Entrevista a Marta Gil

Entrevista a Marta Gil

Marta Gil (Valencia, 1993) es licenciada en comunicación audiovisual por la Universidad de Valencia y tiene un máster en creación independiente de videojuegos por Florida Universitaria, al que accedió tras ganar la beca Women in Games en 2015. Actualmente es miembro de la AEV (Asociación de Estudiantes de Videojuegos), actúa como coordinadora de las meetups de FemDevs en Valencia, ha sido organizadora junto a Ramón Nafria de la primera edición del Valencia Indie Summit que tuvo lugar los pasados días 1 y 2 de marzo en el complejo sociocultural Las Naves y pertenece al estudio creativo Tahutahu en el que, junto a otras cuatro chicas, está desarrollando el videojuego Idearum. Además en verano de 2017 participó en la tercera edición del proyecto Stugan para impulsar la creación y el desarrollo de videojuegos independientes. He quedado con ella en el bar Oh My Game para que me cuente su experiencia como profesional y como miembro activo de la comunidad de desarrolladores de videojuegos en Valencia.

Tú has estudiado un máster en desarrollo independiente de videojuegos, pero antes de eso estudiaste comunicación audiovisual en la Universidad de Valencia. ¿Qué te lleva a ti, una vez has acabado la carrera, a decir “no, a mí lo que me gusta son los videojuegos y quiero dedicarme a esto”?

Cuando estuve de Erasmus en Noruega tuvimos una asignatura en la que cada día dábamos un medio distinto: televisión relacionada con radio, televisión relacionada con cine… y un día tocó cine relacionado con los videojuegos. Un tipo vino y nos hizo una presentación superchula sobre los géneros del cine y los géneros de los videojuegos y cómo se interrelacionaban, entre otras cosas. Yo estaba muy perdida y cuando acabé la carrera no sabía qué hacer, me había desencantado mucho. Sentí que esa presentación había sido un punto de inflexión y me di cuenta de que mi carrera se podía aplicar a los videojuegos. Entonces fue de “vale, vamos a ver cómo lo hago”. Porque yo quería hacer diseño.

Diseño pero en el sentido de game design, ¿no? No en el sentido de diseño gráfico.

Sí, game design, guiones y todo lo que tuviera que ver con historia y mecánicas. Pero no había másters como tales de diseño de juegos y los que había eran lejos y eran privados. Y como este que hice yo te prometía un poco todo, pues dije: adelante, quiero saber cómo va el tema. Entonces gané la beca Women in Games para entrar y conseguí mi plaza en el máster. Que por cierto, creo que durante dos o tres años seguidos la ganadora se llamó Marta, fue muy jocoso [risas].

¿Y cuáles eran los requisitos para ganar la beca?

Pues ahora creo que la beca ya no existe, pero eran ser mujer y presentar un proyecto basado en una frase que te daban. En nuestro caso fue una frase de Alicia en el País de las Maravillas: “¿Cuánto es para siempre? A veces, solo un segundo”. Tenías que coger eso y convertirlo en algo, en un proyecto de juego. Y yo me vine arriba e hice un GDD de sesenta páginas con todo, con diseño, personajes, historia… yo creo que me cogieron por pesada porque era muy largo. Debieron de pensar: “El curro que se ha pegado esta muchacha”. Hice un storyboard, un guion, todo.

O sea, que realmente tu entrada en el mundo de los videojuegos con lo que se diría ya, una mentalidad profesional, fue ese GDD.

Sí, aunque yo no sabía lo que era un GDD, lo descubrí más adelante. Pero yo dije: tira a hacer cosas [risas].

Y ahora estás en un grupo de desarrollo indie llamado Tahutahu en el que sois cuatro chicas, ¿verdad?

Cinco ahora. Está Andie en Madrid, luego están Daniela y Anna en República Checa y Maggie que está en Japón y es la que hace la música. Pero yo realmente con las que más trato es con Ana y con Andie, que son con las que llevo más tiempo.

Y en el grupo tú te dedicas al game design.

