¡Estoy en llamas y bailo!
Análisis de Soundfall

17/05/2022 | Alystrin | No hay comentarios
La música no es lo mío, lo admito. No porque no me guste escucharla o bailar, sino porque tengo una completa y absoluta carencia de sentido del ritmo. Juegos como Crypt of the Necrodancer o Cadence of Hyrule me fascinan y me aterrorizan al mismo tiempo. ¿Cómo se arregla la gente para eliminar enemigos en sincronía con una canción?
Presentado en el Nintendo Indie World de mayo de 2022, el tráiler de Soundfall hizo que me enamorase instantáneamente al verlo. Ya fuese por la protagonista que aparecía, por el diseño artístico o por la tremenda música que acompañaba al vídeo, sabía que necesitaba jugarlo. Y no me equivoqué.
Soundfall tiene como protagonista principal a Melody, una camarera enamorada de la música. Sin saber el motivo, es atraída a la tierra de Sinfonía. Este mundo ha sido invadido por los Discordantes y su líder Banshee, quienes se dedican a corromper todas las canciones que encuentran. Con la ayuda de Legato y los Compositores descubriremos que somos una Guardiana de la Armonía y nuestro destino es salvar Sinfonía de las fuerzas del mal. Por supuesto, siguiendo el ritmo de la música.
Nuestro periplo incluirá recorrer varios escenarios muy diferentes entre sí. El volcán, la playa, la ciudad futurista… Todos ellos con gran número de pantallas, acompañadas cada una de su canción pertinente. Pronto nos daremos cuenta de que el estilo musical es característico en cada zona. Así, el bosque inicial tiene un toque electropop, en tanto que en la playa predomina la música latina.

Melody no estará sola en su viaje por Sinfonía
Contamos con un amplio elenco de armaduras y armas, cada una con características distintas. Las obtendremos tanto al derrotar enemigos y terminar zonas como al abrir cofres más o menos ocultos en los escenarios. También aparece un sistema de misiones, de modo que completar ciertos objetivos como derrotar un número de enemigos o llegar a un punto de la historia nos dará botín extra. Y, por si fuera poco, tendremos ciertos desafíos en cada pantalla. No fallar la secuencia de ritmo o completar el nivel en el tiempo que dura la canción serán algunos de ellos.
Melody no es la única Guardiana de la Armonía que conoceremos. Según avancemos iremos desbloqueando hasta cinco héroes diferentes. El modo de combate y su arma insignia serán diferentes entre ellos, pero comparten el resto de equipo y nivel. Esto invita a cambiar de personaje todas las veces que gustemos, sin el tedio que supone a veces aumentar la experiencia de cada personaje por separado.
Los diversos niveles se basan en una perspectiva isométrica, con lo que tendremos visión directa de lo que ocurre en todo momento. No sólo nos las tendremos que ver con los Discordantes pertinentes, sino también con trampas del entorno que además podremos utilizar a nuestro favor. Hablando de los enemigos, aparece una variedad significativa de los mismos. Debemos planificar bien nuestra estrategia al enfrentarnos a los grupos, porque si bien la mayor parte tienen ataques sencillos de esquivar, otros supondrán un auténtico dolor, máxime si se acumulan con esbirros menores.
La estética del juego es tremendamente llamativa. La animación de las escenas, así como el aspecto y atuendo de los personajes, dan la sensación de estar ante un episodio de She-Ra y las Princesas del Poder. A veces es complicado no hacer paralelismos tanto con esta serie como con ciertos personajes de League of Legends, en concreto con Leona y Akali, pero este parecido se queda en la estética y nada más.
Otra característica de Soundfall que puede darnos mucho juego es la posibilidad de jugar en grupo. Podemos formar equipos de hasta cuatro personas, con las que nos sincronizaremos para aplastar a los enemigos de Sinfonía. No hay servidores de juego, así que por el momento el multijugador se limita a redes locales.
Soundfall está disponible en varios idiomas. Por el momento está en español de Hispanoamérica y no de España, pero la localización es muy buena y salvo algunas expresiones y giros, indistinguible.
Por si todo esto fuera poco, una de las características más divertidas es el modo libre. En él podemos repetir las canciones que queramos y obtener recompensas, pero también incorporar nuestra propia música. El juego analizará la canción que hayamos elegido, determinará su ritmo y, en base a él, el escenario que corresponde. También buscará si aparecen ciertos elementos, como el uso de instrumentos electrónicos, y en base a ello cambiarán tanto el tipo de enemigos como el botín que obtengamos. Como es lógico suponer, funciona mejor en canciones con un ritmo muy marcado (como Another one bites the dust) que en otras más erráticas.
Soundfall es un título pequeño, pero con mucho contenido. No solamente resulta agradable ver la cantidad y variedad de niveles del título, sino que el hecho de poder incorporar nuestra música o jugar en equipo aumenta mucho las ganas de dedicarle tiempo. No es raro encontrarnos que se nos han pasado las horas volando, cuando nuestro objetivo inicial era “juego una canción o dos y ya lo dejo”…
Clave de prensa proporcionada por Drastic Games.