¿se ganará el título honorífico de Left 4 Dead 3?
Análisis de Back 4 Blood

21/10/2021 | Aonia Midnight | 2 comentarios
En el otoño de 2020, Valve sorprendió a los fans de Left 4 Dead 2 con una importante actualización que incluía, entre otras cosas, la campaña La batalla final —creada por la comunidad— y multitud de logros. Así, buena parte de los amantes del título desempolvábamos o reinstalaban el juego dispuestos a darle una digna despedida con la mirada puesta en el futuro lanzamiento de Back 4 Blood. Tal fue el caso de mi equipo de superviviencia habitual, ya que, si bien yo nunca me había alejado del título demasiado, mis compañeros hacía tiempo que lo habían desinstalado y enterrado tras conseguir lo que se suponía que era el 100% del juego. Asimismo, entre los nuevos logros se incluía la segunda parte de Zombicida Máximo, es decir, eliminar 53.599 infectados. Reto que debíamos obtener de cero debido a que la actualización no tenía en cuenta las eliminaciones acumuladas antes del parche. Así pues aceptamos el desafío y nos propusimos obtenerlo en directo, aprovechando para descubrir las pequeñas y grandes joyas creadas por la comunidad. A fin de cuentas, el mérito de esta actualización se debe al gran trabajo existente tras los mods de todo tipo que podemos encontrar en la Workshop.
Como veis, el contexto en el que sale Back 4 Blood es de lo más apropiado. A pesar de que Left 4 Dead 2 cuenta con una comunidad enorme y activa, siempre ha estado ahí la ilusión de que Left 4 Dead 3 llegara en algún momento. La implementación de esta actualización supuso no solo un agradecimiento público a la implicación de un buen número de jugadores, sino también una forma de proporcionar contenido que sirviera para esperar la llegada de Back 4 Blood e ir abriendo apetito. Quizás esto último no fuera su intención inicial, pero me gusta pensar que sí. ¿Quién sabe? A fin de cuentas, de un tiempo a esta parte tenemos noticias de futuros lanzamientos con la misma esencia: The Anacrusis y Redfall. ¿La diferencia? Deberemos esperar un poco más para disfrutarlos y Back 4 Blood cuenta con un curioso sistema de cartas. Lo que es seguro es que la fórmula —y punto común de todos estos títulos— promete ser la misma que hace años enamoró a los seguidores de Left 4 Dead.
Una fórmula tan sencilla como adictiva. Juguemos en solitario o con otras personas, formaremos grupos de cuatro. En caso del juego individual, los tres huecos restantes los rellenarán personajes controlados por una IA que, aunque en Left 4 Dead no destacaba especialmente en cuanto a inteligencia, en Back 4 Blood parece haber evolucionado lo suficiente como para no ser un completo despropósito. Seguirá cometiendo algunas estupideces y desquiciándonos, pero la diferencia es notable. Asimismo, en esta ocasión no encarnaremos meros supervivientes que hacen lo posible por salvar sus vidas. Formamos parte de un grupo de exterminadores curtidos en esto del apocalipsis que se han aliado en Fort Hope para luchar y recuperar la humanidad tal y como la conocíamos… o no. Si bien en Left 4 Dead debíamos deducir —o más bien imaginar— cuál era la historia base, uniendo cabos a través de la escasa información que rascábamos de las campañas principales, en Back 4 Blood existe una trama y la iremos descubriendo acto a acto.
A decir verdad, nuestros primeros pasos van a ser una locura. Sobre todo si venimos de Left 4 Dead, ya que la costumbre puede jugarnos alguna que otra mala pasada. Por ejemplo, si solemos utilizar mucho la acción de golpear para quitarnos a los infectados de encima, nos llevaremos la desagradable sorpresa de que, ahora, el clic derecho sirve para apuntar y tendremos que zafarnos utilizando la tecla V. Gesto bastante más ortopédico a mi parecer. Por supuesto, el juego es compatible tanto con teclado y ratón como con mando, y los controles personalizables en ambos casos. Otra cosa que nos llamará la atención será el hecho de no contar con un menú de inicio o sala de espera. Al abrir el juego, apareceremos en Fort Hope y desde ahí podremos probar armas en el campo de tiro, comprar cartas en las líneas de suministro, personalizar armas, personajes o incluso perfil y graffiti, montar nuestras barajas o liarnos a inofensivos puñetazos en un ring. Será en esta base de operaciones donde crearemos las partidas, seleccionando el modo de juego —partida rápida, campaña, nube o juego en solitario—, una dificultad —recluta, veterano o pesadilla—, el acto que queramos jugar y el punto de inicio.
