Análisis de Los Sims 4 – Rancho de Caballos

Una cosa que siempre me ha llamado la atención del mundo de los caballos son los extremos tan opuestos que existen alrededor de este animal. Por un lado, tenemos los caballos de trabajo, familiares, de campo, en un ámbito en el que no sobra el dinero pero llega para mantener a un animal tan grande. Por otro, tenemos la ostentación, las carreras, los concursos de belleza y los caballos con un precio con más ceros que nuestra cuenta corriente el día de cobro. Dos puntos tan separados que resulta incluso extraño ver cómo pueden coexistir incluso en el mismo pueblo, y sin embargo ahí están. Por eso, ver el planteamiento del pack de expansión de Los Sims 4, Rancho de Caballos, me despertó cierta curiosidad por ver a qué niveles se podía replicar esa situación de la vida real, y si encima podría hacerse imitando la realidad de diferentes países y no sólo la de Estados Unidos.

Pero antes de meternos en el entorno animalístico, dejadme que os hable de lo primero que os vais a encontrar, por motivos evidentes: el contenido de Crear un sim. El aspecto de nuestro personaje podrá variar de arriba abajo, comenzando con los nuevos peinados. Como suele ser común ya en estas expansiones, los peinados ofrecen variedad para todo tipo de pelos y etnias, con opciones desde el más liso al más rizado, y todos intentando mantener una estética que recuerda al Oeste hollywoodiense. Aunque, al mismo tiempo, son peinados que nos podemos encontrar en nuestro día a día, por lo que podremos utilizarlos incluso fuera de nuestra partida ranchera. Por el contrario, la mayoría de la ropa sí estará más limitada, porque va codificada con esa estética rural tan característica. La cantidad de prendas diferentes que tendremos para elegir es enorme, desde accesorios como pañoletas y sombreros vaqueros, a monos de trabajo, vestidos vaporosos, botas altas, chalecos y flecos, muchos flecos. Eso sin olvidarnos de la importantísima camisa de cuadros, que es casi un must tanto dentro como fuera del rancho. Y, por supuesto, tendremos ropa para todas las edades, que para ser jinete se requiere mucha práctica.

Una vez que tenemos al personaje creado nos tocará decidir dónde vivirá, y si bien podremos escoger una de las diferentes casas del mundo de Chestnut Ridge, es también bastante probable que queráis personalizar de arriba abajo vuestro rancho o crear uno de cero, que ya sabemos que en esta comunidad la creatividad siempre va por las nubes. Por suerte, en esta expansión han añadido multitud de objetos y decoraciones temáticas, empezando por paredes, suelos y techos. Sí, en serio, techos. Esa petición que llevamos años repitiendo por fin se ha hecho realidad, y de una forma tan sencilla como que las propias baldosas del suelo las podremos colocar en el techo, pudiendo así dar un aspecto completo de cabaña, castillo o lo que nos apetezca. En este caso, la mayoría de los paneles serán diferentes estilos y colores de madera, buscando así continuar con la estética del Oeste. Por eso mismo, la mayoría de los muebles también serán variaciones de madera, con decoraciones en forma de herradura o siluetas de caballos, e incluso añadiendo objetos característicos del día a día de los nativos americanos. Además, también contaremos con los diferentes objetos necesarios para nuestros caballos, como sus zonas para dormir, abrevaderos o montones de heno, e incluso objetos para su entrenamiento y entretenimiento, como vallas para saltar, barriles para sortear o, lo mejor de todo, una pelota de tamaño gigante. Y, como plus, todo un repertorio con el néctar como tema principal, como barricas, botelleros, o lo necesario para su elaboración.

Y ahora sí que pasamos a nuestros protagonistas, los caballos y yeguas. Éstos son, en términos jugables, un equivalente a los perros y gatos de una de las expansiones anteriores. Los caballos forman parte de nuestra familia, y como tales tendrán sus propias personalidades, intereses, edades, miedos y emociones, que influirán en su comportamiento diario y las interacciones con nuestros sims. Esto también nos lleva a la personalización, y es que si creíais que os encontraríais un tipo de caballo y unos cinco colores, os habéis equivocado. Podréis escoger entre un montón de razas con sus propias características de crines, pezuñas o colas, con lo que mantendréis cierto realismo, o por el contrario ir a por la fantasía total y crear hasta un unicornio rosa con unas estrellitas de colores en el culo. La personalización es extrema, y si bien no hay muchos accesorios para colocarles en el pelo, no los echas mucho de menos. Es decir, pudiendo tener un unicornio, te acaba importando poco que sólo puedas ponerle una corona de flores en la cabeza. Sin embargo, a lo que creo que no se le está prestando la suficiente atención es al hecho de que no solo podremos tener caballos, sino que también hay un par de animalitos más: las cabras y las ovejas. Que, permitidme dejar de lado la objetividad por un minuto: son los animalitos más cucos que habéis visto en vuestra vida. Y es que no solo son cabras y ovejas, sino que son cabras y ovejas enanas, por lo que son como bebés permanentes a los que oiremos balar de forma adorable, podremos esquilar para obtener su lana, o incluso podremos darles el biberón mientras menean la colita de felicidad. La única pega es que estos no pertenecen a la familia, sino que van clasificados como las vacas y gallinas de la expansión Vida en el Pueblo, limitando así las interacciones, pero lo compensan con su monería permanente y sus pequeños saltitos por el jardín.

Como os podréis imaginar, toda esa cantidad de contenido conlleva un aumento significativo de las interacciones que podremos realizar con todo. Los caballos nos ofrecerán la posibilidad de montarnos e ir a dar una vuelta por el mundo al trote o al galope, nos caeremos de culo, podremos hablar con ellos durante horas mientras corretean por nuestra cocina (sí, se van a meter en nuestra casa, son mascotas grandes), les consolaremos cuando estén tristes tras un mal entrenamiento, básicamente como si fuesen un sim más. También aumentarán los temas de conversación con los demás sims, sobre todo si nuestras aspiraciones tienen que ver con el rancho o el néctar, y podremos participar en los diferentes eventos que sucederán en la comunidad, sobre todo cuando visitemos el centro ecuestre. Toda una vuelta de tuerca al juego que consigue renovar, una vez más, el mundo de la familia con la que estemos jugando en ese momento, sin dejar de lado las características que hacen que todavía se mantenga en el tiempo.

Los Sims 4 Rancho de Caballos es un pack de expansión que, en solitario, ofrece horas y horas de diversión gracias a esos muchos cambios y adiciones que sin duda ofrecen nuevas posibilidades para desarrollar historias diferentes a las que nos habíamos acostumbrado. Sin embargo, creo que cuando luce al máximo es cuando lo combinas con otro pack de expansión, el Vida en el Pueblo, al darte la posibilidad de poder crear un rancho (o granja) al completo, una verdadera experiencia rural. O, al menos, si queréis quedaros sin vida y no volver a salir del mundo de Los Sims durante meses. Cosa que, personalmente, no me suena nada mal, no os voy a mentir.