Sí, aunque tabién hago cositas de 3D, si puedo montar alguna cosa en Unreal ayudo, pero realmente la que hace más y trabaja más en el juego es Andie, eso lo digo ya. Es la que está más a tope.

¿Y cómo está siendo la experiencia de desarrollar un videojuego indie en España?

En este caso es un poco complicado porque lo hacemos en nuestro tiempo libre. Andie tiene trabajo, yo tengo otros proyectos con la AEV, es un poco caos. No creo que sea vivir a tope la experiencia de desarrollar un juego. Eso lo vivimos en Stugan, porque estábamos las tres en la misma habitación y nos dedicábamos las ocho horas a hacerlo y ahí sí que el juego avanzaba a un ritmo loco.

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Marta en Colonia, sede de la feria de videojuegos Gamescom

Has mencionado la AEV, que es la Asociación de Estudiantes de Videojuegos en Valencia, pero también se podría decir que eres la coordinadora del grupo de FemDevs en la ciudad, ¿no?

Sí, aunque realmente no asumí ese rol en ningún momento. Pero ocurre que cuando alguien quiere organizar algo relacionado con FemDevs en Valencia acude a mí y me dice “Oye, FemDevs, que quiero hacer esto”. De hecho ha habido un montón de confusiones de cosas que he hecho yo y la gente ha pensado que venían de FemDevs. Y he tenido que explicar que no, que era cosa mía, de Marta, entidad independiente a FemDevs.

Y por tu experiencia, ya que estás bastante implicada, ¿cómo definirías la comunidad del videojuego en Valencia?

Es supersana, a mi parecer. Sé que se tienen muchas medidas de seguridad en otras ciudades por el tema de las meetups de FemDevs, porque sí que es cierto que hay trols. Se canceló Gaming Ladies, ya sabes lo que quiero decir. Pero en Valencia la respuesta que recibí de otros desarrolladores, hombres, cuando organicé la primera meetup, fue felicitar e invitar cordialmente a que fuéramos a la meetup mixta. Pero no fue en plan “Eh, a la nuestra no venís”, sino de “Ah, qué bien, veníos a esta también”. Todos muy majos y welcoming. Tampoco hemos tenido ninguna polémica en Valencia con nada de lo que hemos organizado. Yo estoy supercontenta con la gente de aquí.

Yo tengo que decir que desde fuera también he percibido ese buen ambiente.

Sí. Cuando yo aparecí en el Cercle, que es una reunión que se hace una vez al mes con diferentes personas de empresas y entidades, etc. (fue aquí donde conocí a los chicos de la AEV), lo que les moló fue decir “Coño, si esta chica conoce a otras chicas, vamos a conseguir moverlas y que vengan”. Se les pusieron los ojos brillantes porque tenían muchísimas ganas de que se dinamizara el sector de las mujeres y de que vinieran y se incorporaran, estaban muy emocionados. Y fue un poco de “Socorro”. Pero muy bien, porque la verdad es que estaban preocupados.

Es un poco lo que se busca, supongo. No el reprochar sino que se pregunten “¿Y qué puedo hacer yo?” Porque no se exige nada a nadie tampoco, pero sí te haces preguntas ayudas más, ¿no?

Claro. Y me dijeron “Oye, ¿puedes venir a una de nuestras meetups y decirnos si hay algo que hagamos mal, alguna razón para que no vengan?”. En ese sentido muy bien la autocrítica. Diez de diez.

Y respecto a la organización del Valenca Indie Summit…

Madre mía, es que estoy metida en todos los fregaos [risas]. Aunque todo ha empezado en 2018, no te creas. La cosa estalló en enero y mira, hasta ahora.

¡Pero eso es bueno! ¿Qué sensación te queda después de esta primera edición del Valencia Indie Summit?