A diferencia de Left 4 Dead, no podremos jugar cualquier campaña en cualquier momento y tampoco tendremos tantos intentos como queramos para completarlas. En Back 4 Blood deberemos haber completado un acto para desbloquear el siguiente, e incluso haber completado cada nivel para desbloquearlo como punto de inicio. Esto tiene sentido en nuestra primera partida para ir desvelando la historia a su debido tiempo. Además contaremos con un número limitado de repeticiones. Si morimos, la campaña quedará registrada como no superada y podremos repetirla de nuevo creando una nueva y seleccionando el punto desde el que queremos empezar. Algo que no me termina de convencer, todo sea dicho. Es decir, Back 4 Blood nos cuenta una historia en 4 actos. Cada uno de ellos está formado por diferentes capítulos y éstos por un número variable de niveles.
Una vez hayamos decidido si queremos jugar en solitario o con otras personas, en qué dificultad y qué acto, se creará una sala en la que seleccionaremos nuestro personaje y esperaremos a que se unan otros jugadores o los bots que sean necesarios para rellenar todos los huecos. En caso de que no queramos una partida con cualquier persona aleatoria, tendremos que marcar «Abierto», “Solo amigos”, “Solo invitados” o “Cerrado” en el apartado correspondiente y, sobre todo, asegurarnos desde las preferencias de que la sala de campaña es privada. Esto puede resultar algo difícil de descubrir al principio y más teniendo en cuenta que cada vez que iniciamos el juego vuelve a los ajustes predeterminados en materia de modo online, es decir, privacidad abierta y sala de campaña no privada, pero tras hacerlo unas cuantas veces será más sencillo encontrar rápidamente los ajustes que más nos interesen en ese momento. Asimismo, podemos invitar a nuestro grupo (o unirnos) a nuestras amistades tanto de Steam como del juego, así como a gente con la que hemos jugado recientemente. La existencia de apartados diferentes para amigos de Steam y de Back 4 Blood se debe a la posibilidad de activar el crossplay y compartir la experiencia con personas que acceden desde otras plataformas.
El modo de juego en solitario es quizás el que más ampollas está levantando. Esto se debe a que está previsto, de momento, como un mero entrenamiento. Es decir, aquí podremos probar personajes, armas y barajas, pero no podremos obtener puntos de suministro con los que desbloquear cartas, apariencias y demás, y los objetivos se ajustarán al hecho de que solo juega una persona. Supongo que tiene sentido, ya que existe una probabilidad bastante elevada de que este modo pudiera utilizarse como farmeo de puntos de suministro sin el “lastre” que puede suponer jugar con otras personas. Sobre todo teniendo en cuenta que las cadenas de suministros en las que se invierten dichos puntos ofrecen las cosas mezcladas. Está claro que no es lo mismo obtener meros elementos decorativos que cartas. Lo que no termino de comprender es que tampoco cuente el juego en solitario para la obtención de logros, tratándose de algo tan individual. ¿Qué más da que me los saque en grupo o por cuenta propia? Otro tema candente es el de la dificultad. Esto se debe a que incluso en modo recluta, buena parte del público está experimentando cambios muy bruscos dentro del mismo acto, pasando de ser un paseo a un infierno en cuestión de segundos. En cualquier caso, parece ser que Turtle Rock Studios va a considerar las objeciones de la comunidad y dar una solución.
