Una elfa con crisis de identidad, bugs, sexualización y otros problemas

Skyrim: siete años después

Skyrim: siete años después

Skyrim tiene ya 7 añitos; tras su salida en 2011 se ha convertido en uno de los RPGs más jugados y famosos de todos los tiempos: las posibilidades en cuanto a la creación de personajes, historias y ramas por las que avanzar hacen de él un juego muy completo. Pero cuando te tiras a ese pozo casi una década más tarde, esperas que algunas de las cosas a las que se llevan años refiriendo los jugadores hayan cambiado… y la realidad es otra.

Empecemos por lo bueno. No pensaba engancharme tanto a este juego, lo reconozco —y le he echado más horas de las que planeaba, y gracias a todas las deidades daédricas que la PS4 no registra las horas—. Pensaba que iba a enfrentarme a otro RPG típico pero no. Para empezar, el inicio del juego no es el típico donde ya empezamos a crear a nuestro personaje. Aquí nos meten una cinemática con un señor nórdico (muy guapo) donde nos explican la movida: básicamente creen que somos gente que ha ayudado a los Capas de la Tormenta, una gente que quiere destruir el Imperio, y los guardias del Imperio nos han capturado y van a ejecutarnos. Entre los prisioneros se encuentra Ulfric Capa de la Tormenta, el responsable de matar al rey supremo de Skyrim. Nos llevan a Helgen, un bastión del Imperio, y antes de que nos corten la cabeza, comenzamos a personalizar y a poner nombre a nuestro personaje, conocido genéricamente como “Prisionero”.

Este es el buen señor junto con el que nos apresan al principio del juego, un nórdico de buen ver

Podemos elegir entre varias razas distintas, pasando por diversos tipos de elfos, orcos, nórdicos y khajiitas, unos gatos antropomórficos que se refieren a ellos mismos en tercera persona (y que son una de las mejores cosas de este juego). Cada clase tiene unas habilidades de base más desarrolladas que otras; por ejemplo, si eres un elfo del bosque, tu habilidad de armadura ligera y arquería va a ser más alta que la de armadura pesada o arma a dos manos —aunque luego puedes hacer realmente lo que te dé la santa gana: yo soy una elfa del bosque que decidió aprender a usar armadura pesada y arma a dos manos y ahora tengo esta habilidad en plan super high y la de armadura ligera, que es de mi clase, a un nivel bajito—.

Luego, cuando ya acabas de poner a tu personaje decente para la aventura, viene un dragón, arrasa el pueblo y te jode la ejecución —¡Vaya! Tendrás que vivir otro día—. Así que te las apañas para salir como puedas del lugar, siguiendo a un soldado imperial, o a un Capa de la Tormenta —tú eliges—, te pegas con varias personas (de un bando u otro, según con quién te hayas ido) y sales del pueblo. Hasta aquí bien, sencillito, fácil y asequible. Y es entonces cuando empieza tu historia como el prisionero liberado que acaba convirtiéndose en un cazadragones. Después de esta primera misión principal, debemos hacer algunas más hasta empezar a recolectar objetivos varios y misiones secundarias; ahí podrás desviarte todo lo que quieras de la historia principal y empezar a subir niveles hasta que te acuerdes de que el juego tiene una trama y que deberías continuarla.

Quizá esta es una de las cosas que más me gusta de Skyrim: el poder hacer lo que te dé la santa gana, unirte a quién te dé la gana y pasearte por toda la comarca a pie, a caballo o a lomos de un dragón si te apetece. La libertad que da este juego a todos los niveles (incluso de mapa, aunque ya me he topado un par de veces con los límites de éste) es maravillosa, y la cantidad de opciones que hay a la hora de subir habilidades y ver por qué tipo de personaje quieres tirar es envidiable a otros RPGs: tanto si decides que quieres optar por subir mucho las habilidades de robar, sigilo y arquería para convertirte en francotirador, o si decides aumentar a dos manos y armadura pesada por si quieres ir a melé y ser un tanque. Una partida no basta para subir todas las habilidades al 100% y siempre te puede picar el gusanillo de qué pasaría si te haces leal al Imperio, o a los Capas… Cosas así.

