Hollow Knight, el metroidvaniano australiano

24/06/2018 | LadyMay | 1 comentario
Este título llegó a mi biblioteca de Steam el mismo día de su estreno, el 24 de febrero de 2017. Era un día particularmente frío, uno de esos días en los que te quieres acurrucar bajo una manta y ocultarte del cruel mundo que te vio nacer… pero ¿quién me iba a decir que en los próximos meses ese mismo sentimiento se repetiría una y otra vez, bajo la piel del Caballero Hueco, al atravesar las ruinas y jardines de la infraoscuridad de Hallownest, un reino olvidado y perdido entre las brumas del tiempo y los recuerdos?
AVISO: Este artículo NO contiene spoilers de la trama. Si bien me libro de mentar los más relevantes, relativos al final o a la naturaleza de nuestro héroe, no he podido evitar comentar ciertos nombres clave. Asimismo, os invito a visitar mi canal de YouTube donde, desde su estreno hace un año, disponéis de los episodios de este título.
Team Cherry, una pequeña desarrolladora de videojuegos indie ubicada al sur de Australia, nos cuenta entre misterios la historia de nuestro protagonista, un Caballero del que nada sabemos y cuya misión principal será descubrir qué secretos aguardan en un laberíntico mundo sumido en la oscuridad, el olvido y la muerte. Bajo la promesa de encontrar tesoros y de revelar incógnitas sobre nuestro mudo amiguito, avanzamos conociendo a otros que, al igual que nosotros, también recorren Hallownest: bien para medir la longitud de sus cavernas —como es el caso de Cornifer, nuestro cartógrafo favorito y al que buscaremos desesperadamente dejándonos llevar por sus desenfadados canturreos—, para probar su fuerza y capacidad combativa —como la intrépida Cloth—, para demostrar que la experiencia de los años aún puede servir de ejemplo —como el viejo y altanero Zote— o para recordar por qué se inició tan extraña travesía —como el misterioso Quirrel—, entre otros muchos personajes, supercuquis todos ellos.
Sin embargo, sin duda el personaje que más orejas de zorro ha levantado entre la maleza ha sido la enigmática Hornet, autonombrada «Guardiana de las Ruinas de Hallownest». Su aparición pone sobre el tablero un enigma que supera al resto, pues su misión no es otra que la de detenernos a la orden de, y cito textualmente:
«Sé lo que eres. Sé lo que pretendes y no lo permitiré».
A la altura de semejantes palabras nuestro desconocimiento sobre la naturaleza de nuestro héroe se vuelve más que evidente. La trama, hasta ese punto, no ha sido muy reveladora, pues Hollow Knight no explica al jugador directamente lo que ocurre sino que tiene que ser uno mismo, con las piezas que va recogiendo por el camino, quien la componga gracias a la información dada por los personajes, los tótems y los recuerdos de los insectos fallecidos y perdidos en las profundidades del reino. Esto, además de ser un recurso propio de esta clase de videojuegos, nos marca una meta predefinida —descubrir quiénes somos— junto con la idea recién germinada de si nuestro destino es tan horrible y sentencioso para otros como para que Hornet tenga la determinación de detenernos a como dé lugar.
Siguiendo esta dinámica, nuestro vagabundeo en determinados momentos por el laberíntico reino hará que se desencadenen una serie de eventos con otros personajes, nuevos o ya conocidos, quienes nos ofrecerán su granito de información tanto de las viejas eras de Hallownest como de la actual, y que darán forma a la tierra que recorremos. Pero no estaremos solos. En nuestro viaje nos enfrentaremos junto a nuestra inseparable uña —una pequeña espada, traducida como aguijón— contra numerosos enemigos: criaturas monstruosas unas y demenciales otras tantas, que comparten en mayor o menor medida la huella luminosa en sus ojos de una infección propagada por un ente perdido tiempo ha, y que les ha privado absolutamente de voluntad propia. No obstante nuestros enemigos no solo estarán en el plano corpóreo, sino que también deberemos librar épicas batallas contra los espíritus de los ya fallecidos, y que se encuentran en un bucle de tribulación constante. Sin dudarlo, nos desafiarán al ver en nuestro viaje en pos de la verdad un problema o, quizá, la solución a su tormento eterno que podría ser saldado con la liberación hacia la paz.
