Escuadrón Infernal, otra historia de BattleFront II

Después de caer rendida a los encantos de la campaña y quedar sedienta de saber más sobre el culebrón Versio, llegó Resurrección, el DLC basado en Los últimos Jedis. Esperé a ver la película (tres veces) por si me caía algún spoiler pero no. Todas las teorías sobre la posible progenie de Rey se quedaron en conspiraciones absurdas ya que, en esta entrega, nos presentan a Zay Meeko, hija de Iden y Del, nacida después de la batalla de Jakku, una mezcla perfecta entre las habilidades de su madre y la calidez de su padre.

Pero para no hacernos un lío, que esto es un artículo con doblete, os voy a hablar un poco de el libro titulado Escuadrón Infernal donde nos cuentan el principio de la historia de esta campaña. Todo empieza con el robo de los planos de la Estrella de la Muerte y su destrucción. A estas alturas de la historia, y si estáis leyendo esto, sabréis que estamos paseando en la misma línea de tiempo de Rogue One, entre La venganza de los Sith y Una nueva esperanza, y que gracias a Jyn y Cassian, que mueren en el “accidente minero” de la batalla de Scarif, la alianza consiguió hacerse con los planos de la Estrella de la Muerte y hacerla estallar en mil pedazos gracias al punto débil creado por Galen Erso.

Y es en la batalla de Yavin donde encontramos por primera vez a nuestra protagonista, porque sea como sea el desarrollo del modo campaña y el DLC, Iden Versio ya  se ha convertido en el punto de inflexión para conectar con nuestro lado imperial. Como ya os di la lata con el modo campaña en otro artículo, no voy a enrollarme con mis sentimientos encontrados como seguidora de la fuerza y absoluta fan de The Last Jedi y os voy a contar algo más de esta joven y brillante capitana.

Iden es de las pocas supervivientes a la explosión de la Estrella de la Muerte y se libró por distraerse persiguiendo a un Ala-Y. Gracias a eso y a la astucia de su padre, el Almirante Garrick Versio, nace el Escuadrón Infernal, un equipo de élite formado por lo mejor de lo mejor de las academias para futuros líderes imperiales de todos los planetas. Después de la muerte de Saw Guerrera y sus partisanos, nace otra facción rebelde que se hace llamar los Soñadores, liderados por un tal Staven, y están dando dolores de cabeza al Imperio. Este, nuestro escuadrón, quedará a cargo de una misión de infiltración para terminar con esta escoria rebelde.

No os voy a desvelar mucho más del libro porque vale la pena conocer la historia de mano de Christie Golden, pero sí os diré que en ese momento en el que Iden, Del y Gid se ven rodeados de Soñadores, intentando ganarse la confianza de estos, me sentí un poco más cerca de aquellos que luchaban por la causa del Imperio aunque, siendo realista, soy más de la rebelión que la duquesa de Mandalore.

El DLC se centra en la historia de Iden, por si queréis refrescar la memoria os dejo aquí el enlace al artículo anterior, pero también incluye dos nuevos personajes, Phasma y Finn, con los que podemos jugar en multijugador sin gastar ni uno solo de nuestros preciados créditos y dos mapas nuevos: Crait y la base de la resistencia. Para los flyboys más intrépidos (guiño guiño codazo codazo patada en la cabeza para los más fans) también nos traen una nave nueva, el RZ-2 A-Wing de Tallie Lintra, y una mejora para la nave de Poe Dameron.

Nada más empezar nos encontramos con un Del Meeko madurito arrodillado y a Kylo Ren haciendo exhibición de su poder en la fuerza para escudriñar los rincones de la mente de este para hacerse con la ubicación del mapa que lleva a Skywalker. En esta escena también veremos a Hask haciendo gala de su odio y sus celos. Así que es la introducción más intensa, algo así como un crossover entre los dos culebrones intergalácticos más productivos del borde exterior, el drama de los Versio feat. el drama Skywalker. En fin, después de esta puesta en antecedentes, nos sitúan en algún lugar del sistema Hartaga, en pleno corazón del cúmulo de cometas de Kiara. Aquí también nos presentan a una Iden envejecida, con los mismos rasgos duros y serios, y nos muestran claramente que no ha perdido sus habilidades como piloto; y a la joven Zay, su hija, con el mismo carácter competitivo que su madre. También entra en escena Shriv desde la nave Corvus, con un “tenemos que hablar” que ya te deja en tensión para la siguiente hora que dura más o menos esta ampliación.

Siguen las pistas del registro de la nave, encontrada en Pillio, sin rastro de Meeko pero sí con un historial de los lugares visitados que los llevará hasta Athulla, no sin antes ser interceptados. Y aquí ya empieza la acción de la buena: asteroides, malos malosos y unos X-Wing. Leema Kai, el oficial de seguridad de Jinata, pide amablemente la rendición, pero va a ser que no. Al finalizar el objetivo, otra pista nos lleva al cuartel general de Jinata en Vardos, llena de restos de ceniza atmosférica. La Primera Orden ha hecho estragos y Hask refuerza su fe en el Imperio, alegando que los actos del Imperio están justificados por la grandeza de su finalidad, e intenta hacer daño a Iden atacando a su hija, que sigue en el Corvus.

Si no lo habéis jugado y tenéis pretensión de, los siguientes dos párrafos mejor os los podéis saltar, que si no digo que  Iden no defrauda y que, a pesar de no ser miembro activo de la rebelión, sacrifica todo por su causa y lucha hasta el final por hacer llegar a la General Organa los planos un destructor, reviento. Desde este momento Zay cobra el protagonismo que requiere la situación.

Como guinda, y mi momento lacrimal, este DLC se cierra con un holograma de la General Organa, con la transmisión del mapa del acorazado de la Primer Orden y con una petición de Leia a Shirv y a Zay: que vayan al borde exterior en busca de aliados.

Y así, jóvenes padawans, es como nace el nuevo Escuadrón Infernal y otra pequeña chispa de esperanza para la rebelión.
Gracias a EA por facilitarnos una copia del libro Escuadrón Suicida.