Sobre ser una poser y los juegos pencos (I)

21/01/2017 | Naitmarr | 10 comentarios
Que muchas de nosotras, chicas gamers, sintamos la absurda obligación de DEMOSTRAR las cosas no es nada nuevo bajo el sol. Si bien es cierto que la mayoría de mis compañeras pueden callar bocas haciendo ver que, de hecho, saben más sobre ese juegazo que tú (por decirlo mal y pronto), me gustaría hacer un llamamiento a las que como yo, efectivamente, no tenemos ni idea sobre x juego.
No te debo ninguna explicación ni justificación, y si crees que soy una poser porque no puedo dejarte en evidencia conociéndome el lore (palabra que aprendí hace muy poquito) de pe a pa o porque jamás he jugado a ningún Pokémon o ningún Final Fantasy, pues no sé, adiós muy buenas. Las que sí podéis demostrar que sabéis sobre algún tema me dais una poca de envidia (sois la leche), pero las que no somos unas expertas del medio y no podemos tampoco tenemos por qué demostrar nada. Cansinos.
Con esta rage quería dar paso a hablar de aquellos juegos pencos a los que jugaba de niña (mi amado Tomb Raider aparte) que no son considerados una pedazo saga ni por asomo clásicos, y que no por ello me hacen en absoluto especial, pero ahí están. Con juegos pencos no vengo a referirme a juegos mal hechos, es simplemente un apelativo gracioso. Los disfrutaba muchísimo y ojalá pudiera seguir haciéndolo.
· Pipo, Trampolín y otros educativos
A Pipo lo recuerdo con mimo pero a Trampolín con mucho más cariño. Investigando para este artículo descubrí que Trampolín fue desarrollado entre los años 2001 y 2004 por Anaya y Knowledge Adventure como apoyo educativo durante los ciclos de primaria. Estás en una escuela y tu tutor es un perro, Pancho, quien te guiará y te enseñará a hacer todo tipo de cosas de manera sencilla y original. De peque me gustaban especialmente los sonidos del juego (soy una friki de estas cosas), y además me hace especial gracia (porque no me acordaba) que el juego esté en pesetas. Mazo retro. Podéis ver un vídeo aquí mismo.
· Laura y el Secreto del Diamante
Este juego me fascinó durante muchísimos años de mi infancia. Se trata de uno de los varios juegos (junto con Alex en la Granja y Hype: The Time Quest) que desarrolló Ubisoft Montreal distribuidos bajo licencia de Playmobil Interactive. Sí, como se lee, muñequitos Playmobil que podías manejar con todas las limitaciones anatómicas de un muñequito Playmobil real. Pero lo más cuqui de este juego era la premisa de la que partía: ser buena persona.
Laura es una niña cuyo abuelo colecciona piedras preciosas, y un día, cotilleando dicha colección, una piedra volcánica cae al suelo y se rompe en pedazos. Pero, ¡sorpresa! Resulta que escondía un diamante parlante y volador. Esto se pone serio. El pobre diamante ha estado ahí siglazos aburridísimo y se le han apagado las caras, así que ahora te toca a ti hacer buenas acciones para que se le iluminen una a una. Y así lo hace Laura: desde reconciliar a sus padres hasta salvarle el culo a su hermano pequeño e incluso ayudar a hacer un pastel gigante a su cocinera (porque la Laura vive en una casa victoriana y no es pa no tener servicio, sabes).
He intentado en vano conseguirlo para disfrutarlo de nuevo, pero esto yo lo jugaba en Windows 95 y como no haga tejemanejes es complicado que sea posible. Sin embargo, aunque en inglés, encontré un walkthrough (aunque es un poco molesto de ver porque hay un ligero pitido). La banda sonora la llevo en el corazón y a veces la canturreo sin motivo aparente. *sniff*
· Hype: The Time Quest
Este es, precisamente, el último de los tres juegos de Playmobil que he mencionado arriba. Calificado para una edad más avanzada que el de Laura (que era, creo recordar, para unos 8 años, mientras que Hype era para un público de 10), esta otra joya se ambientaba en una época medieval.
