¡Siga a ese pájaro!
Análisis de The tale of Bistun

27/07/2022 | Alystrin | No hay comentarios
La mitología está plagada de historias maravillosas. La más extendida es la griega, aunque tampoco nos resultan extraños los relatos heroicos vikingos o incluso egipcios. Pero en general podemos decir que, a pesar de su magnetismo, la mayoría de mitos orientales no han tenido la misma repercusión en nuestra cultura. The tale of Bistun se basa precisamente en un relato tradicional persa, “Khosrow y Shirin”.
Durante el juego, tomaremos el control de un escultor, que despierta sin saber quién es ni dónde está. Pronto tendrá que reaccionar, pues hay una plaga que afecta a toda la naturaleza tornándola hostil. Solamente contará con la ayuda de una abubilla y, posteriormente, del Árbol de todas las Semillas. El escultor de piedra irá desvelando detalles sobre su pasado y su presente mientras lucha contra la plaga y el antiguo demonio Behistún.
La mecánica del juego es tipo hack and slash, donde no tendremos que resolver puzles ni buscar objetos de forma obligatoria. Para avanzar en la historia, nuestro único objetivo es ir liberando a los árboles atrapados a base de eliminar enemigos. Contamos para ello con dos hachas y un pico, aunque este último lo obtendremos a mitad de partida aproximadamente. Asimismo, también habrá diversas mejoras en nuestras armas, tanto para realizar combos de golpes como la posibilidad de utilizar su habilidad definitiva.
El combate no es complejo, pero requiere cierta táctica, ya que solamente podremos curarnos una vez terminada la pelea. Los enemigos están encerrados en unas estructuras de piedra, las cuales van rompiéndose según nos acercamos. Queda a nuestra elección entonces si queremos enfrentarnos a ellos poco a poco o si, por el contrario, preferimos luchar contra un número elevado al mismo tiempo. En general se puede decir que es bastante sencillo una vez se le coge el truco, aunque la batalla contra el jefe final sí supone más desafío.
La perspectiva del juego es isométrica, con una cámara que no podemos controlar pero que se va moviendo con nuestro personaje. Normalmente no da problemas, aunque en ocasiones los giros son un poco erráticos y podemos no tener una visión del escenario tan clara como nos gustaría. Toda la estética emplea gráficos low-poly, con muy buen uso de las luces en los escenarios. Al contrario de lo que ocurre en Tunic, la exploración a fondo es más sencilla. Aquí no hay puertas ocultas ni recovecos en las zonas, pero habrá determinados objetos a los que únicamente podrá accederse una vez eliminados todos los enemigos.
Durante todo el juego escucharemos una voz que nos desgranará la historia. Porque lo más importante en The tale of Bistun no es el combate ni el gameplay de por sí, sino el cuento que se nos narra. Y este recurso se aprovecha estupendamente, basándose sobre todo en una excelente interpretación de Shohreh Aghdashloo, su actor de doblaje. No solamente se centra en la descripción del ambiente que nos rodea y los acontecimientos vividos, sino que expresa las emociones y diálogos (tanto interiores como entre personajes) de una manera muy acertada. Todo ello viene acompañado de una banda sonora nada invasiva, y que ayuda a la inmersión. Contrariamente a lo que cabría esperar, no está basada en instrumentos o melodías características de Oriente Medio, sino más bien occidentales. Algunas pistas, sin embargo, sí contienen música de târ, un laúd tradicional iraní.
Los coleccionables del juego sirven como complemento a esta narración. Si bien son opcionales, tanto las estatuas como los grabados en piedra nos hablarán de la historia del escultor y su amada. También podremos encontrar fragmentos de un diario de un aventurero desconocido. En ellos se revelan detalles de nuestros enemigos y la enfermedad que asola nuestro mundo. Todo ello añade más colorido y significado a los acontecimientos que protagonizamos, llevándonos a un giro argumental en el último tramo de nuestra partida.
Además de su historia principal, todo el mundo en el que se desarrolla The tale of Bistun está repleto de referencias a la mitología persa. El monte Behistún (nombrado igual que el demonio o div de la historia) es una ubicación real de la cordillera Zagros en Irán. Es conocida por la inscripción de Behistún, en la que el rey Darío el Grande narra sus hazañas. Podremos ver este mismo grabado aqueménida en la barba del div al que nos enfrentaremos. También veremos referencias artísticas en los restos de los templos, con Ahura Mazda y Anahita como protagonistas principales.
The tale of Bistun no ofrece nada nuevo, pero es un juego que vale la pena conocer. Resulta original en su conjunto, con su contenido mitológico-narrativo, los giros argumentales y la incorporación de la simbología persa a su estética. Desgrana un poema clásico con mimo y respeto, sin caer en los clásicos estereotipos ni en Las mil y una noches. Toda una reivindicación de la tradición y cultura persas que nos dará ganas de conocer más la cultura más tradicional de Oriente Medio.
Clave proporcionada por Black Cube Games.