Hyrule Castle: la canción más poderosa de Breath of the Wild

Hyrule Castle: la canción más poderosa de Breath of the Wild

22/09/2019 | Pauler | 3 comentarios

La banda sonora de The Legend of Zelda, compuesta en sus orígenes por Koji Kondo y a lo largo de su historia por numerosos y variados compositores, es una de las que más atención recibe por la calidad y variedad de sus partituras tras cuatro décadas de vida. El tema principal de la saga supone uno de esos puntos referenciales fijados para siempre en el imaginario colectivo sobre los que autores, fans y críticos vuelven una y otra vez. Igual que la canción del primer nivel de Super Mario Bros o el tema de Guile en Street Fighter, es capaz de transmitirnos el peso no ya de una saga entera, sino de toda una época.

La banda sonora de Zelda es historia misma del videojuego, pero de todas las canciones que la componen mi grupo favorito son las que suenan para ambientar el Castillo de Hyrule. Mi amor por la BSO del castillo tiene sus orígenes en A Link to the Past, con este fantástico tema:

En mi opinión, el mérito de esta canción no es ya haber cedido un leitmotiv acertadísimo a la realeza de Hyrule, sino además haber sentado las bases de lo que es el castillo en la saga: un lugar destinado al asedio. A Link to the Past empieza con Link buscando a la princesa Zelda en el castillo, que ha sido tomado y corrompido por Aghanim. El tema del Castillo de Hyrule acompaña por tanto a la primera mazmorra del juego, cuya simpleza contrasta de forma dramática con el sonido. A pesar de que aún no hemos casi ni aprendido a blandir la espada el juego ya nos está diciendo a través de la música que no se anda con chiquitas. Que estás en un sitio devastado y caído en desgracia, y que debes tener los cinco sentidos a flor de piel si quieres sobrevivir.

El del castillo caído es un tropo recurrente en The Legend of Zelda. Casi todos los videojuegos de la saga principal cuentan con una mazmorra en el Castillo de Hyrule después de haber sido tomado por Ganon o destruido de cualquier otra manera. En Ocarina of Time es el bastión de Ganondorf cuando viajamos al futuro y debemos acudir a él para derrotarlo. En Wind Waker ha quedado sumido en un letargo eterno por acción de la Espada Maestra tras ser sepultado por las aguas del mar. En Twilight Princess es tomado por Zant, el Usurpador, y más adelante por el propio Ganondorf. En Breath of The Wild es el lugar en el que la princesa Zelda lleva atrapada cien años mientras retiene a Ganon, El Cataclismo, para impedir que acabe de destruir el reino de Hyrule. El castillo casi siempre se nos presenta lúgubre y amenazador, pero a menudo también lleno de esperanza y nostalgia. Y en todos estos casos la música contribuye en gran medida a producir este efecto.

Como ya he comentado, el tema del Castillo de Hyrule de A Link to the Past es el leitmotiv que emplea la saga para hablarnos de la realeza. No solo suele ser el tema ambiental del castillo cuando funciona como mazmorra, sino que desde Wind Waker es también el tema del Rey de Hyrule. Uno de los arreglos más memorables es Farewell Hyrule King, en el que el rey se despide de nosotros acompañado de este emotivo tema al piano:

La BSO hace un uso muy inteligente de los leitmotivs para traernos reminiscencias. Los eventos que tienen lugar en muchos juegos de Zelda suelen ser ecos de cosas que han ocurrido en juegos anteriores. La música lo sabe y por eso dentro del castillo, cuando quiere que sintamos toda la nostalgia de un Hyrule que fue pero ya no es, se comunica con ecos. Un tema en el que esto se ve muy claramente es el tema del castillo de Twilight Princess, que además es una de mis mazmorras favoritas. Cuando entras al atrio tras solucionar un par de puzles en el jardín, te encuentras con una sala vacía de techos amplios en la que resuena, alternado con el tema de Ganon, el leitmotiv de la realeza interpretado con una flauta. La música es tenue, casi tímida, pero va ganando intensidad y dramatismo a medida que subes pisos en el castillo y te acercas a Ganondorf. En el tercer nivel del castillo el tema de la realeza apenas es audible bajo los acordes de órgano del tema de Ganon, acrecentándose así la sensación de clímax. De alguna manera la banda sonora del castillo narra nuestro propio camino y el espacio adquiere otro significado. La nostalgia da paso a la tensión y al miedo, el peligro es cada vez más inminente porque nos estamos acercando al enemigo final y el juego quiere que sientas la envergadura de la batalla que tienes por delante. Es un recurso que funciona a las mil maravillas y que siempre me fascina.

El Castillo de Hyrule en Breath of the Wild hace algo muy parecido con la música, pero necesariamente lo hace de forma distinta. En Breath of the Wild el castillo no es solo una mazmorra, es el lugar en el que desemboca nuestro viaje tras horas y horas de recorrer el mapa de Hyrule más grande hasta la fecha. Por lo tanto el castillo en este juego adquiere una dimensión nueva y una importancia incluso más épica que en entregas anteriores. Es un lugar tan grande y complejo que tiene su propio mapa y abarca lo mismo que cualquiera de las ciudades que visitamos en el juego o incluso más. Además, es la única mazmorra que sigue un esquema de exploración pura, casi sin puzles, y que no transcurre dentro de una bestia divina. No solo eso, sino que podemos explorar el castillo a nuestro gusto desde el mismo inicio del juego e incluso desafiar a Ganon en cualquier momento. Al juego le importa tan poco cómo decidimos afrontar el reto de explorar el castillo que literalmente deja la puerta del boss final abierta para cualquiera que se sienta lo suficientemente valiente como para cruzarla. Es el Castillo de Hyrule con más personalidad de todos los que he jugado y, como no podía ser de otra manera, la banda sonora está a la altura.

