Seguro que Sora está por ahí escondido

Análisis de Disney Dreamlight Valley: Cozy Edition

Análisis de Disney Dreamlight Valley: Cozy Edition

Debo admitir que me llevé una decepción enorme cuando se anunció oficialmente que Disney: Dreamlight Valley no saldría del early access de forma gratuita como se había prometido. Pertenezco a ese paciente grupo de personas que estaba esperando que ese momento llegara para continuar mi partida, ya que lo probé en Game Pass y me había encantado. Además, el hecho de que el juego saliera tras Halloween, eliminando cualquier posibilidad de participar en el evento de Pesadilla Antes de Navidad, no ayudó demasiado. No os voy a engañar, entre unas cosas y otras, me enfadé bastante y no podía evitar sentir que nos habían engañado. Pero bueno, qué le vamos a hacer. Dejemos a un lado el disgusto y centrémonos en sus luces y sombras.

Una vez iniciemos el juego podremos seleccionar si queremos comenzar una partida nueva o continuar con una que tuviéramos guardada en la nube. Por suerte, en su momento decidí asegurar el progreso de mi personaje y pude recuperarlo sin ningún problema. Todo estaba exactamente como lo dejé. Bueno, quizás no todo, ya que han ido añadiendo contenido desde su lanzamiento. Y, en principio, se prevé que siga aumentando.

Si optamos por empezar de cero, crearemos a nuestro personaje tras un pequeño vídeo introductorio. Podemos decantarnos por opciones predeterminadas o modificar aquella que más se acerque al resultado final, pudiendo personalizar individualmente ojos, nariz, boca, peinado, etc. como viene a ser habitual. Y lejos de lo que pueda parecer, al centrarse en la estética Disney, la realidad es que se trata de un creador de personajes bastante completo. De esos en los que el tiempo vuela escogiendo la combinación perfecta. Se echan en falta, sin embargo, los cuerpos gordos, aunque sí se supera la barrera del género en los elementos de personalización, pudiendo acceder a todos los elementos y cuerpos. De igual modo, encontraremos un turbante, un pañuelo para la cabeza e incluso opciones de vitíligo.

Tras crear a nuestro personaje de forma satisfactoria y elegir cómo se llamará, comenzará nuestra aventura. Y es que si bien Disney Dreamlight Valley es, ante todo, un simulador de vida, quiere ir más allá, ofreciéndonos una historia que no deja indiferente. Como viene a ser costumbre, y fiel a la realidad, nos hemos hartado del ajetreo y las responsabilidades de nuestra vida en la ciudad. Y dado que prenderle fuego a todo no es una opción, hemos decidido escaparnos a un lugar tan familiar como confortable, donde fuimos felices en nuestra infancia.

Captura de pantalla de Disney Dreamlight Valley. Puertas.

Por desgracia, nos encontraremos con que la oscuridad cubre el valle, llenándolo todo de espinas. Sus habitantes no entienden lo que ha pasado y, además, el Olvido se abre paso no sólo robando sus memorias sino también provocando su desaparición. En nuestra mano está devolver la magia y la esperanza al valle, ayudando a los personajes de las películas de Disney y Pixar de ayer y hoy. ¿Cómo? Eliminando las espinas, haciendo recados y dándole nuestro propio estilo al lugar.

Dado que se trata de una tarea a largo plazo, nuestros primeros pasos servirán a modo de tutorial, tanto para aprender las mecánicas como para familiarizarnos con todo. En cualquier caso, navegar por los diversos menús nos ayudará a refrescar la memoria tantas veces como sea necesario. Así será como consultaremos las diferentes misiones abiertas y lo que debemos hacer para completarlas, y como comprobaremos la evolución de nuestra colección y las tareas de Dreamlight.

Estas tareas, como su nombre indica, son actividades gracias a las que conseguiremos este elemento. El Dreamlight es una moneda de cambio para eliminar espinas de la noche que bloquean el acceso a algunas zonas del valle. Así, conforme vayamos recolectando, cultivando, pescando o cocinando determinadas cosas iremos avanzando en las tareas y, llegado el momento, podremos canjear nuestra recompensa. Hay muchísimas formas de conseguir Dreamlight y todas ellas vienen recogidas en el menú correspondiente por si necesitamos rascar cierta cantidad.

Donde más Dreamlight obtenemos es con las misiones, tanto de la historia como de amistad. Las primeras nos ayudarán a comprender qué ocurrió en el valle y cómo enfrentarnos al Olvido. Las misiones de amistad, por su parte, nos permitirán conocer más del trasfondo de los personajes. Además, para poder avanzar en estas subtramas, deberemos subir nuestro nivel de amistad con ellos. Sea hablando diariamente, pidiéndoles que nos acompañen o regalándoles lo que más desean. Avanzar en estas relaciones también supondrá desbloquear conjuntos de ropa y muebles propios de cada personaje.

Para que el tiempo que pasemos con nuestras amistades sea productivo, ayudándonos a conseguir más recursos, les asignaremos un rol. De este modo, cuando les invitemos a recorrer el valle a nuestro lado, podremos centrarnos en una actividad en concreto, ya sea extraer minerales, pescar o cultivar. Y es que todo el mundo sabe que las tareas compartidas son menos pesadas. O dicho de otra manera: ya que cargamos con el peso de devolver al valle su antigua gloria, qué menos que todo el mundo arrime el hombro. Vagos.

Captura de pantalla de Disney Dreamlight Valley. Fuente.