¿Lo mejor? Que cada vez que salgas del Colegio de Hibernalia un dragón venga a saludarte

En el apartado de misiones tenemos de todo: desde las grandilocuentes de matar dragones a ser poco más que un mediador en asuntos familiares bastante chungos, pasando por arrasar con sectas, recoger plantas o financiar excavaciones. También puedes casarte, adoptar niños, construirte una casa en una parcela o comprártela si no te sientes con ganas de meterte en Los Sims medievales. En los DLCs, incluidos en la Legendary Edition —con la que he jugado— tienes también la opción de poder meterte a vampiro o a la Guardia del Alba (esa gentuza que te mata si te ve por Skyrim), pegarte con un señor que te roba las almas de dragones y esclaviza a la gente a través de unos libros negros bastante malrolleros (y que además te teletransportan a Apocrypha, un mundo lleno de verde chillón que hace daño a los ojos)… Todo este sin meterte en los mods, que todavía no los he explorado.

Da igual en lo que te metas, tu personaje puede sobrevivir sin dormir y sin comer, porque es un verdadero aventurero dispuesto a meterse en cualquier fregado que le metan. Pero ahora en serio, el hecho de tener tantas posibilidades de hacer lo que te apetezca en el momento que te apetezca, y además poder guardar partida donde quieras sabiendo que podrás continuar desde ese punto concretísimo en el que has hecho el save da mucha tranquilidad. Da igual si quieres llevar una partida más movida, o hacer una más relajada centrándote en las misiones de Guerra Civil, como si buscas sólo desbloquear todos los gritos de Dragón: puedes adaptar tu estilo de juego a Skyrim, porque posiblemente tenga sitio para ti.

We could have it all con la batalla final pero nope

Sin embargo, y después de haber acabado el juego (aunque me queden algunos logros para conseguir el Platino), tengo opiniones y cosas que comentar. Empecemos por la historia. A pesar de su desarrollo fluido, la inmensa elección de opciones y de misiones secundarias, y los distintos bandos a los que te puedes unir (indistintamente si son enemigos o no entre ellos, da igual), la historia principal flojea al final. Atención que a partir de este punto hay spoilers de la historia principal. Después de la misión “Inmunidad diplomática” (donde nos encontramos el plot twist de esta historia) y la primera visita a Paarthurnax (el dragón que dirige a los Barbas Grises), la historia toma cierta profundidad y empezamos a ver que los Cuchillas no son tan buenos y generosos, y que los Dragones no están muy de acuerdo con aquel que los dirige. Sin embargo, cuando nos aproximamos a las últimas misiones principales (a partir de “El caído”) la trama empieza a decaer, para lo que yo esperaba. Si bien es cierto que la visita a Skuldafn, el único lugar de Skyrim desde el cual se puede viajar a Sovngarde, es impresionante y debemos medirnos con varios dragones y Señores de la Muerte Draugr, la llegada a Sovngarde es… poco espectacular. Me explico.

Cuando me imaginaba el final del juego, esperaba que llegar al palacio de Sovngarde (que no es más que una referencia, muy lograda, del Vallhala) fuese un reto… Y sin embargo fue un paseo. La pelea con el guardia me pareció un recurso demasiado explotado cuando podrían haber puesto alguna clase de acertijo (pero estamos en un juego donde lo importante son las peleas), y la batalla final, a pesar de ser la más épica de todas (por estar con otros tres dovahkiin luchando contra el Devorador de Mundos), te acaba dejando fría. Porque ahí acaba la historia principal: al vencer a Alduin y destruirlo, se termina todo. Ya está. El final es demasiado prototípico para mi gusto, ya que esperaba algo más épico.

Esto sí que es épico: poder montar un dragon en Apocrypha, y no la batalla contra Alduin

Bethesda anunció Skyrim como “el renacer de la fantasía épica”. Y tanto como renacer no sé, porque a pesar de que es un juego bueno, que da bastante libertad al jugador (realmente puedes hacer lo que quieras, como si te quieres dedicar a comprar todas las casas y terrenos y jugar a Los Sims en Tamriel) pero que sin embargo, a mí, me falla en la historia. Yo hubiera preferido un final donde los Thalmor, esos altmer un poco bastante racistas, hubiesen sido los auténticos “malos” del juego. Me explico: una vez derrotado Alduin, hubiese estado bien que la embajadora de los Thalmor en Skyrim hubiese aparecido para decir que ellos habían estado siempre detrás del resurgimiento de los Dragones, y la auténtica batalla final hubiese empezado. Con este enfrentamiento se hubiese demostrado que el héroe y sus aliados no son siempre infalibles y que los Thalmor, a pesar de la incursión en su embajada, hubiesen podido continuar con sus planes. Aunque la historia principal es sencilla, es disfrutable, y la prueba es que no he dejado el juego en ningún momento, aunque me haya dedicado con más empeño a las misiones tanto de facción como secundarias, y he llegado al final.

