Análisis de Immortals Fenyx Rising

15/12/2020 | Aonia Midnight | No hay comentarios
Junio de 2019. 22.00h. Comienza la conferencia de Ubisoft en el conocidísimo E3. ¿Mis expectativas? Assassin’s Creed y poco más. Quienes me conocen saben que no suelo seguir de cerca los lanzamientos y que incluso cuando algún juego me llama la atención es probable que se me olvide su existencia si la fecha de publicación es algo lejana. La realidad es que sigo este tipo de conferencias bastante en segundo plano y más por el “a ver qué sale” que por verdadero interés. Sin embargo, durante aquella conferencia en concreto me quedé con un título: Gods & Monsters, que inicialmente iba a salir en febrero de 2020. Al final, ha visto la luz el último mes del año y con otro nombre: Immortals Fenyx Rising. Sorprendentemente, no solo no le he perdido la pista, sino que he esperado su llegada con la ilusión de una niña en Navidad. Y cuanto más se acercaba el momento de su salida, más ganas tenía de aventurarme en su universo. Podría decirse que conmigo la campaña de marketing ha acertado de lleno. Además, nuestros queridísimos mecenas de Patreon querían que habláramos de este juego y mis compañeras dijeron «Aonia, calienta que sales».
Immortals Fenyx Rising es un videojuego de acción y aventuras en tercera persona de los creadores de Assassin’s Creed: Odyssey, disponible prácticamente en todas las plataformas. En esta ocasión, se apartan del tono relativamente serio de la saga de asesinos y nos presentan la mitología griega en su vertiente más fantástica. ¿Esto qué significa? Que si os gusta la cultura clásica, tenéis que darle una oportunidad. Y si nunca os ha atraído especialmente, es la mejor forma de iniciarse. A mí personalmente siempre me ha apasionado esta parte de la historia de la humanidad y he disfrutado con cada referencia, broma y chascarrillo y no considero que requiera conocimientos previos de los diferentes mitos, precisamente por la forma en que nos introducen en la historia.
Tifón, un titán bastante enfadado, ha escapado de la prisión en la que fue encerrado por Zeus con ganas de vengarse y reclamar el Olimpo. ¿Recordáis la película de Hércules (Disney, 1997)? Pues más o menos lo mismo, pero fiel a la mitología. A Zeus esto le ha pillado por sorpresa y, a pesar de que ha afectado a prácticamente todos sus compañeros de Monte Olimpo, se ha salvado. Claro que podría decirse que es el principal objetivo del titán y no es plan de exponerse demasiado, que uno es todopoderoso, pero tampoco tanto. Así pues, Zeus busca ayuda en Prometeo, ese buen hombre que robó el fuego de los dioses para entregárselo a los humanos y recibió un castigo ¿ejemplar? Éste decide ayudarle bajo sus propias condiciones y así comienza nuestra historia, aquella en la que encarnaremos a Fenyx.

¡Venga!
Fenyx es un insignificante mortal que vive a la sombra de su heroico hermano, Liguiron. A través de un limitado, pero bastante completo, creador de personajes, daremos forma al héroe o heroína de esta historia —dado que yo he decidido optar por una señora, a partir de ahora me referiré al personaje en femenino—. No me malinterpretéis, cuando digo que es limitado, no quiero decir que se quede corto ni mucho menos. Más bien tiene lo justo y necesario para no invertir horas, pero contentar a buena parte de sus jugadoras. Podemos elegir entre un cuerpo masculino o femenino, diferentes tipos y colores de ojos, peinados, marcas faciales, cejas y vello facial, así como una voz masculina u otra femenina. Todo ello independientemente del tipo de cuerpo que hayamos seleccionado. De hecho, la voz que escojamos será la que marque los pronombres que usarán con nosotras.
Nuestra protagonista despierta tras haber naufragado y se encuentra con prácticamente todos los humanos convertidos en piedra. Dado que su hermano no está para salvar el día, le ha tocado a ella coger el relevo y tratar de dar lo mejor de sí, salvar a la humanidad y… además hay una profecía que parece apuntar directamente a esta joven mortal. ¡Vaya, qué casualidad! En cualquier caso, serán las jugadoras quienes decidan qué camino tomará Fenyx en su inesperada aventura y, mientras, Prometeo irá narrando nuestras andanzas, no sin diversas (y divertidísimas) intervenciones por parte de Zeus.
