Análisis de Bendy and the Ink Machine

20/04/2021 | Alystrin | No hay comentarios
Reconozcámoslo, a todas nos han resultado siniestros en algún momento los dibujos animados, especialmente los más antiguos, tipo Proletario y Parásito. Este miedo ancestral, cuyo origen muchas veces no sabemos explicar, es lo que ha utilizado Joey Drew Studios para crear Bendy and the Ink Machine, un título de terror en primera persona cuyo primer episodio fue lanzado en febrero de 2017, saliendo a la venta la versión completa un año más tarde.
Henry es un dibujante y animador, ya jubilado, que regresa al estudio a petición de su antiguo jefe, Joey Drew. La única información con la que cuenta es que “quiere enseñarle algo innovador”. Lo que en realidad Henry se encontrará es un estudio desierto, con multitud de manchas de tinta y una máquina que no funciona y deberá reparar. Una vez consigamos activarla, descubriremos que lo que parece ser una inocente mascota se ha vuelto muy real, y este monstruo de tinta y sus secuaces intentarán atraparnos durante todo el juego.

Alice Angel: ¡Menuda es!
El juego se encuentra dividido en cinco capítulos, comenzando por Moving pictures, en el que descubriremos a nuestro pesar qué ha ocurrido en el estudio. Conforme vamos conociendo la historia ésta se irá volviendo más y más oscura, y a pesar de los sustos querremos saber qué ocurre más adelante. Contaremos además con más de una ayuda completamente inesperada, pero eso entraría dentro del terreno de los spoilers y prefiero que lo descubráis vosotras. El final ha sido sorprendente e inesperado, pero desde luego me ha dejado un buen sabor de boca y con ganas de más.
A lo largo de todo nuestro gameplay encontraremos latas de sopa de tocino, que serán los coleccionables del título, y realmente no sabremos si los hemos encontrado todas o no hasta el final del juego. Me resulta particularmente llamativo el hecho de que toda la acción tiene lugar en el mismo Joey Drew Studios físico, a modo de auto easter egg. Iremos conociendo la historia y los personajes mediante grabaciones al más puro estilo Bioshock, que además serán imprescindibles porque si no escuchamos las cintas en determinados momentos de la trama, no podremos avanzar. El juego no tiene apenas música, aspecto que le diferencia de la animación tradicional, pero ayuda a crear mucho un ambiente de terror y soledad que incrementará nuestra angustia.
El juego es un point and click de terror psicológico y con cámara en primera persona. Por suerte esta no nos producirá la tristemente frecuente motion sickness (algún día hablaremos largo y tendido de por qué nos ocurre esto) y una vez controlemos la sensibilidad en los giros la sensación de mareo es prácticamente inexistente. Además de Bioshock, esta saga cuenta con una influencia muy importante de Borderlands, y esto se notará en aspectos gráficos como el cel shading de todos los elementos del juego.
No contaremos con un inventario, sino que utilizaremos en el mismo momento los objetos que vayamos encontrando. Los puzles no son complicados, ya que tendremos pocos objetos que manejar y suelen basarse en colocarlos en un determinado lugar de las habitaciones en las que estemos en ese momento. Lo que juega con nosotros y será fuente de sustos será precisamente ese trasiego de ir de un cuarto a otro, durante el cual los jumpscares no serán precisamente pocos. Ayuda mucho el hecho de que estemos solos en un ambiente silencioso, situación que a veces se verá interrumpida por proyecciones de secuencias de animación, que sí serán bastante inquietantes. Carteles que se regeneran, monstruos de tinta, adoradores demoníacos… todo esto tiene su lugar en el universo de Bendy and the Ink Machine.

Hasta una feria tiene su sitio en Joey Drew Studios
Los pocos personajes que nos encontremos tienen un carácter innegable. Sobre todo, quiero destacar al lobo Boris, a quien es completamente imposible no tenerle cariño. No nos dirá ni una sola palabra, pero lo que expresa y su interacción con nosotras será especial, con lo que en mi partida cuidar a Boris se convirtió en una prioridad absoluta. Pero no solo le tendremos a él, sino también conoceremos a Alice Angel, la contraparte femenina de Bendy, con una imagen similar a Betty Boop. A fin de cuentas, tanto el propio Bendy como el resto de los personajes son un homenaje a los dibujos clásicos en blanco y negro, y los parecidos son más que evidentes. Si es que este tipo de juego puede considerarse así, porque personalmente no podré volver a ver un cartoon antiguo sin acordarme del demonio de tinta.
El éxito de Bendy ha sido tal que ha dado lugar a toda una franquicia. Tendremos disponible para móviles Bendy in Nightmare Run (gratuito en Android), Boris and the Dark Survival, y ya está en desarrollo Bendy and the Dark Revival. Por si esto fuera poco, la página web cuenta con una tienda online con un montón de merchandising, incluyendo peluches, relojes y cómics. Casi nada.
Bendy and the Ink Machine ha sido todo un descubrimiento. Dentro del género de los juegos de terror psicológico, el utilizar los dibujos animados de nuestra infancia como fuente de miedo ha sido un acierto completo. Tanto en mecánica como en jugabilidad es un título muy recomendable, rodeado de un universo entre aterrador y adorable, que hará que el tiempo que le dediquemos se nos pase volando.
Cosplayer, otorrinolaringóloga, streamer y, sobre todo, mamarracha profesional. Cuqui del almendruqui que no dudaría en sacarte las muelas por tus "incorrecciones políticas"
Etiquetas: años 30, bendy, bendy and the ink machine, cartoon, demonio, indie, joey drew studios, point and click, primera persona, terror