niña pequeña de peleas espectaculares, enemigos gigantescos y ese picorcillo de “una más, que ahora seguro que lo consigo”. Quizá el público más fan de la saga desde sus orígenes tenga otra opinión, o no, pero por mi parte puedo considerarlo un buen inicio tanto a dicha saga como al propio género del juego. Se hace tan divertido que no sería extraño que haya bastante gente que después del Armored Core VI decida irse a por los títulos anteriores, o incluso se dé un garbeo por Titanfall o Ace Combat (que tienen más en común de lo que parece). Y, quién sabe, quizá estemos viendo el nacimiento de los “armoredlike”, porque a pesar de no ser los pioneros, no se puede negar que en From Software están teniendo su mayor tiempo de fama. Y con razón.
I run on coffee, sarcasm and lipstick. Hace años le vendí mi alma a Bioware y me convirtieron en la Shadow Broker. Tengo un papelito que dice que soy N7, pero no quieren darme mi propia nave. Me gusta llevarle la contraria a la gente y por eso soy una Inquisidora enana y pelirroja.
Etiquetas: 3D, acción, Acción y aventura, Banda Sonora, bandai namco, ciencia ficción, combate, combate con vehículos, De ritmo rápido, Difíciles, from software, Futuristas, Mechas, Militares, multijugador, Personalización de personajes, Posapocalípticos, Robots, Tercera persona, Tipo «Dark Souls», un jugador