Princess Maker 2

Había una vez en un reino muy lejano un caballero que derrotó a una terrible horda de demonios encabezada por el mismísimo Lucifer.
Y los dioses le bendijeron con la paternidad por ello. Bendijeron por decir algo…

Te doy la bienvenida al PRINCESS MAKER 2

Princess Maker 2 es la secuela de un juego con el mismo título que la compañía Gainax editó en 1993. Tuvo otras secuelas que no han alcanzado a ésta ni en popularidad ni en calidad. Lamentablemente en España no lo llegamos a disfrutar pero no cuesta nada encontrarlo para emulador traducido al inglés.

El argumento en sí no tiene demasiada complejidad: encarnas a un poderoso guerrero a quien los dioses han encomendado el cuidado y educación de una pequeña bajada del cielo (literalmente), Olive. Tu única responsabilidad es criar a esa niña desde los 10 años hasta que cumple la mayoría de edad, momento en que el juego termina y Olive elige “un futuro para ella”.

Dicha elección depende de 4 estadísticas: reputación como mago, como guerrero, social y como ama de casa, que son simples reglas de tres de otras (la estadística de reputación social es una media entre arte, conversación y decoro, la de ama de casa de cocina, limpieza y temperamento y las de mago/guerrero de su habilidad, ataque y defensa sea a espada o magia).

Algunos finales especiales se apoyan también en otros porcentajes que el juego te muestra (constitución, fuerza, inteligencia, refinamiento, carisma, moralidad, fe, pecado y sensibilidad).
Depende de los lugares en que la pequeña trabaje/estudie ganará o perderá ventajas y habilidades.

Fácil ¿no? Pues no.

Aquí entra lo que hace que el PM2 sea un juego único: LAS VARIABLES.

De entrada debes escoger (aparte del nombre de la pequeña, que puede editarse):

-Su fecha de cumpleaños. De su “Dios patrón” dependen sus habilidades iniciales y alguna cosa más.
-Tu fecha de cumpleaños y edad.
-Su grupo sanguíneo (ya sabéis que en Japón creen que eso condiciona el carácter) que además de hacerla más o menos rebelde cambiará las puntuaciones de vuestra princesa CADA MES (si cogéis tipo A gana 2 de sensibilidad al mes, pero también 2 de estrés… el tipo B pierde 2 de carisma…) y eso no te lo explica nadie. Las advertencias son para débiles y la paternidad es muy sufrida.

Pero Gainax, en un arranque de generosidad te pone a un aliado en el juego, Cube, el demonio criado de la familia que ayudará a tu valeroso caballero a mantener a la niña en cintura, vigilándola cuando se porta mal, rescatándola cuando está en apuros y velando por su moral cuando estás harto y quieres casarla con el primer comerciante que te la pida (que pasará, ya lo creo que te pasará).

Una vez comenzada la partida jugaremos siempre en tres escenarios:

–La habitación de Olive.

Es donde interactúas con ella. Cada mes te permite hacer una cosa: charlar, darle dinero o reñirla. Elige bien.

Una vez tenemos a nuestra vástaga lista es el momento de montarle el calendario cual buen padre responsable. Dicho calendario se divide en 3 grupos de 10 días cada uno y debemos marcar qué hará Olive durante cada uno de ellos.

Trabajar da dinero. Estudiar cuesta dinero. Olive se estresa.

La parte “Olive se estresa” es importante. Cuando se estresa deja de estudiar (semana perdida), no quiere trabajar (semana perdida y sin dinero), te roba dinero y se lo gasta, enferma y se queda en cama o incluso la detienen.
Si no quieres que más que como una princesa tu niña acabe como El Vaquilla mantén.el.estrés.a.raya.

Lo que (particularmente) más me gusta del juego es que puedes controlar también la dieta de la niña. Darle de comer mucho es caro, pero acaba con buena constitución, trabaja más, se estresa menos… y no le entran los vestidos bonitos.
Darle de comer poco (e incluso ponerla a dieta) hará que entre en lujosos vestidos de seda, o ropajes variados y sexis que le darán carisma, encanto… y mala uva. Aparte de que la enfermará cualquier cosa.

¿Trabajos? Muchos y variados. Desde la granja, a la iglesia, pasando por la peluquería o el bar de dudosa reputación. Se irán desbloqueando a medida que la joven vaya haciéndose mayor. Cada trabajo le dará una habilidad (o varias) y le quitará otras.

