¡Que llueeeva, que llueeeva, el pug de la cueeeva!
Análisis de A Winding Path

20/10/2022 | Aonia Midnight | No hay comentarios
Soy la clase de persona que se encoge ante los escenarios que deja una sequía. La tierra agrietada por donde antes fluía el agua me genera angustia, y ver el desperdicio de cantidades ingentes del líquido elemento me molesta sobremanera. Así que cuando A Winding Path llegó a la redacción de Todas Gamers no pude evitar sentir curiosidad.
Nos encontramos ante un título que recoge una pequeña historia sobre la importancia del agua. Sin decantarse por un tono especialmente dramático, su equipo de desarrollo ha optado por darle un enfoque aventurero. Apareceremos con un monigote sin marcas estéticas de género —aunque se utilizará el masculino al hablar de él— ni nombre en lo que parece ser un pueblo de montaña.
No hay introducción ni contexto, por lo que aprenderemos qué hacer y cómo según exploremos nuestro entorno. Al parecer, hace tiempo que no llueve y las consecuencias de esta sequía comienzan a ser palpables, por lo que debemos encontrar la forma de echar una mano. No tardaremos en dar con una vieja lira que nos ayudará a invocar alguna que otra nube que descargará algo de lluvia.
La mecánica del juego es sencilla, exploraremos diferentes escenarios, moviéndonos con el stick izquierdo, tocaremos la lira con el stick derecho e interactuaremos con algunos elementos pulsando A. En nuestro camino entablaremos conversación con diferentes personajes, y ello nos dará las pistas necesarias para seguir avanzando.
Además, por si nos hemos despistado, o retomamos la partida en diferentes momentos, contamos con un menú de Conversaciones en el que podremos releer diálogos pasados y reubicarnos. Asimismo, A Winding Path se encuentra disponible en varios idiomas, entre ellos el nuestro, por lo que atender a la historia no supondrá un esfuerzo extra. Si bien es cierto que encontraremos alguna que otra errata, la verdad es que son meros gazapos que no afectan a la experiencia de juego. Y la traducción viene debidamente acreditada.
Por su parte, algo que me resultó curioso fue la opción de aplicar un filtro cuyo color e intensidad escogeremos en el menú de ajustes. Sobre todo porque lo descubrí trasteando, ya que nada indica que los nombres asignados —Anochecer (anaranjado), Pizarra y Carmesí (azulado), Invertido (negro), A la Deriva en Sueños (verde), ¡Déjales que coman tarta! (grisáceo), Esa camiseta especial (insolente color rosita)— hagan referencia a esta configuración. Y dado que si no cambiamos la intensidad, seguiremos viendo el blanco predeterminado.
A Winding Path cuenta con un apartado gráfico que, si bien imita un dibujo tradicional a lápiz, está cargado de detalles. Como si estuviéramos ante un boceto o esbozo, donde se han relegado a un segundo plano los personajes, dando importancia a los escenarios. Todo ello envuelto en un apartado sonoro discreto, pero bien cuidado, y cuyo objetivo es ofrecernos una experiencia relajada.
Y dada la estética del juego, entendemos que los diferentes filtros mencionados anteriormente se deben a una cuestión de adaptación o comodidad visual. Como el modo nocturno de algunas aplicaciones, el cambio de color de A Widing Path responde a la posible necesidad de quien juega de no exponerse a una pantalla demasiado blanca. Aunque no aparece explicación alguna en el propio apartado de opciones.
Su historia también es sencilla y no pretende innovar ni generar malestar o incomodidad. Simplemente se ha escogido un tema serio e importante, como es la escasez de agua y sus consecuencias, y se ha creado un pequeño cuento interactivo. Además, nuestra aventura tendrá un tono ligero, dejando a un lado el aire devastador de otros títulos. Una manera de concienciar desde el entretenimiento sin hacer sentir culpable a quienes juegan.
Tampoco pretende dar lecciones de moralidad o de consumo responsable. En ningún momento se hace referencia a los malos hábitos o las causas de la sequía, sino que se centra en sus consecuencias, en cómo afecta a los cultivos o a los recursos de una población. Todo ello mezclado con un mensaje de unión, donde la solución se encuentra en la colaboración para afrontar una crisis. Y, por supuesto, un toque de fantasía, dado que estamos utilizando una lira para atraer la lluvia. Además, nos encontraremos con seres fantásticos de todo tipo.
Como forma de fomentar que exploremos el entorno y disfrutemos de las pequeñas cosas que nos ofrece, A Winding Path nos presenta la posibilidad de obtener coleccionables. Estos consistirán en gotas de rocío que utilizaremos para desbloquear sombreritos. Puede que se trate de una propuesta opcional, pero la verdad es que conseguirlas no resulta complicado. Y, dada la corta duración del título, merece la pena intentarlo.
A Winding Path es una sencilla aventura que, si bien no nos robará más de un par de horas, la verdad es que se disfruta minuto a minuto. Quizás en algún momento sintamos que el monigote podría caminar más rápido, pero dependerá más de nuestra costumbre por jugar de forma acelerada. No encontraremos un botón de acelerar el paso ni falta que hace. Se trata de una experiencia relajada, con ligeros toques de humor, y cuya intención es recordarnos la importancia del agua. Sin duda, una forma de concienciar sin hacer sentir mal a quien solamente quiere desconectar un momento.
Clave del producto proporcionada por Flynn’s Arcade.
Curiosa, reflexiva y torpe // Palomitas y cerveza // Psicóloga porque lo dice un título // Mi mente está llena de mundos en los que evadirme // Nothing is true, the cake is a lie