Paralelamente a esto, el destino de nuestro Héroe queda sometido a los avisos de tres extraños seres llamados «The Dreamers« —Los Soñadores—, quienes pretenden disuadirnos de encontrarles y despertarles de su largo sueño para evitar que el mal se extienda por todo Hallownest. Una vez reveladas las consecuencias de dichas acciones, el avance por las ruinas nos deja un desconcertante y agridulce sentimiento de contradicción:
«¿Lo estoy haciendo bien? ¿Es esto lo que tiene que pasar? ¿Es realmente tan malo saber quién soy y cuál es mi cometido?».
A más sabemos, mayor es el peso y la responsabilidad con los que deberemos cargar, y con cada pieza obtenida vemos que el puzle es cada vez más complejo, más grande y más dinámico: personajes cuyas historias y caminos se entrelazan y separan, cómo la propia Hallownest es el reflejo de los habitantes que no han cedido al mal recién despertado con nuestra llegada o, simplemente, ver que nuestras acciones tienen verdadero peso en la trama a la hora de decidir si matar, intervenir en una reyerta o dejar vivir a alguien… Son unos pocos ejemplos mal descritos de esta gran obra de arte que rescata el género metroidvania de una manera colosal. ¡Y cuando digo «colosal» me refiero también al mapa por el que nos movemos! Los he visto complejos, difíciles e, incluso, más grandes que este sin lugar a dudas; pero son tantos los secretos en cada pantalla, los pasadizos y túneles, las entradas a los bosses… Y os digo, desde ya, que no hay ni un solo escenario repetido.
Aunque disponemos de un mapa —una vez compramos a Cornifer o a su esposa, Iselda, la zona explorada en cuestión—, el juego está hecho para que no dependas de él exclusivamente, sino de tu propia memoria. De este modo, se inicia un proceso de adaptación a la hora de avanzar: primero, vamos con miedo y lo consultamos a cada tres pasos —o mientras estamos caminando— para ver en qué túnel o caverna nos encontramos o hacia dónde queremos dirigirnos…, pero a medida que las horas de juego se van acumulando, entre saltos y peripecias accedemos a las plataformas, nos vamos haciendo nuestra propia ruta y sentimos que no necesitamos el mapa para avanzar; que el mapa solo es un apoyo a la hora de ubicarnos o de rastrear algún área que nos hayamos dejado atrás. Y ese sentimiento de autosuficiencia y libertad, eso de encontrar nuestro camino perdiéndonos antes, es uno de los aspectos en la exploración de Hollow Knight que, a nivel personal, más me ha gustado. Sin embargo, no todo es tan libre como lo he planteado hasta ahora. Cada zona tiene un determinado “nivel” por así decirlo, aunque no haya un número visible para definir su dificultad, y el único modo de frenar el avance de nuestro héroe hacia el siguiente nivel es presentarle un desafío que no pueda superar ni con su ímpetu, ni con su espada, ni tampoco con su ingenio, sino con una determinada habilidad.
