Ni la nieve, ni la lluvia…

Análisis de Lake – Season’s Greetings

Análisis de Lake – Season’s Greetings

Hace algún tiempo os hablé de lo bonito y tranquilo que era Lake, un juego que basaba toda su existencia en tratar de replicar de forma amable cómo era trabajar para el servicio postal en un pequeño pueblo de Estados Unidos. Y ahora, dos años después de su lanzamiento, volvemos a Providence Oaks con Season’s Greetings, un DLC en forma de precuela en el que descubriremos cómo estaban las cosas por el pueblo nueve meses antes de que regresásemos con Meredith. Y donde, de paso, celebraremos la Navidad.

En esta ocasión le daremos la vuelta a la tortilla y nuestro protagonista será Thomas Weiss, el padre de Meredith y principal cartero del pueblo. Por supuesto, también estará Emily, su madre, que pasará a un segundo plano al no poder manejarla por la ciudad, pero seguirá siendo la persona principal en la vida de Thomas. La trama comenzará el 23 de diciembre de 1985, y los dos estarán emocionados por la visita navideña de su hija para poder pasar las fiestas en familia. Pero ya conocemos a Meredith y su imposibilidad de dejar el trabajo a medias cuando considera que algo es demasiado importante para ponerlo en pausa unos días, por lo que finalmente no viaja hasta Providence Oaks. Sin embargo, para compensarlo nos llamará muy a menudo, imitando sin saberlo el comportamiento de sus padres en el futuro (o en el juego principal). Esta chica siempre tan ocupada.

Thomas entregando un paquete

Nuestra misión, una vez más, será hacer el reparto diario del correo y paquetería por todo el pueblo, pero esta vez nos lo encontraremos con todo nevado y el lago completamente congelado, además de todas las casas y calles decoradas con iluminación navideña, muñecos de nieve y demás parafernalia que nos despertará un cierto espíritu navideño. Sobre todo porque Thomas es una de esas personas a las que les encanta la Navidad, y se encargará de hacérselo saber a los vecinos, además de tratar de darle ánimos a su espíritu navideño. Y, cómo no, también nos tocará meternos de lleno en las diferentes tramas que nos plantearán los vecinos, cada uno con su propio problema que deberemos tratar de solucionar o, al menos, escuchar. Conoceremos nuevas personas que no aparecían en Lake, pero también tendremos a viejos conocidos, e incluso podremos ofrecer nuestra amistad a los dos personajes que Meredith puede (¿podrá?) romancear, en una especie de búsqueda de aprobación paternal sin saberlo. 

En otras ocasiones quizá me quejaría de la falta de innovación en cuanto a mecánicas o contenido extra, pero lo cierto es que en este caso no puedo decir que no sea el DLC perfecto para el juego base. Lake es un título tranquilo, que trata de enfatizar nuestras propias emociones al ponernos al volante, escuchando música y olvidándonos de todo mientras recorremos los preciosos paisajes, ahora nevados, y cambiar cualquiera de esas cosas acabaría estropeándolo. Es un juego para centrarnos en los sonidos de los pasos en la nieve, en la lentitud al caminar de Thomas, en los zorritos que corretean en un lateral de la carretera, en los copos de nieve que caen ante la furgoneta. Todo se mantiene igual, ofreciéndonos sensaciones fabricadas por su ambientación y su serenidad. 

Thomas y Emily escuchando una llamada de su hija

Una de las cosas que más me gusta de Lake, y en concreto de Season’s Greetings, es el énfasis que pone en las emociones de los personajes, fuera de lo que suele ser común en los videojuegos. En el título principal nos enfrentábamos a la crisis de la mediana edad de Meredith, planteándose su futuro profesional y personal, sus relaciones e incluso lo que consideraba la mejor localización para poder vivir su vida tal y como desea. En el DLC, sin embargo, nos encontramos con unos padres casi jubilados, con amistades de su misma edad, y con sus propios problemas. Nos plantean preocupaciones propias del envejecimiento, el paso de los años y los cambios al llegar cierto momento en el que no siempre se puede hacer todo sin ayuda. Todo bajo el prisma amable de ver el amor que todavía se tienen Thomas y Emily, y cómo quieren estar juntos hasta el final, además de esas amistades que todavía aguantan desde hace tanto tiempo.

Season’s Greetings es un DLC de los que no sabíamos que necesitábamos, pero que al jugarlo vemos lo bien que encaja en el título principal, tanto si lo jugamos antes como después. Todo está hilado de una forma en la que funciona perfectamente como una historia que se alarga en el tiempo, pero también a la hora de encontrar respuestas a preguntas que ni siquiera sabíamos que teníamos, porque dábamos por supuesto que no tenían más relevancia que una frase corta en el guión. Con una duración similar a Lake, consigue mantener esa tranquilidad que lo caracteriza, aderezándolo con esa alegría y esa melancolía que nos pueden traer las fiestas navideñas por la gente que está, la que no, y la que querríamos tener más cerca y esperamos poder ver pronto. Y es que un hasta luego no tiene por qué ser un adiós. 

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Nix

I run on coffee, sarcasm and lipstick. Hace años le vendí mi alma a Bioware y me convirtieron en la Shadow Broker. Tengo un papelito que dice que soy N7, pero no quieren darme mi propia nave. Me gusta llevarle la contraria a la gente y por eso soy una Inquisidora enana y pelirroja.

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