Immortals Fenyx Rising está narrado en tono humorístico. No se toma en serio a sí mismo y lo hace con un gusto y una gracia que invitan a pasar horas perdiéndote por sus escenarios, riéndote a carcajada limpia con según qué ocurrencias. Además, esto implica que sea prácticamente inevitable no cogerles cariño a sus personajes, desde nuestra pequeña protagonista hasta el mismísimo Tifón. Durante nuestra aventura contaremos con la historia principal, donde deberemos salvar a los dioses olímpicos y enfrentarnos al titán, pero nos invitarán a descubrir el mapa y realizar misiones alternativas para obtener una serie de beneficios que nos facilitarán las cosas. En este mundo abierto, explorar el mapa en busca de Cámaras del Tártaro, cofres y desafíos míticos, entre otras cosas, se convierte en algo que haces de buen gusto y lejos quedan las misiones tediosas que nos generan ese sentimiento de pérdida de tiempo que tantos abandonos llegan a provocar en otros títulos. Además, en ningún momento nos presionan a tomar un camino determinado. En ciertos momentos y de vez en cuando escucharemos a Prometeo narrar nuestros pasos o aportar datos sobre elementos de nuestro entorno y seguiremos con lo nuestro. Y, por supuesto, ayudar a los dioses se traducirá en recibir algunas bendiciones.
Si algo me ha gustado en especial ha sido lo acrobático que es el combate. Este título presenta varios niveles de dificultad que marcarán cómo se desarrollarán nuestros enfrentamientos a partir de lo duros que serán los enemigos, la regeneración de salud y resistencia e incluso afectará al daño de caída o a la posibilidad de recibir ayuda en los desafíos míticos… Pero no vayáis a pensar que esto va a ser pulsar botones para golpear a nuestros contrincantes y poco más. Nada más lejos de la realidad. La dinámica consistirá en atacar, esquivar, controlar la stamina y estar atentas a los movimientos de nuestros enemigos. De hecho, nos encontraremos con adversarios de diversa índole: algunos más resistentes, otros menos y, sobre todo, muy variados: animales, seres mitológicos, humanos, etc. Cada cual con sus ataques y movimientos. En algunas ocasiones, incluso nos lanzarán un golpe aparentemente imparable que, si no lo esquivamos a tiempo, puede suponer un problema. Asimismo, nos enfrentaremos a combates que nos harán sufrir bastante: bien por tratarse de enemigos legendarios, bien por héroes poseídos con sed de sangre o su forma espectral, menos mortal, pero sin duda bastante desafiante en comparación con el resto de combates “cotidianos”.
En cualquier caso, contaremos con un amplio abanico de armas, algunas de las cuales pertenecieron en algún momento a héroes griegos de renombre como Aquiles u Odiseo. Al principio tendremos un equipamiento algo limitado, pero encontraremos más según exploremos el mapa, cada elemento con sus propias habilidades. En cualquier momento del combate tendremos a nuestra disposición las diferentes armas —espada, arco, hacha a dos manos—, dependiendo del comando que utilicemos, lo cual agiliza las cosas considerablemente al no tener que accionar un menú para equiparlas. Asimismo, el típico árbol de habilidades aquí toma forma de salón de entrenamiento —en el Salón de los Dioses—, donde a través de diversos elementos podremos mejorar diferentes aspectos como nuestra salud, resistencia, pociones, etc. e incluso modificar nuestro aspecto, si nos aburrimos del inicial o porque nos apetece hacerlo. También será el lugar ideal para participar en tareas disponibles temporalmente.
Quizás una de las cosas más llamativas de Immortals Fenyx Rising son las alas de nuestra protagonista y he de admitir que era lo único que me daba algo de reparo. ¿Volar? ¿Yo? ¿Después de lo que tardé en cogerle el truco a Spyro the Dragon? Pero, por suerte para todas, volar —o más bien planear— es supersencillo y satisfactorio. Hasta tal punto que, antes de que nos demos cuenta, estaremos haciéndolo incluso en distancias cortas. De lo único de lo que tendremos que estar pendientes es, como siempre, de la energía disponible. Lo mismo ocurre al escalar, ya que podremos encaramarnos a cualquier superficie vertical, como si de una spiderseñora se tratara, con la única limitación que supone la barra de stamina. Y por si subir a lo más alto de una construcción o montaña e ir planeando a cualquier sitio no os parece suficiente, también podremos domar diferentes monturas para cabalgar de un lado para otro.

¡Qué prácticas!