Por ello, a lo largo de nuestro viaje deberemos encontrar retazos de sabiduría, hechizos o conocimientos de otros personajes, ya sea haciéndoles un favor, derrotándoles para demostrar nuestra fuerza o pagando por ello su peso en Geo, la divisa oficial de Hallownest. Entre las habilidades disponibles están lanzar una nube de energía, a lo hadouken, trepar muros, nadar en ácido o volar, entre un par más, y algunas de ellas con su «versión oscura». Ahora es cuando me marcho con una sonrisa pues no doy explicación al respecto de esto último :))))))) (xD)
Y aunque no lo englobo directamente en el grupo de habilidades, no puedo desglosar este Hollow Knight sin mencionar los «Charms«, traducido como «Encantos / Amuletos». Unas piedrecitas mágicas que podemos encontrar repartidas por Hallownest, pero que también deberemos comprar a determinados comerciantes, y que nos facilitarán el viaje al mejorar nuestro sistema de combate. Siendo un total de 40 encantos —sin contar con los añadidos de los DLCs—, y cada uno con una característica específica: desde una humilde brújula, hasta el hecho de poder alargar el alcance de nuestra arma o nuestras máscaras de vida. Sin embargo, no podemos llevar los 40 encantos encima: la clave reside en la combinación de varios para hacer más mortíferas, defensivas o incluso «experimentales» nuestras maniobras, de modo que se adapten al modo de juego de cada uno.
Y esto da paso a lo que, creo, es la madre de todas las discordias: la dificultad en los combates. Muchos han sido los hilos de discusión donde los fans —una servidora se incluye, por supuesto— se han quejado diciendo que hay enfrentamientos que están totalmente fuera de sí, enemigos con una vitalidad excesiva o, incluso, que por qué no había opción de dificultad al empezar para los que van de chill; lo típico de jugar en fácil, normal o difícil antes de meternos a la partida. Y la verdad, LA VERDA, es que este juego no es para quienes quieren ir de chill. Si habéis llegado hasta aquí pensando: «Aaaaw, qué cuqui el diseño. Aaaaaw, la historia es superintrigante. Aaaaaaaaw, si parece que es fácil». Cerrad esta ventana. Prendedle fuego a vuestro ordenador y dedicaos a otra cosa. ESTE. JUEGO. NO. ES. FÁCIL. Y quien diga lo contrario, o bien se está autoengañando o quiere ir de pro. (CUIDADO, puede ser un reparte-carnets en ciernes).
La complejidad en los combates (y lo que no son combates) de Hollow Knight es proporcional a las máscaras de vida, encantos y habilidades que tengamos, sumado a nuestra experiencia en el manejo de los controles y elevado a nuestro nivel paciencia. NO. HAY. MÁS. Es un videojuego fundamentado tanto en la búsqueda de la propia existencia de nuestro caballero como en LA MUERTE —tanto en mecánicas como a nivel narrativo—, tal y como lo hacen títulos como Flappy Bird, Super Meat Boy o, cómo no, El Innombrable con el que no han cesado de compararlo una vez tras otra. Morimos repetidamente, hasta el punto de cuestionarnos qué tan profunda es nuestra paciencia para seguir intentándolo… y es que, no solo nuestra propia muerte queda determinada por nuestros actos y habilidad en combate, sino que se extiende por la tierra que pisamos y contagia todo a su paso. Por poner un ejemplo claro, si no se tienen determinados encantos o habilidades, —y ya puestos algunas máscaras de vida extra—, será imposible vencer a según qué bosses. Por lo que si sois personas con escasa o nula paciencia, Hollow Knight o bien terminará de socavar la poca que tengáis u os hará sorprenderos de lo verdaderamente pacientes que podéis llegar a ser. Hay que guiarse por la premisa de: «es preferible huir hoy, para poder combatir mañana», lo que se resume en que si no podemos con un boss, hay que explorar otra zona y volver otro día, porque uno de los defectos de «tanta libertad» es que no sabemos con lo que nos podemos topar.