Reina un señor llamado Taskan IV y, tras una guerra civil, Hype, nuestro caballero protagonista, va a ser recompensado por su lealtad y sus servicios con una espada muy poderosa. Pero la ceremonia es interrumpida por el malo malísimo, el caballero negro, que a riendas de un dragón convierte a Hype en piedra y lo envía al pasado. La aventura consiste en regresar a su tiempo y reparar los daños con ayuda de las enseñanzas del mago Gogoud, quien devuelve a Hype a la vida doscientos años antes de su época. Esta banda sonora hasta me la aprendí con la flauta. Os dejo por aquí la intro en español, muy genialmente doblada.
· Tarzán
Bueno, vale, este no es tan penco, a este hemos jugado todos. Qué os voy a contar: es como la película, más o menos, y era un juegazo. Como añadido quiero decir que este sí funciona y es más que compatible con Windows 10 *risa malévola*.
· The Powerpuff Girls
Aquí dejamos el PC y pasamos a la Game Boy Color. Según tengo entendido hay varios juegos de las Supernenas para consolas portátiles, pero yo vengo a hablaros de The Powerpuff Girls: Battle HIM (más conocido como «el de Burbuja»), The Powerpuff Girls: Bad Mojo Jojo («el de Pétalo») y The Powerpuff Girls: Paint the Townsville Green («el de Cactus»).
Aunque os mentiría si dijera que jugué a los tres de niña. Yo sólo tenía el de Burbuja y mi mejor amiga el de Cactus, y le tenía mucha envidia porque Cactus siempre ha sido mi favorita. Como podréis imaginar por los títulos de las entregas, según a cuál jugaras el final boss era distinto. Los enemigos son múltiples y variados (tanto oficiales de la serie como matones random), pero la batalla final de Burbuja es contra Ése, la de Pétalo contra Mojo Jojo y la de Cactus contra los Mohosos. No me vengáis con que esto es spoiler porque salen en la portada, vamos.
· Atlantis
A este le tengo una rabia infinita y me podéis llamar todo lo poser que queráis porque no me lo he conseguido pasar en la vida. Ni de niña, ni de adulta, ni nada. Y mira que me piqué durante bastante tiempo. Yo juego para divertirme, no para estresarme. La estética era muy chula y la música también, además de que manejabas a todos los protas de la película según la situación. Pero el sistema de entrar a las partidas con contraseña, digámoslo mal y pronto, era una jodienda. Yo que me tiraba meses sin jugar porque le tenía manía… al volver ya no me acordaba y tenía que empezar otra vez. Y así es la vida.
Con todo esto vengo, una vez más, a demostrar que efectivamente odio demostrar cosas pero que no tengo por qué hacerlo y que no me avergüenzo de no tener ni idea de mil y una otras cosas. Espero al menos haberos entretenido con mis juegos pencos y cuquis y que tampoco son tan pencos.
Continuará.
Comiquera wannabe, trve gamer girl y parte de esta movida porque oye, qué pasada.
Etiquetas: atlantis, game boy color, humor, hype the time quest, juegos educativos, pc, pipo, playmobil interactive, powerpuff girls, tarzan, trampolín, ubisoft
Ay los juegos pencos son la base de mi infancia. Con el primero me has recordado al primer juego que disfrute con apenas 2/3 años: Jump’ start kindergarten para W95, estaba en inglés y apenas me enteraba pero eran tan adorable que a pesar de llevar 20 años sin verlo me sigo acordando. Como ese otros tantos como «las aventuras de Hyperman» o un juego de un médico que tenía que pasar pantallas a lo superMario, que no he conseguido volver a encontrar.
Meca, del Tarzán me acuerdo perfectísimamente, lo jugaba cuando estaba en la ESO… tengo la banda sonora metida en la cabeza de forma permanente. Nunca conseguí llegar al final porque era muy manca, al contrario que una de mis amigas que sí se lo pasó entero. Recuerdo que me venía en un pack con otros dos juegos de disney, uno de ellos el de Toy Story (que también se me daba de pena), y el otro ni me acuerdo ya.