¿Escuela? Sale rentable. Olive aprende cosas, y salvo un par de excepciones no pierde puntos en ningún sitio. Pero es cara. Y cada vez más. Olive podrá estudiar desde magia, a pintura, pasando por protocolo y lucha después de pasar por caja.

Algo que solo puede hacerse también una vez por mes es “ir a palacio”. En palacio Olive charlará con la gente para ganar popularidad, teniendo en cuenta que, para poder hacerlo, necesitas tener alta una habilidad (sea, el carisma, el temperamento, el refinamiento…), según el personaje con el que hables.
(Atención al personaje que sólo aparece en el mes de enero).

Lo que maravilla de este juego es que no importa las veces que juegues. Olive es distinta. Siempre es distinta. A veces más risueña, a veces más rebelde. Mas soñadora, impertinente… algunas veces la aterrorizan los monstruos, otras se ríe contándote cómo les ha machacado.

Y tu relación con ella también lo es. Dependiendo de su estrés, educación, stats, las veces que la riñes/llevas de vacaciones… el ánimo de la princesita hacia ti fluctuará desde el odio, insultos y pataletas al amor incondicional y las fiestas por tu cumpleaños. Aunque ojo con el cariño, no vaya a ser que acabes casado con ella.

A medida que la historia avanza también aparecerán personajes de lo mas dispar llamando a la puerta de tu casa: rivales que desean retar a Olive a duelo, pretendientes dándote dinero por ella, padrinos “mágicos” (cuatro en total, uno por habilidad) que subirán sus puntuaciones y le regalarán cosas, pitonisas, etc.

–El festival de la cosecha.

Es algo que pasa una vez al año. Es el lugar donde la pequeña va a lucir sus habilidades. Tienes el de lucha, el de cocina, el de baile y el de pintura. Puedes apuntarla a participar en uno al año. Ganarlo significa dinero y mejorar la puntuación en la reputación que el concurso tenga asignada. Si Olive tiene un “rival”, ¡será el momento de humillarlo! También te dan un regalo. No hay más.

–Los mapas de aventura.

Hay cuatro: el prado, el desierto, los lagos y el glaciar. Ahí controlaremos a Olive en un minijuego tipo gameboy noventera para que luche contra bichos y viva aventuras. Y vaya si las vive.

Años he tardado en descubrir todos los secretos que ocultan dichos mapas. Años. “Si acampas aquí, Lucifer aparece por la noche y si la niña no tiene mucho pecado le sube una habilidad a cambio de llevarse parte de su moral… si tiene mucho pecado se va de copas con él SIN PROBLEMAS y solo acaba con MÁS PECADO» (sí, se va de copas con el mismo Lucifer que tu sudaste por derrotar. Cosas de la juventud). ¿Dónde es AQUÍ? ¿Lo dice? No.

“El objeto que te has encontrado en este bicho resulta que si te vas de vacaciones al mar aparece… bla” “la flauta que le has comprado a este vendedor chino extraño que ha aparecido por tu casa un día y que parecía no servir para nada resulta que sí que sirve…”. Os recomiendo jugarlo sin mirar guías, porque es divertidísimo encontrar esta clase de tonterías y te realiza bastante como ser humano. Plus, algunos monstruos dan dinero al matarlos.

Si vuelves a casa antes de los 10 días habiendo terminado toda la ruta ganas tanta reputación de guerrero como días has vuelto antes.

No me extenderé en los mapas de aventuras porque las opciones que existen son verdaderamente absurdas y están muy ocultas, pero os regalo un muestra de los best moments que podéis vivir.

No se pueden hacer todas las opciones en todas las partidas, porque el tiempo y las habilidades de la niña no lo permiten. Pero es un juego que no te importa rejugar una vez le pillas el truco.

Por último queda por mencionar los futuros de Olive. Y aquí es donde el juego se muestra en todo su esplendor. HAY TANTOS…

De verdad… desde puta de esquina a que el propio rey abdica para darle el trono, pasando por mesonera, profesora universitaria, general de ejército… hay casi un centenar de finales diferentes que dependen de los stats, la popularidad o lo que haya pasado en la historia (algunos son más difíciles de conseguir que otros, por motivos obvios).

Y sin contar si decide casarse o no…

En resumen. Jugad. De verdad. Quered a la pequeña Olive.

Ya me lo agradeceréis.