Y por supuesto cuidadín con morir, porque al hacerlo nuestra alma —un espectro oscuro y con vida propia que nos atacará, la muy joía—, ocupa el lugar de nuestra muerte y se queda con todos los Geo. Nuestra labor es ir a buscarla y combatir con ella brevemente para recuperarla, junto con el dinero… Sin embargo, ¿qué pasa si en el camino volvemos a morir…? ¿Básicamente? Cero. Sí, sí. Cero Geo. La primera alma tenía todo nuestro dinerito y si volvemos a morir de camino a ella despedíos de tooooodo, todito, todo. ¿Aún seguimos pensando que es un juego fácil? Será que no habéis pasado por ello, y os lo dice alguien que en una ocasión perdió unos 5000 y que ahora, con más de 40000 encima, teme tropezar hasta con una piedrecita…
No obstante, eso no es todo. ¿Los combates? ¡Buah! Una vez conseguimos la combinación de encantos perfecta y le cogemos el truco a los enemigos, ya sean corrientes o bosses, nos los pasamos con los ojos cerrados, ¿verdad? Bien. Subamos la dificultad y pasemos al nivel «plataformeo» que, básicamente, resumiré con un vídeo dedicado a todos aquellos que, como yo, representan el avatar de la torpeza hecho carne. Os aviso de que, aun así, tiene final feliz (<3).
Desde luego hay niveles que pueden resultar algo asfixiantes —la llamada Senda del Dolor, en el Palacio Blanco, no recibe su nombre por capricho divino— y frustrantes para según qué perfil de jugador. No obstante, al margen de esto, se puede aseverar que la curva de dificultad es gradual si seguimos un determinado orden en la exploración de Hallownest y cada nuevo enemigo y boss nos obliga a observar y planificar el estilo de combate, siempre cambiante y adaptable al del propio jugador ante la complementación de los encantos, habilidades y hechizos.
A nivel gráfico y de animación todo lo que se diga es poco. Hollow Knight me ha parecido una verdadera preciosidad, una obra de arte interactiva. Como ya mencioné previamente, los escenarios son variopintos y están a rebosar de detalles para saberlos diferenciar respecto al mapa. Sin embargo no solo nuestro entorno será capaz de robarnos el aliento, sino que los personajes —e incluso según qué enemigos— también nos dejarán boquiabiertos.
Pero, ¿hay algo más que la historia principal? Y mi respuesta se consuma en un rotundo: ¡SÍ! No solo podremos descubrir la naturaleza y misión de nuestro protagonista, sino que también se nos da la opción de asistir a numerosas quests que pueden desarrollarse a lo largo de nuestro viaje reportándonos, por ende, una serie de facilidades en forma de objetos, encantos, mejoras o información para continuar nuestra travesía:
- Llevar una delicada flor de un extremo del mapa al otro, sin emplear el transporte rápido o sufrir daño alguno.
- Combatir en el Coliseo.
- Abatir a un determinado número de enemigos para recopilar información de los mismos y ganarse la Insignia del Cazador.
- Vender una serie de reliquias antiguas a un determinado personaje para intentar resolver el enigma que encierra la propia Hallownest.
- Actualizar nuestra Uña del Sueño —traducido como Aguijón Onírico— recolectando esencias de los caballeros caídos, y reforzar nuestra arma con el extraño y preciado mineral pálido.
- Reunir las habilidades de los Nailmasters, llamados Maestros del Aguijón.
- Rescatar a unas larvitas para regresarlas a la seguridad del hogar.
Estos son solo unos cuantos ejemplos de los eventos para cumplir, entre otros que se desencadenan en según qué lugares a raíz de completar partes de la misión principal y que tienen como fin continuar desentrañando los misterios de Hallownest, así como de sus habitantes.
Pero, ¿qué es un videojuego sin una buena banda sonora? Compuesta por Christopher Larkin, cada pieza va unida tanto a un escenario —comunicando al jugador en todo momento dónde se encuentra—, como a un personaje en cuestión. Los violines y el piano son los protagonistas de toda la orquesta, encargados de transmitir desde la melancolía del ruinoso y asolado reino hasta los momentos más comprometidos y emocionantes, siempre en paralelo con lo que se está jugando. Es inspirada, sosegada unas veces y frenética otras. Y a modo de anécdota personal comentaré que, en más de una ocasión, durante los retos que plantean las plataformas fue la música la que me animaba a seguir intentándolo, como si tuviera el don de renovar las fuerzas y no rendirse en lo que se está haciendo.