Aquellos ingredientes que cultivemos, pesquemos o recolectemos servirán para preparar recetas deliciosas que nos ayudarán a recuperar energía. Porque sí, gente, nuestro personaje se va a cansar de tanto trabajar. Por suerte, según vayamos subiendo de nivel, fortaleciendo nuestras nuevas amistades, iremos aumentando nuestra energía máxima. Mientras esto ocurre, tendremos que recuperarnos pasando algo de tiempo en casa o comiendo.

Pasar por casa también hará que nos pique el gusanillo de la decoración. Así, podremos ampliar y personalizar nuestro dulce hogar tanto con los muebles que desbloqueemos en las misiones como comprando en la tienda de Gilito. También podremos optar por construir cosas con nuestras propias manos, algo que se nos antojará necesario tras ojear los precios del pato usurero. Especialmente al principio, ya que es fácil que dediquemos buena parte de nuestros ingresos a devolver la vida del valle, colocando las casas de aquellos personajes que vayamos conociendo. Dinero que, por supuesto, irá a los bolsillos de Gilito, porque ante todo es un emprendedor. Ni confirmamos ni desmentimos que los domingos juega al golf con Tom Nook.

Por nuestra parte, podremos rascar algunas monedas vendiéndole recursos a Goofy, eliminando espinas de la noche o abriendo cofres que aparecerán aleatoriamente por el valle. Todo ello cosas que haremos de forma habitual para pasar el rato en Disney Dreamlight Valley y como forma de avanzar en las misiones de la historia y de amistad. Además, no tendremos que preocuparnos por romper nuestras herramientas, ya que éstas no sólo no se estropean, sino que podremos mejorarlas. Donde sí deberemos tener un ojo puesto será en el espacio disponible de nuestro inventario. Al menos hasta que podamos ampliarlo. Por suerte, siempre tendremos la opción de construir cofres en los que tirar aquello que no vayamos a utilizar en ese momento.

Y para que no todo sea centrarse en devolver su antigua gloria al valle, podremos participar en una serie de eventos temporales, o DreamSnaps, centrados en la fotografía. Para ello, utilizaremos los objetos propuestos en el desafío, enfocaremos la cámara de nuestro personaje y sacaremos la foto ideal. Foto que la comunidad podrá votar a cambio de piedras lunares. Al finalizar el desafío, obtendremos recompensas según nuestra clasificación. Si queremos participar en las votaciones, sólo tendremos que acudir a la pestaña correspondiente e ir eligiendo nuestra favorita en tandas de dos.

Las piedras lunares son, valga la redundancia, la piedra de tropiezo de Disney Dreamlight Valley. Y es que si bien se utilizan para elementos estéticos que se irán renovando cada cierto tiempo, se trata de una moneda basada sobre todo en microtransacciones. Algo que, por desgracia, es bastante habitual en los juegos de Gameloft. Pienso que quizás fuera un tipo de moneda que podría tener un pase en un juego gratuito, porque de algo hay que comer.

Captura de pantalla de Disney Dreamlight Valley. Pesca.

Sin embargo, también considero que es un elemento que podrían haber eliminado tan pronto como decidieron que el juego nunca saldría de forma gratuita. Y aunque se puede rascar cierta cantidad de piedras lunares a lo largo de la partida, ésta es bastante irrisoria, obligando a quien juega a invertir (más) dinero real. Al menos si desea un objeto exclusivo.

En cualquier caso, la edición física de Meridiem Games incluye 14.500 piedras lunares. Además de 1 de los 6 posters exclusivos, pegatinas, un suéter del Gato de Cheshire para nuestro personaje, el aspecto Casa de Campo y 5 skins para compañeros animales. Eso sí, tened en cuenta que la Cozy Edition para Nintendo Switch no lleva cartucho, sino un código de descarga. Las versiones de PlayStation y Xbox sí incluyen su propio disco de juego. Otra decisión que da lugar a debate. Aunque la falta de fluidez en los menús y los elevados tiempos de carga de la versión de Nintendo Switch tampoco es que inviten a decantarse por esta opción.

Disney Dreamlight Valley es un juego ideal para quienes no buscan únicamente un simulador de vida, sino que necesitan ese punto aventurero extra. Esa excusa perfecta para hacer algo más que cultivar y vender lo cosechado. Además, no puedo evitar sentirme atraída por ese regusto a Kingdom Hearts que me dejaron, desde un primer momento, su historia y la estética oscura de las espinas.

Es una verdadera pena que el juego no vaya a salir de forma gratuita como mucha gente esperaba. Sobre todo porque se trata de un título al que merece la pena asomarse. Supone un refugio confortable para aquellos momentos en los que no nos apetece lidiar con los problemas de la vida adulta. O con la complejidad de algunos videojuegos. Como un fuerte de mantas y cojines donde lo único que importa es liberar el Castillo de Sueños y el valle del control del Olvido. O simplemente pasar un ratito agradable con personajes que en su día llenaron nuestras vidas y todavía son capaces de despertar la chispa de magia de nuestro interior. Sin lugar a dudas, uno de esos juegos que invitan a prepararse una bebida calentita y volver a la infancia, pero disfrutando de la visión adulta del título.

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Aonia Midnight
Aonia Midnight @AoniaMidnight

Curiosa, reflexiva y torpe // Palomitas y cerveza // Psicóloga porque lo dice un título // Mi mente está llena de mundos en los que evadirme // Nothing is true, the cake is a lie

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