Shadow of the Colossus

Shadow of the Colossus, un remake merecido

Shadow of the Colossus, un remake merecido

Shadow of the Colossus es uno de esos títulos que todo jugador debería probar al menos una vez en la vida. Este juego tan adorado tanto por el público como por la crítica lucía tal despliegue técnico que llevó a PlayStation 2 más allá del límite de su potencia. Su propuesta, además, era muy diferente a lo habitual: una aventura en la que nuestros rivales eran jefes únicos, sin lacayos intermedios, y con una delicadeza emotiva que se transmitía en cada combate. En la siguiente generación fue remasterizado para PlayStation 3 gracias a la desarrolladora BluePoint Games, la cual nos trae su remake para PlayStation 4 este mismo 7 de febrero de 2018.

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La sombra del coloso es alargada y a día de hoy su poso permanece

El regreso de un clásico que no pierde su alma

Los remakes son objeto de polémica debido a la puerta abierta al abuso de rehacer juegos sin mucho añadido y con el perverso deseo de vender por segunda vez un producto idéntico, cual Stacey Malibú con sombrero nuevo. A todos se nos viene a la cabeza un juego con un lavado de cara 4k, cuando su versión anterior aún queda vigente. No obstante, no es el caso de Shadow of the Colossus, que llega a la nueva generación sin las limitaciones que sufrió en PlayStation 2, y con su núcleo intacto.

Tras la creación de este título se encuentra el Team Ico, el estudio de Fumito Ueda que nos obsequió en 2002 con Ico y que volvió a conquistar nuestros corazones con The Last Guardian en 2016. Los tres títulos tienen como ingredientes principales la ambientación en un lugar remoto, donde se habla un idioma ficticio, y la transmisión de emociones a través de las mecánicas, siguiendo una narrativa sencilla, pero funcional y simbólica.  

Con Shadow of the Colossus para PlayStation 4 nos encontramos ante una adaptación fiel, con un mayor preciosismo en los detalles audiovisuales y sin ninguna alteración a la trama, combates o narrativa, aunque sí con añadidos que o bien son opcionales o no empañan la experiencia que queríamos disfrutar de nuevo y que, al mismo tiempo, se abre a los jugadores que no disfrutaron en su día de este tesoro lúdico tan único.

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Peligro de Stendhal

El cambio más evidente es la mejora audiovisual; tanto escenarios como personajes y colosos presentan una mayor riqueza de detalles y texturas, sin ninguna alteración drástica sobre la paleta de colores característica del original, en la que continúan predominando los colores tierra y grisáceos, sin dejar de lado los verdes y azulados para las zonas boscosas y acuáticas, respectivamente. La iluminación sigue siendo una protagonista prominente y la mejora técnica de esta versión la permite lucirse en todo su esplendor; aportando una ambientación ominosa. A nivel técnico, es de agradecer que hayan desaparecido las ralentizaciones que empañaron la calidad del original. La banda sonora también se ha visto enriquecida; nos acompañan los mismos temas solemnes, con una personalidad adecuada a cada situación y que complementan a la perfección el tono épico del juego. Kō Ōtani, compositor del apartado musical, ha contado con un mayor número de músicos para representar cada tema y ha añadido instrumentos de cuerda, con el fin de crear una sensación de estar envueltos por una mayor escala sonora.

A nivel de jugabilidad, contamos con nuevos niveles de dificultad. Mientras que el título original presentaba un nivel estándar y otro difícil desbloqueable tras completar el juego, en este remake disponemos de ambos desde el principio, junto con un nivel fácil, con el que sufrimos menos daño y nuestros golpes son más poderosos. Asimismo, podemos contar con los consejos de Dormin, la divinidad que nos guía en nuestra misión, los cuales nos proporcionarán pistas sobre cómo resolver cada combate. En cuanto a los controles, podemos escoger entre cuatro esquemas: el clásico, que recrea el manejo original; el clásico adaptado, que altera ligeramente el anterior; el moderno, que añade una mayor accesibilidad a los comandos, y el moderno adaptado. No obstante, el espíritu de las mecánicas sigue presente en cualquier esquema; Agro se comportará como una yegua viva y no como un ciclomotor, y deberemos tener en cuenta que controlamos las riendas, y no al animal en sí.