Algo que me ha llamado especialmente la atención como jugadora de Assassin’s Creed ha sido cómo han adaptado una especie de vista de águila —vista de lince, en el juego—, a través de la cual observaremos nuestro alrededor revelando por nosotras mismas diferentes elementos del mapa como, por ejemplo, ambrosía o notas musicales. En esta mecánica brilla especialmente la utilidad de la vibración del mando, ya que nos sirve de orientación hacia los puntos de interés. Además, nos permiten ocultar elementos que ya hayamos completado, comando que hubiera sido interesante que añadieran también en el propio mapa.
Aunque si tuviera que destacar un punto fuerte de Immortals Fenyx Rising son las Cámaras del Tártaro y el partido que se saca durante toda la aventura a los puzles. A lo largo de nuestra partida encontraremos diversos tipos de desafíos míticos: algunos centrados en el dominio del arco, otros que pondrán a prueba nuestra velocidad y agilidad con el mando. Pero también contaremos con interesantes rompecabezas donde han sabido encontrar el punto intermedio entre el reto y la diversión, de forma que sí, tendremos que darle a la cabeza, pero tampoco nos desesperaremos excesivamente buscando imposibles. Las Cámaras del Tártaro, por su parte, están repartidas por todo el mapa y nos ofrecerán un escenario reducido en el que mezclarán plataformas, puzles e incluso cofres ocultos que puede resultar interesante abrir. Y, por supuesto, algún que otro combate contra pequeñas tandas de enemigos.
Otro aspecto interesante del juego es que no solo cuenta con diversas armas, armaduras o monturas, sino también con aspectos que iremos desbloqueando o encontrando a lo largo de nuestra aventura. Y aquí fue donde me hicieron fruncir el ceño un poco, porque alguien consideró una idea alucinante incluir apariencias desbloqueables con dinero real y, por tanto, la posibilidad de comprar paquetes de monedas del juego. La utilidad de estos aspectos es meramente estética y no va mucho más allá de sacarle partido al modo foto, pero… qué necesidad había. Modo foto en el que he echado en falta la posibilidad de poner alguna pose, si nos ponemos quisquillosas, y que no puede accionarse en las Cámaras del Tártaro.
Immortals Fenyx Rising es un juego que, sin innovar especialmente, saca el mejor partido a cada elemento. Cuenta con un apartado audiovisual tan colorido como impresionante, que invita a pasar horas vagando por las diferentes regiones de la Isla Áurea. Los diálogos son geniales y divertidos y el trabajo de traducción y localización, espectacular. Además, tanto las opciones de accesibilidad como la customización del juego a través de los ajustes son bien variadas, y la manejabilidad tanto con ratón y teclado como con mando, cómoda y bien pulida. De hecho, comencé jugando con teclado y pasé al mando —para acurrucarme mejor bajo la manta, todo sea dicho— sin notar apenas diferencia.
Este título tiene todas las papeletas para convertirse en uno de mis videojuegos favoritos. De momento, estoy disfrutando de cada aspecto del juego e incluso he descubierto pequeñas cosillas en los diálogos que son toda una satisfacción, pero, de momento, voy a dejar que las vayáis descubriendo y ya hablaremos. Eso sí, tengo que decir que me encanta que Ubisoft eligiera la versión femenina del personaje como canónica. ¡No nos habrán dado a Eivor como principal en Assassin’s Creed: Valhalla, pero tenemos a Fenyx! Además, algo que me ha dejado calentito el corazón es precisamente esta protagonista. Conoce los mitos, ha crecido con ellos, se los ha contado a otras personas y cuando se enfrenta al hecho de que todas estas historias son reales reacciona de forma muy pura. Además tiene una personalidad que encandila, es simpática y divertidísima. Es un personaje muy bien construido y sería difícil no cogerle cariño. Por su parte, recorrer la isla es de lo más satisfactorio, hasta tal punto que algo tan simple como decir “voy a coger esta ambrosía que está aquí al lado” acaba encadenándose con recoger otras cosas que también están aparentemente cerca y, antes de que te des cuenta, has cruzado el mapa de punta a punta. En fin, qué os voy a decir que no haya comentado. Si os gusta la mitología griega o si siempre habéis sentido curiosidad, pero nunca os habéis animado a conocer nada más allá de lo básico, Immortals Fenyx Rising es una gran elección. Es como una clase de cultura clásica divertida, amena, llena de color y chascarrillos y con ganas de atrapar a su público.
Clave de prensa proporcionada por Ubisoft.
Curiosa, reflexiva y torpe // Palomitas y cerveza // Psicóloga porque lo dice un título // Mi mente está llena de mundos en los que evadirme // Nothing is true, the cake is a lie
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