Análisis de Ikenfell

Análisis de Ikenfell

La ventaja del Game Pass es que te permite echar un vistazo a juegos que de normal ni te pararías a pensar en ellos. Es lo que me pasó con Ikenfell. La portada me llamó la atención y el pequeño resumen me hizo darle una oportunidad, para ver qué se cocía en ese colegio de magia.

Ikenfell fue financiado mediante Kickstarter, con Chevy Ray Johnston como jefe de desarrollo, quien había trabajado previamente en Bandai Namco como programador. La idea le vino tras leer Carry On, de Rainbow Rowell, el spin off de la serie de novelas Fangirl. Este libro cuenta la historia de un Elegido y una profecía en un mundo mágico, donde conviven con gente sin poderes. Si vemos similitudes con Harry Potter es normal, ya que Carry On se basa en la saga mágica, por lo que no es raro que Ikenfell tome también algún elemento más del otro universo.

En Ikenfell nos encontramos con Marrienne, que va al colegio de Ikenfell a buscar a su hermana Safina, quien no ha vuelto a casa para las vacaciones de verano. Nada más llegar al exterior del colegio, enseguida descubre que algo anda mal. No sólo porque los fantasmas guardianes la atacan por ser una “Ordinaria” (persona sin magia) y estar en los terrenos del colegio, sino porque de repente tiene poderes mágicos de fuego, que nadie más tiene. La historia se complica un poco más cuando se encuentra con Nell, estudiante de la misma clase de Safina y amiga suya, quien se sorprende al descubrir que Saf tenía una hermana. Y estas serán sólo las primeras incógnitas, ya que a medida que avance la historia, resolver un misterio sólo nos dará más preguntas.

I

Ejemplo de combate durante el juego

Como buen RPG, tendremos un grupo variopinto de personajes que se nos unirán, hasta un total de seis, todes úniques y con magia muy distinta. Porque el juego tiene variedad en la representación (creo que no hay ningún personaje cishetero): personajes bisexuales, no binaries, homosexuales, asexuales, diversidad racial… Todes aparecen en la historia donde esta diversidad es la norma y sin que el género u orientación sean parte del arco de nadie. Este tipo de narrativas no centradas en que la orientación o género sean una característica más de cada personaje, y sin que este sufra opresión y/o discriminación, lo considero algo que tendría que ser básico en una obra generalista de ficción en el año 2021 (o 2019) y no me gusta señalarlo, pero en el caso de Ikenfell quiero hacerlo por un motivo. Y es que Johnston contrató a Joanna Blackhart, escritore queer, como correctore de sensibilidad para el tema del tratamiento queer en el juego. Su labor hizo que el juego fuera no sólo reescrito en algunas partes, sino que añadió los avisos de contenido (o trigger warnings), y elle acabó siendo parte del equipo de escritura del juego.

Estos avisos de contenido que he mencionado se activan desde el menú de pausa, y no son más que alertas de que las siguientes escenas contienen sangre, auto-odio, daño corporal severo, etc. A quien no le pueda perturbar esto, no tiene que activarlas, e incluso con ellas activas, no modifican nada la experiencia de juego. Porque lo mismo ese día no te apetece ver sangre, o no quieres que te pille por sorpresa. Esto sólo permite mejorar la experiencia de juego, y los elementos más crudos permanecen. Yo jugué con los avisos puestos, pensando que no los necesitaría y acabé agradeciendo uno que me evitó un pequeño infarto ese día. Estos avisos además no se usan para dulcificar la historia, que es trágica y cruda. Lo mismo sucede con la corrección de sensibilidad. No sé cómo sería el guión original, pero el tratamiento de cada personaje me hizo soltar alguna lagrimilla y me dejó calentita por dentro.

El juego quiere que estés a gusto y por ese mismo motivo también te permite modificar la dificultad, para que si se te hace bola, no lo dejes tirado. Ikenfell es un RPG táctico de turnos inspirado en los antiguos Paper Mario, lo que implica que deberemos pulsar el botón en el momento justo para que la acción tenga más éxito. Tendremos tres puntuaciones y también tres modos de dificultad según la ayuda que queramos. Esto no quita que tengamos que cuidar nuestra estrategia en los combates y haya que ir con cuidado. Y si aun así no nos apetece grindear, podemos activar la opción de victoria automática, que nos habilitará la opción de ganar la batalla al darle. O al menos conseguir una victoria sobre la fase de enemigo.

Ikenfell aula pringada con charcos de colores

Investigando que ha pasado

El combate está muy inspirado y cada personaje cuenta con habilidades únicas, y con equipamiento válido para cualquier persona (salvo las armas). Podremos modificar el grupo en cualquier momento sin que afecte a la historia e ir probando qué personajes trabajan mejor entre elles y experimentar con las magias que tiene cada une y cuál se ajusta mejor a nuestra forma de jugar, porque cualquiera tiene un hueco en Ikenfell.

Ikenfell no usa grandes gráficos para su presentación, sino un pixel art muy medido y de unos colores muy vibrantes que recuerdan a una Game Boy hipervitaminada de colores. Además el detalle llega a las animaciones también, donde cada ataque cuenta con la suya propia, y es especialmente remarcable la expresividad que tiene cada personaje sin que se les vean las caras, a base de pequeñas animaciones y la expresión corporal, obra combinada del propio Johnston y Hunter Russell. Los diseños de estes son diversos y al mismo tiempo simples. La música es pegadiza y nada aburrida, y en las peleas contra jefes lo es todavía más, y hay algunos temas que siguen en mi cabeza, obra de aivi & surasshu. Eso sí, el juego no está disponible en español, sólo en inglés, y si se trajera localizado, espero que lo haga con una buena corrección de sensibilidad mediante, para evitar el mal uso de los pronombres.

La historia, además de lo que he mencionado antes, es muy interesante, sabiendo encadenar muy bien los misterios para mantener tu atención y no hay tochos de texto soltando el lore del mundo, sino que todo va integrándose poco a poco. Y a pesar de la oscuridad que tiene en ocasiones el juego, acabas con el corazón calentito porque quieres mucho a todes, escrites de forma que acabas por querer y comprender a todes. Incluso a la directora, que ante una amenaza mortal y temible para su alumnado, decide cerrar a cal y canto el colegio, en una gestión de emergencias digna de Dumbledore. Y pese a esto, Ikenfell es un lugar mucho más acogedor e inclusivo que Hogwarts.

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Darkor_LF
Darkor_LF @darkor_LF

Difusora de la palabra de Pratchett a tiempo completo. Defensora de causas pérdidas e inútiles. Choconiños o barbarie. Hipster por necesidad. Tengo una pipa falsa. +50 en pedantería.

1 comentario
Aura
Aura 08/06/2021 a las 11:11 am

Miles de gracias por la reseña. Me da mucha pena que este juego haya pasado desapercibido. Lo encontré hace ya un tiempo y me pilló en un momento un poco complicado, le he cogido muchísimo cariño y tiene un lugar muy calentito en mi corazón. Me gustó el tipo de juego, los gráficos y esos detalles tan puliditos sobre la sensibilidad y que el juego no solo sea accesible por los temas que se puedan tratar, sino también por la dificultad. Tengo un TFM en curso sobre la posible traducción de los pronombres, ¡a ver cómo se desarrolla eso!
Espero que más gente conozca y llegue a jugar a esta joyita indie.

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