La sexualización sigue estando presente en el juego, muy presente. Mientras que nuestro personaje va tapadísimo (si así lo queremos) con armaduras varias, el resto de mujeres del juego no dejan de enseñar. Hablamos de que, por ejemplo, Nocturnal (una deidad daédrica, a todo esto), luce un escote desde las clavículas hasta el ombligo que poco deja a la imaginación. Aela, una de las líderes de Los Compañeros, va excesivamente ligera de ropa. ¿Los escotes de las ciudadanas? Ni hablemos de ellos. Hasta las cocineras llevan un escote excesivo; ¿¡acaso esta gente no sabe que hay que taparse cuando se cocina para no quemarse!?

Nocturnal, por toda la corte daédrica, ¿por qué te han hecho eso?

Bromas aparte, sigue siendo ridícula la sexualización que sufren todos los personajes del juego: las khajiitas, las argonianas y las orcas están estilizadas, con cinturas estrechísimas y que no falte un buen pecho. Bien es cierto que cualquier armadura pesada tapa esas formas estilizadas pero igualmente a cada especie lo que es de su especie: si los orcos son corpulentos, ¿por qué una orca no lo puede ser? ¿Por qué las argonianas y las khajiitas tienen que estar tan estilizadas? Me hubiese gustado ver mujeres orcas grandes y que no fuesen bellas y atractivas para satisfacer al jugador, igual que las argonianas, igual que el resto de mujeres del juego. A pesar de que tengan cicatrices, siguen siendo hermosas. Si mi elfa de verdad pudiese representar las penurias que ha pasado durante el juego, al final hubiese llegado hecha una pena. A los hombres en el juego se les permite ser feos y horribles, estar llenos de cicatrices y marcas de guerra, mientras que las mujeres, independientemente de su raza, sólo pueden ser hermosas y estilizadas. No pueden reflejar la dureza de la guerra que vive Skyrim. Ni siquiera a las deidades daédricas femeninas pueden tener un tono de voz acorde a su rango, por llamarlo de alguna manera; ¿por qué tienen que tener un tono algo sensual, o incluso esos escotes infinitos? Es posiblemente una de las cosas que más me ha molestado a lo largo del juego; menos tu personaje (si es femenino), el resto de mujeres siguen siendo objetos y siguen estando sexualizadas al máximo.

Otra cosa que tampoco me ha gustado demasiado es que sigue habiendo los mismos bugs que hace siete años; la misión “Sangre y hielo”, una secundaria, sigue sin poder jugarse normalmente. Y ni siquiera siguiendo los pasos de las guías se garantiza que funcione. Tampoco el hecho de poder caerte por una textura (algo que me ha pasado en varias ocasiones) o que el juego se cierre inesperadamente y pierdas parte del progreso. Se supone que si lanzas una versión definitiva, con todos los DLCs, revises o dediques un mínimo de tiempo a corregir cosas que están mal y que llevan así un buen número años, pero claro… eres Bethesda. Y si te caracterizas por algo es porque siempre hay bugs de toda clase y condición en tu juego. Posiblemente esta es una de las cosas que más me ha molestado: que no puedan completar ciertas cosas porque el juego se cierre, o porque hay un bug que no te permita seguir la misión. Es algo también que debe replantearse la industria, no sólo Bethesda: lanzar juegos así, “incompletos” (si es que puedo usar esa palabra), sin pulir, sin terminar de fijarse en detalles así de importantes.