Con el equipo ya formado, el Director del Juego mostrará la carta contaminada, es decir, el hándicap que regirá la partida —y que cambiará en cada nivel— como, por ejemplo, que el escenario esté envuelto en oscuridad o niebla o que los enemigos sean más feroces, entre otras muchas posibilidades. También nos darán una serie de cartas iniciales y se nos permitirá escoger un número variable de éstas de nuestra baraja. Hecho esto, pasaremos al refugio en el que, antes de aventurarnos al mundo que nos espera, podremos equiparnos y comprar con cobre lo que consideremos necesario. Con todo el mundo listo para la acción, deberemos recorrer el escenario hasta el siguiente refugio enfrentándonos a hordas de zombis, cumpliendo pequeños objetivos y sudando la gota gorda con algún que otro infectado especial. Estos seres del averno a menudo nos recordarán a los que ya encontrábamos en su momento en Left 4 Dead, siendo algunos incluso combinaciones mortales de aquellos. Otra diferencia notable será la equipación que llevaremos: desde la gran variedad de armas que podremos utilizar, al menos en lo que a las de fuego se refiere, hasta objetos ofensivos o curativos y herramientas de lo más interesantes. También cambia el hecho de que la munición ya no sea universal, pudiendo coger la que queramos (o necesitemos) e incluso compartirla con el resto del equipo. Otro detalle interesante es encontrar cobre repartido por el nivel y poder utilizarlo para mejorar o reponer nuestro equipamiento.
Sin duda uno de los puntos fuertes de Back 4 Blood son los exterminadores. No solo el hecho de que hayan ampliado el número de personajes elegibles de lo que encontrábamos en Left 4 Dead, donde se reducían a cuatro supervivientes inamovibles por juego, sino que cuenten con ciertas habilidades pasivas. Así, la combinación surgida de nuestras elecciones se verá reflejada en la partida. Me atrevería a decir que no hay una combinación mejor o peor, sino que todos los personajes cuentan. Sin olvidar, además, que todos tienen una personalidad y unos diálogos maravillosos —el juego se encuentra disponible en varios idiomas, entre ellos el nuestro—. Y como en el caso de los infectados, los exterminadores también nos recordarán en ocasiones a los supervivientes de Left 4 Dead, pero siempre manteniendo su propia esencia. Asimismo, es de agradecer que por fin podamos correr con nuestro personaje o que, si jugamos con bots, podamos tomar temporalmente el control de estos en caso de que nos maten.
Por su parte, el modo cooperativo cuenta con las ventajas y desventajas habituales de cualquier multijugador online. Véase, por ejemplo, la creación de grupos aleatorios en los que la partida depende de la compenetración y comunicación que pueda darse entre todo tipo de personalidades. Y, por supuesto, la diferente forma de jugar que tenga cada cual y la paciencia que se muestre al coincidir quienes se desempeñan con mayor o menor torpeza o habilidad. Todo un mundo de posibilidades. A decir verdad, no me he visto en la tesitura de compartir partida con demasiada gente desconocida, ya que cuento con mi equipo de supervivientes de Left 4 Dead, he conseguido arrastrar al pozo a alguna compañera e incluso he jugado (y jugaré) con personas de nuestro Patreon. Asimismo, Back 4 Blood cuenta con un modo competitivo en el que un equipo se hará con el control de los infectados y se enfrentará a otro formado por los exterminadores.
Por último, pero no por ello menos importante, no puedo irme sin mencionar el sistema de cartas. Jamás creí que encontraría esta dinámica en un shooter cooperativo en primera persona y me hizo dudar en un primer momento sobre si afectaría (para mal) a la jugabilidad o al disfrute de las partidas. A fin de cuentas, todas y cada una de mis horas en Left 4 Dead han sido sobre todo por la satisfacción de masacrar infectados sin miramientos. Apuntar y disparar. Recorrer el escenario sin pensar en otra cosa. Un pozo en el que desconectar (y desahogarme) de vez en cuando. Por suerte, el sistema de cartas se nota diferente, nuevo y algo desconcertante al principio, pero enseguida se siente como algo tan propio del juego como escoger entre pistola o arma cuerpo a cuerpo. Lo más importante y principal baza para evitar futuros quebraderos de cabeza es dedicar algo de tiempo a formar y conocer nuestro mazo. Una vez hayamos creado uno con el que estemos a gusto, será tan sencillo como ir escogiendo entre las opciones que nos den para que formen parte de la partida. Las explicaciones de lo que hace cada carta son simples y concisas, por lo que no requerirán mayor aclaración. Asimismo, podremos invertir en las líneas de suministro los puntos obtenidos y desbloquear nuevas cartas con las que crear el mazo que mejor nos convenga. O varios, ya que podemos elaborar diferentes barajas para jugar en solitario, campaña o nube y modificarlas tantas veces como queramos, quitando aquellas que no nos convenzan e incluyendo otras que hayan funcionado mejor o queramos probar. También podemos crear un mazo más enfocado a nuestro personaje o centrarnos más en el trabajo en equipo. Y a la hora de escoger las cartas que formarán parte de la partida, siempre se puede comentar con el resto cuál añadirá cada persona para sacar el máximo partido a las opciones disponibles. Todo esto sumado a las cartas seleccionadas por el juego hace que la rejugabilidad sea bastante amplia.