Que salió muy bien para el tiempo que tardamos en organizarla. Porque es verdad, se organizó un poco deprisa. De cara a una segunda edición el año que viene sí que nos estamos tomando muchísimo más tiempo y eso me tranquiliza, queremos que sea mucho más grande. Pero para el tiempo que hubo… bien, estoy contenta. De hecho yo estaba preocupada en plan “Bua, voy a coger a un montón de voluntarios para que me ayuden” y a media mañana del primer día les dije: Oye, disfrutad del evento que esto está yendo muy bien y no hay nada que organizar, a pasarlo bien.

A mí personalmente me llamó la atención que se cumplieron muy bien los horarios y el programa, que es una cosa muy de valorar en un evento nuevo.

Ahí de nuevo se veía el tema de lo respetuoso de la gente de Valencia, que todo el mundo llegaba muy ordenadamente, se sentaba, veía su charla, al acabar se iba tranquilamente…

Ya hemos hablado un poquito de ello pero volviendo al tema de la inclusión de la mujer: cuando estuve en el Indie Summit me llamó la atneción ver que había bastantes mujeres, tanto en las ponencias como entre el público. ¿Hubo un esfuerzo activo de la organización para incluirlas?

Cuando se hizo un grupo de trabajo del Summit yo le dije a Ramón Nafria, el organizador principal, que iba a ser muy pesada si no había mujeres. Pero Ramón también estaba muy concienciado con el tema y él quería que hubiera muchas chicas. Estadísticamente hablando tampoco hubo muchas, pero con el tiempo que tuvimos estaba bien. No tuve que hacer mucha pelea para incluir mujeres. Salió lo que salió, yo creo que podría haber habido más, pero es que con el tiempo que teníamos yo estaba más preocupada en que la cosa saliera y punto. Para el próximo sí que me esforzaré más para que sea paritario. Aun así estoy satisfecha porque tuvimos a gente como Mar Hernández, de Super Awesome Hyper Dymensional Mega Team, y Jana Palm, la coordinadora de Stugan.

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La primera edición del Valencia Indie Summit se celebró los días 1 y 2 de marzo de este mismo año

Pasando ya al Girls Make Games, cuéntame: ¿Qué te lleva a traer este proyecto a Valencia?

Pues cuando se creó el foro de FemDevs se abrió también el subforo de Girls Make Games y yo me metí. Pero vi que iba a ser una movida de Madrid y que yo en Valencia estaba bastante solita. O sea, luego me enteré de que tú y otras chicas estabais aquí, pero no tenía ni idea. Hasta que no hice el subgrupo de FemDevs Valencia yo pensaba que éramos muy pocas. Entonces en el Cercle un compañero me dijo que había escuchado lo de Girls Make Games y que molaría traerlo a Valencia. Yo le dije “Espérate porque ahora estamos todavía con las primeras meetups”. Luego, en la AEV, vi que hacían talleres y cosas y dije: Me mola mucho el rollo de AEV porque son unos chicos fantásticos, y me mola mucho lo de enseñar a niñas, y me gusta FemDevs. Así que me dije, “Voy a intentar juntar las dos cosas”. Entonces fue cuando hablé con África, que fue la que me puso en contacto con Isi, la chica que lo lleva. Ella me dijo que no había problema. Y fue cuestión de un pestañeo, porque yo esto se lo planteé a mediados de marzo y me dijo “Mira, la de Murcia va a ser a mediados de abril, ¿crees que puedes hacer que coincidan?”. Yo lo veía un poco justo pero dije “Voy a preguntar” y Las Naves, como estas cosas les encantan, dijeron “Sí, veníos, a tope”. Y lo hicimos y fue muy guay.

Pues esa era mi siguiente pregunta, que me contaras cómo fue el evento.

