Who you gonna call?
Análisis de Ebenezer and the Invisible World

02/11/2023 | Aonia Midnight | No hay comentarios
Todavía falta algo más de un mes para las navidades. Sin embargo, cada vez vemos con mayor anticipación adornos y dulces navideños en las tiendas. Esto ofrece estampas cuanto menos curiosas, como pasear por estas secciones con ropa veraniega, allá por agosto, y las estanterías repletas de turrones y chucherías con temática spooky a finales de octubre. Aunque a mí esto último me da un aire a Pesadilla antes de Navidad que tampoco me desagrada, no os voy a engañar. Y como si de Mariah Carey reventando calabazas de Halloween se tratara, Ebenezer and the Invisible World ha decidido cerrar la spooky season y traernos la Navidad. Que luego todo son prisas.
Este metroidvania navideño nos traslada al famoso Cuento de Navidad de Charles Dickens, algún tiempo después de los sucesos de la novela. Así, acompañaremos a Ebenezer Scrooge, algo menos huraño y bastante más amable, por las calles de Londres. Resulta que nuestro protagonista continúa viendo fantasmas, aunque lejos de aventurarse en navidades pasadas o futuras, nos pedirán algo de ayuda.
Nuestro principal objetivo será ir en busca de Caspar Malthus, un hombre que si bien fue todo bondad en su día, ahora pisotea a los trabajadores de su fábrica. Y no es que vayamos a mostrarle las consecuencias de tal actitud, aunque Ebenezer tenga experiencia en estos temas, porque de eso ya se han encargado los espíritus correspondientes. Eso sí, puede que nos toque darle algún que otro bastonazo en la cabeza.
Al tratarse de un metroidvania, os podréis hacer una idea de cuáles serán las mecánicas principales de Ebenezer and the Invisible World. Nos moveremos por la ciudad de Londres, dividida en secciones, descubriendo un mapa que en un primer momento permanecerá oculto. Y conforme vayamos desbloqueando habilidades, podremos volver sobre nuestros pasos e intentar avanzar por zonas que antes permanecían inaccesibles.
De proporcionarnos estas habilidades se encargarán, como no podía ser de otra manera, aquellos fantasmas a los que echemos un cable. Así, al finalizar sus misiones, se unirán a la aventura y acompañarán a Ebenezer haciéndole el camino un poquito más fácil. Algunos nos ayudarán a enfrentarnos a los múltiples enemigos que hallaremos a nuestro paso, activando su ataque a cambio de una pequeña cantidad de espíritu.
Otros, sin embargo, nos permitirán realizar acciones sin consumir este recurso. Y así, por ejemplo, podremos atravesar obstáculos deslizándonos de la mano de Haley Hall. También harán que aparezcan elementos, antes ocultos, que nos facilitarán los desplazamientos, como ocurre con los globos de Buster Bailey. Además, contaremos con tres espíritus infantiles que nos ayudarán una vez los encontremos y activemos. Tal es el caso de una niña que flotará tras Ebenezer lanzando flechas cada cierto tiempo.
Por su parte, Ebenezer irá armado con su bastón, aunque conforme avancemos en la partida hallaremos otras armas, como una cadena que usaremos a modo de látigo. También encontraremos reliquias familiares que podremos equipar para conseguir ciertos beneficios, como descubrir elementos ocultos del mapa o respirar bajo el agua, entre otros. Aunque deberemos escoger cuáles nos interesan en cada momento, ya que sólo podremos equiparnos cuatro a la vez. De igual modo, podremos comprar algunas reliquias familiares en la tienda, si contamos con oro y, en algunos casos, recursos suficientes.
Estos recursos, y el dinero, los encontraremos destrozando elementos del mapa, así como, por supuesto, derrotando enemigos. Y también servirán para aumentar la salud y el espíritu de Ebenezer, por lo que a menudo tendremos que decidir qué nos interesa más en ese momento. Podremos hacernos una idea de qué enemigo fantasmal suelta qué recurso si ojeamos el diario, en caso de que nos interese farmear un poco. También será aquí donde encontremos información sobre los espíritus a los que hemos ayudado y nos acompañan, así como la información de los objetos, equipo y reliquias que tenemos. Además, podremos consultar cuáles son nuestros objetivos principales y secundarios si necesitamos refrescar nuestra memoria.