*Sonido de cinta rebobinándose* Bueno, os preguntaréis cómo he llegado hasta aquí…

Sin embargo, y a pesar de todo esto, es un juego que he disfrutado al final por la libertad que me ha dado para poder elegir mi propia historia. He acumulado más títulos que la Duquesa de Alba: he dirigido el Colegio de Magos de Hibernalia, he sido la Líder de los Compañeros y de La Hermandad Oscura, he sido madre, vampiresa y mujer-lobo, ex-recluta de la Guardia del Alba, poseedora de los Libros Negros… Tantas cosas que ya ni alcanzo a recordarlas. Me ha encantado perderme por las montañas y por los paisajes, por todas las ruinas dwemer (Bethesda, por favor, necesito ya un Elder Scrolls que relate la guerra entre los altmer y los dwemer), construir mis casas y darme esos pequeños respiros de pelear. Frustrarme porque un dragón era demasiado poderoso y no podía matarlo. Reírme con algunas misiones daédricas por lo inverosímiles que resultaban. Tener que tomar decisiones sobre lo malo y lo menos malo de unirme a cierto bando. La experiencia Skyrim es muy disfrutable a pesar de tener fallos como los mencionados arriba.

Creo también que cada persona hace el juego distinto, me explico: no todo el mundo va a vivir de manera igual este juego, ya no sólo por la raza y sexo que elijas si no por tus decisiones. En nuestro personaje también va implícita nuestra moralidad y las decisiones que tomamos; en cierto modo también nos hace reflexionar sobre a quién nos unimos y por qué (en mi caso, yo no quería unirme a ningún bando pero tomé la opción “menos mala”). Quizás es buscarle un trasfondo demasiado intrincado a un juego de aventuras y fantasía, pero retrasé la toma de muchas decisiones porque no sabía qué hacer. Quedarse al margen, permanecer neutral en Skyrim puede suponer adherirte al peor bando.

Ojalá el juego dejándote casarte con Serana de verdad y no a través de un mod

En conclusión: a pesar de que me hayan molestado los bugs, ese final tipiquísimo y la sexualización, he disfrutado de mi aventura mucho; y creedme, si no me hubiera enganchado tanto a ver cómo mi elfa del bosque llegaba al final, y no estaría luchando para llegar a conseguir el platino en PS4.

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Meren Plath
Meren Plath @serendipia_s

be gay do crime take a nap. soy arándano de Animal Crossing. CEO de las Movidas Nucleares™, testeadora, presento el pugcast, doy mazo la chapa.

6 comentarios
Rena
Rena 11/11/2018 a las 3:09 pm

Yo caí inevitablemente un poco después de ti en la suichi y lo volví a disfrutar entero. Cuando vi que había llegado a las 100 horas, otra vez, me lo pasé y ahí ha quedado en un rincón de la consola.
Me alegra mucho que hayas podido probarlo porque es un grande que merece la pena jugar.

Compux
Compux 11/11/2018 a las 4:14 pm

Me encanta Skyrim. Lo he jugado la versión legendaria en la PS3 (si, no es una aventura tan gráfica) pero tiene taaantas cosas que hacer

Es cierto que el final es un poco meh y que los personajes femeninos enseñan demasiado, pero los bugs a mi no me molestan (de cual es el de sangre y hielo). Me hacen bastante gracia y aunque hay una que me jodio el colegio de magos (la misión donde hay qur ir a una ruina dwemer al este de ventalia me parece, que hay un mago tumbado en el suelo y que supuestamente debe darte una llave, a mi el juego no me deja terminarla en mi partida principal) me resultan graciosos y no me enfado

Deldion33
Deldion33 11/11/2018 a las 6:19 pm

Alguien sabe si van a sacar skyrim 2?

nemuno
nemuno 11/11/2018 a las 6:56 pm

Esta semana, después de 7 años jugando a skyrim, he empezado a jugar en plan sigilo y arquería y me parece estar jugando en un juego nuevo, y eso que hasta me he hartado de probar mods. Ahora me pregunto: ¿me cansaré algún dia de skyrim?

thebedisburning
thebedisburning 12/11/2018 a las 9:04 am

Meren, tía, me turboflipan tus artículos, as always (no he jugado al Skyrim, shame on me) 💖

Diego
Diego 14/11/2018 a las 12:17 am

Lo he jugado 3 veces ya, y es un juego que adoro, pero para determinadas cosas creo que ha envejecido mal (el caballo es tan ridículo que prefiero ir a pie). En PC le di la última oportunidad, y fueron sus mods los que le llenaron de una vida nueva, hasta el punto de sentirse un juego diferente.
Hay que reconocer que Skyrim ha sido muy importante en el mundo de los rpg, espero con ansia el próximo Elder Scrolls.

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