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Se llaman colosos por algo

Tras finalizar el juego, tendremos disponible el Modo Espejo, donde accederemos a un universo donde cada elemento está invertido con respecto al original, y al Modo Contrarreloj, también presente en la versión original, en el que debemos derrotar a cada coloso en un tiempo récord, lo cual se premia con nuevos objetos que mejoran las habilidades de nuestro héroe, y con conceptos artísticos desbloqueables, algunos de los cuales estarán disponibles después de la primera partida completa.

El Modo Foto es otro añadido a esta nueva versión, que ofrece múltiples posibilidades de encuadre y filtros y es todo un lujo para guardar postales virtuales de nuestra aventura, y es que los lugares que visitaremos, así como nuestros enemigos, resultarán de una belleza inolvidable.

¿Cuán alargada es la sombra del coloso?

Shadow of the Colossus se sitúa en un lugar remoto, llamado la Tierra Prohibida, una vasta región solitaria en la que se erige un imponente templo. Allí, un muchacho llamado Wander —cuyo nombre, así como el de casi todos los personajes, conocemos a través del material exterior al juego— lleva a lomos de su fiel yegua Agro el cuerpo sin vida de su amada, sacrificada por “tener un destino maldito”, lo cual nos insinúa una referencia a Ico. En el santuario, el muchacho invoca a Dormin, una divinidad que se refiere a sí misma en plural, habla con voz masculina y femenina a la vez y que le promete devolver la vida a la joven si derrota a los dieciséis colosos que pueblan la Tierra Prohibida. Puede que se plantee como la típica historia de mujer en la nevera, pero la epopeya de Wander va mucho más allá. A lo largo de unas ocho horas de juego, iremos buscando de uno en uno los colosos según nos vaya indicando Dormin, y cada uno de ellos constituirá un capítulo único de un poema videojueguil y épico.

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El cuerpo de Mono sobre el altar, a la espera de su resurrección, nos recordará constantemente el motivo de nuestro sacrificio

Wander es un muchacho sin grandes poderes, únicamente armado con un arco y una espada mágica que es la única capaz de dañar colosos. Sus limitaciones humanas las viviremos a través de las mecánicas; los saltos que es capaz de dar son de una distancia comedida, y deberemos estar atentos a su indicador de resistencia, que determinará el tiempo que es capaz de mantenerse aferrado a un lugar o sumergido bajo el agua. Dicha capacidad aumentará con cada victoria y con cada lagarto que cacemos y comamos durante nuestros viajes. También tenemos un indicador de salud que se engrosará tras cada coloso derrotado y al comer piñas que hallemos y hagamos caer de los árboles. Sufriremos daño con cada golpe recibido o tras una mala caída, la cual puede resultar en muerte instantánea si se da desde una altura considerable. Para sanarnos, deberemos permanecer un tiempo sin ser heridos, o rezar en alguno de los santuarios que hallaremos dispersos por la región y a los cuales regresaremos al cargar la partida, que podemos guardar manualmente.

Cada misión sigue un mismo esquema: Dormin nos describirá crípticamente a nuestro siguiente enemigo y recorreremos la región en pos de él. Para guiarnos, apuntaremos con nuestra espada al sol y el reflejo nos marcará el camino. Agro, nuestra yegua, será nuestra única compañera y la podremos cabalgar, y es a través de las mecánicas donde sentiremos que se trata de un animal vivo y no de un automóvil. Nosotros, como jinetes, controlaremos las riendas y espolearemos a la criatura, la cual no obedecerá con la precisión exacta de una moto. Este detalle la dotará de personalidad y nos ayudará a comprender como un ser vivo, algo que ya vivimos en The Last Guardian con Trico.

