Análisis de Tell Me Your Story

No me canso de deciros lo mucho que me gusta un juego relajadito de puzles. Poder concentrar toda mi atención en un problema con solución a corto plazo. Maravilloso. Y si a eso le añadimos una estética cuqui, es imposible que no quiera echarle un ojo. Tell Me Your Story cumple con ambas premisas, y he tenido la suerte de probarlo en Nintendo Switch y traeros mi experiencia de este juego indie realizado por un estudio polaco compuesto solo de señoras y un perrete llamado Peanut (información relevante).

Una de las cosas que primero llaman la atención de Tell Me Your Story es que, aunque tenemos el juego en varios idiomas, incluido el español, no vamos a encontrar texto que leer en su interior. Solo se aplica a los menús y los títulos de los capítulos o mapas. La historia que nos va a contar se lleva a cabo a través de las acciones, objetos y puzles que realizan, usan y nos proponen las protagonistas y un perro. Una, suponemos que nieta, va a pasar unos días con su abuela. O a quedarse a vivir con ella. No sé, mucha maleta. Y, en el transcurso de la visita, la nieta aprovecha para conocer las muchas aventuras que vivió la yaya durante su juventud.

Las aventuras se dividirán en una introducción, tres capítulos para cada región en la que se desarrollan los acontecimientos, y uno corto de cierre. Por ejemplo, el primer capítulo de región es en América del Sur, y se titula “Las profundidades del Amazonas”. Los puzles de esta parte, aunque variados, tocan temática relacionada con ruinas indígenas y selva, principalmente. Caen en tópicos en todos los niveles, aunque especialmente en los de América del Sur y China. No intentan educar ni informar sobre estas zonas, parece más una forma de facilitar la identificación de los elementos con los que vamos a interactuar. Una simplificación seguramente enfocada a ser más accesible pero que perpetúa clichés.

Los puzles intentan representar algún evento u objeto local, mientras nos plantean un sencillo reto. Son variados, desde ordenar elementos a descubrir una secuencia. El principal problema es averiguar qué tienes que hacer, pues no hay ningún tipo de explicación, y son diferentes cada vez. A veces hay alguna señal por el escenario o se pueden deducir por nuestra experiencia con otros juegos. Pero en caso de que no demos con la clave podemos consultar las pistas. Tendremos tres en total. Una vez las gastemos podremos conseguir tres más realizando un minijuego de reconstruir una taza rota. Es sencillo y agradable de hacer, pero siempre es el mismo cada vez.

A la hora de interactuar con los elementos de los puzles contaremos con un puntero, de tamaño ajustable desde el menú. Los controles son sencillos, pulsar para interactuar o coger y mover. No hay más, y se lleva muy bien con el mando, pero es muchísimo más cómodo y satisfactorio con la pantalla táctil. Un detalle que le viene de perlas y hace mucho más placentero jugar. Pocos títulos aprovechan la pantalla táctil de la Switch, con lo apañada que es.

Otro aspecto que también ayuda a que el juego sea accesible y sencillo es el estilo artístico. Cuenta con un dibujo con textura a lápiz, colorido y nada recargado. Al ser vistoso ayuda a identificar fácilmente los elementos y a deducir cuál o cómo pueden ser parte del puzle. Darle con los dedos a las piezas y opciones no será ningún inconveniente. El apartado sonoro es meramente ambiental, pero siempre se agradece para una mayor inmersión.

Este diseño y controles hacen el juego muy accesible a cualquier edad. Puede que tal vez un poco más difícil para personas adultas, pues esperamos algo más complicado y acabamos atascándonos por culpa de nuestras expectativas. Además, una vez superado un puzle o nivel completo podremos repetirlo siempre que queramos. Sin embargo, tanto los ajustes como la selección de nivel están en el menú. No se puede acceder cómodamente desde dentro del juego, por lo que se borrará nuestro avance en este puzle concreto al intentar simplemente, por ejemplo, un cambio de volumen o de tamaño de puntero.

Otras pegas que podemos ponerle al título es que es corto. Al ser tan sencillo nos lo pasaremos rápidamente, y aunque podamos repetir el puzle que queramos desde la selección de nivel, no hay cambios ni retos que inviten a rejugar. También, tal vez debido a que lo he jugado previo al lanzamiento, no he podido acceder al artbook de los tres personajes que nos aparece desde el menú. Y he tenido algunos cierres repentinos, pero nada que no solucione un parche de día uno. Eso sí, en ningún momento lo hace injugable, y más teniendo en cuenta que se guarda cada vez que solucionamos un puzle y podemos volver a este nivel cuando queramos, como os comenté antes.

En conjunto Tell Me Your Story es un juego bonito y cuqui para echar un ratito calentito si te gustan los puzles. Claramente muy accesible y pensado para les niñes de la casa. Sin texto que tengan que leer, con acceso táctil y puzles sencillos. Algunos tanto que solo son mover un par de objetos. Aunque en otros tal vez sí pidan ayuda. Pero es un título sin pretensiones que solo quiere entretener y este aspecto lo cumple perfectamente.