Análisis de Crime O’Clock

Hacía tiempo que no me topaba con un videojuego de búsqueda de objetos ocultos. Algunos títulos anteriores que he podido analizar para esta, nuestra web, han sido Hidden Folks y I Am Dead. Es un género muy de nicho, pero no por ello menos interesante en esos momentos en los que prefieres pausa y concentración a acción. Crime O’Clock nos propone búsquedas en grandes dibujos de ciudades llenos de detalle pero con un giro muy interesante: disponer del mismo mapa en diferentes momentos.

En Crime O’Clock haremos de detective temporal. Un trabajo que obviamente ha ganado fuerza desde que salió la serie de Loki (que si no la habéis visto ya estáis tardando). Deberemos evitar todo cambio que lleve a una alteración de la Línea Temporal Real. La buena, la que nos ha llevado a donde estamos. Para ello contaremos con la ayuda de una IA llamada EVE, que tiene el poder de detectar anomalías y desplazarnos hasta ellas para que podamos hacer nuestra labor, con su ayuda, por supuesto.

Esta es la premisa o excusa que tenemos para viajar a distintos momentos de la historia de un mundo que mezcla realidad con ficción, y  donde encontraremos que humanos, furros, demonios o robots son habitantes habituales, o que la Atlántida y el steampunk forman parte de nuestro pasado. Recorreremos un total de cinco eras, cinco mapas, durante nuestra aventura. Os puede parecer poco, pero no solo está lleno de detalles y personajes, sino que contamos con diez versiones diferentes. O mejor dicho, diez momentos, llamados tics, del mismo lugar. Para así ver qué sucedió antes de que se produjera el crimen temporal, o en qué influirá este en un futuro, dentro de los diez momentos con los que contamos.

Nuestro objetivo puede parecer complejo: averiguar lo sucedido e intentar solucionarlo sin intervenir demasiado. Pero en la práctica es bastante sencillo, pues EVE nos llevará de la mano casi todo el tiempo. Nos pedirá que busquemos el suceso, pistas, o sigamos al sospechoso, pero todo lo demás lo hace ella. Nos explica la situación histórica, hace las deducciones, y decide cuál es la mejor línea de acción. Si en Crime O’Clock buscamos un juego de detectives vamos a decepcionarnos mucho, pero si solo queremos agudizar nuestra vista y descubrir historias entonces este título tiene mucho que ofrecernos, porque corto no es.

Entre búsqueda y búsqueda también deberemos realizar labores de análisis, pirateos, traducciones o identificaciones para poder avanzar en la investigación. Estas son capacidades con las que cuenta EVE pero necesitará de nuestra ayuda para llevarlas a cabo. Serán pequeños descansos entre búsquedas en los que realizaremos minijuegos. Algunos son de encajar piezas, emparejar caracteres o incluso de QTE, nada demasiado complejo. No obstante puede ser bastante incómodo de realizar con mando en las ocasiones en las que tenemos tiempo límite, por lo que en mi caso me ha ayudado muchísimo la opción de la pantalla táctil de la Nintendo Switch.

El mando también tiene ciertas limitaciones en tema de sensibilidad para buscar elementos en los tics. Podemos variar el tamaño para facilitar la selección de cosas pequeñas, pero de todas formas los sticks no son lo suficientemente sensibles, por lo que usar los gatillos para un aumento o disminución controladas o utilizar la pantalla táctil para seleccionar nuestro objetivo hará todo más fácil y rápido.

A medida que avancemos en el juego desbloquearemos cuatro habilidades que les darán un nuevo nivel de complejidad a nuestras búsquedas y un poco más de libertad. Y en algunos casos también serán calidad de vida, como el Analizador CFE que nos limitará la zona para buscar, para así tardar menos. Esto hay que tenerlo bien presente para las misiones secundarias, que podemos hacer libremente fuera de la historia principal. Por cada mapa se nos darán ocho personajes. Necesitamos encontrarlos en los diez tics y reconstruir su historia para el archivo de Historias Fulcrum. No todos serán igual de fáciles de seguir, pero algunos requerirán de alguna de nuestras habilidades, por lo que no podremos completarlo hasta que no las tengamos todas. Así que si os atascáis esperad hasta avanzar más en el juego, porque no se indica en ninguna parte y podéis acabar desesperando. Estas misiones de búsqueda secundaria son perfectas para olvidarnos de EVE un buen rato (cuya constante participación en las investigaciones puede hacerse pesada) y jugar al estilo más clásico.

Hay que mencionar que un aspecto importantísimo de este tipo de juegos es su arte. Los mapas son dibujos llenos de personajes y zonas muy variadas pero no demasiado complejas ni hacinadas, cosa que se agradece. Todo está en blanco, negro y gris para una mejor observación y descanso de ojos. El color será el elemento usado para marcar nuestros descubrimientos y seguirlos con facilidad. Esto entrará en contraste con el fondo negro y elementos de color para los minijuegos, pero marcando así que es una fase diferente. Con esto, tanto el tono como el estilo casan perfectamente con el propósito del título, logrando que los objetivos, en general, sean bastante fáciles de distinguir.

En Crime O’Clock es muy importante conocer qué pasa en todo momento, no solo por la historia que irá volviéndose más compleja a medida que avancemos, sino también para saber qué buscamos o dónde. En este aspecto se agradece que se haya incluido traducción al español, realizada por Fernando López. Pero incluso así podemos atascarnos, por lo que cuenta también con un sistema de pistas y un archivo donde se guardan las conversaciones con EVE. Son de gran ayuda, pero a veces pueden ser bastante inútiles si no sabemos a qué se refieren, por ejemplo cuando se menciona una estructura con cierta función que desconocemos.

Lo que sí identificaremos con facilidad son las múltiples referencias a personajes ficticios conocidos de series, películas o juegos. Guiños que nos sacarán una sonrisa y nos incitarán a buscar por cada rincón y tic. Lo que se echa de menos es poner el foco en más personajes femeninos de las búsquedas secundarias. Hay poquísimas en comparación con los masculinos, aunque sí están en los mapas. Ya sin mencionar representación escasísima LGTBI. O un exceso de uso de celos como motivación para los delitos. Que tampoco es que la historia sea demasiado elaborada, pero sí tiene soluciones rocambolescas que intentan vendernos como inocuas para el flujo temporal. A partir de este punto empiezas a esperar que pase cualquier cosa.

Este tipo de juegos siempre sacan la niña que hay en mí, pues los famosos libros de Dónde está Wally fueron importantes en mi infancia. Se disfruta mucho el pequeño logro de encontrar a los escurridizos personajes, o a los objetos escondidos. Crime O’Clock puede no ser exactamente lo que esperas ni de un juego de detectives ni de objetos ocultos al puro estilo clásico, y ciertamente se siente que los minijuegos sobran por repetitivos e incómodos, pero es entretenido, original y te absorberá durante horas.