De todos modos, a pesar de esta promesa de gran rejugabilidad e incluso teniendo en cuenta la infinidad de combinaciones posibles, el número y contenido de los actos es limitado. Por lo que, de una forma u otra, la cantidad de veces que lo queramos volver a jugar dependerá más de los logros o proezas que de la tendencia del público a repetir una y otra vez la historia para ver qué sale. Y si bien es cierto que el pase anual advierte de que habrá tres nuevas entregas de contenido descargable, me parece que podrían estar columpiándose teniendo en cuenta el precio del paquete estándar. Esto me lleva inevitablemente a sentir nostalgia por la Workshop de Steam y la gran cantidad de campañas creadas por la comunidad —entre otros maravillosos mods, como el de convertir al equipo en Jigglypuffs— que tanto partido ha logrado sacar de Left 4 Dead 2. Algo que me encantaría que acabe llegando en algún momento a este título.
Back 4 Blood ha sido uno de los lanzamientos que con más ganas he esperado este año y me alegra que haya satisfecho las expectativas que tenía puestas en él. Temía que no fuera lo que esperaba, especialmente en lo que se refiere al sistema de cartas, y he de admitir que con la demo ya pude ver que tiene todas las papeletas para convertirse en un digno sucesor de Left 4 Dead. Aunque siendo realista, también tiene puntos que podrían convertirlo en un mero juego que ha sabido beber de su predecesor, pero no exprimir al máximo aquello que funcionaba bien. El tiempo dirá. De momento, Back 4 Blood se encuentra en ese punto en el que muchísimas cosas recuerdan a Left 4 Dead y, sin embargo, cada nuevo elemento te devuelve al juego y demuestra que es un título propio. Además, hace muchísimo tiempo que la comunidad iba pidiendo una tercera parte de Left 4 Dead y, aunque hubiera salido un juego diferente con dicho título, tendría igualmente gente a favor y en contra, porque Left 4 Dead 2 ha sido y siempre será un juego maravilloso con una comunidad tremendamente activa y creativa. Habrá que esperar a ver qué nos ofrecen títulos del estilo que todavía están por salir, como The Anacrusis o Redfall, para iniciar las comparativas y la inevitable batalla por el título honorífico de Left 4 Dead 3. Por lo pronto, Back 4 Blood promete horas de diversión en buenos escenarios, con buenos personajes y diálogos estupendos. Quizás necesite pulir alguna cosa, pero de momento ha cumplido lo que prometía.
Clave del producto proporcionada por Warner Bros. Games.
Curiosa, reflexiva y torpe // Palomitas y cerveza // Psicóloga porque lo dice un título // Mi mente está llena de mundos en los que evadirme // Nothing is true, the cake is a lie
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Muy buen texto. Recoge el sentimiento que tenemos de que «ojalá sea mejor que Left 4 Dead 2» pero lo cierto es que el listón está muy alto y somos muy exigentes. Necesito creer que va a ser un buen sustituto (aunque sea con el tiempo y cuando le dejen meter mano a los modders), pero de momento tiene todo mi apoyo. ¡Y los streams de los lunes también! Gracias por mantener a los infectados a raya 😛
¡Alphonsaurus! Muchísimas gracias por tu comentario, jajaja. Back 4 Blood como poco ha demostrado ser digno de merecer el título honorífico de Left 4 Dead 3, habrá que ver cuando le salga la competencia cómo lo aguanta. Tendrá que jugar bien sus cartas (?)