Heaven’s Vault y la palabra escrita

Heaven’s Vault y la palabra escrita

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

Juan 1:1 (Reina Valera Antigua)

En El quinto elefante de Terry Pratchett conocemos un poco más en profundidad a los enanos de Mundodisco. Una de las cosas que descubrimos como un chiste es la importancia que le dan a la palabra escrita. Más adelante, conoceremos sobre Tak, el creador de los enanos, y se nos enuncia el mito de la creación de este pueblo de la siguiente forma:

Lo primero que hizo Tak, se escribió a sí mismo.
Lo segundo que hizo Tak, escribió las Leyes.
Lo tercero que hizo Tak, escribió el mundo.
Lo cuarto que hizo Tak, escribió una caverna.
Lo quinto que hizo Tak, escribió una geoda, un huevo de piedra.

La importancia de la palabra (escrita) no es única de Pratchett y Mundodisco, como podemos ver, sino algo mucho más antiguo aún, pues se recoge en los evangelios. No en vano el uso de la escritura es lo que marca el paso de la prehistoria a la historia según nos enseñan. Los registros escritos permanecen y son inmutables, o menos que lo que sucede con un registro oral. Así puede quedar constancia de que el cobre de Ea-nasir era de mala calidad.

No todos los soportes tienen la misma durabilidad para mantener la palabra. El caso de Ea-nasir nos ha llegado por ser una tablilla de arcilla que se ha conservado más o menos intacta. Hay otros soportes no tan duraderos, como podrían ser elementos más orgánicos (pieles de animales, papiros), que aunque lleguen a nuestros días, deben manejarse y preservarse con cuidado para poder analizarlos, entenderlos y, en determinados casos, ayudar a traducir idiomas antiguos. Cuando los fragmentos sobreviven hasta nuestro presente, son eso, fragmentos, que muchas veces nos son suficientes para conocer el conjunto. Por suerte las correctas excavaciones arqueológicas permiten aportar un poco de contexto a la situación y ayudan a traducir el idioma.

Sin embargo hay que tener en cuenta que esto no es siempre posible, y no conviene olvidar que la piedra de Rosetta ayudó en la labor de traducción de los jeroglíficos, al tener el mismo decreto escrito en jeroglíficos egipcios, escritura demótica y griego antiguo. El poder usar de referencia un texto conocido permitió avanzar enormemente las labores de traducción, en vez de ir a “ciegas”.

Se observan casas de estilo del Medio Oriente en la falda de una montaña

Esta forma de traducir a ciegas se transmite en Heaven’s Vault, el juego de arqueología espacial del estudio Inkle. La mecánica principal para conocer qué está pasando y ha pasado en The Nebula es la traducción del Antiguo. El problema es que aquí no tenemos ninguna piedra Rosetta que nos dé una solución mágica sino que iremos símbolo a símbolo. El juego nos dará una pequeña ayuda al mostrarnos distintas opciones (hasta cuatro) de qué significa cada palabra. Al inicio iremos muy a ciegas pero rápidamente empezaremos a reconocer patrones. Si esta palabra es “Emperatriz” y el Imperio es algo sagrado, esta palabra será bendición o similar.

Así, poco a poco, iremos formándonos un vocabulario que nos dará acceso a nuevas traducciones. De palabras sueltas, pasaremos a frases cada vez más largas, teniendo que delimitar por nuestra cuenta dónde empieza o termina una palabra. Y aunque no tengamos una piedra Rosetta, sí contaremos con el contexto de las excavaciones. Así, una brújula contendrá un mensaje relativo al viaje, y un mensaje en un dintel será una bienvenida.

Esto nos abrirá la puerta a identificar los distintos símbolos por sus elementos. El más sencillo en esto es la idea del agua. Y por asociación, como he comentado, no tardaremos en identificar determinados conjuntos con determinadas ideas, preposiciones o pronombres. Poco a poco aprenderemos a “leer” el Antiguo y cada vez será más simple la labor de traducción.

Sin embargo, como pasa en nuestro mundo, no todos los soportes son igual de duraderos. La mayoría de inscripciones las encontraremos en vasijas, cuchillos y otros elementos de metal. En ocasiones descubriremos elementos más frágiles, como madera o libros, pero con un nivel de deterioro mayor, y nos darán una información más fragmentada. Además, no sólo obtendremos palabras de objetos, sino que habrá inscripciones y pintadas en los muros, y en los escenarios más grandes descubriremos señales en el paisaje que nos darán palabras e información nuevas para seguir con nuestro viaje.

En mi partida de Heaven’s Vault disfruté mucho con esta labor de arqueología pero eché en falta conocer más del Antiguo Imperio, ya que el juego presenta muchas ramificaciones y opciones. Además de que podemos perder información si no exploramos con cuidado. No es posible conocer todo en una única partida, aunque sólo sea por inexperiencia y no saber aún cómo buscar correctamente. Esto puede hacer que perdamos la oportunidad de encontrar lugares y conocer a gente que nos permita saber más del Imperio. Las inscripciones que nos llegan son fragmentarias y en el mismo tipo de objetos. Como sucede en la vida real, no se han preservado todos los soportes, por lo que nos queda poco con lo que hacernos una idea de lo que hubo en el pasado. Además, por la naturaleza de nuestra búsqueda, acabaremos en sitios similares, sobre todo templos, dándole un halo extra de misticismo a nuestra búsqueda.

Captura de Heaven's Vault. Se ve una frase traducida casi por completo.Todos los símbolos se parecen entre sí.

Por otro lado, por el motivo de nuestra misión y lo que vamos encontrando, nuestra búsqueda queda sesgada, al acabar siempre en sitios similares, con la misma clase de objetos. Heaven’s Vault trata de compensar esto con el intercambio de objetos y encontrarnos pequeñas ruinas con pequeños objetos que nos darán acceso a otro tipo de palabras. Ya sean inscripciones de buena suerte, o registros de cualquier tipo. Todos son siempre mensajes para otras personas o las diosas de The Nebula.

El ser humano transmite información, tanto por gusto como por necesidad. Esto hace que la palabra escrita tenga mucho peso y relevancia. El considerarla sagrada no es algo descabellado cuando permite transmitir la información sin alteraciones, a lo largo del tiempo y el espacio. Y esto último lo transmite muy bien Heaven’s Vault al centrar su mecánica en la exploración y que la traducción sea nuestra ventana al pasado para saber qué sucedió con la anterior civilización. Es fácil considerar la palabra escrita como algo sagrado ya que no deja de ser el registro de lo que quedará de nosotros cuando nos hayamos ido, cientos de años después. Así que pensad muy bien antes de vender cobre de mala calidad a nadie, pues puede que sea vuestro legado a quien venga miles de años después de vuestra muerte y la caída de vuestra civilización.

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Darkor_LF
Darkor_LF @darkor_LF

Difusora de la palabra de Pratchett a tiempo completo. Defensora de causas pérdidas e inútiles. Choconiños o barbarie. Hipster por necesidad. Tengo una pipa falsa. +50 en pedantería.

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