Fue muy gracioso porque había una fila de niñas que sí que jugaban a Minecraft y cositas, y una fila de niñas que no había jugado a nada en su vida. Pero la fila de niñas que no habían jugado nunca a nada (que no es que las colocara yo así, es que dio la casualidad de que se pusieron en ese orden) estaba a tope, superemocionadas, venga a hacer preguntas y contestar las nuestras. Puse una imagen del Super Mario y les pedí que me ayudaran a identificar los elementos que había: un personaje, una cajita que puedes gopear, un suelo… y estuvieron muy a full. Se llevaron su programa a casa preguntando que cuándo hacíamos otro. Lo importante al final fue plantar una semilla y que dijeran “Ostras, esto me mola”. Cuando crezcan un poco más sí que verán que hay que programar, que hacen falta artistas y podrán ver los videojuegos como algo que existe. Porque cuando yo acabé mi bachillerato me gustaban los juegos pero yo no pensaba que se pudieran crear, que se pudiera estudiar para hacer juegos. Parece que eso se lo planteen más los chicos que las chicas. Por eso en este caso era como “Eh, te dejo esto aquí”. De hecho me hizo mucha gracia porque Sara, una compañera, dijo de broma para los padres: “Soy Sara y soy programadora, se puede vivir de hacer juegos”. De hecho estuvimos también con los padres hablando del tema en plan “Eh, por si os interesa, que de esto se vive”.

Qué chulo. ¿Y entonces a los padres los notaste implicados también?

Sí. Y me hizo gracia porque yo los dejé en la puerta y dije bueno, ya llamarán cuando sea la hora. Y ahí haciéndose las dos, las dos y cuarto… y tuve que salir y decirles “Pero chicos, venid a por vuestras niñas que estamos haciendo el tonto esperando a que vengáis [risas]”. Y las niñas, ¿te crees que echaban de menos a alguien? Estaban ahí pim pam, viendo los juegos que proyectábamos en la pared.

Entonces está claro que el evento se va a repetir.

A mí me gustaría. Desde luego se va a repetir en otras ciudades y a mí me encantaría si me dijeran de volverlo a hacer. Incuso de hacer algo más largo, que no fuera solo un finde. De un par de fines de semana, algo más grande. Porque me da la sensación de que llegarán a casa y no se acordarán de muchas cosas que les he dicho. El problema de Stencyl es que está en inglés, también. Pero bueno, ya veremos más adelante. Todo lo que tenga que ver con los niños a mí me encanta.

Sí, y aunque no se acuerden del todo de lo que han aprendido, si les gusta seguro que siguen investigando.

Sí, y además si los padres les han apuntado a un taller como este, digo yo que será también porque les interesa que hagan cosas relacionadas con la tecnología. De hecho un par de días después del evento les envié el Stencyl y los juegos por correo y ya tenía Isi otro mail de un padre ahí de “Lo del programa dónde está” [risas]. O sea, que ya estaban ahí al pie del cañón.

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La iniciativa Girls Make Games inicia a niñas de todo el mundo en el desarrollo de videojuegos mediante talleres lúdico-educativos

Y volviendo a Las Naves, que hemos hablado de ellas ya en un par de ocasiones, parece que están bastante preocupados por dar visibilidad y espacio a lo que es el sector del videojuego en la ciudad de Valencia. ¿En qué medida te parece a ti que es importante que una institución de este tipo haga este papel?

Las Naves llevan mucho tiempo dándole cobijo a la AEV, por ejemplo. Desde que empezaron han hecho ahí todos sus talleres. Siempre han abogado mucho por el sector del videojuego y la tecnología. Y ya no solo con la AEV, también con las meetups de FemDevs y Girls Make Games. No te ponen ninguna pega, es como que si tienen hueco en el calendario, para dentro. Y me parece superimportante, porque si no, ¿dónde haces esto? Por ejemplo, yo la primera meetup la hice en el bar Bruixes i Fades. Salió bien porque al ser jueves había poca gente y además son conocidos. Pero en otra cafetería, ¿te la van a cerrar para ti de esa manera sin que tú pongas algo a cambio, más allá de consumir? No lo creo. Las Naves de alguna manera quieren dinamizar el sector cultural en todos los sentidos en Valencia y ponen mucho ímpetu en ello. Por eso en FemDevs nos dan las consumiciones gratis, nos dan el espacio, lo que necesitemos y no piden nada a cambio. Aunque a ellos les viene bien también poque se dinamiza lo que pasa en el edificio, viene gente y se benefician un poco de esta situación. Pero bien podrían no haberlo hecho así y priorizar otros sectores como el arte o el teatro, por ejemplo. Pero no, se han puesto mucho las pilas.

