Suspensión de la incredulidad y representación en el medio

Suspensión de la incredulidad y representación en el medio

La suspensión de la incredulidad es una expresión que representa la voluntad de un sujeto para dejar de lado (suspender) su sentido crítico, ignorando incoherencias o incompatibilidades de la obra de ficción en la que se encuentra inmerso (como por ejemplo la existencia del unicornio), permitiéndole adentrarse y disfrutar del mundo de ficción expuesto en la obra.

Si nos centramos en los videojuegos, esto equivale a creerse que podemos saltar dos metros sin despeinarnos, que nos curamos si bebemos un refresco (o si simplemente esperamos escondidos) o que podemos revivir si nos morimos. Esto no deja de ser algo inofensivo, son mecánicas que el juego usa para hacerlo más divertido. Incluso si hablamos de géneros y no de mecánicas, es inofensiva también la existencia de dragones, magos, superpoderes o el hecho de que matemos a cientos de NPCs y no vayamos a la cárcel. Aquí, la suspensión de la incredulidad no supone ningún problema, no deja de ser una técnica, un recurso. Sin embargo, podemos llevarla a un ámbito más crítico. ¿Y si la usamos para convencer a la gente de que el mundo real es el que estamos mostrando? ¿Y si quitamos de nuestras obras aquellos grupos que no nos interesan? Al final lo que nos queda es lo que llevamos viendo a lo largo de la historia, lo tradicionalmente aceptado o bien visto. Una representación blanca, machista y cishetero. Es decir, una mala representación racial, LGTB+, femenina…

Sin embargo esto está cambiando. A pesar de que aún queda mucho camino por hacer, gracias a Internet es posible la publicación de juegos indie con buena representación. Además no solo son los juegos pequeños, muchas grandes compañías también se están adaptando a los nuevos tiempos y están haciendo una mejor representación para los públicos invisibilizados. Solo hace falta pensar en la última conferencia del E3 que, aunque su representación femenina ha sido tristemente tan baja como siempre, ha sido un E3 digno del mes del Orgullo: aunque Bioware nos ha quitado los romances pronto han venido Ubisoft y Naughty Dog, entre otros, para presentarnos el nuevo Assassin’s Creed. En el caso de Ubi, podemos llevar tanto a un protagonista masculino como a una femenina con la posibilidad de ser ultra panicked gay. En el caso de Naugthy Dog, hemos podido ver un nuevo tráiler de The Last of Us 2, donde se muestra a Ellie en una relación lésbica.

 

Tenía escrito este artículo desde antes del E3 y el dilema con Battlefield V que me viene como anillo al dedo. En esta última entrega, DICE ha decidido incluir soldados femeninas y de hecho ha puesto a una mujer con prótesis de portada. Esto ha provocado grandes polémicas por parte de los señoros habituales que se han quejado de que no había mujeres en la Segunda Guerra Mundial (sí había) ni prótesis (también había). Esto es un gran ejemplo de cómo una empresa ha querido representar a todo su público pero un número de personas que o han sido educados para vivir con ese velo o que simplemente no quieren aceptarlo se haya ofendido por el «poco rigor histórico» que la decisión conllevaba. Sin embargo no se quejaban del rigor histórico con los nazis zombis porque «es solo un modo de juego».

Captura de pantalla (114)

Otra empresa grande que también lo está haciendo bien en el tema de la representación es Blizzard. Una empresa de videojuegos que no solo ha cambiado gran parte de su plantilla de empleados para meter más mujeres sino que sus personajes femeninos en el videojuego Overwatch están bastante bien representados. Además, Tracer, la cara y el personaje más conocido del videojuego, es abiertamente lesbiana. Por otro lado todos sus personajes son de muchos lugares del mundo diferentes, lo que nos da variedad racial.

Actualización de julio de 2021: este mes, Blizzard Activision fue demandada por el estado de California por acoso, abuso, vejaciones (y otras muchas cosas todavía más graves) contra sus empleadas femeninas. Aunque la investigación lleva dos años en marcha y este artículo es anterior, leyendo testimonios ese abuso ha sido continuado desde hace más de dos años. Por ello, la autora ve necesaria hacer esta aclaración, ya que en el momento de escribirlo no era conocida la magnitud del problema y se quiere dejar constancia de que no se comparten estas opiniones a día de hoy, pero sirvan de testimonio de que no se debe dar sólo imagen de inclusividad, sino que se debe cumplir internamente.

Si hablamos de un juego más pequeño (pero muy conocido igualmente), Gone Home hace muy buen trabajo en el tema de la representación. Es uno de los primeros videojuegos (si no el primero) donde recuerdo ver una caja de tampones. Personalmente me gusta cuando la cinematografía es realista y se ven todos los cables de la televisión que todos tenemos ultraenredados o los platos sin lavar todavía en el fregadero. Me hace sentir que es real. Y siempre me he preguntado cómo sería jugar, volviendo al ejemplo del Tomb Raider, con Lara teniendo la regla. ¿Haría más difícil la jugabilidad? Bueno, sin duda si puede aguantar a veinte enemigos disparándole a la vez puede aguantar el dolor de barriga. Gone Home consigue sentirse real, cercano, no solo por la caja de tampones, los carteles de grupos o la lima de las uñas, es el todo, que consigue que yo sienta que el juego está pensando en mí, que piensa en el colectivo femenino, no solo en la ambientación sino también entre la sororidad entre los personajes femeninos.

 

Pero en realidad este artículo es una excusa para hablaros del último juego que jugué en 2017 y que se convirtió en mi juego del año: Butterfly Soup. Amo Butterfly Soup. Yo lo he denominado el juego millenial. Ya lo dice en su descripción: este juego es 100% memes, béisbol y chicas lesbianas (bueno, mentira, una es bi). No solo me gusta por los memes y las referencias a anime, que también, sino por la bonita historia y relación de los personajes. Me gusta lo mucho que Diya, Akarsha, Min, Noelle y todas las demás representan a muchas de mis amigas y a mí misma. Si Gone Home fue cercano, este fue como si estuvieran hablando sobre mi día a día: Chicas de instituto, con sus preocupaciones, sus intereses… No son necesarios grandes gráficos, una historia con el giro argumental más innovador del mundo o el mejor sistema de jugabilidad. Es un juego sencillo pero es sincero, muy inspirado en el ambiente que vivió su autora de joven, y lo acabé con tal sonrisa que estuve feliz el resto de las vacaciones de Navidad. Además de ser claramente pro LGTB+ y uno de los mejores ejemplos de sororidad que hay, todas las chicas son de etnias diferentes y además el juego hace una clara crítica al racismo. Y por si no fuera poco, es gratis (es decir, que lo tiene todo, ¡jugadlo ya!).

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NeithVanCat
NeithVanCat

Gallega. Cuando me hago fan de algo llego a ser muy pesada, sin embargo, para cuando hayas leído esto seguramente ya me guste otra cosa. Ahora tengo dos gatos.

4 comentarios
Rena
Rena 08/07/2018 a las 11:29 am

Muy bien artículo, me ha gustado mucho. Desconocía este término e hilarlo con la sensación de incluírnos a nosotras en la realidad está muy bien. Gracias.

NeithVanCat
NeithVanCat 08/07/2018 a las 11:38 am

Muchas gracias Reni ^^

Anuhiu
Anuhiu 08/07/2018 a las 9:19 pm

Diya es mi jodida hija

NeithVanCat
NeithVanCat 09/07/2018 a las 1:40 am

Diya es la mejor la amo

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