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El tamaño no importa. Este coloso es de los más pequeños y no por ello el más sencillo

El recorrido que haremos entre coloso y coloso hace las veces de descanso del guerrero debido a la exquisitez de los parajes que visitemos, cuya contemplación nos llenará de paz. Cada ruta es más retorcida que la anterior, y no nos importará perdernos en absoluto, porque cada rincón merece una visita. La Tierra Prohibida, a su vez, contiene ecosistemas muy diversos, como bosques, playas, desiertos o cavernas subterráneas. Para añadir un componente más trágico a la ambientación, estaremos en todo momento bajo un cielo nublado, surcado por unos misteriosos halos de luz, y que se desatará en la última batalla con una tormenta que creará el clima perfecto para los momentos finales de la gesta de Wander.  

A lo largo del juego no habrá enemigos intermedios, sólo los colosos. Cada uno de ellos será único, con su nombre propio, su tamaño y su forma de moverse y atacar; todos evocan bestias o figuras reconocibles, como un caballero con espada o un toro. Durante el enfrentamiento, deberemos observar tanto a nuestro rival como a su entorno, para planear la forma de derrotarle —los consejos de Dormin pueden servir de ayuda a los más impacientes—. Cada enemigo, en lugar concreto del cuerpo, tendrá uno o varios puntos débiles, que nuestra espada iluminará y que deberemos apuñalar con la misma. Nuestro arco será útil para herir puntos concretos, señalizados como una grieta luminosa y sangrante, pero no ejercerá heridas letales.

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David contra Goliat

En una batalla que cumple las premisas del mito de David y Goliat, treparemos por las protuberancias y zonas velludas del coloso en cuestión para acceder a sus puntos débiles, con lo que deberemos calcular el aguante del que disponemos para decidir cuándo reposar y cuándo seguir avanzando. Por supuesto, el coloso intentará sacudirnos de encima de él, como si fuéramos un insecto, y viviremos la tensión aferrados al mando en cada pugna por mantenernos aferrados e intentando manejar una cámara no siempre favorable a nosotros, pero sí al fragor de la batalla.

Cada combate será desafiante, a su modo, tanto por la estrategia que debemos planear y llevar a cabo como la resistencia que opondrá el mismo coloso —y nunca debemos caer en el prejuicio de que la dificultad de cada enemigo es proporcional a su tamaño—. No obstante, y mientras que en otro tipo de luchas nos coronamos de satisfacción al resultar victoriosos, en Shadow of the Colossus experimentaremos el final de cada combate con una extraña melancolía, y es que empatizaremos con cada coloso. Cada una de estas criaturas lucirá una hermosura espectacular, y sus ojos redondos, azules e inexpresivos, nos transmiten que en absoluto se tratan de odiosos villanos. Su labor consiste en defenderse de un intruso, y el dolor animal que mostrarán con cada herida, lejos de causarnos placer, nos proporcionará remordimiento y tristeza. Al vencer a cada coloso, se producirá un fenómeno peculiar: unas volutas oscuras abandonarán su cuerpo, para introducirse en el nuestro y dejarnos inconscientes. Después, despertaremos en el templo de Dormin, rodeado de tantas sombras humanoides como colosos hayamos derrotado, y con la omnipresente Mono, nuestra amada, que sigue yaciendo en el altar como recordatorio de por quién continuamos tan fatigosa tarea. Acto seguido, Dormin nos asignará a nuestro siguiente rival.

Shadow of the Colossus es mucho más que el clásico mito de trabajar para los dioses a cambio de devolver la vida a la persona amada. Es una epopeya en la que viviremos con intensidad cada combate contra dieciséis colosos a cada cual más memorable, y contra los cuales cada victoria tendrá un sabor agridulce. Cada golpe nos sentará como una herida en el alma y comprobaremos —sin afán de desvelar detalles importantes— que la realidad de Wander no anda muy alejada de este sentimiento. Sentiremos en nuestros dedos la vida salvaje de Agro, yegua domada pero no sumisa, y el dolor de cada coloso que se convertirá en lágrimas, que terminarán de desbordarse en un final tan emotivo como épico.