Por tu experiencia y ya que ha salido el tema, ¿qué dirías que hace falta para darle un empujón a la industria del videojuego en España?

Dinero [risas]. Necesita inversión. Como hay poca industria la gente que sale de estudiar videojuegos no tiene dónde ir. O se va fuera o se crea un estudio independiente. Y hacerse un estudio indie tiene la consecuencia de que si no haces un juego que lo pete, nunca te llegas a constituir como empresa y por tanto no cuentas para nadie, no estás en estudios ni nada por el estilo. Hace falta que el gobierno entienda que los videojuegos son como otras industrias. Por ejemplo yo flipé porque una empresa sueca, la gente que desarrolló Aer, estuvo a punto de contratarme y eran un grupo de chavales que salían de un máster de videojuegos. El gobierno sueco les dio ayudas y no solo desarrollaron Aer, sino que constituyeron una empresa de quince personas. De hecho, cuando yo los conocí estaban terminando Aer y empezando dos juegos más. Obviamente no le puedes dar dinero a todo el mundo, pero eso está ahí. Y de hecho cuando yo fui a la Sweden Game Conference daban premios no solo al mejor juego, sino al que más había dado a la industria. A la empresa que más estaba dinamizando, al publisher que más había hecho esto o lo otro… O sea, no era “Tu juego es el mejor” era “Tú has hecho más para que la industria de Suecia vaya mejor”.

Por último y por cerrar con el tema de la visibilidad: Como persona que forma parte de un estudio indie de desarrollo de videojuegos, que ha estudiado un máster sobre desarrollo de videojuegos, que está metida en AEV, FemDevs y tantos proyectos relacionados con el tema, ¿qué le dirías a esa gente que dice que a las mujeres no les gustan los videojuegos?

Yo creo que chicas siempre ha habido pero no han gritado como gritamos ahora. FemDevs nació hace apenas un año y fue como una revolución porque nos decían que no se necesitaban iniciativas para atraer mujeres. Y de repente aparece FemDevs y se llena de seguidoras. El Slack a rebosar de gente en dos días. Y fue como “Coño, ¿cómo que no? Míralas, aquí están”. También es cierto que a las chicas les gustan los videojuegos pero por educación de los padres no se ha incentivado tanto y por estadística menos mujeres van a llegar. Pero no porque a la mujer de manera innata no le interesen los videojuegos, sino porque se la ha educado así. Si se normaliza el tema de que las niñas jueguen a juegos, más niñas querrán hacer juegos y más mujeres habrá en la industria. Pero es lo que digo, no es porque una mujer de manera innata no quiera jugar, es que también hay muchos padres que tienen metida la idea de que los videojuegos son para niños y les ponen los videojuegos a los niños y no a las niñas. También creo que eso con el paso del tiempo se irá diluyendo y se hará más fácil.

Marta Gil
web: https://matlahvi.weebly.com/
@Matlahvi

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Pauler
Pauler @Lynx_Moon

Tengo carnet de friki pero también de moderna. Me verás deambulando por FNAC o Ruzafa adquiriendo cultura y saqueando buffets gratuitos. Los videojuegos ocupan un lugar en mi Top 10 junto a la música, los libros y las tostadas con tomate.

2 comentarios
Rena
Rena 17/05/2018 a las 4:36 pm

Qué pasada y qué completi, me hace mucha ilusión que sea de aquí 💚 mil gracias.

Xolutot
Xolutot 18/05/2018 a las 8:04 am

Wow! No la conocía de nada. Buen artículo. Lo que ha cambiado el mundo de los videojuegos. En menos de 10 años la cosa se ha expandido y profesionalizado una barbaridad. Muy orgulloso de ver a gente de mi tierra aportar tanto al mundillo (que ya no es tan mundillo). Bon article, xiqueta ;).

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