Conservando pero no mucho
El cementerio está lleno de juegos online

23/04/2023 | Azka | No hay comentarios
A partir del 2 de enero de 2023 los videojuegos por fin pasaron a ser de depósito obligatorio para los editores en la Biblioteca Nacional de España. Antes se realizaba de forma voluntaria o si acompañaba a algún otro documento que sí estuviera explícitamente mencionado en la ley para su conservación. Y esto en España, porque aún hay países con esta cuenta pendiente donde los originales pueden perderse y las copias ser apenas elementos de coleccionismo, con suerte. Y parece realmente increíble, sobre todo desde el punto de vista de una amante de los videojuegos, porque este bien cultural tiene ya una larga trayectoria, no es algo nuevo, y gracias a la pandemia de 2020 ha quedado bien claro lo útil e importante que es ya hoy en día.
Me viene a la memoria el terrible caso de la versión para Mac de Neverwinter Nights, que solo estaba guardada en el único ordenador de este tipo que había en las oficinas de Bioware en Edmonton por aquel entonces (2007). Por temas de espacio, se dejó mal almacenado y acabó en la basura por error. Y así fue como este juego nunca volvió a tener más parches para Mac. Por suerte es muy difícil que pase esto hoy día gracias a los medios que hay, tanto físicos como digitales, pero también porque, aunque los Estados no los valoren, los autores saben todo el esfuerzo y coste que tiene hasta el más corto y sencillo de ellos.
Estos son problemas comunes a todos los videojuegos, pero ¿qué pasa cuando el título además necesita conexión a Internet? A pesar de este gran avance en la conservación y custodia, quedan inútiles por su característica de juegos online una vez que se cierran los servidores. Recientemente se ha dado este caso con Knockout City. Este multijugador, que utiliza la idea de balón prisionero y fue lanzado en 2021 por Velan Studios, no ha tenido mucho tirón, por lo que para junio de 2023 cerrarán su servicio. A diferencia de otros títulos, este necesita donde conectarse y eso implica un mantenimiento, un gasto, independientemente de que añadan contenido o algún tipo de actualización. En estos casos es imposible poder disfrutarlos, aunque sean bastante nuevos. Por suerte Velan ha prometido un último parche que añada la posibilidad de crear servidores privados por parte del cliente, con lo que podremos alojar las partidas en nuestro PC, si así lo queremos, y seguir jugando a nuestro ritmo sin necesitar popularidad, solo llamar a nuestras amistades.

Búsqueda de juegos de NCsoft en el catálogo de la Biblioteca Nacional de España
Pero no todos los desarrolladores están dispuestos, o pueden, tomar estas medidas antes de abandonar su creación. Es aquí donde la comunidad ha hecho una gran labor y donde no se debe negar la importante contribución que ha realizado la piratería, aunque duela. Si no fuera por esta, muchos títulos estarían aún más perdidos y olvidados. Y es que los juegos online, no los que son simplemente cooperativos sino los que tienen una versión cliente y otra servidor, necesitan de estas dos partes para poder funcionar. La versión cliente requiere conectarse al servidor y que le envíe la información del juego que dependa de ella. Este es el caso de los MMORPG, un género al que he sido aficionada y al que actualmente procuro no acercarme mucho por la cantidad de horas que exige.
Uno de los más famosos es World of Warcraft, del infame Activision Blizzard. Fue lanzado en 2004 y, aunque aún sigue teniendo muchísimo tirón mundialmente, ha pasado por multitud de actualizaciones y cambios. Tanto que existe una versión clásica independiente donde podemos disfrutar de cómo era el juego muchísimos años y actualizaciones atrás. Pero no creáis que siempre tuvieron este espíritu de conservación y admiración del pasado, la versión clásica apenas tiene unos años. Fue lanzada en 2019 tras ver que servidores ilegales mantenían una versión original del juego, previa a toda actualización, con mucho éxito y concurrencia de jugadores. Si no fuera por ellos, tal vez nunca se hubieran planteado traer de nuevo aquellos tiempos en los que todo era más difícil, como se suele decir (y que en cierto modo es verdad, aunque también más simple).
Sin embargo, otros no tuvieron tanta suerte, y Warhammer Online: Age of Reckoning, publicado por Electronic Arts en 2008, cerró al poco tiempo de empezar su andadura pues, incluso con la gran base de fans que mueve la franquicia, no consiguieron atraer a suficientes jugadores. O tal vez no tuvieron la publicidad o paciencia necesarias para establecerse, ya que tras su cierre se creó una comunidad y un servidor no oficial que ha mantenido vivo el título y su espíritu hasta nuestros días. Y es que no ha habido ni hay juego que tenga tanta variedad y tan casuales pero bien delimitadas las zonas de combate entre reinos o facciones. Tal vez simplemente no eran los números que querían, y ni se plantearon un modelo F2P. Una pena.

Dinosaurio de Ark 2 preparado para zamparse al humano que viene de Ark 1
Es curioso el caso de los números porque hay títulos que se mantienen con pocos pero fieles, como es el caso de juegos antiquísimos como Everquest (1999), u otros no tanto pero que nacieron viejos como The Lord of the Rings Online (2007). En este último caso supongo que la gran base de fans y roleros ha conseguido mantenerlo a flote, pues en el aspecto de gráficos y mecánicas nunca destacó. La verdad es que la lista es más larga de lo que cabría esperar teniendo en cuenta que ya no está este género tan de moda como a finales de los dosmiles. Algunos que tal vez os sorprenderán son: Tibia, Final Fantasy XI o Guild Wars (el primero, sí). Sobre todo, en este último caso, porque hay títulos que no tienen tanta suerte y son fagocitados por sus herederos. Tenemos recientes buenos ejemplos de esto con Overwatch 2 y Ark 2 (que aún no salió pero ya se ha avisado de que así pasará), cuyas primeras partes no han tenido tanta suerte ni han sido consideradas lo suficientemente buenas y rentables para mantenerlas abiertas. También por ser una competencia demasiado directa. Pero siguen sin ser los mismos juegos por mucho que se parezcan. Estamos perdiendo estos títulos que nunca serán jugables de nuevo, a no ser que sus creadores cambien de idea, o tal vez la comunidad consiga evitar de alguna forma las garras de la ley.
Estamos en un punto en el que el ritmo de lanzamientos de videojuegos es vertiginoso. Si algo no da ciertas cifras, y cuesta mantenerlo, pues se quita y se va a la siguiente apuesta de la lista. Prefieren guardar títulos en un cajón antes que liberarlos para que la comunidad los reviva de forma gratuita. Y encima, si no fuera por ella, y que no tienen mucho miramiento por la ley, aún más juegos estarían olvidados, imposibles de probar. Luego quieren vendernos los logros conseguidos con su esfuerzo, como mods, traducciones o incluso ports. Necesitamos más leyes que protejan los videojuegos y sus trabajadores, y menos capitalismo.
Bibliografía
Bioware (2020). Bioware: Stories and Secrets from 25 Years of Game Development
Estudiando para hada madrina, que dicen que para estudiar nunca es tarde. Jubilada de los MMOs. Ahora llevando la magia gamer a las nuevas generaciones.