¡Qué el ritmo no pare!
Análisis de We are OFK

30/08/2022 | Azka | No hay comentarios
Cuando vi por primera vez el tráiler de We are OFK no pensé en la aventura que iba a ser este juego. Me llamó muchísimo su estética y las pintas de visual novel, pero no tenía ni idea de que en realidad era muchísimo más. Se puede definir como un juego biopic musical y E.P. interactivo. Un proyecto desarrollado por Team OFK, tras el que está principalmente Teddy Dief haciendo de hombre orquesta. Bueno, es un poco una exageración, pero no solo es el director y escritor (la propuesta es suya), sino que pone voz y canta por uno de los personajes principales.
La idea tras We are OFK no es simplemente ver y experimentar el día a día de personas relacionadas con el mundo de la música que viven en Los Ángeles, EEUU. El objetivo es conocer cómo se forma una nueva banda virtual y cómo lanzan sus canciones a través del videojuego. Los personajes de este grupo, aunque ficticios, cantan y tocan por un motivo, tienen cuenta en Twitter desde hace dos años, y esperan poder tener suficiente éxito como para dar conciertos y más. Este es un nuevo paso en la idea que ya propusieron Gorillaz, la banda de rock inglesa de finales de los noventa, o al que apuntaba K/DA, el grupo virtual de League of Legends de estilo K-Pop formado por heroínas del juego.
Aunque os he contado que los protagonistas tienen grandes expectativas en su grupo, la verdad es que es algo que tenemos que suponer al principio. Esto se debe a que el juego no ha salido al completo, sino solo los primeros capítulos. Dos de lanzamiento y, a continuación, uno cada semana, como si fuera una serie. Una más bien mini porque son cinco capítulos, de una hora de duración cada uno. En un mes estará completo y cerrado. Que hayan optado por el formato que ya vimos en los inicios de Life is Strange se debe a la intención de alargar el interés del público. Mantener la tensión y la emoción, intentando evitar el empacho y olvido. Tal y como pasa con muchas series en plataformas de streaming.
We are OFK lo protagonizan Itsumi Saito, una joven pianista recién mudada; Carter Flores, une artista visual y genio de los efectos especiales; Jey Zhang, productora e ingeniera vocal; y Luca Le Fae, escritor, compositor y cantante. La historia parte del hecho de que Itsumi se muda a Los Ángeles, coincidiendo así con el resto de protagonistas, que se van conociendo por uno u otro motivo. El primer capítulo se centra más en Itsumi y sus circunstancias, cómo vive su entrada al mundo de la música profesional y que esto coincida con independizarse y cambiar de ciudad. Así cada capítulo presentará de forma íntima el día a día y las preocupaciones de alguno de los personajes. Por lo menos ese es el enfoque del juego en un principio.
Cada capítulo tiene un momento musical relacionado con lo sucedido, presentando así una de las canciones del grupo. Pero sin que aún canten estos como parte de la historia, ya que por ahora está en sus principios y la banda aún no está formada. Estos momentos musicales serán como estar en un videoclip, pero con la diferencia de que podemos interactuar con el entorno del personaje protagonista o realizar algún minijuego. Durante el resto del tiempo también tendremos música, por supuesto, pero será más ambiental, pues lo importante serán las conversaciones entre personajes y el desarrollo de la trama. La música casa perfectamente con el juego, es igual de íntima, con un mensaje profundo que llega mejor gracias al contexto que nos dan. Es indie pop electrónico y está realizada por Omniboy, con Teddy Dief como cantante principal.
No olvidemos que podremos tomar decisiones en la historia, como buena visual novel que es. Pero, a diferencia de otras, estas tienen poco peso y no influyen para nada en cómo se desarrolla la trama. El final será el mismo elijamos lo que elijamos. Las vidas de los cuatro protagonistas deben tomar el rumbo que les lleve a formar OFK. Esto no lo hace menos interesante, aunque sí menos rejugable. Pero nada va a impedirte querer mucho a sus personajes.
Hay que destacar la gran representación que hay en el juego. Solo con los protagonistas ya tenemos personajes racializados y LGTBI, con cierta variedad en cuerpos aunque el dibujo los estilice mucho. No hay, sin embargo, amplio rango de edad. Son gente joven con grandes ideas y muchas ganas de comerse el mundo.
Los gráficos de estilo pop con colores pastel casan muy bien con la propuesta de banda virtual y el enfoque intimista y slice of life del juego. A su vez acompañado con un buen reparto de doblaje, imprescindible en una visual novel. El juego no está formado por imágenes estáticas, sino que tiene movimiento, aunque sea el justo, centrándose en los personajes y sus expresiones y no en el entorno. Por otro lado, actualmente solo está disponible en inglés, tanto voces como subtítulos y menús. Esto puede ser un problema también para aquellas personas que se manejen en inglés de forma modesta, porque las conversaciones se desarrollan de forma rápida y casual, con muchos términos informales.
La propuesta tan original de grupo musical virtual que nos trae Team OFK con We are OFK se ve también en detalles como los de encontrarnos mensajes de móvil que realizan los protagonistas entre ellos o con secundarios antes y después de cada capítulo, antes incluso de empezar el primero, antes de llegar a conocerlos. Como una forma de decirnos que puedes seguir relacionándote con ellos también fuera del juego. Y esto me gusta mucho, creo que está muy bien planteado, que esperar una semana entre capítulos es un buen ritmo (y no tardará mucho en estar disponible al completo), los personajes son maravillosos y tontísimos (principalmente uno), y quiero seguir conociéndolos y escuchando su música. Y si lo que os he contado os hace tilín, dadles una oportunidad.
Clave proporcionada por Popagenda.
Estudiando para hada madrina, que dicen que para estudiar nunca es tarde. Jubilada de los MMOs. Ahora llevando la magia gamer a las nuevas generaciones.