Esto es lo que suena cuando te lanzas a por todas y decides pisar el exterior del Castillo de Hyrule en Breath of the Wild:

Vamos a analizar un poco la narrativa que hay oculta en este tema porque tiene tela. El tema es una marcha: empieza con la percusión marcando un paso militar que acompaña la canción entera. Al poco empieza a sonar en cuerda y viento un arreglo del leitmotiv de la realeza un poco cambiado, pero perfectamente reconocible. Acto seguido los acordes ascendentes del tema de Ganon, al órgano, se entremezclan con los arpegios al piano que durante todo el juego han representado a los Guardianes. Hasta aquí la música está haciendo tres cosas: con la percusión te está envalentonando, quiere ponerte en el mood de buscar a tu peor enemigo dentro del juego y desafiarlo de una vez por todas. Con la cuerda y el viento interpretando el leitmotiv de la realeza quiere que sientas la grandeza del momento y la nostalgia de la prosperidad perdida. Por último, con el tema de Ganon y los arpegios de los Guardianes te está recordando los peligros que acechan: que este lugar ya no pertenece a la familia real de Hyrule, que otras fuerzas lo habitan ahora y vas a tener que enfrentarte a ellas. Pero lo que hace a continuación es mi cosa favorita de la canción: entre la confusión de la maldad de Ganon y el asedio de los Guardianes, se cuelan unas cuerdas maravillosas con el tema principal de la saga. Me refiero a este, claro:

En el momento en el que suena el tema principal la canción toma una postura claramente parcial hacia el jugador. Te dice de manera literal que todo está mal pero hay esperanza, que puedes hacerlo, que ahora todo depende de ti. Es sencillamente algo tan potente en una mazmorra final que casi sin darte cuenta has entrado en el juego y ya no quieres irte. Costará lo que tenga que costar, pero has venido al castillo para quedarte y vas a derrotar a Ganon. No hay vuelta atrás.

Pero hay más. El segundo tema del Castillo de Hyrule en Breath of the Wild suena en las zonas interiores del mismo, por ejemplo en los pasillos que conectan estancias, en el calabozo o en la biblioteca y es un poco diferente:

La principal característica de este segundo tema es que es menos épico y bastante más lúgubre. Dentro del castillo se hace mucho más evidente la dimensión de la catástrofe que tuvo lugar hace cien años porque podemos percibir los ecos de las personas que lo habitaban y que ya no están. Nos paseamos por estancias vacías de gente pero llenas de recuerdos. Las estanterías de la biblioteca siguen llenas de libros, el refectorio contiene los restos de un gran banquete, el dormitorio de la princesa Zelda y la cámara del rey todavía guardan sus efectos personales. Sin embargo, donde antes había paz, ahora hay destrucción y muerte. El leitmotiv suena mucho menos épico, más como un recuerdo, mientras que los sonidos de Ganon y los Guardianes ahora dan paso a la nana de Zelda en lugar de al tema principal de la saga. Lo que intenta la música cuando estamos dentro del castillo es que pensemos en la persona que nos ha estado esperando durante 100 años para que vengamos a ayudarla, en la princesa atrapada por su propio deber que ha tenido que retener a Ganon por sí sola todo este tiempo. El Castillo de Hyrule era la casa de Zelda hace 100 años y es su casa ahora, aunque en un sentido mucho más siniestro. La BSO no hace sino reforzar esta idea combinando los temas de la realeza, de Ganon y de los Guardianes con la nana de Zelda en un tema tan siniestro y melancólico como brillante.

La sensación de llegar al cierre de un videojuego tan largo y complejo como The Legend of Zelda: breath of the Wild y comprobar que está a la altura de la aventura que dejas atrás es fantástica. Y muy complicada de describir. Pero cuando además la banda sonora acompaña, se produce un efecto de maravilla que se queda contigo durante todo el tramo final y que no te suelta. El Castillo de Hyrule de Breath of the Wild es un digno colofón para uno de los juegos que más tiempo me han absorbido y que más he disfrutado en los últimos años. Es una fase espectacular en sí misma pero su banda sonora hace que sea, además, imposible de olvidar.

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Pauler
Pauler @Lynx_Moon

Tengo carnet de friki pero también de moderna. Me verás deambulando por FNAC o Ruzafa adquiriendo cultura y saqueando buffets gratuitos. Los videojuegos ocupan un lugar en mi Top 10 junto a la música, los libros y las tostadas con tomate.

3 comentarios
Lara
Lara 23/09/2019 a las 5:24 pm

Vaya pedazo de artículo. Me sé esta pieza de memoria y aun así me la has desmontado entera y la he conocido de nuevo <3

Recuerdo que estuve como cinco minutos entrando y saliendo como una maníaca por una ventana del castillo porque cambiaba la música dependiendo de si estaba dentro o fuera y ahora no me siento tan sola por haberlo hecho. Es mi tema favorito de la banda sonora sin duda.

Gracias por el artículo!

Jacob
Jacob 03/10/2019 a las 8:18 am

Increíble artículo, lo he leído mientras escuchaba las piezas y me has emocionado. El final de wind waker está en mi top5 de finales de juegos y es por ese arreglo a piano.

felicidades!

Pauler
Pauler 06/11/2019 a las 9:00 am

¡Muchas gracias! Me hace mucha ilusión que te haya emocionado, a veces hablar de música en un texto escrito puede ser un poco farragoso… ¡un saludo!

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