¿Y qué más me falta por remover, para convenceros de lo grandioso de este título y su desarrolladora, que el apartado de los DLCs? Gratuitos todos ellos —sin por ello variar el precio de salida original del título—, hasta la fecha son tres los publicados más un cuarto, cuyo estreno se dará a lo largo de este 2018.
- Hidden Dreams: El primero de los DLCs se estrenó en agosto de 2017 teniendo como fin añadir dos nuevos bosses (el Defensor Blanco y el Príncipe Gris Zote) y una nueva habilidad llamada DreamGate —Portal Onírico—, que permite al protagonista teletransportarse a un portal de esencias que previamente haya abierto.
- The Grimm Troupe: El segundo DLC se estrenó en octubre de 2017 —justo para Halloween— y nos invita a combatir contra los guerreros de la Compañía de Grimm y su carismático líder, tras reclamar su presencia gracias a una linterna mágica. Además de bosses y otros personajes con los que hablar, disponemos de ocho nuevos encantos y una tortuosa zona añadida en el Palacio Blanco.
- Lifeblood: Estrenado en abril de 2018, este DLC se centró en corregir y optimizar diversos aspectos gráficos, de sonido y jugabilidad, así como de añadir un nuevo mini-boss y una serie de diálogos extra en determinados personajes tanto del juego principal como de los anteriores DLCs.
- Gods & Glory: El cuarto —y último hasta la fecha— se anunció este junio de 2018. Durante la conferencia del E3 pudimos comprobar, en el breve tráiler que ya anunciaba su disponibilidad para Switch, la inclusión de tres nuevas áreas entre las que se destaca una nueva arena donde batirnos contra diferentes enemigos, así como numerosos bosses, como los Maestros de los Aguijones entre otros, y la pintoresca historia del misterioso Godseeker.
Aún es pronto para determinar si «Gods & Glory» será el último DLC de esta obra maestra. Echando un vistazo a su Kickstarter podemos vislumbrar las brumas de proyectos anexos a la ambientación de Hallownest que así lo niegan, como la posibilidad de encarnar a Hornet o al rocambolesco Zote en sus propias misiones y quests personales, o incluso el hecho de ampliar aún más el mapa hacia zonas olvidadas del oscuro reino.
Independientemente de lo que nos tengan preparado de cara a los próximos años lo que está claro es que, desde su estreno, Hollow Knight no ha dejado indiferente a nadie. Levantando más ovaciones que ampollas, tras haber sido nominado en The Game Awards 2017 a mejor debut de un juego indie sin resultar ganador, Team Cherry continúa al pie del cañón. Abriéndose paso lenta pero firmemente, entre los grandes de la industria, bajo la promesa de seguir emocionando a los fans para hacer valer la sencilla e innegable premisa que, cual rumor virulento, ya se ha propagado entre los insectos del reino caído:

«Hallownest permanecerá eterna»
Yordle híbrida de ewok y moguri. Lv. 27 con Triple-T a la espalda: Timidilla, Torpe y con Tirabuzones. Youtuber novata desde Jul-2016 y apasionada de las aventuras gráficas, los clásicos de la psx y el «payum-payum» de un francotirador. Vakarian's Lover.
Etiquetas: DLC, hollow knight, metroidvania, pc, Plataformas, steam, team cherry
Un análisis muy completo, interesante y que te deja con ganas de conocer los secretos de Hallownest a pesar de que hayas explicado que puede resultar muy frustrante debido a la combinación de combates dificiles con el plataformeo. Por suerte, siempre podremos ver los gameplays en tu canal para enterarnos de la historia si no nos vemos capaces de ponernos a los mandos.