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Gaius, también conocido como El Caballero, es de los colosos más icónicos, tanto por su tamaño como su diseño humanoide

Copia facilitada por Sony Interactive España para su análisis. ¡Muchas gracias!

La imagen de portada del artículo ha sido realizada desde una PS4 Pro. El resto de  capturas del cuerpo del artículo han sido realizadas desde una PS4 no Pro.

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LauraLuna
LauraLuna

Modelo pin-up, aprendiz de actriz y jugona adorable. El mando de mi Play sabe a pan que habla.

10 comentarios
Glitched Ghoul
Glitched Ghoul 07/02/2018 a las 10:26 am

Mira, por culpa de este juego casi lloro (literal) por no tener una play. Ahora con el remake y una ps4 al ladito mío creo que es NECESARIO que lo juegue porque junto con Journey me parece uno de los juegos más bonitos que se han hecho en muchísimo tiempo <3

abejitx
abejitx 08/02/2018 a las 4:19 pm

Yo añadiría el Unravel, que no sé si lo has visto…

Glitched Ghoul
Glitched Ghoul 08/02/2018 a las 9:32 pm

Ay, sí, lo conozco y le tenía bastantes ganas *^*

Darkor_LF
Darkor_LF 07/02/2018 a las 10:50 am

Tengo tantisimas ganas de jugarlo de una vez y babear por él, como juegos pendientes.
De diez todo

VanesaOJ
VanesaOJ 07/02/2018 a las 12:09 pm

Estoy esperando a que llegue el mensajero con el juego *está pegada a la puerta*.

Hoy tengo el día regular y leyéndote he recordado cómo este juego va a curarme el alma <3. Muchas gracias Laura.

Zak
Zak 07/02/2018 a las 12:40 pm

Precioso, satisfactorio, y un flechazo directo a la patata.

Gracias por ayudarme a recordar lo muchísimo que me gustó con este artículo.

Rena
Rena 07/02/2018 a las 1:29 pm

Este juego me encantó y nunca me cansaré de repetir que es obligatorio en esta vida.

Avalon
Avalon 07/02/2018 a las 5:51 pm

Este es uno de esos juegos que lloro de rabia al saber que me produciría más ansiedad y malestar que diversión, porque soy muy patosa para este tipo de juegos. Por un lado me encantaría jugar (aún recuerdo cuando se presentó en la Eurogamer Expo la versión para PS3 y de como mi bestie se tiró un buen cacho matando a tres colosos seguidos sin ni un solo fallo, y yo embobada viéndola) pero por otra sé que no tengo la paciencia ni la calma para pasarlo.

En fin, alguno de mis LetsPlayers preferidos le estará dando, me conformo con eso :’D

Lyris
Lyris 09/02/2018 a las 12:51 pm

Yo lo tengo en casita ya, esperando. Pero como estoy por terminar otro juego no pienso tocarlo hasta que no le de fin al primero, que me conozco. Además, soy una manosmuñones que se empieza a hacer el chichi un lío con los controles y al final no sé jugar a ninguno de los dos XDD

Pero tengo una duda. No pude evitar leer un hilo de reddit en el que ponían a PARIR al juego por UN detalle: las animaciones de Wander. Se ve que mientras el juego de PS2 Wander tenía algunas animaciones interesantes, ponía caras, hacía gestos… aquí en el remake es… un Buda inexpresivo XDD
Has notado algo de eso? OAO
https://78.media.tumblr.com/ef704c4d6a3612f3b231078084c86858/tumblr_nkmyz2nSav1tbue3fo1_500.gif

https://i.imgur.com/BxqAESl.gif

LauraLuna
LauraLuna 21/02/2018 a las 8:05 pm

Um, yo recuerdo la versión de PS2 y Wander se mostraba bastante aséptico, lo cual han mantenido en el remake. Sigues percibiendo sus límites físicos, su determinación, pero a través de otros detalles.

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