Un mal viaje lo tiene cualquiera

Análisis de Delirium

Análisis de Delirium

2022 fue un buen año para los point & clicks. Aunque nunca han dejado de estar presentes en el ámbito del videojuego, por desgracia ya no tienen la fuerza y la importancia de antaño *suspiro de señora mayor*. Gracias a títulos de sagas tan emblemáticas como Return to Monkey Island y otros nuevos, pero que vaya joyitas, como Lost in Play, el género se encuentra muy en forma. Momento perfecto para el estudio malagueño Blackgate Studio para coger esta ola y presentar su propuesta indie, Delirium, como parte del programa PlayStation Talents.

Delirium no es una aventura gráfica clásica ni lo pretende, más bien usa este género como excusa para contar su historia. Nos pondremos en la piel de Lola, una adolescente muy macarra y rebelde, que ha perdido a su gato dentro de casa. O más bien cree que está en la buhardilla. Con la ayuda de su hermano Danny, un viciado de los videojuegos, descubrirá que la casa, de la que están cuidando en ausencia de sus padres, está llena de gente muy rara. Así, por la cara, y en medio de la noche.

El juego hace honor a su título y nos encontraremos en situaciones absurdas con personajes bastante raros. Eso sí, tanto estos como las conversaciones y entornos estarán llenísimos de referencias a famosas series, películas y juegos. Incluso los coleccionables en forma de figuras de gatitos. Todos son temáticos y reconocibles. Su humor es sencillo y busca más los guiños a los más conocidos que una historia sesuda, una crítica, o la picaresca. Eso sí, no son para todos los públicos, teniendo momentos de insinuaciones sexuales o puzles de mezclas químicas junto a un personaje muy similar a Heisenberg, de Breaking Bad, que apenas lleva poco más que un delantal.

Delirium - El mago Heinnekenn haciendo referencia a las supernenas en la cocina

Todo esto lo descubriremos en primera persona y sin teclado y ratón si estás en PC. Sí, tal como lo oís. El juego está adaptado solo a mando, pero de forma un poco clásica. Con un joystick podremos mover el puntero y con el otro la cámara. Dispondremos de lupa para investigar y que Lola nos cuente qué estamos viendo, una manita para coger cosas, el globo de conversaciones y un icono extra para situar la cámara en puntos clave de la sala en la que nos encontremos. Porque, además de tener que andar apuntando con el stick, tampoco podremos movernos libremente. Observaremos desde ciertos puntos concretos de cada zona de la casa lo que tenemos a nuestro alrededor para interactuar. Para hacer más fácil identificar los elementos importantes, además de tener un botón para que resalten todas las cosas que se presten a ver o coger, también se bordearán en morado al pasar la manita, lupa o bocadillo por encima.

Este enfoque en primera persona me da la sensación de estar pensado para VR pero, por ahora al menos, el juego no está disponible en ese formato. Que no es mal enfoque, pero bastante limitante para observar con comodidad el entorno 3D que está lleno de detalles. Por ejemplo, la habitación de Danny tiene carteles, figuras y trofeos relacionados con videojuegos muy conocidos. Además de un PC gamer con muchas lucecitas y varias pantallas, como buen experto en la materia. También encontramos notas, como la de la nevera, que nos dice que la tarta no es mentira, y es porque hay tremenda tarta dentro, pero los píxeles no se comen por desgracia.

Este entorno 3D contrasta con el 2D de los personajes que aparecen completamente planos y con un diseño más cartoon. Pero todo es muy colorido, acorde con el tono desenfadado del juego. Por otro lado las cinemáticas son viñetas de cómic, mientras que las conversaciones son de diseño típico de visual novel. Están enmarcadas en la parte baja de la pantalla y un dibujo del personaje que habla al lado, mientras acompaña con un gesto concreto para especificar el tono con el que habla. Conversaciones que por supuesto están en español, y también disponibles en inglés, aunque sin voces. La localización ha sido realizada por Jesús Prieto Herrero, Daniel Vega Egea y Migue Arroyo. Todo esto bien envuelto en una música que solo pretende ponernos en situación, pero a la que posiblemente también le notemos cierto parecido a alguna más conocida y que tenga que ver con el personaje con el que estamos tratando en ese momento.

Delirium - Danny hablando delante de su estantería

Y aunque su diseño es bonito y con mucho detalle, no hay tanto mimo en los puzles. Hay pocos y son o simples o están muy mal explicados. En la mayoría de los casos simplemente tendremos que encontrar el o los objetos necesarios para llevar a cabo el objetivo de ese momento. Pero, además de que el juego es corto (de unas 2 o 3 horas), hay pocos objetos que puedas coger, así que las opciones están bastante limitadas y es muy sencillo dar con la solución.

Y es que, como ya os mencionaba al principio, Delirium, aunque es muy bonito, no se esfuerza en ser un point & click, solo quiere enseñarte referencias y guiños a todas esas series, películas y juegos que te han marcado y sacarte una sonrisa. Las mecánicas son incómodas y poco interesantes, pero puedes echar un rato ameno viendo qué elemento cultural que conoces mencionan y cómo lo hacen.

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Azka
Azka @AzkaLaura

Estudiando para hada madrina, que dicen que para estudiar nunca es tarde. Jubilada de los MMOs. Ahora llevando la magia gamer a las nuevas generaciones.

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