Separadamente tendremos un mapa con su correspondiente leyenda, en el que se irán añadiendo aquellas salas que vayamos descubriendo. Sin embargo, no cuenta con mucho detalle, reduciéndose a espacios de mayor o menor tamaño unidos por líneas que señalan sus conexiones. Esto significa que, si bien sabremos la anchura o largura de una sala, no visualizaremos si hemos recorrido cada rincón o nos queda algo por ver. Tampoco podremos colocar marcadores, tan útiles en esta clase de juegos. Así pues, la única forma de comprobar las cosas será dar rienda suelta a nuestra vena exploradora y regresar a las salas para asegurarnos de que no dejamos nada atrás. O utilizar papel y lápiz para anotar lo más relevante.
A partir de cierto punto, desbloquearemos el viaje rápido. Sin embargo, no podremos viajar libremente a cualquier zona, sino que dependerá de las estaciones de tren que hayamos descubierto. Algo parecido ocurre con los puntos de guardado, ya que si bien no escasean, a menudo sudaremos acudiendo a una de estas salas. Sobre todo cuando nos preocupa más nuestro progreso que los objetos que llevamos encima. Además, será aquí donde recuperaremos salud y espíritu, y provocaremos que se regeneren los enemigos derrotados.
Y es que si algo echaremos en falta en Ebenezer and the Invisible World, serán elementos curativos. Cierto es que hallaremos diversos alimentos que nos permitirán restaurar en mayor o menor medida nuestra salud, pero son un bien tan escaso que deberemos pensar cuándo consumirlos. Esto puede hacer que el inicio del juego se haga un tanto cuesta arriba. Sobre todo porque Ebenezer esquiva impulsándose hacia atrás, provocando que nos golpeemos involuntariamente con un enemigo en más de una ocasión mientras nos hacemos a la mecánica.
Además, no encontraremos modos de dificultad, por lo que deberemos aprender las cosas por ensayo y error, así como prestar atención a las explicaciones de Fezziwig. Tampoco podremos hacer grandes cambios en el apartado de ajustes, que se reduce a la regulación del sonido y la pantalla y a la selección del idioma. Eso sí, dispondremos del nuestro, entre otros, lo cual es importante ya que encontraremos gran cantidad de texto, sin voces ni doblaje de ningún tipo. Cabe decir también que se recomienda jugar con mando. Y quien dice mando dice con la Steam Deck en un fuerte de mantas en el sofá.
Por su parte, llama la atención el discreto apartado sonoro de Ebenezer and the Invisible World. Nos acompañará una suave melodía que encaja a la perfección con la estética y la temática del juego, pero pasará totalmente desapercibida. Tanto que silenciarla y poner algo de fondo no afectará a la experiencia. Y algo parecido ocurre con el arte de los escenarios, ya que si nos fijamos, no tardaremos en descubrir que algunos elementos se repiten quizás demasiado. Aunque esto se compensa en su mayoría por lo bonito que es el apartado gráfico en su conjunto, donde destaca el diseño de los personajes. Sobre todo en lo que a enemigos se refiere.
Ebenezer and the Invisible World es un metroidvania ideal para quienes rehúsan acercarse al género por temor a su dificultad. Si bien el inicio y la escasez de consumibles pueden hacerse un tanto cuesta arriba a veces, una vez dominemos la esquiva y el ataque será más amable. Además, no tardaremos en dar con los primeros espíritus amigables que nos facilitarán las cosas. Algo parecido ocurre con la exploración, ya que se trata de un título que invita a ello, aunque el mapa no sea demasiado detallado ni nos permita añadir marcadores.
En su conjunto, se trata de un juego idóneo para comenzar a empaparse de espíritu navideño. O para regalar a alguien que adore Cuento de Navidad o los metroidvania, sea en las fechas señaladas o sea en un amigo invisible. En cualquier caso, cuenta con una historia interesante que no pasa desapercibida y sus mecánicas no llegarán a frustrarnos demasiado. Además, quién sabe si ayudar a Ebenezer evitará que recibamos la visita de tres espíritus dispuestos a mostrarnos las consecuencias de una mala actitud en esta vida.
Curiosa, reflexiva y torpe // Palomitas y cerveza // Psicóloga porque lo dice un título // Mi mente está llena de mundos en los que evadirme // Nothing is true, the cake is a lie