Suscribo totalmente lo del de Atlantis. Durante un mes era lo único que podía pensar, lo confieso. El de Tarzan también es un must, y creo recordar que salió uno similar de Hércules. Como nunca tuve GameBoy, moría de ganas de jugar al de las Supernenas.
Esperen ¿no nos iniciamos todos con los juegos pencos? Tarzan, Hércules, Monstruos S.A, los Toy Story ¡Qué recuerdazos! con mi primo podiamos jugarlos solo en su casa, que era el único con PC para ese entonces, y nos turnabamos las vidas. Esos y los 9999 en 1 fueron mi infancia 🙂
En mi época se llevaba mucho los «ordenadores» educativos y yo tuve uno con juegos de cálculo o el ahorcado; pero quitando esto no tuve juegos penco xD Creci con Super Mario Land, Donkey Kong de NES o Alex Kidd y ya en PSX Resident Evil y Final Fantasys. No se si ¿En que Lugar del Mundo estará Carmen Sandiego? Se considera penco, ese le di muchas horas con 13 años xD
Ay, los juegos pencos, qué buenos momentos nos han dado a mi hermana y a mí. Uno de mis juegos favoritos cuando era chica era el Animal Soccer, un simulador arcade de fútbol con animales, con equipos tan graciosos como Futbol Club Tortugona, el Jiraffinaikós o Schalke (Tibu) 04 (yo siempre me pillaba a los tibus, eran los buenos). No me interesa para nada el soccer, pero este juego era divertidísimo. También había jugado, en PS1, al juego de las Bratz (que era de bailar y aporrear botones para hacer bien los pasos, el de Mulan con su minijuego de Mahjong… en ordenador alguno como The Westerner, Theme Park World (o cómo se escriba) y el Team Hospital, que era chunguísimo. Ahora juego a juegos más »sofisticados», pero estos me siguen pareciendo los mejores, pasé muy buenos momentos jugando a mis juegos pencos.
Yo tenía a PIPO, Dios, me encantaba. Ya ni me acordaba de él y eso que fue parte fundamental de mi infancia, lo recuerdo con muchísimo cariño. Gran artículo 🙂
Ay, el de Tarzan lo tenía y mi hermano y yo lo jugábamos juntos :___
De juegos pencos como dices, recuerdo uno que era de una casa con monstruos y bichos raros, que tenía cosas como escribir una historia usando tres tiras de papel aleatorias y chorradas así. Nos lo llegamos a memorizar y todo.
Recuerdo haberle echado HORAS Y HORAS a juegos educativos en el ordenador. Especialmente el Math Blaster, el Kid Riffs (y uno que era de técnicas de dibujo cuyo nombre no recuerdo YMEESTADANDOMUCHARABIA) y los cuentos interactivos de Disney <3 horas y horas de mi vida ahí tiradas.
No serán los mejores juegos, pero son de los que con más ternura recuerdo 🙂
¡Yo también he jugado infinitos juegos pencos! Recuerdo con especial cariño dos que tenía en el Mac noventero de mi padre. Uno no recuerdo cómo se llama pero explorabas planetas y cada planeta tenía un minijuego, era educativo… y el otro se llamaba Spellunx e iba de explorar una cueva en la que había diferentes actividades, también educativas XD
El Tarzán lo tenía mi prima y nos viciábamos tela, igual que al Rey León, el Aladdin y el de Hercules. Y el más mítico de mi infancia es uno que jugábamos en el Mac Plus (un ordenador en blanco y negro que usaba un disquete como disco duro, socorro) que iba del juego este que hay en todos los recreativos que es un tablero que echa aire y tienes que meter gol con un disco. Bueno, ese juego era la HOSTIA en vinagre, porque encima cuando te metían gol se resquebrajaba toda la pantalla como si el disco hubiera golpeado el cristal. Alta tecnología ochentera XD.